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domingo, 18 de abril de 2021

#48 Bramante: Templete de San Pietro in Montorio

 

El templete, foto de JTSH26 (2017),
vía Wikimedia Commons [CC BY-Sa 4.0]


 

 

                       

Ubicación: Roma (Lacio, Italia)

Fecha: 1503

Estilo: Arte renacentista

Tipo de edificación: templo (edificio religioso)

 


 


 

 

Un pedacito de España en Roma, regalo de los Reyes Católicos

 

Cuenta Giorgio Vasari en el capítulo dedicado a «Bramante da Urbino, arquitecto», de sus Vidas:

 

En el primer claustro de San Pietro in Montorio hizo un templo circular de travertino, con inimaginables proporción, orden y variedad, y con una gracia insuperable en elegancia y concepción. Y habría sido mucho más hermoso si toda la fábrica del claustro, que está inacabada, hubiera sido ejecutada según su diseño.

 

Estamos a principios del siglo XVI, época de la segunda campaña de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, en Italia, dándole las suyas y las del pulpo a los gabachos. 

En Roma gobernaba el papa Borgia, Alejandro VI, quien consagró esta iglesia de San Pietro in Montorio en el año 1500, aunque murió el 18 de agosto de 1503, que no queda claro si para entonces estaba ya terminado o no este templete.

 Los Reyes Católicos pusieron el dinero para este convento franciscano español, en la colina del Janículo, en el Trastévere, ya sabéis, el barrio de Roma que queda al otro lado del río Tíber, uno de los más atractivos y de sabor más peculiar. Al parecer, los Reyes Católicos quisieron conmemorar de esta manera la conquista de Granada.

 Y, en el claustro, se erigió este edificio, uno de los más representativos del Renacimiento.

 Sigue los modelos de templo circular de la Antigua Roma, como el templo de Vesta. Muchos siglos después, se levantaba de nuevo un templo monóptero y peripteral. Esto se ve sobre todo en la parte baja, con esos escalones, la columnata toscana de granito gris y el entablamento clavadito a los de la Antigüedad: un friso decorado con triglifos y metopas.

 

Friso y balaustrada, foto de Peter1936F (2017)

Lo que resulta más moderno, o sea, nada de la Antigua Roma, es la parte superior: la balaustrada y la cúpula.

En el interior, vemos mosaicos de colores con incrustaciones geométricas que recuerdan a los modelos romanos, e incluso a las iglesias paleocristianas.


En uno de los vanos, se distingue el escudo de los comitentes, los Reyes Católicos, que os pongo a continuación, fotografiado por JTSH26, según cojo de Wikimedia Commons.



Para los que tengáis curiosidad por estas cosas, os explico: en los cuarteles 1.º y 4.º están las armas de Castilla y León, mientras que en el 2.º y el 3.º, Aragón y Sicilia. Hay que recordar que Sicilia era de la Corona de Aragón desde 1282. Y, además, en la campaña anterior del Gran Capitán, le conquistó Nápoles.

Como es posterior a 1492, aparece el entado de Granada.

Lleva el águila de San Juan Evangelista, que era divisa propia de la reina Isabel.

Para lo pequeña que es esta edificación, cobró gran fama e influencia, hasta el punto de considerarse un auténtico símbolo del estilo renacentista, de este ese retomar formas antiguas para finalidades cristianas.

El Renacimiento había comenzado en el siglo anterior, Quattrocento, en torno a Florencia de los Médicis y la Toscana. Pero a partir del año 1500, en el Cinquecento, el centro se desplaza a la Roma de magníficos papas renacentistas, auténticos príncipes muy terrenales que promovieron las artes, arquitectura, pintura y escultura, como veremos, si tengo tiempo, en este blog mío.

Donato Bramante (Fermignano, h. 1443/1444-Roma, 1514), procedía de Urbino, y se formó sobre todo en Lombardía, haciendo una arquitectura todavía muy cuatrocentista. Pero llegó a Roma, estudió y midió sus ruinas. Adoptó entonces un estilo más clásico, sobrio, con ornamentación justa. Este templete fue su primera gran obra. Bramante vino a ser el Brunelleschi del Cinquecento.

No se sabe exactamente las fechas de construcción. He visto fechas diferentes según el libro, 1502 o 1503 y hasta 1510 he visto en la Wikipedia en italiano. Pongo 1503 porque es la fecha que he visto en el libro de arte más reciente que tengo por casa.

