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jueves, 18 de marzo de 2021

#56 Santuario histórico de Machu Picchu

 

Fotografiado por icelight from Boston (2007)
[CC BY 2.0] vía Wikimedia Commons


 


 


 

 

Tipo de construcción: templo/palacio

Época: h. 1450

Lugar: provincia de Urabamba (Perú)



Una de las siete maravillas del mundo

En el año 2007 se escogieron las nuevas siete maravillas del mundo moderno, y Machu Picchu fue una de ellas. Por cierto una votación con resultados, en mi opinión, bastante discutibles, aunque no por este santuario inca que verdaderamente, sí que merece estar en esa lista.

Es un lugar patrimonio de la humanidad de carácter mixto, es decir tanto cultural como natural. Esa es una de las cosas que lo hacen tan especial.

Se encuentra en un lugar geológico muy particular, en los Andes, dentro de lo que es la cuenca alta del Amazonas. Se alza sobre un elemento geológico que se llama batolito, que yo me lo imagino como una peña granítica enorme.

Tiene dos picos muy distintivos, el Machu Picchu y el Huayna Picchu. Picchu (al parecer, pronunciado pik-chu) quiere decir «montaña». Estos cerros están abrazados por las curvas del río Vilcanota-Urubamba describe una curva. Ha trazado un cañón por la cordillera. Se encuentra a 2.430 metros sobre el nivel del mar y el clima es tropical de montaña.

No es una fortaleza o castillo, sino más bien un palacio, con extensas zonas de cultivo agrícola en la que trabajaban como esclavos los derrotados por los incas (mitmas). Y también es un santuario, de veneración a los dioses de aquella época.

La teoría más aceptada es que se construyó como residencia para el emperador inca Pachacuti (1438-1472), en torno al año 1450. Floreció en el siglo XV, pero tras la muerte de este emperador cobraron más importancia otras zonas y residencias incaicas.

La arquitectura es propia del estilo inca, con muros de piedra seca. Hay tantas construcciones, que no voy a entrar en detalle. Básicamente, se diferencia una zona agrícola y otra urbana.

De todo lo construido, destacaría tres estructuras principales:

La pirámide Intihuatana, fotografía de Alesegura [CC BY-SA 4.0]


El templo del Sol, fotografía de ogwen [CC BY-SA 3.0]



El templo de las Tres Ventanas [PA, CC BY-SA 4.0]

Aunque gran parte de lo que ven los turistas es reconstrucción posterior, al parecer sí que da una idea bastante clara de cómo debió ser en su momento álgido.

Como he comentado, que forma parte desde el año 1989 de un lugar Patrimonio de la Humanidad, llamado «Santuario histórico de Machu Picchu» y que, en su página web, la Unesco describe así: 

Ubicado a 2.430 metros de altura en un paraje de gran belleza, en medio de un bosque tropical de montaña, el santuario de Machu Picchu fue probablemente la realización arquitectónica más asombrosa del Imperio Inca en su apogeo. Sus murallas, terrazas y rampas gigantescas dan la impresión de haber sido esculpidas en las escarpaduras de la roca, como si formaran parte de ésta. El marco natural, situado en la vertiente oriental de los Andes, forma parte de la cuenca superior del Amazonas, que posee una flora y fauna muy variadas.

¿Iré algún día a este sitio? No estoy segura. Nunca he viajado al continente americano, hay otras muchas cosas que tengo que ver antes, en Europa, sí, soy muy eurocéntrica en mis gustos. Pero esto tiene pinta de ser un sitio muy especial. Lo que me atrae es, sobre todo, que esté en un lugar remoto al que se pueda acceder a través de caminos incaicos. Eso sí que me gustaría, una marcha de varias horas en plena naturaleza para llegar a un lugar de valor cultural tan maravilloso como este.

Este sitio tiene página en la Wikipedia, con alguna divergencia entre lo que se cuenta en la wiki en inglés y en la española, curioso.

lunes, 15 de marzo de 2021

#55 Palacio de los sahs de Shirvan

 

Fotografía de Urek Meniashvili
[CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons


 

Şirvanşahlar sarayı



 

Tipo de construcción: fortaleza

Época: S. XV

Lugar: Bakú (Azerbaiyán)

 

Una de las perlas de la arquitectura azerí

Azerbaiyán, diréis, ¿por dónde anda? El mar Caspio, ya sabéis, ese mar interior en el corazón del continente euroasático. En la costa suroeste, está Bakú, la capital. Conocida por el viento y los pozos de petróleo.

