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miércoles, 1 de noviembre de 2023

#80 Bachianas Brasileiras n.º 5

 

Bachiana brasileira nº 5 para soprano e oito violoncelos

Heitor Villa-Lobos, h. 1922

Compositor: Heitor Villa-Lobos

Estreno/Publicación: Río de Janeiro, 1939 (el primer movimiento) / París, 1947 (completa)

  








Hoy, 1.º de noviembre, se cumplen cien años del nacimiento de Victoria de los Ángeles (Barcelona, 1-11-1923-16-1-2005) soprano encantadora, de voz preciosa y canto natural

Para celebrar la efemérides, escribo esta entrada sobre la que probablemente sea la composición brasileña clásica más conocida, estas Bachianas n.º 5 de Heitor Villa-Lobos (Río de Janeiro, 1887-1959). El compositor grabó esta obra con Victoria de los Ángeles para la EMI y es una de esas grabaciones históricas, especiales, de las que no pueden faltar en una discoteca ideal de todo aficionado.

Victoria de los Ángeles es una de esas cantantes líricas españolas de posguerra que impresionan no solo por sus voces preciosas, sino también por la seriedad de su trabajo y la buena técnica. Unas más divas y otras menos, pero todas, currantas del arte. Nombres como la mezzo Teresa Berganza o las sopranos Montserrat Caballé y Pilar Lorengar. Escucharlas es una delicia auténtica. Sabían, además, cuál era su repertorio y lo cultivaban con disciplina y encanto.

En el caso de Victoria de los Ángeles López García, procedía de la clase trabajadora, sabía lo que costaban las cosas, que al parecer (yo no la conocí, obviamente) seguía siendo de talante humilde y muy currante, la antidiva. Tan es así que en una época de tanta rivalidad y locura de fans, ataques incluso envenenados de unos contra otros, al parecer esta mujer le caía a todos bien. 

 Victoria de los Ángeles destacó sobre todo por la naturalidad de su canto. Dentro de la ópera, se la recuerda sobre todo por un par de heroínas puccinianas, Mimí, de La Bohème, y Butterfly. Pero también cantó a Wagner, siendo una exquisita Elisabeth en Tannhäuser en Bayreuth, cuando allí solo se llegaba por invitación muy remirada y era rarísimo que llegaran cantantes de allende los Alpes. 

Ahora, Victoria de los Ángeles era sobre todo cantante. El arte del canto, la voz, la melodía, la palabra pronunciada y sentida, y por ello no es de extrañar que también se dedicara al lied alemán o la canción francesa. Divulgó también la canción española, llegando a interpretar piezas españolas con acompañamiento de guitarra como bises en sus conciertos. El recital, para ella, no era mero complemento de la ópera, era una forma tan importante como ésta. Imprescindible si querías ser un cantante total. En You Tube sobre todo encontrarás fragmentos de recitales suyos. Ejemplo.



Artista completa, de recital y de teatro, pues. En esto fue como Elisabeth Schwarzkopff o Dietrich Fischer-Dieskau. Con ellos grabó, por cierto, un disco estupendo, el del Homenaje al pianista Gerald Moore. Fantástico, con obras de Mozart, Schubert, Rossini, Brahms, Schumann, Wolf, Mendelssohn y Haydn. Está en EMI Classics y, a veces, en la carátula se destaca el «Dúo bufo de dos gatos» que cantan de los Ángeles y Schwarzkopf, una delicia, un divertimento absoluto.

Hoy en Scherzo han publicado una entrevista: «Victoria de los Ángeles: Una entrevista histórica» . Ahí se pueden leer reflexiones que demuestran su rigor, su vocación de trabajo, cómo el arte está por delante de divismos, y que cantar no son sólo los fuegos fatuos de la ópera. Al contrario...

