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martes, 6 de octubre de 2020

#45 Brunelleschi: Cúpula de Santa María de las Flores

 

La cúpula, vista desde el campanario
Onanymous (2007)
[CC BY 3.0], vía Wikimedia Commons


 

 

                       

Ubicación: Florencia (Toscana, Italia)

Fecha: 1420-1436

Estilo: Arte renacentista

Tipo de edificación: Iglesia

 


 

Tú tira pa’lante, que ya rematará otro dentro de cien años

 

Esta cúpula es considerada el punto de arranque de la arquitectura renacentista italiana, aunque conserva unos cuantos caracteres góticos. No deja de ser un añadido cuatrocentista sobre un edificio del gótico tardío.

 Su historia me deja un poco perpleja. Los florentinos empezaron a construir su catedral a finales del siglo XIII, con un proyecto de Arnoldo di Cambio (1340-1410) para ser la iglesia más grande del mundo. Eso implicaba una cúpula en el crucero de un tamaño insólito, y lo tenían que ver desde el principio, ¿no?

 Así que fueron construyendo a lo largo de más de cien años y les quedaba por resolver la cubierta en el crucero. Les imagino a todos mirando preocupados aquel gran agujero. Tan enorme que no se les ocurría cómo podría cubrirse con las técnicas tradicionales. Haciendo cálculos de la cantidad de árboles necesarios para las cimbras, el coste de tantísima madera, y moviendo la cabeza, dubitativos...

 Que fuera una cúpula era algo pensado desde el principio, ya que era la manera de resolver la cubierta del crucero durante la Edad Media, sobre todo en el románico; en el gótico tiraban más de agujas. El modelo que tenían siempre en mente era la grandiosa Santa Sofía

 Cualquiera diría «hijos, estas cosas hay que tenerlas pensadas». Montarte toda la obra, trabajar durante más de un siglo, meter un montón de dinero, y no saber cómo lo vas a acabar,... bueno, no parece muy sensato. Y menos cuando desde el principio se sabía insisto– que tendrían que construir la cúpula de mayor diámetro del mundo.

 Pero los florentinos eran así, unos echados para adelante. Una república rica, gracias a la industria textil, el comercio y la banca. La élite se podía permitir eso de gastar los cuartos en el arte. 

El honor de rematar la catedral de Florencio debía otorgarse a quien realmente lo mereciera, así que montaron un concurso, como pasó con las puertas del baptisterio

 Sólo que esta vez no ganó Ghiberti, sino Brunelleschi quien, después de lo de las puertas, se largó a Roma a desfogar un poco la mala leche. Allí vio modelos de la Antigüedad. Estudió la cúpula del Panteón, que era diferente de las medievales: enorme, aligerada con casetones y un óculo abierto en lo alto.


Baptisterio románico
Sailko (2006) [CC BY-SA 3.0]

Aquello que vio en Roma debió inspirar a Brunelleschi, aunque hay que dejar bien claro que no lo copió. 

Siguió el modelo medieval. Ya tenía a mano una cubierta de un edificio de planta octogonal, el propio baptisterio de Florencia, de estilo románico. Ya digo que en la Edad Media, sobre todo en el románico, se construyeron unas cuantas cúpulas.

Solo que esta debía tener un tamaño descomunal. La de Santa Sofía tenía 31,7 metros de diámetro y la de San Pedro, posterior, que tanto impresiona, será más alta que esta, pero no más ancha. 

Su diámetro interior es de 41,47 metros, mientras que en esta cúpula florentina el diámetro máximo del casquete interior es de 45,5 metros; el del exterior llega hasta los 54,8 metros.

 Y sí, hablo de interior y exterior porque tiene dos casquetes, uno interior y otro exterior. Luego lo detallo más.  +

O sea que, aunque hubiera otras cúpulas en la Europa medieval, esta es la que se convirtió en «la gran cúpula de Europa Occidental» que sirvió de modelo para el futuro.


Aquí os pongo un dibujo que hizo Lodovico Cardi, también conocido como Cigoli (1613) [dominio público], para más o menos hacernos una idea de la estructura.

 La cúpula se eleva sobre un tambor, como ocurría con los cimborios góticos. ¿El problema de la madera para las cimbras? Bueno, no se usaron, igual es que no había árboles suficientes para tanta madera como se iba a necesitar, dadas las dimensiones del proyecto. O que les iba a salir carísimo.