Ahí se alza este palacio del siglo XV, que forma parte desde el año 2000 de un lugar Patrimonio de la Humanidad, llamado “Ciudad fortificada de Bakú con el Palacio de los Shirvanshah y la Torre de la Doncella” y que, en su página web, la Unesco describe así: 

Construida en un territorio habitado desde el Paleolítico, la ciudad amurallada de Bakú muestra las huellas de la presencia sucesiva de las culturas zoroástrica, sasánida, árabe, persa, shirvani, otomana y rusa. La parte intramuros (Icheri Shesher) ha conservado intacta una gran parte de sus murallas del siglo XII. La Torre de la Doncella (Giz Galasy) se erigió en ese mismo siglo sobre construcciones antiguas que datan de los siglos VII a VI a.C. El Palacio de los sahs de Shirvan (siglo XV) está considerado como una de las joyas de la arquitectura azerbaiyana.

Los sahs de Shirván (Shirvanshah, en persa شروانشاه‎) eran una dinastía que dominaba una región de Azerbaiyán. Tenían la capital en Shemaja, pero un terremoto la devastó y, en el siglo XV, movieron la capital a Bakú.

Es ahí donde erigieron este conjunto de construcciones, se cree que en torno a un lugar sagrado de peregrinación sufí. La fecha de construcción se conoce por inscripciones que hay en el minarete y el mausoleo: 1435/36 y 1441/42. Reinaba entonces Shirván Jalil I.

 Como todo edificio tan antiguo, es un complejo con un montón de edificaciones acumuladas: el palacio, una cripta con enterramientos, así como una mezquita con su minarete...

Estas edificaciones en piedra formaban la parte más protegida en el corazón de la fortaleza de Bakú. Aunque se alzaron en distintos momentos, hay una unidad de estilo que nos recuerda a otros monumentos islámicos del centro de Asia: los edificios cúbicos, las cúpulas... 

Este sitio tiene página en la Wikipedia.

domingo, 28 de febrero de 2021

#54 Fuerte de Bahla

 

Fotografiado por Francisco Anzola
[CC BY-SA 2.0], vía Wikimedia Commons


 

 قلعة بهلاء‎

Qal'at Bahla'

 



 

 

Tipo de construcción: fortaleza

Época: Ss. XIII-XV

Lugar: Bahla (Omán)

 

Una fortaleza medieval en una ruta del incienso

Omán, dices tú, ¿y eso por dónde anda?

En la península arábiga, esa extensión de tierra de forma más o menos rectangular entre el grueso de Asia y África. ´

Entonces, ¿está en el golfo Pérsico?

No, salvo un exclave que no viene a cuento. Dentro de la península arábiga, Omán es el país que queda abajo a la derecha, o por decirlo en términos geográficos, en el sudeste, con la costa a lo que se llama mar arábigo, un pedacito del océano Índico.

Este territorio formó parte del imperio selyúcida hasta que en el año 1154 los expulsó la dinastía nebaníes (nabhanitas o nebhanitas, como lo he visto escrito). Estos reyes eligieron Bahla. Estaban en una ruta secundaria del comercio del incienso, la que iba por el interior hacia Baréin, Bagdad y, en último término, llegaba a Damasco. Los nebaníes gobernaron hasta el siglo XV, y durante su dominio, se construyó esta fortaleza.

El fuerte de Bahla es un lugar Patrimonio de la Humanidad desde el año 1987; estuvo en peligro entre 1988 y 2004, pero pasó por una restauración y actualmente se considera a salvo. En su página web, la Unesco describe así este lugar

El oasis de Bahla debió su prosperidad a la tribu de los Banu Nebhan, que impuso su dominación sobre el conjunto de los clanes de la región desde el siglo XII hasta finales del siglo XV. Son testigos de su poderío los vestigios del inmenso fuerte de murallas y torres de ladrillo crudo con cimientos de piedra que erigieron. Esta fortificación constituye un ejemplo notable de las edificaciones de este tipo.

Se erigió en un lugar estratégico: un oasis a los pies de las tierras altas de Yébel Ajdar, paso de las caravanas que llevaban incienso.