Aquí hubo franciscanos españoles. En el año 1876 el convento fue cedido por el Estado italiano a España, a la que aún pertenece, y actualmente parte de los edificios que rodean el templete son sede de la Real Academia de España en Roma.

lunes, 21 de diciembre de 2020

#47 Guas: Palacio del Infantado

 

Galería de la fachada, por Benjamín Núñez González (2018)
[CC BY-SA 4.0] vía Wikimedia Commons

 

                       

Ubicación: Guadalajara (Castilla-La Mancha, España)

Fecha: 1480 y ss

Estilo: Arte gótico

Tipo de edificación: palacio (edificio civil)

 


 

Donde hay poderío, ya sabéis, que se vea, y los Mendoza no fueron excepción.

 Venga, vamos a por el Sábado Deluxe histórico.

 Domingo, 31 de enero de 1560: en la capilla de este palacio de Guadalajara, el cardenal Mendoza oficia una boda.

Una pizpireta princesa francesa, Isabel de Valois, se casaba con el rey de España, un madurito interesante, arrubiado y culto, Felipe II.

Era el tercer matrimonio del rey, que a la muerte de su segunda esposa, María Tudor, sopesó la posibilidad de casarse con su heredera, la reina Isabel. Aquello no fructificó, primero porque la inglesa se negaba a convertirse al catolicismo (se ve que Madrid no valía una misa) y, en segundo lugar, porque no podía procrear y claro, una reina infértil en aquella época no valía para nada, ya que el proyecto hispano-inglés era más bien para que el fruto de esa unión heredase un reino nórdico uniendo las islas británicas a los Países Bajos Habsburgo.

No era el primer compromiso de la jovencita Isabel. Se iba a casar con el rey inglés Eduardo VI, ya sabéis, el breve sucesor de Enrique VIII, pero este murió; y luego con el español príncipe Carlos, cuando Felipe II aún estaba casado.

Como la alianza hispano-francesa era necesaria, y el hijo del rey no daba para mucho, con sus escasas luces y mal carácter, jorobado y cabezón, siendo dudoso que pudiera consumar el matrimonio en un plazo razonable, se decidió que lo más sensato es que se volviera a casar el rey, ahora viudo.

Luego os cuento cómo fue lo de consumar el matrimonio entre Isabel y Felipe.

El matrimonio en sí ya se había celebrado en Notre Dame de París, el 22 de junio de 1559, por poderes. Al novio lo representaba el duque de Alba, rodeado de súbditos del rey de España como Gómez de Silva, Egmont u Orange. Entre quienes sostenían el manto de terciopelo azul de la princesa francesa estaba toda una reina, María Estuardo de Escocia.

Clouet: Isabel de Valois, h. 1560


Fijaos que la novia no vino a España hasta el año siguiente. Entre las cosas que la retrasaron fue que, durante la celebración de esas bodas, resultó muerto su padre, el rey de Francia. Una lanza le entró por el ojo, los torneos es lo que tienen. Muy gore todo.




Que la bendición nupcial entre Isabel y Felipe se celebrara en este rico palacio de Guadalajara no hacía sino indicar la importancia de los Mendoza.

 


Fachada occidental del Palacio, fotografiada por Pavlemadrid (2007) [CC BY-SA 2.5], via Wikimedia Commons

Fue el II duque del Infantado, III marqués de Santillana, quien construyó este palacio en época de los Reyes Católicos, ochenta años antes de la celebración de esas nupcias reales de su descendiente.

Se llamaba Íñigo López de Mendoza y Luna (1438-1500), que no hay que confundir con su abuelo, el célebre político y escritor marqués de Santillana. El II duque del Infantado empezó las obras en 1480 y la fachada, quizá lo más llamativo, se terminó en 1483. Luego fue el patio y el interior, de manera que para finales del siglo XV ya estaba terminada esta obra.

Cuando en Italia ya empezaban las arquitecturas renacentistas, aquí como en el resto de la Europa atlántica, se seguía con gótico.

Como ya comenté al hablar de la Lonja de Palma de Mallorca, dentro de la arquitectura gótica española, se diferencian varias fases: protogótico, clásica, manierista y luego está la fase barroca. Este Palacio del Infantado de Guadalajara es también de esta última.

Recordemos que a esta fase barroca del gótico que a veces se llama flamígero, por aquello de que emplea calados con adornos inspirados en las ondulaciones de las llamas.

Este rasgo procede de Flandes, y cuando se introduce en España, y se une a características autóctonas, mudéjares, crea este estilo hispano-flamenco. Las formas flamencas llegaron a Castilla por la construcción de la catedral de Sevilla, que empezó en 1401. Como coincide con el reinado de Isabel I de Castilla, también se le llama gótico isabelino.