 La solución era construir una estructura autoportante, es decir, que se soportara a sí misma al mismo tiempo que se está construyendo.

 


 A la izquierda, un detalle de del interior de la cúpula, fotografiado por Maksim Sokolov [CC BY-SA 4.0]

La cúpula interior es semiesférica, con veinticuatro nervios. Para construirla, recurre a una técnica romana, que es la de espiga de pez, colocando los ladrillos de tal manera que el aspecto externo es como las tablillas de un parqué. 

Más que arquitectura, esto es albañilería pura y dura. Por eso se dice que es la obra de albañilería más grande del mundo. Más de cuatro millones de ladrillos.

 La cúpula exterior es apuntada, haciendo uso del típico arco gótico, el ojival; de hecho, es como dos bóvedas de crucería cortándose. Se cubre con teja de barro cuyo color rojo contrasta con el blanco de la piedra de los nervios.

 ¿Qué consigue con ello, con este tema de dos cúpulas, o una cúpula con dos casquetes? Pues simplemente que se contrarresten los empujes de una y otra. Brunelleschi recurrió a zunchos horizontales de piedra y anillos de hierro; con ello absorbe el empuje de la estructura de nervios de ladrillo.

 Técnicamente, se habla aquí de cúpula hemiesférica, que explican con todo detalle en el artículo de la Wikipedia. También analizan las distintas teorías sobre cómo pudo construirse esto. Como es un artículo bastante amplio, de nuevo a él me remito. 

El espacio entre los dos casquetes de la cúpula permite subir hasta la linterna.

 La decoración exterior cuenta con una galería de arcos de medio punto y entablamento clásico. El aspecto actual de la cúpula deriva también de obras posteriores, así la linterna que remata se elaboró entre 1446 y 1461, el revestimiento exterior del tambor es de 1512-15 y las pinturas que adornan el interior, es ya de 1572 en adelante.

 Filippo Brunelleschi (1377-1446) está considerado como el primer gran arquitecto del «Quattrocento» italiano. En otras obras suyas se ve más claro que en la cúpula ese deseo de recuperar los modelos de la Antigüedad. Aquí dejo imágenes de las más destacadas, todas ellas en Florencia y cuya fuente es Wikimedia Commons:

 

Pórtico abierto del Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti, 1417-36), fotografiada por Sailko en 2013 [CC BY-SA 3.0]


Interior de la basílica de San Lorenzo (Basilica di San Lorenzo, 1424-46), fotografiada por Stefan Bauer [CC BY-SA 2.5] en 2004

 


Vista interior de la cúpula de la Capilla Pazzi (Cappella Pazzi, 1441-78) del convento de Santa Croce (1430), fotografía de Miguel Hermoso Cuesta en 2015 [CC BY-SA 4.0]

 

Esta catedral forma parte del lugar Patrimonio de la Humanidad «Centro histórico de Florencia»; la UNESCO la inscribió en esa lista en el año 1982, y en su página web lo describe de la siguiente manera:

Construida en el sitio de un asentamiento etrusco, Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento, desempeñó un papel económico y cultural preponderante en los siglos XV y XVI bajo el gobierno de los Médicis. Seiscientos años de creatividad de genios del arte como Giotto, Brunelleschi, Botticelli y Miguel Ángel han dejado su impronta en la catedral del siglo XIII, las iglesias de Santa Maria del Fiore y la Santa Croce, el Palacio de los Oficios y el palacio Pitti, entre otros monumentos.

Del artículo específico en la Wikipedia ya he dejado enlaces más arriba. Por si queréis charle una ojeada un poco más en profundidad, aquí os dejo un documental titulado «Los secretos del Duomo», donde elucubran a ver cómo es posible que se construyera la cúpula. 

 


Os dejo enlace también a un podcast reciente de Fernando Díaz Villanueva, titulado «Los orígenes del Renacimiento», muy sorprendente si tienes la idea tradicional del Renacimiento, la que los meros aficionados tenemos de cuando estudiamos en COU. De entrada, deja claro que el estilo renacentista tiene un origen específicamente florentino

La ideología subyacente es política: una élite que quería distinguirse de los bárbaros góticos del norte. Y para ello recurrieron a lo que era más propio de su civilización, que era el modelo antiguo, el arte romano.