Sobre cimientos de piedra, se alzó esta construcción en ladrillo, adobe más bien, hecho con lodo y paja. Es precisamente la pobreza de estos materiales la que determinó que quedara dañada la estructura y por eso fuese tan necesaria la rehabilitación que se hizo a principios del siglo XXI.

La parte más antigua es la alcazaba (Al-Qasabah). Luego hay otras dos partes, ya de la Edad Moderna (ss. XVII-XVIII): Bait al-Hadith y Bait Al-Jabal.

Este sitio tiene página en la Wikipedia, pero muy poquita cosa, me he basado más en la wiki en inglés.

Dada mi edad, y considerando por dónde anda este país, creo poco probable que llegue a visitarlo. Pero puedo disfrutarlo en la distancia, con vídeos como este:



 

No sabéis cuánto agradezco a toda la gente que va por el mundo grabando estas cosas y compartiéndolo por internet.  

jueves, 25 de febrero de 2021

#49 Gil de Siloé: Retablo de la cartuja de Miraflores

 

Foto de Turol Jones (2009)
CC BY-SA 2.0
Vía Wikimedia Commons


 

Ubicación: cartuja de Miraflores (Burgos)

Fecha: 1496-99

Época: Arte gótico

Autor: Gil de Siloé

 



 

Gil de Siloé, el más espléndido escultor isabelino

 

Mientras en Italia se desarrollaba la escultura renacentista, en España se seguía con modelos góticos, que desplegaron gran esplendor y riqueza en época de los Reyes Católicos.

Estamos ya a finales del siglo XV, época isabelina, pues reinaba ya Isabel la Católica. De hecho, fue ella la que encargó al escultor Gil de Siloé, que tenía un espléndido taller en la rica ciudad de Burgos, la construcción de un sepulcro para sus padres, Juan II e Isabel de Portugal, así como para su hermano, el infante Don Alfonso. Esto fue allá por los años 80 del siglo XV. 

Pero hoy voy a hablar de algo que queda detrás de este sepulcro real, el retablo tallado en madera, policromado y dorado, en el altar mayor de la cartuja. Un retablo es lo que veis, una talla en madera enorme dividida en campos y calles, con profusión de figuras y escenas, todo pintado y dorado.

Esto de los retablos es como una cosa muy española, y a finales del siglo XV hicieron un montón de ellos, cada vez más grandes, para dar esa imagen omnipresente para el parroquiano.  Impresiona, marea un poco, pero distrae la mirada, escudriñando cada rincón y viendo cositas diversas.

Quien compuso el retablo, o sea, tuvo la idea general y lo talló, con ayuda de su taller, fue Gil de Siloé, y el policromado y el dorado corrió a cargo de Diego de la Cruz. Como ya estamos en la última década del siglo y, por lo tanto, ya estaba descubierta América, se dice que el oro de este retablo procedía de los primeros envíos del continente americano. A saber.

He leído que la técnica empleada por Diego de la Cruz para la policromía era bastante sofisticada, se llamaba brocado aplicado y que consiste, al parecer, y según la Wikipedia, en añadir una filigrana que se ha labrado por separado a los ropajes y las hornacinas.

La impresión general es muy abigarrada, que todo está lleno, y nos puede parece confuso. Lo cierto es que tiene su orden, es una composición bastante pensada que hay que ir descubriendo por partes. Por cierto que se considera inspirado por los modelos alemanes.



En el centro hay un círculo grande, con Jesucristo crucificado. A un lado la Virgen y al otro San Juan.

En torno suyo, cuatro círculos más pequeños con escenas de la Pasión.





 


La última cena

 



El prendimiento



El descendimiento de la cruz

Arriba hay un pelícano, símbolo del sacrificio eucarístico, pues se creía que el pelícano alimentaba a su descendencia con su propia sangre.

Fuera de la rueda, se ve a Dios Padre a la izquierda y al Espíritu Santo, a la derecha, aguantando el travesaño de la cruz.

En otros círculos que quedan fuera se distingue a los Evangelistas.

En la parte inferior se representa la Anunciación y el Nacimiento.



En los lados, las estatuas orantes y los escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla, Juan II e Isabel de Portugal. Leones rampantes sostienen el escudo de castilla, y dos ángeles el de Portugal.

En el rectángulo inferior se ven figuras de gran tamaño que representan a diversos santos, como Catalina de Alejandría o Santiago el Mayor.

Hay un curioso mecanismo rotatorio en la parte que queda encima del tabernáculo. Según el momento del año, presenta una escena diferente. En total, son seis.