Mire, para el mundo del recital se requiere, primero una preparación mucho más completa intelectualmente, una imaginación artística mayor, tener grandes conocimientos musicales, una cierta elegancia, buen gusto… cosas éstas que en la ópera puedes dejar un poco de lado y limitarte a exponer tus maravillosos atributos vocales (si los tienes), o dar grandes pinceladas desde un punto de vista interpretativo, pero no te detienes en el detalle expresivo o incluso espiritual. Entonces ¿qué ocurre?, que cuando estos cantantes han hecho sólo ópera no están acostumbrados a recrearse en ese mundo intimista como es el del recital. No están acostumbrados, y de pronto se han enterado de que es muy importante hacerlo. Sólo cantan arias de ópera o compositores más fáciles, pero nunca se enfrentan a un Schubert, a un Brahms o a un Wolf, ni hacen canción francesa… En fin, se les nota que no están preparados.

 No, si por eso mi cantante lírico favorito es Dietrich Fischer-Dieskau, que creo que habría suscrito cada palabra. Rigor intelectual, trabajo, imaginación, y buen gusto... Al final, Victoria de los Ángeles da un consejo que me parece muy sensato para los cantantes que empiezan: 

 

Ante todo, gran humildad al estudiar, devoción por su carrera y nunca una ambición desmedida. Creo que uno debe ser honesto, sincero, auténtico. Con estas tres cosas se puede llegar a desarrollar una carrera digna y respetuosa con la música, pero nunca aprovecharse de ella para llegar a ser importante.

 

Victoria de los Ángeles en Schiphol (1963)
Harry Pot / Anefo, CC0, vía Wikimedia Commons

La Bachiana n.º 5 es la más famosa de todo el ciclo de Bachianas Brasileiras que compuso Heitor Villa-Lobos entre 1930 y 1945. 

Son nueve suites y, como su nombre indica, son piezas inspiradas por un lado en las formas clásicas de Bach, como el contrapunto barroco, y, por otro, los temas y ritmos propios del folclore brasileño. Esta mezcla se ve en los títulos de cada movimiento, pues une un término clásico con otro en portugués propio del lore brasileño. Cada bachiana una tiene su propia combinación instrumental, a veces llevan voz y otras no.

Esta Bachiana n.º 5, en concreto, es para soprano y un conjunto de ocho violonchelos. Tiene dos movimientos, «Aria (Cantilena) – Adagio» sobre letra de Ruth V. Corrêa, que es el más conocido. Al principio parece que llevaba un poema de Altamirando de Souza, pero este lo acusó de plagio y acabó cambiando la letra.

 El segundo movimiento, «Danza (Martelo) – Allegretto», lleva palabras del poeta Manuel Bandeira. 

Cada parte es de un momento diferente. El «Aria (Cantilena)» lo compuso en el año 1938 y se estrenó el 25 de marzo del año siguiente, en Río de Janeiro. Dirigía el compositor y cantaba Ruth V. Corrêa. «Dança (Martelo)», es del año 1945, cuando ya Villa-Lobos había compuesto el resto de sus Bachianas. Al parecer, el «Martelo» es tanto un tipo de danza como un estilo poético, y aquí se estaría refiriendo a lo segundo, como una de las modalidades más antiguas de la «literatura de cordel», según leo en la Wikipedia en portugués.

Fue el 10 de octubre de 1947 cuando se estrenó en París la versión completa de la Bachiana n.º 5, con Villa-Lobos dirigiendo e Hilda Ohlin como cantante.

La grabación que yo prefiero es, obviamente, por eso la traigo hoy aquí, la del compositor con Victoria de los Ángeles y la orquesta es la de la Radio Nacional de Francia, del año 1956. En el disco están las Bachianas Brasileiras 1, 2 (que incluye «El trenecito del Caipira», O trenzinho do Caipira, otro fragmento conocidísimo), la 5 (para soprano y ocho violonchelos) y la 6 (para flauta y fagot). Esta última, la n.º 6 la interpreta el compositor y la orquesta francesa con Fernand Dufrêne (fl.) y René Plessier (fag.). En la Guía Penguin hablan de la voz dorada de Victoria de los Ángeles y que su interpretación de la famosa n.º 5 es ravishing (arrebatadora, encantadora, cautivadora o deslumbrante, tradúcelo como quieras).