También me llama la atención esa llamada a que nos fijemos en la realidad de las cosas, y no tanto en las elucubraciones de un Burckhardt, que veía las cosas conforme a su (algo deformado) prisma al norte de los Alpes. Por ejemplo, que los temas mitológicos que se asocia tanto al Renacimiento en realidad fueron más frecuentes en el Barroco. Es más el prejuicio lo que te hace ver el Barroco como un arte más religioso que el Renacimiento, como instrumento de la Contrarreforma católica, cuando en realidad todo el arte, desde el XV hasta el XVII, era predominantemente religioso y puede verse más secular en el Barroco que en el Quattrocento o el Cinquecento

Son algunas de las ideas que puedes encontrar en ese podcast, da gusto que haya podcast de este tipo, que difundan conocimiento y opiniones sobre historia, y arte, de una forma tan amena. 

sábado, 9 de mayo de 2020

#42 Catedral de Colonia

Catedral, fotografiada por
Thomas Wolf (2008)
[CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons




                       
Ubicación: Colonia (Renania del Norte-Westfalia, Alemania)
Fecha: 1248-1880
Estilo: Arte gótico
Tipo de edificación: iglesia





La atracción turística más visitada de Alemania


El emperador Federico Barbarroja (1122-1190) tuvo sus más y sus menos con las ciudades lombardas. Cuando conquistó Milán, entró en la basílica de Sant’Eustorgio, y cogió unas reliquias, by the face, unos huesos que le dijeron que eran de los magos que, según la leyenda cristiana, visitaron a Jesús de Nazaret cuando nació.

Si me habéis leído un poco, ya sabéis como va esto de las reliquias de los santos, que en torno a ellas se montaba un negocio bien rentable por lo que no es de extrañar que se llegara al robo, como conté al hablar de Santa Fe de Conques

Las reliquias significaban visitas de peregrinación al templo y esto, riquezas. El Camino de Santiago es un ejemplo de ello. Así que Federico el Emperador sabía lo que hacía cuando regaló estos huesos, en 1164, al arzobispo Rainald de Dassel. Su sucesor, el arzobispo Felipe de Heinsberg, las guardó en un espectacular relicario que se terminó en 1225. Como podéis comprender, ríos de peregrinos (y sus dineros) afluyeron hacia la capital renana.

La iglesia anterior se les quemó el 30 de abril de 1248. No me queda claro si aprovecharon para edificar una nueva, o bien el incendio se produjo mientras se preparaban a realizar unas obras que ya habían decidido. Ya he dicho cien veces que las catedrales se quemaban con frecuencia. La cosa es que el arzobispo Conrado de Hichstade decidió levantar una en condiciones, donde hay poderío, que se vea, o sea, nada de románico viejuno, sino a la última moda. Y esa no era otra que el flamante gótico nacido en la Isla de Francia. Como ocurrió con León o Burgos, que ya he mencionado aquí, o con Reims. 

Cuando Conrado colocó la primera piedra, el 15 de agosto de 1248, es evidente que tenía ya una cosa moderna en mente. Parece que la catedral de Colonia tuvo como modelo la de Amiens.

Se pusieron a la obra, haciéndose las capillas, y el deambulatorio del coro,.. el coro mayor… Consagraron la catedral el año 1322. Y siguió la construcción… La cabecera corresponde al primer cuarto del siglo XIV.

Luego se hicieron los remolones, hasta llegar a 1560, que la cosa se paró; no había dinero y, además, tampoco les iba la vida en ello, en plena época de la Reforma, vaya usted a saber cómo iba a caer la cosa. Y pasaron los siglos. Llega el siglo XIX, con ese amor romántico hacia la época medieval, y el nacionalismo que encontraba en el gótico cierta esencia patria. Hay que recordar que consideraban que el gótico tenía su origen en la cultura alemana, a pesar de que históricamente no fue así. Así que se renovó el entusiasmo y volvieron a la obra en 1842,  acabando las torres e inaugurándose el 15 de octubre de 1880. Ahí tenéis: 632 años para acabar la obra. Para que luego nos quejemos de los gremios que vienen y luego no los ves en meses.

Es una catedral descomunal, enorme, con esa tendencia del gótico cada vez más alto, más espiritualmente elevado al cielo. Comparemos dimensiones, a ver quién tiene la catedral más grande, y ganan los teutones. Si os acordáis, Reims tenía 138 m de largo, Chartres 130 y León 90; pues bien, Colonia tiene en su interior 144 metros de longitud. En cuanto a la altura de la nave central, Reims llega a 38 m, Chartres a 37 y León se queda en 30; pues bien, Colonia se alza hasta los 45 metros.

