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jueves, 7 de septiembre de 2017

#23 Palacio de Ctesifonte

American Colony Photo Department
[Dominio público]
Via Wikimedia Commons


Tipo de construcción: palacio
Época: Sasánida (S. III)
Lugar: Taq-i Kisra, Irak


Mira que queda poco del palacio y aun así, qué impresionante.

Dentro del arte de Asia Occidental, hay que recordar que está todo el arte persa. Ya he hablado aquí de los persas, los partos y los sasánidas.

Este palacio pertenece al siglo III, en la época sasánida, ya sabéis, de 226 a 651. Para entendernos: lo que hubo en Irán-Irak justo antes del período islámico.

Este sitio de Ctesifonte fue una de las mayores ciudades de la antigua Mesopotamia. Pervivió durante siglos, y ocupaba un territorio bastante grande, 30 km², a orillas del Tigris; por cierto que justo enfrente, en el otro lado del río, estaba la colonia griega de Seleucia. De ahí que a veces se le acabe llamando Seleucia-Ctesifonte. Se cree que Ctesifonte fue la ciudad más grande del mundo entre 570 y 637, año en el que fue evacuada.

Lo más representativo de la arquitectura sasánida fueron los palacios, entre ellos este de Ctesifón o Ctesifonte (en persa: تيسفون). Lo que queda es esa bóveda de ladrillo y parte de la fachada, con arquerías; se alza hasta 28,40 metros de altura. Y aun así, sigue resultando impresionante. Sólo cabe imaginar qué aspecto tendría plenamente construido.

El arco y las bóvedas, en particular las cúpulas sobre trompas, son elementos que influyen luego en el arte árabe, y también en el cristiano. Claro, al usar ladrillo la verdad es que es un material que no se perpetúa igual de bien que la piedra. Y aparece un elemento que luego se desarrollará en el arte islámico: el iwán, un pórtico con gran arco abierto.

Como siempre, para saber más, podéis empezar por la wikipedia, siguiendo por el palacio de Ctesifonte, en ArteHistoria

En un blog que hablan de la antigüedad, te aparece el Palacio de Cosroes en Ctesifonte, y aquí, un estudio más en profundidad de esta construcción, desde el punto de vista arquitectónico.

jueves, 29 de diciembre de 2016

#11 Naqsh-e Rostam


Vista panorámica (2010)
Por el usuario Ggia [CC BY-SA 3.0]
Via Wikimedia Commons
Tipo de construcción: tumbas rupestres 
Época: 522-330 a. C. 
Lugar: provincia de Fars, Irán

El pasado llega a nosotros en un monumento impresionante.

Voy a dedicar en los próximos días varios artículos a descubrir joyas del Irán preislámico.

Naqsh-e Rostam (también puede verse transliterado el nombre de otras formas,  Nakshé-Rustem, Nache-Rustem, Naqš-i Rustam, Naqš-i Rustam) es una pared de roca en la que se contiene, en lo alto, en la mitad de la pared, las tumbas de grandes reyes aqueménidas, un tipo de construcción análogo a los hipogeos egipcios. Se ha señalado que esta influencia egipcia pone de manifiesto las intensas relaciones de los pueblos que daban al Mediterráneo.

Alrededor de la entrada al hipogeo se tallaron, en forma de cruz, relieves con la representación del emperador y sus pueblos, ensalzados con algunos elementos arquitectónicos como columnas adosadas e inscripciones. Son las tumbas de Darío I (la única que se puede identificar con seguridad, ya que lo dice la inscripción), Jerjes I, Artajerjes I y Darío II.

En la parte inferior, están bajorrelieves de una época posterior, sasánida. Su nombre procede precisamente de que uno de ellos se identificó por la población local como el héroe épico persa Rostam o Rustam.

Para que nos entendamos. Esquema muy básico de la historia persa antigua: los aqueménidas y los sasánidas, con los partos en medio. De los aqueménidas nos habla Heródoto, son los que se enfrentaron a los griegos en las guerras médicas. Los partos fueron los oponentes del Imperio romano, los que por ejemplo acabaron con Craso en la batalla de Carras. Y los sasánidas coexistieron con el Imperio bizantino y vieron su fin cuando el Islam alcanzó, en su expansión, las mesetas iraníes.

Irán, la antigua Persia, es un país con una herencia cultural impresionante. Como ocurre con Turquía, o los países de Asia central, el que la religión predominante sea el Islam no significa que sean árabes. No lo son, ni geográfica ni culturalmente ni (sea lo que sea una etnia) étnicamente. El mundo es mucho más rico y complejo que lo que pretenden los ignorantes.

Como siempre, para saber más, podéis empezar por la wikipedia, con el artículo dedicado a este lugar. Hay un artículo dedicado a “Naqsh-e Rostam, el Valle de los Reyes iraní” en el National Geographic España. Finalmente, tenemos la página web Ancient Origins, cuyas magufadas no la hacen muy recomendable, pero contiene un artículo muy cuco y detallado sobre estas tumbas.

jueves, 8 de septiembre de 2016

#10 Simurgh sasánida



Simurgh en una tela sasánida
[Dominio público] via Wikimedia Commons



Ubicación: Irán
Fecha: Antigüedad / Edad Media
Estilo: Arte del Asia Occidental





Una criatura mítica que nos llega desde el Asia Occidental.

            Cuando pensamos en pintura, siempre pensamos en unos colores aplicados sobre la pared, o tabla o lienzo. Pero la historia nos ofrece otros ejemplos de imágenes bidimensionales, como las pinturas sobre cerámica, las vidrieras, los mosaicos o los bordados o impresiones de otro tipo sobre textiles de uso cotidiano como tapices.

             Este es, creo yo, un buen ejemplo de esa representación bidimensional sobre un objeto de uso cotidiano.

            Sobre una tela aparece un animal mítico iraní, el simurgh. Este emblema de los monarcas sasánidas tenía un sentido positivo. Se consideraba que era un ave tan vieja que había acumulado toda la sabiduría del mundo, después de haberlo visto destruido en tres ocasiones.

            Por ello era habitual verlo representado en la decoración textil real y de seda.

            El imperio sasánida se desarrolló en Persia entre el año 224 y el 651 de nuestra era. Terminó cuando el shahanshah Yazdgerd III perdió la guerra contra el primero de los califatos islámicos.

Marca uno de los dos grandes momentos del arte persa preislámico. El otro fue el aqueménida. Ambos destacaron en las labores textiles, con influencias, en técnicas y formas, de los chinos. Es característico que sus motivos, como es este caso, aparecieran encerrados en círculo. Estos modelos pasaron al mundo Occidental a través del arte bizantino y los árabes.

Es curioso que algunas de estas telas persas, elaboradas en seda y muy sofisticadas, con el tiempo acabaran envolviendo reliquias en catedrales europeas.