El estilo es de gran originalidad. La talla es excelente, no en vano una de las cosas que más se dicen de Gil de Siloé es que tenía una gran maestría técnica. También era virtuoso en el labrar piedra y alabastro, como demuestran los espléndidos sepulcros de los reyes en la Cartuja.

Unía una gran fantasía al realismo en la representación de las figuras.

Hay que enmarcar esta obra dentro de ese estilo gótico isabelino tan peculiar de España que mezclaba las formas góticas con influencias mudéjares y flamencas.

Os preguntaréis quién era este Gil de Siloé. Y mucha otra gente, también le gustaría saberlo. Desde luego, es una de las máximas figuras de la escultura hispánica, y por lo tanto, de toda Europa, en este momento histórico. Ahora, no se sabe de dónde venía, parece que tiene un origen nórdico, pero no se aclaran si vino de Amberes, o de Orleans, si era alemán de Núremberg o qué.

Nació en torno a 1440-50, tenía un gran taller en Burgos, donde trabaja entre 1483 y 1500 y debió morir más o menos en el cambio de siglo. Tuvo una vida más bien acomodado porque era el escultor del momento. Sus obras más importantes son estas de la Cartuja de Miraflores, no solo el retablo, sino también los sepulcros reales.

 


Sepulcro de Alfonso de Castilla (1492). este era hermano de Isabel la Católica, y si no hubiera muerto a los 14 años, pues el rey habría sido él y la historia de España habría sido posiblemente distinta.



Sepulcro de don Juan II y doña Isabel de Portugal (1493). Estos que veis aquí, en su original sepulcro en forma de estrella, son los papás de Isabel la Católica. El alabastro parece labrado como si fuera cera.

Burgos es una de esas ciudades de la España interior que siempre merece una visita de fin de semana. Pero no os quedéis solo en la catedral gótica o el Museo de la Evolución Humana. No seáis vagos y cruzad el río Arlanzón y acercaos hasta la Cartuja de Miraflores. Es Bien de Interés Cultural desde 1923 y forma parte del Patrimonio de la Humanidad, como extensión de «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España».

Puede que aún tardemos un poco en salir al extranjero, pero cuando podamos salir entre provincias o comunidades, podemos gozar del turismo interior descubriendo estas joyitas patrias.

jueves, 21 de enero de 2021

#53 Templo Ryōan-ji

 


Jardín seco de Ryoanji (Kioto, Japón)

Fotografiado por Stephane D'Alu

[CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons

 

 

Tipo de construcción: templo

Época: 1488

Lugar: Kioto (Japon)

 

Una sencillez capaz de dejarnos pensativos

Si hay una ciudad que querría ver, sí o sí, en caso de que alguna vez consiga viajar a Japón, es Kioto. El arte allí es, simplemente, impresionante.

Los Monumentos históricos de la antigua Kioto (ciudades de Kioto, Uji y Otsu) son un lugar Patrimonio de la Humanidad desde el año 1994. En su página web, se describe así: 

Construida el año 794 a imagen y semejanza de las capitales de la antigua China, Kioto fue la capital imperial del Japón desde su fundación hasta mediados del siglo XIX. Núcleo central de la cultura japonesa desde mil años atrás, Kioto es un vivo exponente del desarrollo de la arquitectura tradicional en madera –sobre todo la religiosa–, así como del arte paisajístico nipón que ha influido en el diseño de los jardines en el mundo entero.

Como es un sitio lleno de tanto arte, con sus palacios, templos y jardines… No voy a describirlo entero. Solo me voy a fijar en este jardín, uno de los más famosos del mundo, que está en uno de sus templos.

El nombre del templo es Ryōan-ji (竜安寺), que significa «El templo del dragón tranquilo y pacífico». Se encuentra en Ukyō-ku.

Este templo zen tiene un «jardín seco», que en japonés se llama karesansui.

Para nosotros es raro, porque jardines y parques lo asociamos a profusión de plantas, árboles, organismos vivos, pero ellos consideran jardín a estas construcciones que son más bien materia inorgánica: arena, grava y rocas. Puede haber un poquito de musgo, alguna hierbecita, pero no gran cosa.