Las torres de la parte delantera las acabaron en el siglo XIX. Y en aquel momento, pasando de 157 metros, convirtieron a esta obra en el edificio más alto del mundo. No es que les durara mucho el récord: en 1884 se lo arrebató el monumento a Washington. Eso sí, sigue siendo el edificio gótico más alto del mundo y también es la iglesia con dos torres gemelas más altas del mundo.

Es todo un símbolo, y por ello sufrió hasta catorce bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Los aliados destruyeron las bóvedas de la nave central y del crucero norte, así como la base de la torre izquierda. Pero la estructura se mantuvo, y consiguieron reconstruirla en poco más de una década.
 
Fotografiada por Dietmar Rabich (2014)
Es, como ya he dicho, la atracción turística number one de Alemania. He leído que la entrada es gratis, salvo si quieres subir a la torre, que ahí sí que es pay per view. Claro que merece la pena eso, precisamente, la view.

En 1996, la «Catedral de Colonia» fue considerada un sitio Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que en su página web la describe así:

Iniciada en 1248, la construcción de esta obra de arte gótico fue realizada por etapas y culminó en 1880. A lo largo de esos siete siglos, sus sucesivos constructores fueron animados por una misma fe y un espíritu de total fidelidad a los planos arquitectónicos primigenios. Además del excepcional valor de su arquitectura y de las obras de arte que contiene, esta catedral constituye un testimonio de la gran fuerza y la perdurabilidad de la fe cristiana en Europa.

Si quieres saber algo más sobre esta torre, puedes ver el artículo dedicado a esta edificación en Wikipedia

sábado, 25 de abril de 2020

#40 Catedral de León

Fachada occidental (izda.) y meridional (drcha.)
Por LBM1948 (2010)
[[CC BY], vía Wikimedia Commons

                       
Ubicación: León (Castilla y León, España)
Fecha: 1205 – 1301
Estilo: Arte gótico
Tipo de edificación: religioso




Mi catedral gótica favorita

España es un país lleno de edificios históricos y artísticamente alucinantes. ¿Cuán de ellos fue el primero en ser declarado oficialmente «monumento»? Pues esta catedral, por Real Orden de 28 de agosto de 1844.

Claro que entonces la edificación estaba un poquito tocada. Había que restaurarla, y se lo encargaron a un arquitecto primero y luego a otro que, pobrecicos, aparte de desmontar partes, no parece que supieran después como reconstruir.

Hasta que, en 1868, se lo encargaron al arquitecto Juan de Madrazo (1829-1880), amigo de Viollet-le-Duc. Conocía el gótico francés, y cómo se construía. Así que se dedicó a poner cimbras y reconstruir arcos y bóvedas en lo que fue la culminación del «neogótico». Seguía las tendencias racionalistas del arquitecto francés, frente a lo que era un historicismo más bien romántico. A pesar de su buen hacer, acabaron cesándolo, por aquello de que era al parecer ateo y el ambiente político y social había cambiado.

A esta catedral la llama Pulchra leonina, es decir, la «bella leonesa», nombre que ya te pone de manifiesto que si entras en este templo encontrarán ante todo, armonía, belleza.

Hará un par de años que la visité por última vez. Era invierno, diciembre, y hacía el típico tiempo leonés, ni frío ni calor: 0 º a las doce del mediodía. Envuelta en nieblas y frío resplandecía con esa belleza diamantina, en una experiencia que fue inolvidable.

Esta catedral la empezó en 1205 Alfonso IX de León, pero la obra sufrió un parón y fue reanudada por su nieto, Alfonso X el Sabio.

El origen de la ciudad de León es romano, como asentamiento de la legión VII Gémina Pía Félix. La propia catedral se asienta sobre lo que en aquella época eran unas termas. León es en cierto modo un cruce de caminos, porque aparte de ser un hito en Camino de Santiago, esa gran ruta que he mencionado aquí unas cuantas veces, a ella llegaba, desde el sur, la vía de la Plata.

Pertenece al estilo gótico y, dentro de él, a la fase clásica, como otras catedrales que ya he mencionado aquí, la francesa de Reims o la española de Burgos

Planta de la catedral
El claustro es posterior
Por Gerardo Rosa Grosasm (2008)
[Dominio público] Vía Wikimedia Comons

Para lo que era una construcción en aquella época, se terminó –en lo esencial– pronto. Esto permitió que hubiese una gran coherencia en el estilo, siendo la más armoniosa de las catedrales españolas. Yo creo que es eso por lo que me gusta, porque se adapta a mi gusto un poco cuadriculado de que todo tiene que seguir las pautas marcadas en la ficha: un edificio gótico es así; y me perturban los añadidos y pegotes posteriores.