Otra posibilidad es la de Kiri Te Kanawa con Harrell, que empareja esta pieza con los Cantos de Auvernia de Cantaloube. 

Para saber un poco más, tenemos artículo sobre esta pieza en la Wikipedia en portugués, fácil de entender por cualquier hispanohablante. Y, también, este artículo de Melómano digital, que analiza más en profundidad las Bachianas.

Por You Tube hay unas cuantas interpretaciones. Os pongo enlace a una del Villa-Lobos Channel, con Barbara Hannigan:

Merece la pena de verdad, qué preciosidad…

 Una curiosidad, en el canal de Estradinsky te cuentan «La hermosa historia del TRENCITO que se hizo MÚSICA. H. Villa-Lobos y sus Bachianas Brasileiras», una interesante forma de divulgación musical que se centra en la Tocata o Trenzinho do Caipira de la Bachiana Brasileira n.º 2.

 


 

Y acabo con una pieza de Gerald Moore al piano y Victoria de los Ángeles, la nana «Canción para dormir a un negrito» de Montsalvatge. Sí, ya sé que en otros idiomas la n-word suena muy fuerte. En español, no es así, no me sean absurdos o ignorantes, please.


❉ Suite, según el DRAE, es una «composición instrumental integrada por movimientos muy variados, basados en una misma tonalidad».

❉ Literatura de cordel se refiere a los «pliegos de cordel», «obras populares, como romances, novelas cortas, comedias, vidas de santos, etc., que se imprimían en pliegos sueltos y para venderlos se solían colgar de unos bramantes puestos horizontalmente en los portales, tiendas y mercados» (definición DRAE).

sábado, 28 de octubre de 2023

#60 Si esto es un hombre

 

Si esto es un hombre

 


Título original: Se questo è un uomo

Autor: Primo Levi

Año: 1947

Género: Ensayo / autobiográfico

Tema: Historia / Segunda Guerra Mundial / Shoá

 

Abrumador testimonio

 

La trilogía de Auschwitz de Primo Levi es uno de los testimonios más sólidos de los totalitarismos del siglo XX en Europa. 

Unos libros imprescindibles para cualquier ciudadano europeo que quiera entender lo que somos, de dónde venimos, lo que ocurrió para que no vuelva a pasar. A los humanos del resto del mundo, bueno, les puede servir para entender un poco ciertas cosas, pero me parece necesario sobre todo para nosotros, para entender por qué un proyecto europeo común es imprescindible y es lo que consigue más paz y prosperidad.

Primo Levi fue un químico y escritor italiano, del Norte, que nació en Turín en 1919. Si habéis leído Eichmann en Jerusalén, de Hannah Arendt, sabréis que el rodillo antisemita no actuó de idéntica forma ni siquiera en todos los países aliados de los nazis o invadidos por ellos. Dependía mucho de las fuerzas locales. Lo que pasó en Rumanía, por ejemplo, no tuvo mucho que ver con lo ocurrido en Bulgaria.

En Italia la cosa fue, pues eso, muy italiana. Los alemanes con sus normas y sus consignas, y los italianos dando largas con la burocracia. 

Pero es evidente que cuando podían echarle mano a algún hebreo italiano, los nazis no se lo pensaban. Cuando el joven Primo Levi fue detenido, actuando como partisano –ya en la época de la República de Salò–, acabó en un tren hacia Auschwitz.

Este libro relata su experiencia allí, desde marzo de 1944 hasta que el campo fue liberado por el Ejército Rojo, en enero de 1945. Él no tuvo que emprender las llamadas marchas de la muerte, pues estaba en la Ka-Be, enfermería.