No es para que pasees por él sino para que lo completes, a ras, o desde lo alto. Que lo mires, que pierdas la mirada, que desconectes,…

Pero si te fijas, aunque tú no lo entiendas como jardín, no encaje con lo que nosotros consideramos así, lo cierto es que te transmite sensación de paz, de serenidad, te ayuda a concentrarte. Así que cuando leo que los monjes zen los usan para meditar, me lo creo.

Suelen ser chiquitines, y los elementos reflejar otra cosa: la arena rastrillada, por ejemplo, sería el mar, que se ondula como el agua en torno a los afloramientos rocosos.

Este de Kioto es seguramente el más famoso, o el más conocido del mundo.

La reconstrucción del templo en el año 1488, después de que uno precedente fuera destruido en la guerra, se debe a Hosokawa Masamoto. El templo sirvió de mausoleo para varios emperadores, aunque el aspecto actual de sus tumbas es del siglo XIX.

Es conocido sobre todo por este jardín, sobre el cual existen dudas. No se sabe realmente ni quién lo construyó ni cuándo. Se cree que es de la segunda mitad del siglo XV, en torno a ese año 1488.

Tampoco se sabe si lo erigieron jardineros especialistas (kawaramono) o monjes. En cualquier caso, se produjo una refacción del jardín a finales del siglo XVIII, después de que un incendio destruyera edificios y arrojaran aquí los escombros.

Mide 25 x 10 metros. Sobre un lecho de grava blanca, quince rocas cuidadosamente colocadas. Se distinguen cinco grupos: uno de cinco piedras, dos de tres y tres de dos. Alrededor de las rocas, su poquillo de musgo sobre el que parecen crecer, como picos montañosos sobre los prados de altitudes inferiores.

¿Cuál es el significado de estas piedras? ¿Están colocadas ahí por algo?

Pues es la típica obra de arte a la que encuentran distintos significados. Islas en la corriente, o tigres cruzando un arroyo, montañas sobre (me imagino yo) un mar de nubes, o que lo importante es la grava, que forma la imagen de un árbol, con sus ramas…

Igual no significa nada, no hay un significado preciso y único, sino que puedes ver en sus armoniosas formas lo que tu cabeza proyecte en ellas.

El templo tiene página en la Wikipedia, por si queréis profundizar un poquito más. 

Yo solo me pregunto si alguna vez tendré la oportunidad de verlo en persona. Este jardín y todo el maravilloso patrimonio de Kioto.

Os dejo con un clip, en inglés, de una breve visita a este jardín. 


martes, 6 de octubre de 2020

#45 Brunelleschi: Cúpula de Santa María de las Flores

 

La cúpula, vista desde el campanario
Onanymous (2007)
[CC BY 3.0], vía Wikimedia Commons


 

 

                       

Ubicación: Florencia (Toscana, Italia)

Fecha: 1420-1436

Estilo: Arte renacentista

Tipo de edificación: Iglesia

 


 

Tú tira pa’lante, que ya rematará otro dentro de cien años

 

Esta cúpula es considerada el punto de arranque de la arquitectura renacentista italiana, aunque conserva unos cuantos caracteres góticos. No deja de ser un añadido cuatrocentista sobre un edificio del gótico tardío.

 Su historia me deja un poco perpleja. Los florentinos empezaron a construir su catedral a finales del siglo XIII, con un proyecto de Arnoldo di Cambio (1340-1410) para ser la iglesia más grande del mundo. Eso implicaba una cúpula en el crucero de un tamaño insólito, y lo tenían que ver desde el principio, ¿no?

 Así que fueron construyendo a lo largo de más de cien años y les quedaba por resolver la cubierta en el crucero. Les imagino a todos mirando preocupados aquel gran agujero. Tan enorme que no se les ocurría cómo podría cubrirse con las técnicas tradicionales. Haciendo cálculos de la cantidad de árboles necesarios para las cimbras, el coste de tantísima madera, y moviendo la cabeza, dubitativos...

 Que fuera una cúpula era algo pensado desde el principio, ya que era la manera de resolver la cubierta del crucero durante la Edad Media, sobre todo en el románico; en el gótico tiraban más de agujas. El modelo que tenían siempre en mente era la grandiosa Santa Sofía

 Cualquiera diría «hijos, estas cosas hay que tenerlas pensadas». Montarte toda la obra, trabajar durante más de un siglo, meter un montón de dinero, y no saber cómo lo vas a acabar,... bueno, no parece muy sensato. Y menos cuando desde el principio se sabía insisto– que tendrían que construir la cúpula de mayor diámetro del mundo.