En esta fachada, orientada al Oeste, se funden elementos góticos, flamencos y mudéjares. Gótico flamenco es parte de la decoración y la estructura de balcones o portadas. Mudéjar es el adorno con cabezas de clavos o puntas de diamante.

Podría entrar en detalles de esta construcción, pero yo me fijo en su elemento más característico, esa galería que remata la fachada.

Juan Guas, el arquitecto a quien se deben las trazas de este palacio, supo fundir muy bien lo flamígero de raigambre flamenca con el mudéjar toledano.

Es el arquitecto más importante del gótico isabelino. Trabajó para la Casa de Mendoza no solo aquí, sino también en el castillo del Real de Manzanares. Pero también lo hizo para la casa real, y de esa manera se le debe a él el edificio que quizá sea el más representativo del estilo hispano-flamenco: el convento de San Juan de los Reyes, en Toledo. Es una iglesia con una sola nave, y con una decoración de grandes escudos, figuras y con una curiosa epigrafía gótica, en la que se usan las letras como adorno, como se hacía en el arte musulmán.

 

 

Aquí os pongo una imagen del claustro de San Juan de los Reyes, la que se considera obra maestra de Juan Guas, fotografiada por Querubin Saldaña Sánchez en 2011 (CC BY-SA 3.0).

El Palacio del Infantado está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el 20 de abril de 1914.

Acabo el cotilleo histórico. ¿Se consumó el matrimonio de Isabel y Felipe? Pues sí, claro, es obvio, ya que como es sabido, fue la madre de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. No menstruó hasta finales de aquel año 1560, y entonces se pusieron al tema.

La cosa fue un poquito difícil, para que todos hablemos del cotilleo actual y cómo se sabe todo. En aquella época, la que ocurría en el lecho del rey se comentaba en las cartas.

En este caso, el embajador francés escribió a la mamá de Isabel:

«La fuerte constitución del Rey causa grandes dolores a la reina, que necesita de mucho valor para evitarlo».

Entristece un poquito leer esas cosas, la verdad.

No sé cómo lo recibiría Catalina de Médicis.

En fin, para cuando podáis viajar con cierta comodidad, ya sabéis, otra propuesta para un turisteo de fin de semana: Guadalajara. Admirad esa fachada, imaginad al nieto del marqués de Santillana mirando orgulloso cómo enriquecía su herencia con esta obra en tiempos de los Reyes Católicos, y luego, ochenta años después, esa boda del rey de España.

jueves, 5 de noviembre de 2020

#46 Sagrera: Lonja de Palma de Mallorca

 

Interior de la Lonja de Palma de Mallorca
por Felivet (2008)
[Dominio público] vía Wikimedia Commons


 

 

                       

Ubicación: Palma de Mallorca (Islas Baleares, España)

Fecha: 1420-1452

Estilo: Arte gótico

Tipo de edificación: lonja (edificio comercial)

 


 

 

Una preciosa obra de la fase barroca del gótico español

 

Dentro de la arquitectura gótica española, se diferencian varias fases: protogótico, clásica, manierista y luego está la fase barroca, en la que se enmarca esta obra.

Este precioso edificio que se encuentra en la capital de las Islas Baleares. La actividad que se desarrollaba en él era comercial: un centro donde se reunían los mercaderes para negociar.

 Hay que recordar que Mallorca fue un reino propio, con mucha actividad mercantil. Fue un reino conquistado por el rey de Aragón en 1231; hubo un tiempo que fue más o menos independiente, pero se integró definitivamente en la Corona de Aragón con la conquista de Pedro el Ceremonioso en 1343.

 La Lonja tiene planta rectangular

El interior se divide en cuatro naves, de la misma altura. La separación entre las naves viene marcada por seis columnas retorcidas, helicoidales, con estrías, con lo que al final puedes entender que hay doce partes.

 Estas columnas no tienen capitel que corte su continuidad, sino que se elevan hacia el cielo, de manera que forma de una manera muy natural, orgánica, los nervios de bóveda de crucería. Si te dejas llevar por la imaginación, acaba pareciendo una palmera que se abre.

 Al hacerlo así da una idea más de espacio diáfano, de piedra un poco flotante, te lleva los ojos hacia arriba en una sensación de ingravidez.

 En la clave de la bóveda se encuentran escudos de la Corona de Aragón y de la ciudad de Mallorca.

 

Os pongo esta otra imagen de la portada, con la famosa escultura del Ángel Custodio. El autor es Z thomas (2019). [CC BY-SA 4.0], vía Wikimedia Commons

Del exterior, destaca la portada, en la que se ve el talento del autor, Guillermo (o Guillem) Sagrera no solo como arquitecto, sino también como escultor. Sagrera es, junto a Pere Joan, el escultor más representativo de la Corona de Aragón en esta época. Es muy conocido este Ángel Custodio, sonriente, y sujetando una cinta en la que se puede leer defenedor de la mercancía. Es un ejemplo de escultura gótica española.