Te cuenta cómo se ve reducido a ser una cosa, un animal, solo, él y su cuerpo desnudo, ya sin nombre, meramente un número tatuado 174517.

Los trabajos forzados, el hambre constante, la peculiar economía del campo, donde se comerciaba con lo que se tenía a mano, lo que se podía intercambiar, trapichear, robar,... las brutalidades cotidianas, las miserias como el verse privado hasta de zapatos o cucharas... las menciones de pasada a, por ejemplo, los desesperados que se tiraban contra el alambre de espino, para morir electrificados. Los números bajos y los números altos, los recién llegados, la selección al llegar y más tarde...

La vida brutal del Lager.

En la historia y en la vida, parece a veces discernirse una ley feroz que reza: «A quien tiene, le será dado; a quien no tiene, le será quitado». En el Lager, donde el hombre está solo y la lucha por la vida se reduce a su mecanismo primordial, esta ley inicua está abiertamente en vigor, es reconocida por todos.

La esperanza de vida es corta, y si te limitas a ser obediente, mueres pronto. No vale la pena ni hacerse su amigo, porque sucumbirán pronto.

Sucumbir es lo más sencillo: basta cumplir órdenes que se reciben, no comer más que la ración, atenerse a la disciplina del trabajo y del campo. La experiencia ha demostrado que, de este modo, sólo excepcionalmente se puede durar más de tres meses...

Se duda en llamarlos vivos: se duda en llamar muerte a su muerte, ante la que no temen porque están demasiado cansados para comprenderla.

Son los que pueblan mi memoria con su presencia sin rostro, y si pudiese encerrar todo el mal de nuestro tiempo en una imagen, escogería esta imagen, que me resulta familiar: un hombre demacrado, con la cabeza inclinada y las espaldas encorvadas, en cuya cara y en cuyos ojos no se puede leer ni una huella de pensamiento

Los que sobreviven son los que se buscan la vida con lo que tienen. Algunos, colaborando con los opresores.

Con los adaptados, con los individuos fuertes y astutos, los mismos jefes mantienen con gusto relaciones, a veces casi de camaradas, porque tal vez esperan obtener más tarde alguna utilidad.

Si los hundidos no tienen historia, y una sola y ancha es la vía de la perdición, las vías de la salvación son, en cambio, muchas, ásperas e impensadas.

Se refiere a los Prominenz, los Kapos, los Scheissminister y Bademeister...

Son el típico producto de la estructura del Lager alemán: ofrézcase a algunos individuos en estado de esclavitud una posición privilegiada, cierta comodidad y una buena probabilidad de sobrevivir, exigiéndoles a cambio la traición a la solidaridad natural con sus compañeros, y seguro que habrá quien acepte. Éste será sustraído a la ley común y se convertirá en intangible; será por ello tanto más odiado cuanto mayor poder le haya sido conferido. Cuando le sea confiada el mando de una cuadrilla de desgraciados, con derecho de vida y muerte sobre ellos, será cruel y tiránico, porque entenderá que si no lo fuese bastante, otro, considerado más idóneo, ocuparía su puesto. Sucederá, además, que su capacidad de odiar, que se mantenía viva en dirección a sus opresores, se volverá, irracionalmente, contra los oprimidos, y él se sentirá satisfecho cuando haya descargado en sus subordinados la ofensa recibida de los de arriba.

Me doy cuanta de que todo esto está lejos del cuadro que suele imaginarse de los oprimidos que se unen, si no para resistir, cuando menos para sobrellevar algo.

Son estos personajes los que están ahí, en primer plano. Llama la atención que menos protagonismo tienen las SS o los nazis. Están ahí, dominando todo, pero quienes controlaban y oprimían diariamente al resto de los prisioneros eran esos, los Prominenz o los Kapos, delincuentes, políticos o gente de otras nacionalidades. Se ganaban un poco de privilegio a cambio de tratar brutalmente a otros desdichados.