 Pero los florentinos eran así, unos echados para adelante. Una república rica, gracias a la industria textil, el comercio y la banca. La élite se podía permitir eso de gastar los cuartos en el arte. 

El honor de rematar la catedral de Florencio debía otorgarse a quien realmente lo mereciera, así que montaron un concurso, como pasó con las puertas del baptisterio

 Sólo que esta vez no ganó Ghiberti, sino Brunelleschi quien, después de lo de las puertas, se largó a Roma a desfogar un poco la mala leche. Allí vio modelos de la Antigüedad. Estudió la cúpula del Panteón, que era diferente de las medievales: enorme, aligerada con casetones y un óculo abierto en lo alto.


Baptisterio románico
Sailko (2006) [CC BY-SA 3.0]

Aquello que vio en Roma debió inspirar a Brunelleschi, aunque hay que dejar bien claro que no lo copió. 

Siguió el modelo medieval. Ya tenía a mano una cubierta de un edificio de planta octogonal, el propio baptisterio de Florencia, de estilo románico. Ya digo que en la Edad Media, sobre todo en el románico, se construyeron unas cuantas cúpulas.

Solo que esta debía tener un tamaño descomunal. La de Santa Sofía tenía 31,7 metros de diámetro y la de San Pedro, posterior, que tanto impresiona, será más alta que esta, pero no más ancha. 

Su diámetro interior es de 41,47 metros, mientras que en esta cúpula florentina el diámetro máximo del casquete interior es de 45,5 metros; el del exterior llega hasta los 54,8 metros.

 Y sí, hablo de interior y exterior porque tiene dos casquetes, uno interior y otro exterior. Luego lo detallo más.  +

O sea que, aunque hubiera otras cúpulas en la Europa medieval, esta es la que se convirtió en «la gran cúpula de Europa Occidental» que sirvió de modelo para el futuro.


Aquí os pongo un dibujo que hizo Lodovico Cardi, también conocido como Cigoli (1613) [dominio público], para más o menos hacernos una idea de la estructura.

 La cúpula se eleva sobre un tambor, como ocurría con los cimborios góticos. ¿El problema de la madera para las cimbras? Bueno, no se usaron, igual es que no había árboles suficientes para tanta madera como se iba a necesitar, dadas las dimensiones del proyecto. O que les iba a salir carísimo.

 La solución era construir una estructura autoportante, es decir, que se soportara a sí misma al mismo tiempo que se está construyendo.

 


 A la izquierda, un detalle de del interior de la cúpula, fotografiado por Maksim Sokolov [CC BY-SA 4.0]

La cúpula interior es semiesférica, con veinticuatro nervios. Para construirla, recurre a una técnica romana, que es la de espiga de pez, colocando los ladrillos de tal manera que el aspecto externo es como las tablillas de un parqué. 

Más que arquitectura, esto es albañilería pura y dura. Por eso se dice que es la obra de albañilería más grande del mundo. Más de cuatro millones de ladrillos.

 La cúpula exterior es apuntada, haciendo uso del típico arco gótico, el ojival; de hecho, es como dos bóvedas de crucería cortándose. Se cubre con teja de barro cuyo color rojo contrasta con el blanco de la piedra de los nervios.

 ¿Qué consigue con ello, con este tema de dos cúpulas, o una cúpula con dos casquetes? Pues simplemente que se contrarresten los empujes de una y otra. Brunelleschi recurrió a zunchos horizontales de piedra y anillos de hierro; con ello absorbe el empuje de la estructura de nervios de ladrillo.

 Técnicamente, se habla aquí de cúpula hemiesférica, que explican con todo detalle en el artículo de la Wikipedia. También analizan las distintas teorías sobre cómo pudo construirse esto. Como es un artículo bastante amplio, de nuevo a él me remito. 

El espacio entre los dos casquetes de la cúpula permite subir hasta la linterna.

 La decoración exterior cuenta con una galería de arcos de medio punto y entablamento clásico. El aspecto actual de la cúpula deriva también de obras posteriores, así la linterna que remata se elaboró entre 1446 y 1461, el revestimiento exterior del tambor es de 1512-15 y las pinturas que adornan el interior, es ya de 1572 en adelante.