 La Lonja de Palma de Mallorca es un inmueble protegido, declarado monumento histórico-artístico en el año 1931.

 Como ya mencioné antes, el edificio se enmarca en la fase barroca del gótico. El estilo de este período se llama también flamígero, por aquello de que emplea calados con adornos inspirados en las ondulaciones de las llamas.

 Este rasgo procede de Flandes, y cuando se introduce en España, y se une a características autóctonas, mudéjares, crea este estilo hispano-flamenco. Las formas flamígeras llegaron a la Corona de Aragón en el siglo XV.

 Otra denominación que encontraréis, pero más para edificios de la Corona de Castilla, es la de isabelino, por la reina Isabel I de Castilla. 

martes, 6 de octubre de 2020

#45 Brunelleschi: Cúpula de Santa María de las Flores

 

La cúpula, vista desde el campanario
Onanymous (2007)
[CC BY 3.0], vía Wikimedia Commons


 

 

                       

Ubicación: Florencia (Toscana, Italia)

Fecha: 1420-1436

Estilo: Arte renacentista

Tipo de edificación: Iglesia

 


 

Tú tira pa’lante, que ya rematará otro dentro de cien años

 

Esta cúpula es considerada el punto de arranque de la arquitectura renacentista italiana, aunque conserva unos cuantos caracteres góticos. No deja de ser un añadido cuatrocentista sobre un edificio del gótico tardío.

 Su historia me deja un poco perpleja. Los florentinos empezaron a construir su catedral a finales del siglo XIII, con un proyecto de Arnoldo di Cambio (1340-1410) para ser la iglesia más grande del mundo. Eso implicaba una cúpula en el crucero de un tamaño insólito, y lo tenían que ver desde el principio, ¿no?

 Así que fueron construyendo a lo largo de más de cien años y les quedaba por resolver la cubierta en el crucero. Les imagino a todos mirando preocupados aquel gran agujero. Tan enorme que no se les ocurría cómo podría cubrirse con las técnicas tradicionales. Haciendo cálculos de la cantidad de árboles necesarios para las cimbras, el coste de tantísima madera, y moviendo la cabeza, dubitativos...

 Que fuera una cúpula era algo pensado desde el principio, ya que era la manera de resolver la cubierta del crucero durante la Edad Media, sobre todo en el románico; en el gótico tiraban más de agujas. El modelo que tenían siempre en mente era la grandiosa Santa Sofía

 Cualquiera diría «hijos, estas cosas hay que tenerlas pensadas». Montarte toda la obra, trabajar durante más de un siglo, meter un montón de dinero, y no saber cómo lo vas a acabar,... bueno, no parece muy sensato. Y menos cuando desde el principio se sabía insisto– que tendrían que construir la cúpula de mayor diámetro del mundo.

 Pero los florentinos eran así, unos echados para adelante. Una república rica, gracias a la industria textil, el comercio y la banca. La élite se podía permitir eso de gastar los cuartos en el arte. 

El honor de rematar la catedral de Florencio debía otorgarse a quien realmente lo mereciera, así que montaron un concurso, como pasó con las puertas del baptisterio

 Sólo que esta vez no ganó Ghiberti, sino Brunelleschi quien, después de lo de las puertas, se largó a Roma a desfogar un poco la mala leche. Allí vio modelos de la Antigüedad. Estudió la cúpula del Panteón, que era diferente de las medievales: enorme, aligerada con casetones y un óculo abierto en lo alto.


Baptisterio románico
Sailko (2006) [CC BY-SA 3.0]

Aquello que vio en Roma debió inspirar a Brunelleschi, aunque hay que dejar bien claro que no lo copió. 

Siguió el modelo medieval. Ya tenía a mano una cubierta de un edificio de planta octogonal, el propio baptisterio de Florencia, de estilo románico. Ya digo que en la Edad Media, sobre todo en el románico, se construyeron unas cuantas cúpulas.

Solo que esta debía tener un tamaño descomunal. La de Santa Sofía tenía 31,7 metros de diámetro y la de San Pedro, posterior, que tanto impresiona, será más alta que esta, pero no más ancha. 

Su diámetro interior es de 41,47 metros, mientras que en esta cúpula florentina el diámetro máximo del casquete interior es de 45,5 metros; el del exterior llega hasta los 54,8 metros.

