martes, 31 de mayo de 2016

#4 El bello Danubio azul


An der schönen blauen Donau
Portada de la partitura, 1867


Compositor: Johann Strauss, hijo
Fecha de la composición: 1867
Estrenada el 13 de febrero de 1867



El más famoso de los valses vieneses

La número 4 en la lista de obras de música clásica es el vals por excelencia, el que todo el mundo conoce: el Danubio azul o el bello Danubio azul.

Empezó como una obra coral, sin demasiado éxito. Pero luego se interpretó en la exposición Universal de París y al público le encantó la alegría, la ligereza, el buen humor y la ensoñación romántica que transmite esta pieza.

Pronto se divulgó por toda Europa, incluyendo seis conciertos del autor en el Covent Garden, invitado por el Príncipe de Gales.

Hoy en día es muy habitual en bodas, y como cierre de los Conciertos de Año Nuevo, junto con la Marcha Radetzky.

Lo que más me gusta de los valses, así, en general, es que dentro de lo que son los bailes de salón, los pasos básicos resultan de lo más facilito y resultón.¿Que no lo habéis probado nunca? Pues ya estáis tardando...

Para saber más, la wikipedia. En YouTube puedes encontrar infinitas representaciones de esta obra, pero yo optaré por mi apreciado Daniel Barenboim dirigiendo a la Filarmónica de Viena en el concierto de año nuevo de 2014, con baile incluido de una pareja muy elegante... al estilo centroeuropeo, claro.

Como es una pieza tan popular, hay montones de grabaciones de ella, especialmente en las de conciertos de año nuevo. Por poner una que agrada fijo, tenemos el ‘1987 New Year Concert in Vienna’ de Deutsche Grammophon con Karajan dirigiendo a la Filarmónica de Viena y la intervención de Kathleen Battle en Frühlingsstimmen (Voces de primavera). Es una roseta en la Guía Penguin y dicen que El Danubio azul nunca se ha interpretado de manera tan seductora en disco.

domingo, 29 de mayo de 2016

#8 Uno de los nuestros


Film Affinity


Goodfellas

Año: 1990
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese
Música: Varios

Violenta exaltación de la vida mafiosa, cinematográficamente muy poderosa.


Mi lista de “Cien películas” la he confeccionado mezclando los favoritos del público con los de la crítica, y alguna de mi propio gusto personal. Y no suelen coincidir demasiado.

Pero esta de Scorsese creo que es de las pocas que gusta a todo el mundo: al gran público y a la crítica. Y yo la he visto varias veces, sorprendiéndome siempre de lo mucho que disfruto una película que me cuenta una historia que no me llama nada.

Cuenta el auge y caída de un delincuente personificado en Ray Liotta, que trabaja para la mafia, aunque como no es italiano, no forma parte de la familia. Tiene otros dos colegas, interpretados por Joe Pesci y Robert de Niro, el uno más exaltado y el otro más calculador. Las cosas no pueden acabar bien pero, como es un filme estadounidense, se las arreglan para que haya una especie de final feliz o, al menos, parafraseando a la RWA, “emocionalmente satisfactorio” para el espectador.

Es una de las cosas que hacen tan atractivo el cine made in USA, ese optimismo innato, esa confianza en que no importa lo mal que lo pase el héroe, lo terrible que sean las circunstancias, después de la catarsis, el espectador saldrá reconfortado de la sala. En este caso, la primera vez que la ves, posiblemente sea como un puñetazo en el estómago, pero conforme la vas revisitando, te das cuenta de que lo suaviza todo al final y te quedes con la sensación de que el personaje de Ray Liotta no es un mal chico, después de todo.

Reconozco que lo que me atrae de esta película no es el tema. Mafiosos, asesinos y demás delincuentes me interesan bastante poco. Como todo arte verdadero, es la emoción que transmite y la forma en que lo hace. Te implica como espectador gracias a ese nervioso ritmo narrativo de Scorsese, la rapidez en las secuencias, el colorido, la música… El guión, por supuesto, está tan bien trenzado que años de historia pasan en un suspiro.

Mención aparte son los intérpretes principales, que saben dotar de individualidad y credibilidad psicológica a su personaje. ¿Ray Liotta y Robert de Niro? Me entusiasman ambos. Ya sé que Joe Pesci ganó el Óscar, y aquí la verdad es que te da repelús cada vez que aparece en pantalla, como una bomba a punto de explotar. Pero quien más me llama, conforme veo esta peli más veces, es Paul Sorvino: contenido, inteligente, transmitiendo con una mirada toda la profunda decepción de quien sabe que le están mintiendo, que le van a intentar engañar y que la cosa no le va a salir bien… al otro.

Lo que significará problemas para todo el mundo, a la larga.
 
Así que, seas como seas, te guste el Cine o sólo ver pelis entretenidas, a esta tienes que darle una oportunidad.