Incluso las obras posteriores respetaron el plan precedente. El claustro y la torre norte se terminaron en el siglo XIV, la sur en el XV. También es verdad que la restauración del siglo XIX cambió algunas cosas, como por ejemplo, montó un hastial neogótico en lo alto de la fachada occidental, que sustituyó el remate plateresco del siglo XVI.

Se construyó en el mismo siglo que las grandes catedrales de la Isla de Francia (Chartres, Reims, Amiens). Por ello no es de extrañar que siga con tanta fidelidad ese modelo, particularmente el de Reims. Es, sin embargo, más corta, ya que la catedral de León mide 90 metros de largo cuando la de Reims, si os acordáis, alcanza los 138 m. Por lo que se refiere a la altura, también es un poco más baja: 30 m, mientras que Reims se alza hasta los 38 m.

Se le ha llegado a llamar «la más francesa de las catedrales españolas».

En la propia planta ya se ve esta influencia francesa. Es una iglesia con planta de cruz latina, de tres naves, y con anchura en el crucero y el presbiterio. La girola es bastante amplia, lo que resulta propio de los edificios del Camino de Santiago, para permitir la circulación de peregrinos. A su alrededor hay hasta nueve capillas de forma hexagonal.

Fachada occidental
Por Luis-Miguel Bugallo Sánchez
[CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons

La fachada también te muestra ese modelo francés, con tres portadas y rosetón central, como la de Reims. Eso sí, aquí no se pudieron rosetones en el tímpano, sino que continuó dedicándose ese espacio a la escultura. En el centro de la fachada occidental, sigue tratándose el tema clásico del Juicio Final. Sobre el parteluz, una imagen de la Virgen Blanca, lógico en un templo dedicado a Santa María. La que se ve ahora en el exterior es una reproducción: la original se encuentra en la Capilla de la Virgen Blanca, marcada con el n.º 19 en el plano superior.

Se considera que el arquitecto que trazó las líneas de esta catedral fue francés, conocido por varios nombres como maestro Enríque, Enríquez o Enrique Francés, quien trabajó también en la de Burgos.


Rosetón central, por Luis-Miguel Bugallo (2014)



Si por algo destaca esta catedral entre todas las españolas de la época es por sus maravillosas vidrieras. En época gótica, las imágenes se encuentran en cuatro soportes: muros, tabla, miniaturas en libros y vidrieras. Pues bien, en España esta última forma está poco representada, siendo la notable excepción esta catedral de León.

En esto supera al modelo de Reims y se acerca más a los logros de una Santa Capilla de París o a la catedral de Chartres. Se conservan la mayor parte de las vidrieras originales y es realmente uno de los edificios con más vidrieras por metro cuadrado que puedas encontrarte.

La vidriera era más frecuente en lugares sombríos como el norte de Francia o Inglaterra. Allí era preciso aprovechar la posibilidad técnica de vaciar el muro para que entrara más luz en el templo. Aquí no hace tanta falta, por eso en España e Italia el gótico es tan peculiar: no se necesita tanta altura ni diafanidad.

Es habitual en las vidrieras que haya rojos y azules. Este último color es el que predomina en León. Pero también introducen el cromatismo mediterráneo, recurriendo a una gama de otros tonos más claros, como el verde o el amarillo.

Y, ¿qué se puede ver representado en estas vidrieras?

Pues la cosa es que está bien meditado el asunto. Aquí no es que cada artista vaya componiendo las escenas que le den la gana, no: había una creencia propia de la época sobre cómo se dividía el mundo y así había que representarlo.

En la parte inferior encontramos lo más elemental: el mundo vegetal y el trabajo de los hombres comunes y corrientes.

Las vidrieras del triforio central están dedicadas al hombre noble. Hallamos ahí escudos heráldicos y figuras profanas.

La parte superior, el claristorio, se dedica a lo más elevado, la divinidad, la historia sagrada. Pero también aquí hay un orden: en el frío lado septentrional están representadas escenas del Antiguo Testamento y en el opuesto, el cálido meridión, del Nuevo. Daos cuenta que esto alude sutilmente al hecho de que así representaban el hecho de que los personajes veterotestamentarios no habían recibido aún la luz de Cristo porque en este hemisferio, al norte se recibe menos luz.
 