 Filippo Brunelleschi (1377-1446) está considerado como el primer gran arquitecto del «Quattrocento» italiano. En otras obras suyas se ve más claro que en la cúpula ese deseo de recuperar los modelos de la Antigüedad. Aquí dejo imágenes de las más destacadas, todas ellas en Florencia y cuya fuente es Wikimedia Commons:

 

Pórtico abierto del Hospital de los Inocentes (Spedale degli Innocenti, 1417-36), fotografiada por Sailko en 2013 [CC BY-SA 3.0]


Interior de la basílica de San Lorenzo (Basilica di San Lorenzo, 1424-46), fotografiada por Stefan Bauer [CC BY-SA 2.5] en 2004

 


Vista interior de la cúpula de la Capilla Pazzi (Cappella Pazzi, 1441-78) del convento de Santa Croce (1430), fotografía de Miguel Hermoso Cuesta en 2015 [CC BY-SA 4.0]

 

Esta catedral forma parte del lugar Patrimonio de la Humanidad «Centro histórico de Florencia»; la UNESCO la inscribió en esa lista en el año 1982, y en su página web lo describe de la siguiente manera:

Construida en el sitio de un asentamiento etrusco, Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento, desempeñó un papel económico y cultural preponderante en los siglos XV y XVI bajo el gobierno de los Médicis. Seiscientos años de creatividad de genios del arte como Giotto, Brunelleschi, Botticelli y Miguel Ángel han dejado su impronta en la catedral del siglo XIII, las iglesias de Santa Maria del Fiore y la Santa Croce, el Palacio de los Oficios y el palacio Pitti, entre otros monumentos.

Del artículo específico en la Wikipedia ya he dejado enlaces más arriba. Por si queréis charle una ojeada un poco más en profundidad, aquí os dejo un documental titulado «Los secretos del Duomo», donde elucubran a ver cómo es posible que se construyera la cúpula. 

 


Os dejo enlace también a un podcast reciente de Fernando Díaz Villanueva, titulado «Los orígenes del Renacimiento», muy sorprendente si tienes la idea tradicional del Renacimiento, la que los meros aficionados tenemos de cuando estudiamos en COU. De entrada, deja claro que el estilo renacentista tiene un origen específicamente florentino

La ideología subyacente es política: una élite que quería distinguirse de los bárbaros góticos del norte. Y para ello recurrieron a lo que era más propio de su civilización, que era el modelo antiguo, el arte romano.

También me llama la atención esa llamada a que nos fijemos en la realidad de las cosas, y no tanto en las elucubraciones de un Burckhardt, que veía las cosas conforme a su (algo deformado) prisma al norte de los Alpes. Por ejemplo, que los temas mitológicos que se asocia tanto al Renacimiento en realidad fueron más frecuentes en el Barroco. Es más el prejuicio lo que te hace ver el Barroco como un arte más religioso que el Renacimiento, como instrumento de la Contrarreforma católica, cuando en realidad todo el arte, desde el XV hasta el XVII, era predominantemente religioso y puede verse más secular en el Barroco que en el Quattrocento o el Cinquecento

Son algunas de las ideas que puedes encontrar en ese podcast, da gusto que haya podcast de este tipo, que difundan conocimiento y opiniones sobre historia, y arte, de una forma tan amena. 

martes, 1 de septiembre de 2020

#52 Tumba de Tamerlán


Detalle de la tumba y mezquita de Tamerlán Adam Jones from Kelowna, BC, Canadá (2012) / CC BY-SA 2.0 

Tipo de construcción: tumba
Época: 1403-1404 
Lugar: Samarcanda (Uzbekistán) 

Nombres de leyenda 
 
    La verdad es que hay palabras que por sí solas evocan algo especial que no sabes muy bien qué es. Samarcanda, desde luego, es una de ellas. Suena exótico, rico, cosmopolita, cruce culturas en la ruta de la seda… Cosas brillantes, aunque no sepas nombrar ni uno solo de sus monumentos… 

    Ni en qué exrepública soviética se encuentra. Y si ya nos vamos a la tumba de Tamerlán también te trae a la memoria un gran guerrero,… aunque, de nuevo, no sepas muy bien ni cuándo vivió ni qué conquistó. 

    Pues hoy vamos a descubrir al menos uno de los monumentos de esa ciudad que evoca las maravillas de Oriente. El otro día hablé de La Alhambra, monumento de la segunda etapa del arte islámico medieval. La joya granadina está en el Mediterráneo occidental. Pues bien, la tumba de Tamerlán encaja en la otra parte del mundo islámico, entre las escuelas orientales. 