 Y sí, hablo de interior y exterior porque tiene dos casquetes, uno interior y otro exterior. Luego lo detallo más.  +

O sea que, aunque hubiera otras cúpulas en la Europa medieval, esta es la que se convirtió en «la gran cúpula de Europa Occidental» que sirvió de modelo para el futuro.


Aquí os pongo un dibujo que hizo Lodovico Cardi, también conocido como Cigoli (1613) [dominio público], para más o menos hacernos una idea de la estructura.

 La cúpula se eleva sobre un tambor, como ocurría con los cimborios góticos. ¿El problema de la madera para las cimbras? Bueno, no se usaron, igual es que no había árboles suficientes para tanta madera como se iba a necesitar, dadas las dimensiones del proyecto. O que les iba a salir carísimo.

 La solución era construir una estructura autoportante, es decir, que se soportara a sí misma al mismo tiempo que se está construyendo.

 


 A la izquierda, un detalle de del interior de la cúpula, fotografiado por Maksim Sokolov [CC BY-SA 4.0]

La cúpula interior es semiesférica, con veinticuatro nervios. Para construirla, recurre a una técnica romana, que es la de espiga de pez, colocando los ladrillos de tal manera que el aspecto externo es como las tablillas de un parqué. 

Más que arquitectura, esto es albañilería pura y dura. Por eso se dice que es la obra de albañilería más grande del mundo. Más de cuatro millones de ladrillos.

 La cúpula exterior es apuntada, haciendo uso del típico arco gótico, el ojival; de hecho, es como dos bóvedas de crucería cortándose. Se cubre con teja de barro cuyo color rojo contrasta con el blanco de la piedra de los nervios.

 ¿Qué consigue con ello, con este tema de dos cúpulas, o una cúpula con dos casquetes? Pues simplemente que se contrarresten los empujes de una y otra. Brunelleschi recurrió a zunchos horizontales de piedra y anillos de hierro; con ello absorbe el empuje de la estructura de nervios de ladrillo.

 Técnicamente, se habla aquí de cúpula hemiesférica, que explican con todo detalle en el artículo de la Wikipedia. También analizan las distintas teorías sobre cómo pudo construirse esto. Como es un artículo bastante amplio, de nuevo a él me remito. 

El espacio entre los dos casquetes de la cúpula permite subir hasta la linterna.

 La decoración exterior cuenta con una galería de arcos de medio punto y entablamento clásico. El aspecto actual de la cúpula deriva también de obras posteriores, así la linterna que remata se elaboró entre 1446 y 1461, el revestimiento exterior del tambor es de 1512-15 y las pinturas que adornan el interior, es ya de 1572 en adelante.

 Filippo Brunelleschi (1377-1446) está considerado como el primer gran arquitecto del «Quattrocento» italiano. En otras obras suyas se ve más claro que en la cúpula ese deseo de recuperar los modelos de la Antigüedad. Aquí dejo imágenes de las más destacadas, todas ellas en Florencia y cuya fuente es Wikimedia Commons:

 

Pórtico abierto del Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti, 1417-36), fotografiada por Sailko en 2013 [CC BY-SA 3.0]


Interior de la basílica de San Lorenzo (Basilica di San Lorenzo, 1424-46), fotografiada por Stefan Bauer [CC BY-SA 2.5] en 2004

 


Vista interior de la cúpula de la Capilla Pazzi (Cappella Pazzi, 1441-78) del convento de Santa Croce (1430), fotografía de Miguel Hermoso Cuesta en 2015 [CC BY-SA 4.0]

 

Esta catedral forma parte del lugar Patrimonio de la Humanidad «Centro histórico de Florencia»; la UNESCO la inscribió en esa lista en el año 1982, y en su página web lo describe de la siguiente manera:

Construida en el sitio de un asentamiento etrusco, Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento, desempeñó un papel económico y cultural preponderante en los siglos XV y XVI bajo el gobierno de los Médicis. Seiscientos años de creatividad de genios del arte como Giotto, Brunelleschi, Botticelli y Miguel Ángel han dejado su impronta en la catedral del siglo XIII, las iglesias de Santa Maria del Fiore y la Santa Croce, el Palacio de los Oficios y el palacio Pitti, entre otros monumentos.

Del artículo específico en la Wikipedia ya he dejado enlaces más arriba. Por si queréis charle una ojeada un poco más en profundidad, aquí os dejo un documental titulado «Los secretos del Duomo», donde elucubran a ver cómo es posible que se construyera la cúpula. 

