sábado, 28 de diciembre de 2019

#39 El pianista

Ficha en Film Affinity



The pianist (Le Pianiste)
Año: 2002
País: Reino Unido
Dirección: Roman Polanski
Música: Wojciech Kilar

Una de las películas más dignas sobre la Segunda Guerra Mundial
       
     He vuelto a ver esta película recientemente, y me sigue impresionando. Roza la excelencia y es de las que a mí me parecen imprescindibles.

Te cuenta la historia de un pianista de la radio polaca, un tipo normal, que ve de repente invadido su país y cómo, poco a poco, va cayendo en un infierno. Cómo es marcado, él y su familia, cómo queda solo, hace trabajos forzados, se ve enfrentado a escenas terribles que mira sin gritar, sin necesidad de aspavientos, asumiendo que eso es su nueva realidad. Una pesadilla.

            No es una película que te manipule sentimentalmente para que acabes llorando como La lista de Schindler o La vida es bella, y que por eso mismo no puedes dejar de ser consciente de que son películas. Más que una peli de ficción, parece un documental. Ahí está la vida cotidiana, la gente normal, la nueva existencia a la que se vio arrojado esta pianista por el mero hecho de ser judío.

La gente se adapta, sobrevive, y lo que más me impresiona es ¿de dónde sacaba Szpilman la fuerza para seguir adelante? ¿Cómo mantiene la voluntad de seguir existiendo, un día más, aunque te amenacen, te humillen, te golpeen, y estés al albur del matón de turno...?

Lo normal es la crueldad, la delación, el abuso del que es más débil. Y, sin embargo, también hay gente común, que a pesar del miedo, echa una mano y hace lo que puede.

Lógicamente, nada de esto sería creíble si no fuera por esos magníficos actores empezando por Adrien Brody en la interpretación de su vida, y siguiendo,… por todos, simplemente. Son magníficos, menos conocidos, y dan a cada papel una dignidad tan respetuosa con los que murieron.

Se nota que es una película europea, sobre un caso real, y dirigida por alguien como Polanski, que perdió parte de su familia en el Holocausto. Es uno de los grandes creadores del cine europeo, y aún está entre nosotros.

El toque europeo lo veo yo en la sobriedad, en la contención emocional, el que no se haga un espectáculo del Holocausto, que no te ponga música chirriante para decirte cómo te tienes que sentir en cada momento.

También se ve en que no te explica los acontecimientos que se van presentando. Se supone, si eres un europeo mínimamente culto, que sabes quiénes eran aquellos policías organizados por los Judenräte, cómo se construyó el gueto de Varsovia, qué fue el levantamiento del año 43, o cómo los polacos –ingenuos hasta el final– se alzaron cuando el Ejército Rojo estaba a las puertas, ignorando que Stalin iba a dejar que los nazis los masacraran sin piedad, y sin que los aliados occidentales movieran un solo dedo.

(A cambio, obviamente, de cosas como por ejemplo la manita británica en Grecia, anulando a los resistentes comunistas).

Advierto, para quienes todo esto les asuste un poco, que no es una película difícil de ver. Lo que te cuenta es duro, pero lleva de una manera tan natural de una cosa a otra, a veces con esos maravillosos momentos de música clásica, que puedes aguantar ver hasta qué punto el ser humano puede ser resiliente. 

Todo el sufrimiento del mundo se resume en una mirada de Brody. 

Os la recomiendo, de verdad, es una película estupenda que te ilustra muy bien cómo es la vida bajo un régimen totalitario, y cómo reacciona la gente normal y corriente.

Ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes; dos BAFTA (mejor película y director), siete César (incluyendo mejor película, actor y director), el David de Donatello a la mejor película extranjera, el Goya a la mejor película europea; la mejor fotografía en los premios del Cine Europeo; y también tres premios Óscar: Mejor director, actor (Adrien Brody) y guión adaptado.