Interior fotografiado por Nieves Caridad Gómez (2014)
[CC BY-SA 3.0] Vía Wikimedia Commons

 El interior es simplemente... inspirador... Te quedas allí dentro, en silencio, elevando tu mirada hacia los arcos apuntados, a los vitrales que lo cubren todo... A ese triforio, por ejemplo, fijándose en esas curvas y complejidades y que, en los extremos, adoptan la sencillez de pequeños arcos lanceados

 ¿Qué queréis que os diga? Guardo un recuerdo muy impresionante de este edificio. Tal vez fuera el frío, la soledad de diciembre, la pureza de las líneas, sin añadidos barrocos que lo entorpezcan... Para cuando se pueda volver a viajar, León es uno de esos destinos ideales para el fin de semana. Primero, por sus monumentos de diferentes épocas, como los maravillosos frescos románicos de San Isidoro o el renacentista San Marcos. Y, segundo, por el ambientillo que tiene una ciudad universitaria.

Para saber más de esta edificación, como siempre, tenemos la Wikipedia, con un artículo bastante detallado. El Auriga del Arte le dedicó dos vídeos; os dejo enlace al vídeo de unos nueve minutos sobre el maravilloso interior.

domingo, 19 de abril de 2020

#39 Catedral de Reims

Fachada occidental
Por Michal Osmenda (2012)
[CC BY 2.0], vía Wikimedia Commons




                       
Ubicación: Reims (región de Gran Este, Francia)
Fecha: 1211 – 1275
Estilo: Arte gótico
Tipo de edificación: religioso




En Reims coronaban a los reyes de Francia, donde bautizaron a Clodoveo

Reims fue la Durocortorum de los romanos. Donde hubo unas termas se construyó después una iglesia. Aquí se supone que se bautizó a Clodoveo, rey de los francos, y se consagró el emperador carolingio Ludovico Pío. Así que no es de extrañar que cuando Enrique I buscaba darse lustre, siendo como era en la práctica rey de un territorio diminuto (se le llamaba «rey de París») decidió que lo coronasen como rex designatus en Reims. Era el 14 de mayo de 1027. Le cogió gusto y acabó casándose allí, en 1051, con Ana de Kiev.

Así se instituyó una tradición que duró hasta el 28 de mayo de 1825, cuando coronaron aquí al último rey borbón de Francia, Carlos X. Sería también la última coronación.

Obviamente, ni Clodoveo ni Enrique I se coronaron literalmente en esta catedral, sino en la catedral carolingia que resultó destruida por un incendio el día de San Juan ante la Puerta Latina del año 1210. Fue entonces cuando Aubry de Humbert, arzobispo de Reims, decidió levantar una catedral nueva siguiendo el modelo de Chartres, pero perfeccionándolo.

Por lo tanto, aunque no es la primera catedral gótica de estilo clásico, sí que es el más acabado ejemplo del estilo. Tardó relativamente poco en construirse, entre el siglo XIII y el XV, y esto ha servido para que el estilo sea bastante homogéneo, sin pegotes. Se sabe el nombre de los arquitectos que fueron sucediéndose en la construcción: Jean de Orbais, Jean-le-Loup, Gaucher de Reims y Bernard de Soissons

Es una iglesia con planta de cruz latina y tres naves. La central, más alta que las laterales. Es un edificio un poco más largo que el de Chartres (138 metros de largo, frente a los 130 m de Chartres); la altura de ambas catedrales es más o menos la misma (38 m Reims, 37 m Chartres).
 
Planta de la catedral
Se señala la ubicación del laberinto

Los muros están ocupados por muchos vanos con vidrieras. Como no pueden sostener el peso de las bóvedas, los arquitectos góticos recurrían a arbotantes que cargaban con él. Aquí no se oculta el arbotante, sino que queda al aire, como si fuera un adorno más. 

Vidrieras y arbotantes son, junto al arco ojival, los elementos más reconocibles de la arquitectura gótica clásica.


La fachada occidental

Destaco la fachada occidental porque se la considera la más perfecta dentro de este estilo. En conjunto, transmite esa tendencia hacia lo alto, que se suele asociar a la espiritualidad.