 


Os dejo enlace también a un podcast reciente de Fernando Díaz Villanueva, titulado «Los orígenes del Renacimiento», muy sorprendente si tienes la idea tradicional del Renacimiento, la que los meros aficionados tenemos de cuando estudiamos en COU. De entrada, deja claro que el estilo renacentista tiene un origen específicamente florentino

La ideología subyacente es política: una élite que quería distinguirse de los bárbaros góticos del norte. Y para ello recurrieron a lo que era más propio de su civilización, que era el modelo antiguo, el arte romano.

También me llama la atención esa llamada a que nos fijemos en la realidad de las cosas, y no tanto en las elucubraciones de un Burckhardt, que veía las cosas conforme a su (algo deformado) prisma al norte de los Alpes. Por ejemplo, que los temas mitológicos que se asocia tanto al Renacimiento en realidad fueron más frecuentes en el Barroco. Es más el prejuicio lo que te hace ver el Barroco como un arte más religioso que el Renacimiento, como instrumento de la Contrarreforma católica, cuando en realidad todo el arte, desde el XV hasta el XVII, era predominantemente religioso y puede verse más secular en el Barroco que en el Quattrocento o el Cinquecento

Son algunas de las ideas que puedes encontrar en ese podcast, da gusto que haya podcast de este tipo, que difundan conocimiento y opiniones sobre historia, y arte, de una forma tan amena. 

viernes, 28 de agosto de 2020

#44 La Alhambra

 


Panorámica de la Alhambra, por Jebulon (2012), vía Wikimedia Commons                      

Ubicación: Granada (Andalucía, España)

Fecha: siglo XIV (palacios nazaríes)

Estilo: Arte islámico

Tipo de edificación: Palacio fortaleza

 

 

Joya, joyita, joya, si no la conoces aún, ¿a qué esperas?

 

Hoy voy a hablar de una de las joyas de la arquitectura española, sobre el que se ha escrito tanto, que no sabía por dónde hincarle el diente

Ha sido de siempre el monumento más visitado de España. Al parecer, hace un par de años la superó la Sagrada Familia de Barcelona en visitantes pero, francamente (en mi humilde opinión), no hay color. 

 ¿En qué capítulo de la historia del arte enmarcamos la Alhambra? En la segunda etapa del arte islámico medieval, que iría desde finales del siglo XI hasta el siglo XVI. En esos siglos, en el Mediterráneo occidental, se sucedieron los estilos, según quien estuviera en el poder. De ellos he hablado aquí, tanto del arte almorávide (mezquita Kutubía de Marrakech) como del posterior arte almohade (la Giralda de Sevilla). 

 Ante todo, ha de decirse que la Alhambra no es una sola construcción, sino que hablamos de edificios y jardines, canalizaciones y defensas, en las alturas de la ciudad. No siguió ningún plan preconcebido, sino que el que llegaba al poder, iba construyendo, sin más… ¡Hasta un pegote renacentista, el Palacio de Carlos V! De esta obra de Machuca espero poder hablar otro día. Ahora me voy a centrar en la Alhambra y el Generalife dentro del arte islámico.

 


Vista de la Alhambra desde el mirador de San Nicolás
Por Zackds (2007), CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons

Para que esto no se convierta en monótona descripción de cada dependencia, he preferido hacer un pequeño recorrido virtual por ciertos puntos que me parecen los más relevantes.

 La primera impresión que tienes de la Alhambra es que está arriba, en lo alto. Se le llama así, Alhambra, «la roja» (al-Qalat al-Hamrá significa «el castillo rojo») por el color del ladrillo que se usó para construirla.

 Con lo que ya descubrimos una de las características del arte nazarí: construcción con materiales más bien pobres, como el ladrillo; la arcilla como materia prima, en lugar de la más perdurable piedra. Es habitual la mampostería y el tapial. Los edificios nazaríes no son nada llamativos por el exterior, lo que compensan con un interior muy (pero que muy) ornamentado.

 Las diferentes edificaciones de la Alhambra se despliegan en una especie de cresta que yo tiendo a leer de oeste a este, o sea de izquierda a derecha, pero que en muchos mapas que encontraréis por ahí estará al revés, con el sur en la parte superior y el norte en la inferior. 

Lo primero que se percibe son las torres y las murallas. Y es que la Alhambra es un palacio-fortaleza, es decir, no solo residencia del poder sino también defensa militar del mismo.

 


Torre de la Vela, fotografiada por Sharon Mollerus en 2011 (CC BY 2.0)

En el extremo o punta occidental estaría la Torre de la Vela, desde la cual puedes ver toda Granada.

 Inmediatamente detrás queda la Alcazaba, donde residía la guarnición que protegía a los reyes nazaríes. La Alcazaba, las torres y las murallas serían las edificaciones de función defensiva que tiene la Alhambra.