Para saber más: consúlteme usted la Wikipedia, Film Affinity o la Internet Movie Data Base

Os dejo enlace a «la escena» archiconocida de esta película, que la verdad, tiene sentido tremendo dentro de la historia. Es fuerte, es muy tensa, la primera vez que la vi me tiré todo el tiempo tensa esperando el momento en que acabaran pegándole un tiro mientras escuchaba esa música de Chopin. Creo que resume muy bien el estilo de la historia.


lunes, 23 de diciembre de 2019

#39 Hansel y Gretel

Hansel y Gretel, Staatsoper de Viena (2015)
Por Francisco Peralta Torrejón
[CC BY-SA 4.0], vía Wikimedia Commons








Hänsel und Gretel

Estreno: Weimar, 28 de diciembre de 1893

Compositor: Engelbert Humperdinck

Libreto en alemán: Adelheid Wette, basado en un cuento de los Hermanos Grimm

Género: ópera romántica

Tal día como hoy se estrenó, en el Teatro de la Corte de Weimar, esta ópera infantil tan navideña

Es muy propio de esta época representar Hansel y Gretel, al menos en los teatros alemanes y anglosajones. De hecho, es la que eligieron para que fuera la primera retransmisión en directo desde el escenario del Metropolitan: fue el día de Navidad del año 1931.

El relato es el propio del conocido cuento: dos niños pobres se pierden en el bosque, acaban en la casa de una bruja que come niños, pero hábilmente Gretel consigue salvarse, a ella y a su hermano, y la que acaba en el horno es la bruja.

Sí, es una historia truculenta. Pero es que los cuentos, antes de Disney, eran así: tremendos, con todas las cosas terribles que acechan en el mundo.

Humperdinck iba al parecer para arquitecto, pero se le dio tan bien lo musical, que su camino se desvió. Fue profesor de conservatorio, ayudante de Wagner en Bayreuth y claro que compuso más cosas, pero hoy se le recuerda sobre todo por esta ópera. 

Aunque, como buen alemán del XIX, su obra se valora en relación con la de Wagner: que si se parece o no, que si usa sus texturas, su forma de componer o no… En realidad, a mí me convencen más quienes lo alinean en el grupo de los compositores más folklóricos y nacionalistas, como los checos de la época, por ejemplo. Coge un relato popular, le pone una música encantadora, temas más regionales, y no se deja llevar por elucubraciones épicas.

Es de esas óperas más bien cortitas con las que se puede crear afición. Estará en torno a las dos horas. Me parece a mí que es de esas mejor para verlas representadas, que simplemente oída en grabación. Sobre todo, si saben crear un mundo de fantasía que es lo que le va a esta historia con brujas, ángeles y hadas.

Los momentos más conocidos de esta ópera son, creo yo, la cabalgata de la bruja (esa sí con resonancias wagnerianas) y el momento al final del segundo acto en el que los niños se quedan dormidos en el bosque y un coro de ángeles desciende para protegerlos en su sueño.

Como grabación recomendada de esta ópera propongo la dirigida por Herbert von Karajan en 1953 para la EMI, con la orquesta Philharmonia. Los cantantes fueron: Elisabeth Grümmer (Hänsel), Elisabeth Schwarzkopf (Gretel), Else Schürhoff (Bruja), Maria von Ilosvay (Madre), Josef Metternich (Padre), Anny Felbermayer (El hombre de arena, El hada del rocío).


Para saber más, la wikipediaEl libreto, en español y alemán, así como discografía de referencia, en Kareol

En You Tube he encontrado esta grabación con la Gruberová.





domingo, 8 de diciembre de 2019

#67 La ventana indiscreta

(c) Paramount International
[Dominio público] vía Wikimedia
Commons





Rear window
Año: 1954
País: Estados Unidos
Dirección: Alfred Hitchcock
Música: Franz Waxman

Grace Kelly estaba, simplemente, radiante
            

Hacía mucho que no comentaba aquí una película. Tendré que retomarlo con más ganas. Como esta la acabo de ver, por enésima vez, y la tengo incluida en mi Top 100, me dije, venga, vamos a hablar un poco de los vestidos de Grace Kelly.