Parece una fachada idéntica a otras que hemos visto: tres cuerpos, tres calles, tres grandes portadas que se corresponden con cada una de las tres naves. En cada una de las tres entradas, hay un tímpano enmarcado por arquivoltas, jambas a los lados, y un parteluz. Lo visto, ¿no?

Sin embargo, si nos fijamos bien, hay cosas muy particulares en esta iglesia. En vez de esculpir figuras o escenas en cada tímpano, le plantan un rosetón. Y luego, encima, le ponen un gablete. En ese gablete central se ve una Coronación de la Virgen
Escena de «La coronación de la Virgen», en el gablete central
Por Tony Bowden (2011)
[CC BY-SA 2.0], vía Wikimedia Commons
Y es que la portada central está dedicada sobre todo a María, la madre de Jesús, como es propio de una catedral dedicada a Nuestra Señora (Notre-Dame). Por ejemplo, hay una escena de la Visitación de la que hablaré luego.
 
Rosetón de la fachada
Por Fab5669 (2013)
[BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons

Un rosetón domina el centro de la fachada. Por encima, se alinean una serie de figuras en hornacinas. Y, a ambos lados, se alzan dos macizas torres que, al parecer, nunca se finalizaron.

El rosetón se ha construido utilizando un sistema llamado tracería de barras, que en Reims se utilizó primero en la parte del claristorio o del coro (no sé cual de las dos, porque lo he visto referido a ambas). En este tipo de tracería, las piezas de piedra son más pequeñas y tienen por dentro varillas de metal que une unas a otras. De esta manera se consiguen figuras más delicadas.

Anteriormente, en el gótico, como se puede ver por ejemplo en Chartres, se usaba la tracería geométrica o de placa, que necesitaba piezas pétreas más gruesas que conectaban a la pared o estaban integradas en los muros circundantes.

Gracias al sistema de barras se crearon figuras más curvadas y elegantes, lo que daría lugar a los intrincados dibujos del gótico flamígero, en época posterior. Además, técnicamente, suponía una mejora en dos sentidos: se manejaba mejor y resultaba más económico.



Las esculturas de las portadas

En la catedral de Reims es más evidente que nunca ese rasgo de la escultura medieval de estar al servicio de la arquitectura, especialmente en las grandes portadas. Proliferan las esculturas por todas partes, hasta el punto de que, quien las ha contado, dice que es la catedral gótica que más tiene, después de Chartres.
 
Portal central de la fachada occidental
Poudou99 (2013)
[CC BY-SA 4.0], vía Wikimedia Commons

Las esculturas lo inundan todo: el parteluz entre las puertas, el dintel, las jambas, las arquivoltas, y los gabletes. Suele decirse que es en Reims donde la escultura gótica alcanza su plena madurez, de una calidad irrepetible.

Estas figuras, sobre todo las de las jambas, no son rígidas, sino que se mueven, se relacionan unas con otras, los paños presentan unas características ondas o arrugas. Parece que van a cobrar vida, se miran y se relacionan entre ellas y con los fieles que acuden a la catedral.

He visto fechas diferentes para estas esculturas del pórtico central: entre 1220 y 1240 o hasta 1260. También es verdad que no resulta tan homogénea como, por ejemplo, Amiens: se nota en Reims la mano de diferentes artistas y estilo escultórico

Algo maravilloso que se puede ver aquí es esa dualidad del arte europeo occidental entre lo realista y expresivo (característico del centro del continente) y lo idealizado y armonioso (el clasicismo mediterráneo). Y es que prácticamente toda obra de arte de Europa occidental puedes clasificarla dentro de una de esas dos tendencias: lo que podrías considerar un clasicismo de raigambre helenística y un expresionismo más norteño. Pues bien, esta combinación de tendencias se ve también en la escultura gótica, y Reims no es una excepción.

Detalle del Ángel de la Sonrisa
Por Vassil (2007)
[Dominio público]
Vía Wikimedia Commons

         Tomemos, por ejemplo, la más famosa de las esculturas: el Ángel de la Sonrisa, que se ha datado del período 1236-1245. 

En realidad, hay más ángeles sonrientes en las portadas de Reims, pero este en particular fue bautizado así en la Primera Guerra Mundial. 

Aquí se ve ese naturalismo, un aire algo soñador, con una expresividad muy centroeuropea que se desarrollará en la escultura gótica posterior. Un ejemplo de esta tendencia centroeuropea lo vimos ya en la famosa Uta de Naumburgo, una de mis esculturas favoritas ever y coetánea de estas (1243-1249).