 Pasada la Alcazaba se alzan, a la derecha, el palacio de Carlos V, del que ya digo que hablaré en otra ocasión, si puedo. A la izquierda, o sea la parte norte, quedaría lo más representativo del conjunto, dos palacios nazaríes del siglo XIV.

 Quizá sea, además, lo que más conocemos todos, las imágenes más prototípicas. Es importante tener presente que los palacios musulmanes tenían tres zonas: el mexuar (que es la parte pública), el diwan (la oficial) y, finalmente, el harén (la privada). Y es importante porque aquí sí que podemos verlo.

 Empecemos con la parte pública. El mexuar es la zona administrativa, y se transformó bastante después de la conquista cristiana a finales del siglo XV.

 Seguimos con la oficial o diwan que sería el palacio llamado Cuarto de Comares. Se corresponde con el reinado de Yusuf I (1333-1354). Comares viene de qamariyya, que es como se llamaba a los vidrios de colores de las ventanas. Aquí tenemos, sobre las escarpaduras septentrionales, la Torre de Comares, en cuyo interior destaca el salón del Trono. En el centro del palacio está el patio de los Arrayanes, el más grande de toda la Alhambra.

 


Patio de los Arrayanes, por Tuxyso (2014) vía Wikimedia Commons

Y pasamos entonces al harén o residencia privada, que sería lo siguiente que encontraríamos, yendo hacia el este. Es el Cuarto de los Leones, palacio que servía como residencia de invierno del soberano y toda su familia. Este edificio se lo debemos al hijo de Yusuf I, Mohamed (o Muhammed) V (1354-1391).

 Lo mismo que el de Comares, se organiza en torno a un patio, en este caso el archiconocido Patio de los Leones, con una fuente en medio, Más que en los torpes leones (la escultura animal no era algo en lo que destacaran precisamente) fijémonos en su simbolismo. Son doce leones, uno por cada signo del Zodiaco. Y con la fuente conectan cuatro canales, representando cada uno los cuatro ríos del paraíso coránico. Sería entonces una representación del Paraíso.

Patio de los Leones, por Oscarmu90 (2014), vía Wikicommons.

Pero sobretodo dejemos vagar la mirada por todo el entorno de este patio. Simplemente, espléndido.

Todo alrededor vemos la típica columna nazarita. En el fuste, delgadito y cilíndrico, hay anillos; en lugar de ponerle un capitel corintio, ya demasiado visto, recurren a uno algo más creativo y novedoso: el capitel de dos cuerpos. El inferior está decorado con una cinta, y el superior, cúbico, suele tener atauriques. Las columnas sostienen los arcos con yeserías.

 


Columnas del patio de los Leones, con sus fustes con anillos y sus capiteles con dos cuerpos. 


Techo de la Sala de los Abencerrajes, por jvwpc (2004)

A este patio de los Leones se abren dos salas impresionantes: la de los Abencerrajes y la de las Dos Hermanas. Ambas cuentan con una bóveda de mocárabes, que son de lo más hermoso del arte islámico, produciendo un efecto tan intenso que yo hasta lo consideraría abrumador. 

Bóveda de mocárabes en la Sala de las Dos Hermanas, por Jebulon (2012)

[CC 0] vía Wikimedia Commons

 La Sala de los Abencerrajes tiene una impresionante bóveda de mocárabes. Ya he mencionado que los nazaríes ocultaban la humildad de los materiales de construcción con la abundancia de decoración. Y uno de los recursos son estos mocárabes o prismas colgantes. Estas cúpulas de mocábares se supone que simbolizan el cosmos, con la luz divina reflejada y ampliada en cada uno de sus prismas. La diferencia entre los mocárabes occidentales y las muqarnas del arte islámico la mencioné de pasada al comentar la Gran mezquita de Ispahán, del siglo XI, así que tampoco me voy a repetir.

El detalle técnico de cómo se formaban estas decoraciones en yeso, aparentemente desorganizadas pero que en realidad tenían mucho cálculo detrás es bastante impresionante. Si queréis profundizar en el tema, aquí un análisis de un fragmento de una bóveda de mocárabes, en la página del patronato de la Alhambra.

 

Sala de las Dos Hermanas, por Javi Guerra Hernando (2009)

Enfrente a la Sala de los Abencerrajes está la Sala de las Dos Hermanas. Era una sala más de la residencia privada de los reyes nazaríes y todo un ejemplo de los diversos recursos decorativos, algunos que procedían ya de otras épocas, como la sebka (red de rombos, procedente de los almohades), o la lacería (rosas geométricas que se entrelazan y se forman círculos, triángulos, etc. repitiendose indefinidamente). 