No hay mejor astilla que la de la misma madera.

Más de una vez, no de forma tan dramática, claro, encontrarás lo mismo en la vida. Compañeros de los que esperas comprensión y solidaridad son, al contrario, los más crueles y hasta miran con desprecio a esos otros que no aprovechan la oportunidad de colaborar con el opresor. Y yo creo que el razonamiento mental de esta gente es el mismo, que si no lo hacen ellos, otros, más idóneos, ocuparán su puesto.

El estilo con que lo cuenta es del que te engancha. Levi lo relata con esa exactitud y hasta frialdad propia de un científico. Está construido por capítulos tirando a breves, y por ello relativamente fáciles de leer, un ratito, respiras hondo y sigues. 

No hay aquí desgarros, melodramas, nada parecido. Sólo la realidad, tal cual la vivió él, algo bastante insoportable

Tampoco salen las cámaras de gas, por ejemplo, o el exterminio. Ni opina sobre si esto está bien o mal. No. Ni si esto es peor que aquello otro.

Él, lo dice después, no es un juez, es un testigo. Cuenta lo que él vivió en su campo de trabajo, cómo eran esclavos a los que se exterminaba, normalmente, por agotamiento. Cuenta lo que vivió y también reflexiona sobre ello.

Leer este libro es, no lo voy a negar, angustioso. Cada vez que lo cogía era como sumergirme bajo el agua aguantando la respiración... Hasta que, ardientes los pulmones, ya no resistes más y lo dejas, subiendo a la superficie.

Y respiras hondo e intentas seguir con tu vida normal hasta la siguiente vez que te sientes para hundirte en aquella pesadilla.

Leo mucho, y veo documentales, y películas, sobre los totalitarismos que arrasaron Europa, y he visto cosas tremendas, y lo aguanto soportando ese dolor y sufrimiento como algo bastante ajeno... Pocas veces tengo tal sensación de congoja, por presenciar un horror tan abrumador.

Solo recuerdo otra ocasión en que me sentí así de mal, con un documental sobre el gulag soviético, cómo había esa máquina de represión política para suministrar constantemente esclavos a las grandes obras comunistas. Porque no nos engañemos, sin estos prisioneros políticos habrían sido imposibles aquellas obras colosales, infraestructuras, colonización o explotación de los recursos, principalmente en la época de Stalin. Aunque la motivación fuera política, la estructura de la represión era económica.

Son momentos en que me digo para qué recordar, revivir aquellos abusos, crueldades, que causaron tantísimo sufrimiento. Pero bueno, es debilidad por lo que me hace sufrir, emocionalmente. Luego me digo que es el tipo de cosas que hay que leer si quieres ser un ciudadano responsable que contribuya a tu sociedad y no seas un parásito irresponsable e ignorante. Para ser consciente, estar alerta ante cosas malas, porque el totalitarismo está ahí, entre nosotros, el odio y la intolerancia, el antisemitismo por ejemplo, siguen ahí, esperando el momento para manifestarse, de forma violenta y despreciable.

Las reflexiones de un Primo Levi te ayudan a entender cómo funciona el autoritarismo o el totalitarismo. Incluso diría que para que entendamos la esencia de qué es este tipo de situaciones, de regímenes, que ahora pueden existir con otras formas.

Es importante que persista la posibilidad de elegir tu propio camino, de que puedas ser diferente. No podemos todos pensar lo mismo.

No es sencillo sustraerse a todo condicionamiento, pero por lo menos es posible elegir el condicionamiento que uno prefiere.

En un Estado autoritario no es así. La Verdad es sólo una, proclamada desde arriba; los diarios son todos iguales, todos repiten esta única idéntica verdad; así también las radios, y no es posible escuchar las de los otros países... En cuanto a los libros, sólo se publican y se traducen los que agradan al Estado... Con los libros no gratos, o ya no gratos de épocas anteriores, se encienden hogueras públicas en las plazas...