Para saber más: consúltese la Wikipedia, Film Affinity, Internet Movie Data Base y Sensacine.

sábado, 28 de mayo de 2016

#4 Tesoro de Atreo


Por Fingalo
[CC BY-SA 2.0]
via Wikimedia Commons



Ubicación: Grecia
Fecha: s. XIII a.C.
Estilo: Arte creto-micénico


        Después de ver cerámica de Kamarés y a la sacerdotisa o diosa de las serpientes, que ejemplifican tan bien la parte cretense del arte creto-micénico, nos vamos a la Grecia continental, para ver la otra parte de este arte, la de Micenas (Peloponeso).

Allí hay numerosos tholoi (pl. de tholos), palabra con la que aquí nos referimos a tumbas de corredor (también conocidas como tumbas de cámara). Es un tipo de construcción muy propia del Mediterráneo. El dolmen de Menga, del que ya hablé aquí, es una de esas tumbas con un corredor que desemboca en un camarín. Estas tmbas micénicas destacan por sus bóvedas. En realidad son falsas bóvedas, porque se construyen por aproximación de hiladas de las piedras, que van reduciendo el espacio.

Lo de la falsedad de estas bóvedas, en relación con las bóvedas arquitectónicamente “auténticas” es que aquí las presiones son verticales mientras que en una verdadera bóveda la presión es oblicua.

La más grande es esta de Micenas que cuando lo descubrió Schliemann dijo que fijo que era la tumba de Agamenón, el rey homérico, y le dio ese nombre. Y cuando al poco pasó por ahí Elgin, con su afán depredador característico, exclamó “¡caramba, qué mona la puerta!” Y con esa caradura tan propia de los hijos de la pérfida Albión cuando estaban en modo colonial, e indistinguible de su pasado como piratas, se llevó una parte del dintel de entrada. Tal cual. Así que actualmente está en el Museo Británico. Y suerte que dejó la construcción in situ. Y como todos sabemos, los británicos son mucho de santa Rita Rita Rita, lo que se roba no se quita.

Para saber un poco más de este monumento, como siempre, tenemos la wikipedia, también ArteHistoria http://www.artehistoria.com/v2/videos/696.htm, y en esta página web que es una guía turística de Grecia te explican lo básico de qué son este tipo de construcción, muy clarito, y con fotos de turistas.

En esta foto, también de Fingalo, nos hacemos una idea del interior y la bóveda


jueves, 26 de mayo de 2016

#4 Sacerdotisa cretense o Diosa de las serpientes



Por George Groutas
[CC BY 2.0]
via Wikimedia Commons

Ubicación: Museo de Candía
Fecha: h. 1600 a. C.
Estilo: Arte creto-micénico


Una potente imagen de mujer, sacerdotisa o diosa, que domina la naturaleza

Como ya expliqué al hablar de la cerámica de Kamarés, dentro de los precedentes del arte griego clásico se encuentra el arte creto-micénico, llamado así porque es en la isla de Creta y en Micenas (Peloponeso) donde este arte alcanza su desarrollo más característico.

Esta es otra de las piezas destacadas del Museo de Candía (esto es, Heraklion), y quizá sea de las más representativas y recordadas de esa civilización minoica que se dio en la isla de Creta.

Es una figura femenina con un indudable poder. Sujeta con los brazos serpientes, y lleva en la cabeza un animal, todo lo cual simboliza su dominio sobre la naturaleza. Viste lo que parece un corpiño y una falda intrincados, dejando al descubierto los pechos lo que se suele entender como muestra de fertilidad.

La diosa de las serpientes tiene artículo en la wikipedia. Y para una análisis más detallado tenemos La Guía donde además elucubran lo que puede significar que los volantes de su falda sean precisamente siete.

martes, 24 de mayo de 2016

#4 Tumba de Rejmira


“Producción de ladrillos”
Tumba de Rejmira
via Wikimedia Commons

Ubicación: Tebas
Fecha: 1500-1450 a. C.
Estilo: Arte egipcio


La pintura egipcia se encuentra, sobre todo, decorando las paredes de las tumbas.


Esta imagen de producción de ladrillos es una de esas escenas cotidianas tan habituales en las pinturas egipcias. 

Estamos tan acostumbrados a templos y tumbas que parece todo muy solemne en la civilización egipcia. Pero luego te encuentras estas imágenes llenas de vida y descubres la naturaleza, los bailes, la música, el cultivo, los animales, o, como en este caso, la fabricación de adobes.

Es la TT100 de la necrópolis tebana de Abd el-Qurna, frente a Luxor, un templo dedicado a un alto mandamás egipcio, Rejmira, cuya tumba debe estar en otro lugar.

Para saber un poco más, como siempre, tenemos el artículo de la wikipedia sobre Rejmira y un poco más sobre la tumba TT100 lo tenemos en el blog “El reto histórico”.