Destacaría el uso decorativo del azulejo. Fijáos en esos zócalos que cubren la parte inferior del muro. De esta técnica decorativa hablé en la entrada «Alicatado de la Alhambra»

Y claro, no puede faltar la típica decoración con escritura cúfica. Al parecer, el poema escrito en las paredes de la Sala de las Dos Hermanas empieza Jardín yo soy que la belleza adorna…

 


Mirador de Lindaraja, por Leronich (2009)  

Al fondo de la Sala de las Dos Hermanas encontramos el Mirador de Lindaraja o Daraxa, con un bello ventanal geminado que se abre a otro patio interior, más pequeño, llamado Patio de Lindaraja. Este jardín tan recoleto demuestra lo bien que supieron aprovechar los desniveles de esta colina.

 Junto a este patio se encuentran unos baños que algunos consideran como de los mejores del arte islámico.

Si la arquitectura no te dice nada (aunque me parece difícil), siempre tienes algo que recuerda todo el que ha visitado la Alhambra: sus jardines. No me voy a meter en el amor de la civilización islámica por el agua y los jardines, o su relevante papel a la hora de traer y llevar especies de un lado a otro. Gracias a los árabes llegaron a lo que hoy es España desde los cítricos y el arroz hasta la caña de azúcar o las berenjenas.

 



Patio de la Alberca, en el Generalife, por Juandev (2008)

Aquí hay unos jardines pegaditos a un palacio en ruinas, el Partal. Pero los más llamativos son los que quedan al otro lado del cerro del Sol, en una colina vecina a la Alhambra: el palacio de verano de los reyes nazaríes que es el Generalife. Huertos, estanques, jardines… espléndidos y evocadores, con sus rumores, su frescos, sus olores…

 No me extraña que la Alhambra haya inspirado a tantos artistas. Es lugar común mencionar al estadounidense Washington Irving y sus (bastante románticos) Cuentos de la Alhambra (1832). Personalmente, prefiero una evocación musical, los Recuerdos de la Alhambra del maestro Tárrega, pieza destacada del repertorio para guitarra clásica. Aquí, en You Tube, una interpretación de Narciso Yepes en el Palau de la música de Barcelona.


Ya he explicado el contexto artístico de este conjunto, pero me quedaría hacer una breve referencia al contexto histórico, quiénes son estos nazaríes de los que estoy hablando todo el rato, que vivieron el último esplendor del arte hispanomusulman.

Seré breve. Tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), se disolvió el imperio almohade. El territorio musulmán en la península se dividió en pequeños reinos, llamados taifas. La taifa de Granada fue conquistada en 1238 por los Banu Nasr y cayó en manos cristianas a principios de 1492.

 Personalmente, considero que la Alhambra es un monumento imprescindible si quieres conocer el arte islámico. Este lo encuentras en Europa, África y Asia, en multitud de países, no siempre acogedores para la turista mujer. Habrá muchos lugares y ocasiones en los que no te sientas cómoda. Por eso, ver arte islámico auténtico en España es una apuesta bastante segura.

 La «Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada» es un lugar inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984, y en su página web lo describe de la siguiente manera:

Situados en dos colinas adyacentes, el Albaicín y la Alhambra forman el núcleo medieval de Granada que domina la ciudad moderna. En la parte este de la fortaleza y residencia real de la Alhambra se hallan los maravillosos jardines del Generalife, casa de campo de los emires que dominaron esta parte de España en los siglos XIII y XV. El barrio del Albaicín conserva un rico conjunto de construcciones hispanomusulmanas armoniosamente fusionadas con la arquitectura tradicional andaluza.

El conjunto tiene un artículo bastante amplio en la Wikipedia; y además muchos de los elementos que lo componen tiene artículo propio, como se puede ver en la Categoría: AlhambraGeneralife, Palacios nazaríes, Patio de los Arrayanes, Patio de los Leones, Sala de los Reyes (Alhambra), Torres Bermejas… y así hasta 54 artículos relacionados.

 Por si queréis echarle una ojeada un poco más en profundidad, aquí os dejo un documental de casi una hora sobre la Alhambra. 


Pero vamos, que en You Tube puedes encontrar vídeos sobre la Alhambra hasta hartarte. Uno de los más recientes es el de un yutubero al que sigo, El auriga del Arte, de este mismo verano de 2020, que hizo con motivo de la reapertura de estas instalaciones. Es bastante breve, un cuartito de hora.



 

Y por si quieres visitarlo, este es el enlace a la página web de la Alhambra y el Generalife.