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martes, 12 de septiembre de 2017

#16 San Vital

Por Fabio Poggi (2011)
[CC BY-SA 3.0]
via Wikimedia Commons





Ubicación: Rávena, Italia
Fecha: 547
Estilo: Arte bizantino
Tipo de edificación: iglesia


                       
Una de las obras emblemáticas del arte bizantino en Italia.

Seguimos en el siglo VI, cuando solo había un imperio romano, el de Oriente, que en época de Justiniano (ya sabéis, el que hizo construir Santa Sofía) quiso recuperar territorios en la parte occidental.

Rávena había sido la última capital del Imperio Romano de Occidente. Los bizantinos se hicieron con ella en 540. La convirtieron en sede del gobernador romano oriental de Italia, el Exarca, y fue conocido como el Exarcado de Rávena.

Para meternos imaginariamente en este mundo fascinante, recomiendo (de nuevo) la novela Belisario, de Robert Graves, dedicada a aquel magnífico general con el que el emperador fue tan ingrato.

Los bizantinos, ortodoxos, frente a los arrianos godos, se dedicaron a esto tan suyo de construir iglesias de la "fe correcta" allá donde fueren. Así vieron la luz unos cuantos edificios notables, incluidos en el conjunto “Monumentos paleocristianos de Rávena”, que es patrimonio de la humanidad desde 1996. Ya os lo conté al hablar del mausoleo de Teodorico, que no es bizantino sino arte de las invasiones germánicas, en concreto ostrogodo.

La Unesco los describe así:

Capital del imperio romano en el siglo V y de la Italia bizantina entre los siglos VI y VIII, Rávena posee una excepcional colección de mosaicos y un conjunto de ocho monumentos paleocristianos de los siglos V y VI sin parangón en el mundo. Estos monumentos –mausoleo de Gala Placidia, baptisterio neoniano, basílica de San Apolinar Nuovo, baptisterio arriano, capilla arzobispal, mausoleo de Teodorico, iglesia de San Vital y basílica de San Apolinar in Classe– muestran la gran maestría artística de sus creadores, que supieron fusionar maravillosamente la tradición arquitectónica grecorromana, la iconografía cristiana y diferentes estilos orientales y occidentales. 
El origen de esta edificación se encuentra en el mismo emperador Justiniano que hizo erigir Santa Sofía. Aquí cogió construcciones anteriores y las reformó. El arzobispo de la ciudad, Maximiano, la consagró en el año 547.

Seguimos en la Primera Edad de Oro del arte bizantino. La iglesia de San Vital sigue el modelo de la de los santos Sergio y Baco de Constantinopla: edificio de planta cuadrada con octógono en el centro cubierto con cúpula gallonada y nave en torno. San Vital lo copió de los SS. Sergio y Baco y, a su vez, los carolingios lo tomaron como modelo para sus propias edificaciones. Así que por esta vía la planta octogonal bizantina acaba difundiéndose por el Occidente europeo.

Es lo que tiene el arte, que nada es totalmente nuevo ni nada por completo copiado.

Lo más apreciado de esta iglesia son los fantásticos mosaicos. Se realizaron entre los años 546 y 548. Veréis a menudo en muchos libros de arte, a Justiniano y Teodora, cada uno con sus acompañantes. Aquí pongo a Teodora con su séquito.
 
Por Petar Milošević, 
[CC BY-SA 4.0]
Via Wikimedia Commons



En la Wikipedia te identifican a los diferentes personajes: “la emperatriz Teodora lleva un cáliz de oro, va precedida por dos dignatarios de la corte y seguida por Antonia, esposa del general Belisario y su hija Juana. Cierran el cortejo las doncellas de la emperatriz”.

Si quieres saber algo más de este monumento, siempre puedes empezar por la Wikipedia, seguir por este artículo de la Universidad de Valencia, y la ficha en ArteHistoria


En YouTube, aquí tenéis cinco minutos de imágenes recreándose en el monumento


Y diez minutos en inglés (Smarthistory. art, history, conversation), con explicaciones más técnicas.


sábado, 19 de noviembre de 2016

#9 Teodora y su cortejo


Teodora y su cortejo
[Dominio público] via Wikimedia Commons



Ubicación: Iglesia de San Vital de Rávena
Fecha: 547
Estilo: Arte bizantino






El ejemplo más conocido de las artes figurativas bizantinas

            En realidad, el imperio romano no terminó en 476 sino en 1453, porque continuó existiendo, más o menos, en la parte oriental del imperio, bajo el nombre de Bizancio.

            Los bizantinos nunca dejaron de ansiar recuperar lo que había sido el imperio romano. Hubo épocas en que dominaron parte de Italia, y del norte de África, y de Hispania,… pero nunca realmente volvieron a aquella grandeza.

            Uno de los brillantes emperadores que recuperó parte del territorio romano fue Justiniano I. Casado con la funambulista Teodora, y rodeado por generales muy capaces, protagonizó un momento de esplendor interesantísimo.

            Roma había perdido ya toda importancia política. Los últimos emperadores romanos de Occidente vivieron en Rávena. Ahí podemos encontrar espléndidos ejemplos artísticos de los siglos V y VI, entre ellos estos magníficos mosaicos bizantinos que representan al emperador y a la emperatriz, cada uno con sus cortejos respectivos.

Me quedo con el mosaico de la derecha, el de la emperatriz Teodora que lleva un cáliz de oro. Dos dignatarios de la corte la preceden. Y la siguen Antonia, esposa del general Belisario y su hija Juana. Detrás, vemos a doncellas de la emperatriz.

Fue una mujer espléndida. Surgida de lo más bajo, consiguió llegar a la cumbre. Y cuando en un momento de debilidad, en la revuelta de Niká, su esposo quiso huir, ella se negó, y sacó todo su orgullo para decir aquello de que “la púrpura es un buen sudario”.

Todo lo que rodea a esta época, con fantásticos personajes bigger than life Justiniano, Belisario, Narsés,… y desde luego la propia Teodora. Lo leas en los libros de historia, o en novelas como el Belisario de Robert Graves, siempre te fascinará.

En la página de la wikipedia dedicada a la iglesia de San Vital de Rávena podemos saber mucho más, de estos y otros mosaicos y del edificio en sí. Los monumentos paleocristianos de Rávena son patrimonio de la humanidad desde el año 1996 (aquí, la página en la Unesco). Por último, ArteHistoria dedica un artículillo a "Teodora y su séquito".