Más de una película de Hitchcock es puro suspense romántico. Esta es una de ellas. Hay un fotoperiodista, Jeff (interpretado por James Stweart) que se ve obligado a quedar en cama por tener una pierna quebrada, y no se le ocurre otra cosa que cotillear a los vecinos. Hasta que empieza a obsesionarse con uno en particular, y a imaginar que ha matado a su mujer. Toda la tensión de la película es saber si efectivamente mató o no a su mujer, y si van a conseguir descubrirlo antes de que su propia vida esté en peligro.

            Seguramente todos los libros de cine te hablen de este misterio, y de la maravilla que es saber mantener el misterio en el reducido espacio de una habitación. O, también, del voyerismo impenitente del fotógrafo, que aunque debería respetar la intimidad de sus vecinos, se siente seducido por esas historias que ve por las ventanitas: la chica joven y atractiva, la solitaria solterona, la pareja de recién casados, el compositor de la música, inolvidable «Mona Lisa».

Pero, sinceramente, si ves esta película, te vas a quedar colgada de los impresionantes vestidos de Grace Kelly y cómo los luce. Kelly hace de novia del fotógrafo, una mujer sofisticada llamada Lisa, de buena familia, bastante opuesta a este trotamundos amante de la aventura, osado… Aunque no estoy muy segura de que un buenazo como Stewart sea del todo adecuado para semejante personaje.

Un punto de conflicto entre ellos está en que ella quiere casarse, formalizar su relación, aunque tenga que recorrer el mundo con él. Sin embargo, él se resiste, no cree que esté preparado para casarse, y ella está demasiado acostumbrada a la buena vida como para vivir en los lugares y de la forma tan arrastrada que un fotoperiodista tiene que llevar.

Los outfits de Kelly, obra de Edith Heath, una de las mejores diseñadoras de vestuario de la historia del cine, son impresionantes. A través de cada una de las piezas, te describe cómo es ella y en qué momento está de su relación (Véase esta entrada en «Retales de un idilio»). Es deslumbrante el primero, en que ella aparece como una auténtica princesa de la alta sociedad: un dos piezas, la superior, negra y con escote en pico, delante y detrás; la falda se despliega impresionante, gasa y tul con ornamentos negros. Tal que así.

El final de la peli es atómico, con ella dispuesta a emprender una nueva vida a su lado, con camisa masculina y unos jeans, estudiando con gran interés un libro de viajes… Hasta que comprueba que su novio se ha dormido y sustituye el libraco por un ejemplar de Harper’s Bazaar.

Todo un estudio del estilo lady like, por si algún día quieres darle una oportunidad.

La película se basa en un cuento de Cornell Woolrich: «It had to be murder». 

Toda ella se rodó en un estudio, para lo cual tuvieron que construir el decorado más grande en su tipo que confeccionada la Paramount.

En tema de premios, se los llevó Grace Kelly. Ya digo que no le puedes quitar los ojos de encima, creo que aquí está verdaderamente inmensa, luciendo palmito. Ganó el premio a la mejor actriz del Círculo de Críticos de Nueva York y el National Board of Review. De los Óscar, hay que olvidarse, rara vez premiaron algo tan entretenido como esto, con tanto estilo y tan puramente de género. Por eso muchas películas premiadas han caído en el olvido, y esta la puedes seguir viendo más de medio siglo después, con el mismo placer que el primer día.

Por cierto, en 1997, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la escogió como una obra «cultural, histórica y estéticamente significativa», por lo que la seleccionaron para que el National Film Registry la conservara.

Así que, de verdad, si quieres ver una obra entretenida por la que parece que no pasan los años, podéis darle una oportunidad. Otras de Hitchcock, especialmente cuando se ponía en plan intelectual psicoanalítico o machistón a secas, no son ni de lejos tan agradables de ver.

Para saber más: consúltese la Wikipedia, Film Affinity o la Internet Movie Data Base