Vámonos ahora a ver otro ángel sonriente que, dos esculturas más acá, tiene una Visitación de la Virgen.

Este otro fragmento de la portada se data de 1230-1260. 

A la izquierda se ven dos ángeles. El de la izquierda de todo, un ángel sonriente muy centroeuropeo. 

Las dos figuras de la derecha constituyen una Visitación. En ellas, sobre todo la segunda por la derecha, se nota un clasicismo casi griego, en la pose, la expresión hierática, la armonía de los paños.
La Visitación, por Szeder László (2007)
[CC BY-SA 4.0], vía Wikimedia Commons

Interior


Como curiosidad, os contaré que hubo en su interior un laberinto, cuyo trazado sirvió de inspiración al emblema de los monumentos históricos franceses: seguro que lo habréis visto más de una vez al turistear por tierras gabachas. Lo destruyeron en 1779, porque al parecer a los canónigos de la catedral les molestaba el ruido de la gente que lo recorría. Ahora, a veces, montan espectáculos proyectándolo sobre el suelo.
Logo de los monumentos históricos de Francia
Por Rollet de Garcin (2017)
Dominio público


No es algo inusual. En muchas iglesias cristianas hay trazados laberintos, como se puede leer en este interesante artículo de Labolab. El elemento pagano que recuerda la historia del Minotauro se transforma en un símbolo cristiano del tortuoso caminar humano por este valle de lágrimas; también se interpreta como una forma simbólica de peregrinación a Jerusalén, considerada el centro del mundo. Tuvo particular auge en la época gótica, y se puede ver en iglesias desde Rávena hasta Cornualles. Es muy famoso el de la catedral de Chartres.

Como ya he dicho antes, Reims es un ejemplo de la fase clásica del gótico francés. Si en el siglo XII predominó el cisterciense, el XIII es la época clásica.
 
Interior de la catedral hacia la cabecera
Por Michal Osmenda (2012)
La más antigua de las catedrales de esta época es Chartres, a la que las demás (Reims, Amiens, Le Mans y Bourges) tomaron como modelo. Presentan ciertas características comunes, algunas ya mencionadas, como la planta o las tres naves, siendo la central más alta que las laterales. Además de eso, el crucero queda casi en el centro, a la girola la rodean una serie de capillas, un par de sólidas torres normandas flanquean la fachada principal, donde destacan tres portadas ornamentadas con estupendas esculturas. La diferente altura de las naves remarca la sensación de elevarse al cielo, aprovechándose los muros para abrir ventanales con vidrieras maravillosas.

He preferido traer esta por varias razones: es el modelo perfeccionado de catedral gótica, tiene una historia estrecha con la monarquía francesa (algo que le encanta a una monárquica como yo) y además tiene esas maravillosas esculturas que ejemplifican las dos tendencias del arte occidental.

Por su historia, la catedral de Reims es todo un símbolo de Francia, y por ello los alemanes, a mala baba, la atacaron en la Primera Guerra Mundial. El obús que lanzaron contra ella el 19 de septiembre de 1915 incendió la catedral y abatió al Ángel de la Sonrisa, que quedó partido en trozos. Se recogieron, se guardaron y la escultura se restauró después de la guerra; la repusieron en su lugar el 13 de febrero de 1926.

Como se ve, la catedral ha sobrevivido a guerras e incendios. La «Catedral de Notre-Dame, antigua abadía de Saint-Remi y Palacio de Tau, Reims» forman un lugar Patrimonio de la Humanidad, en la lista de la unesco desde 1991, y en su página web dice por qué

La notable aplicación de las nuevas técnicas arquitectónicas del siglo XIII y la armonía entre las esculturas y los elementos arquitectónicos ha hecho de la catedral Notre-Dame de Reims una obra maestra del arte gótico. La antigua abadía donde yacen los despojos mortales de Saint-Remi (440-533), el arzobispo que instituyó la unción sagrada de los reyes de Francia, ha conservado una hermosa nave del siglo XI. El palacio Tau, residencia de los arzobispos de Reims y escenario importante de la ceremonia de la unción real, fue reconstruido casi por completo en el siglo XVII.

Para saber más de esta edificación, como siempre, tenemos la Wikipedia, con un artículo que es de los suficientemente extensos. La escultura del ángel de la sonrisa también tiene entrada propia.