Hay que estar alerta en cualquier entorno en que no haya opciones diversas, en que se machaque al rival político, en que haya una sola Verdad de la que no puedas disentir. Ahí tienes la semilla del totalitarismo. Donde se emplee la violencia para atacar al que piense diferente a ti, quites sus libros de bibliotecas, busques que pierdan su empleo, lo agredas por la calle,... sólo por pensar diferente a ti o tener otra opción política, o social, o forma de vida.

Ahí es donde ya existe el mal. En esos comportamientos fascistas no es que veamos el huevo de la serpiente, es que estamos ya con la serpiente nacida y crecida. 

La tolerancia no consiste en soportar al que piensa igual que tú, al contrario, es admitir al que piensa distinto y que los dos podamos convivir en paz.

La edición que tengo por casa de la Trilogía de Auschwitz es la de El Aleph Editores, en una edición de 2009. El prólogo lo firma Muñoz Molina. Una edición que está bien, sobre todo porque tienes los tres relatos en un solo volumen. La traducción está bien, aunque a veces alguna cosa me sonó rara.

Es interesante que el libro se remata con un apéndice de 1976. A lo largo de los años, Primo Levi trabajó no solo de químico, sino que escribió libros y dio conferencias. Contesta en este apéndice a preguntas habituales que le hicieron a lo largo de los años. Si los alemanes sabían o no qué pasaba, la ausencia en su libro de expresiones de odio contra los alemanes, si volvió a Auschwitz alguna vez, qué pasó con algunas de las personas que menciona en el libro o por qué habla de los Lager alemanes y no los rusos, del antisemitismo como fenómeno de intolerancia.

Te da cierta perspectiva sobre lo que has leído antes, y contesta a cuestiones que tú mismo has podido hacerte mientras estás leyendo.

Una de las cosas con las que más me quedo es con su respuesta a cómo es que él sobrevivió.

Recuerda que los supervivientes de los campos fueron muy pocos. Algo que dije aquí al comentar La lista de Schindler, película en parte tramposa, la versión hollywoodiense de la Shoah, porque no expresaba bien lo que esto fue. La historia de los campos es la de la muerte, no la de los pocos que sobrevivieron. 

Aquí lo recuerda Primo Levi, que por ejemplo de los deportados italianos sólo el cinco por ciento pudo regresar.

Y, de ellos, muchos perdieron la familia, los amigos, los bienes, la salud, el equilibrio, la juventud.

Él atribuye su supervivencia a que tuvo suerte y solo en menor medida (mucha) a otras cosas...

En muy pequeña medida jugaron los factores preexistentes, como mi entrenamiento para la vida en la montaña y mi oficio de químico, que me acarreó algún privilegio durante mis últimos meses de prisión.

Ya lo comenté en otro sitio, que la experiencia montañera te coloca en situaciones en que te ves reducido a lo esencial: refugio, agua, comida. Hasta yo he tenido momentos así, de sed y hambre, frío tremendo o calor insoportable, o que te falle el físico, o te rompas un hueso, y aun así tengáis que seguir porque el refugio (y el agua, la comida, el descanso, etc.) queda aún un poquito lejos. Entiendo perfectamente lo que dice Primo Levi de que en una pequeña (muy pequeña) medida, su experiencia montañera le ayudó.

Hombre, yo también diría que le ayudó ser un mocetón de veintitrés años.

 

Primo Levi en los años cincuenta, fotógrafo desconocido, de Editorial Mondadori (via Wikimedia Commons)

El primer capítulo de Si esto es un hombre, «El viaje», se menciona en un artículo publicado sobre los relatos que Primo Levi dedicó a la montaña, de Alejandro Pérez Vidal: «Apuntes sobre el alpinismo, "sucedáneo de los viajes”, en la vida y la obra de Primo Levi», en Quaderns d'Italià, 2019, núm. 24, p. 175-188 (https://doi.org/10.5565/rev/qdi.424).