    De esa misma época y zona, ya habíamos visto la Gran mezquita de Ispahán, correspondiente al siglo XI. Es un ejemplo de la arquitectura funeraria. El cuerpo de la construcción es un cuadrado bastante sencillo. Pero encima ponían unas cúpulas impresionantes. Y es que una de las características del arte islámico bajo las dinastías turcas es precisamente que proliferan las cúpulas. 

    La parte externa de la cúpula, esa superficie curva, se llama tradós (y, a veces, extradós) y tiene forma bulbosa. Se apoyan sobre lo que se denomina tambor, que enlaza la cúpula con el cuerpo de la construcción. Ambas partes se aprovechaban para adornos, generalmente de cerámica esmaltada o vidriada


    Esto se ve muy claramente en este monumento. El tambor es cilíndrico, y se aprecia en él decoración cúfica, es decir, con letras. La ornamentación de la cúpula hace un dibujo como estrías, combinando el verde y el azul. He puesto una foto de este detalle, porque es realmente precioso.

    Esta edificación tuvo una gran influencia, porque se tomó como modelo para tumbas de los emperadores mogoles de la India. Pensad por ejemplo en el famosísimo Taj Mahal. 

    Por cierto, que en mapas, artículos, etc., muchas veces no lo verás denominado así, tumba de Tamerlán, sino Gur-e Amir, que en persa quiere decir La tumba del rey. Que no solo Tamerlán está ahí, sino también hijos suyos, de manera que se considera como la cripta de la dinastía timúrida. 

    Para quienes les suene el nombre de Tamerlán, pero no acaben de situarle, pues a continuación unas breves notas. Vivió entre 1336 y 1405. Es uno de esos guerreros que surgieron de las enormes estepas en el corazón del continente euroasiático, de hecho, el último gran conquistador de ese origen. Y antes de que nadie me le llame árabe, deciros que no, que es turco, o sea, otra lengua y otra etnia, que no todos los musulmanes tienen la misma cultura. 

    Como dicen en la Wikipedia, en poco más de dos décadas, conquistó ocho millones de kilómetros cuadrados de Eurasia, cruzando desde Delhi hasta Moscú, desde la cordillera Tian Shan del Asia Central hasta los montes Tauro de Anatolia, conquistando y reconquistando, arrasando algunas ciudades y perdonando a otras

    En el año 1370, Tamerlán convirtió Samarcanda en su capital. Era una ciudad que ya tenía siglos de antigüedad, y que formaba parte de la Ruta de la Seda. En los siguientes años, hasta su muerte, fue construyendo una nueva ciudad, a la que llevó artesanos de todo su inmenso imperio. «Samarcanda – Encrucijada de culturas» está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2001, y en su página web lo describe de la siguiente manera:
La ciudad histórica de Samarcanda fue una encrucijada y un crisol de culturas del mundo entero. Fundada en el siglo VII a.C. con el nombre de Afrasyab, alcanzó su apogeo en los siglos XIV y XV bajo los timúridas. Entre sus principales monumentos destacan la mezquita y las madrazas del Registán, la mezquita Bibi-Khanum, los conjuntos arquitectónicos de Shah i-Zinda y Gur i-Emir, y el observatorio de Ulugh-Beg.
Tiene página en la Wikipedia tanto Samarcanda como en concreto el mausoleo Gur-e Amir, por si queréis profundizar algo más. Por echarle una ojeada de mano de uno de tantos viajeros que recorren el mundo y nos lo cuentan, os pongo aquí el vídeo de J. Agustín Núñez Guarde en YouTube:

viernes, 28 de agosto de 2020

#44 La Alhambra

 


Panorámica de la Alhambra, por Jebulon (2012), vía Wikimedia Commons                      

Ubicación: Granada (Andalucía, España)

Fecha: siglo XIV (palacios nazaríes)

Estilo: Arte islámico

Tipo de edificación: Palacio fortaleza

 

 

Joya, joyita, joya, si no la conoces aún, ¿a qué esperas?

 

Hoy voy a hablar de una de las joyas de la arquitectura española, sobre el que se ha escrito tanto, que no sabía por dónde hincarle el diente

Ha sido de siempre el monumento más visitado de España. Al parecer, hace un par de años la superó la Sagrada Familia de Barcelona en visitantes pero, francamente (en mi humilde opinión), no hay color. 

 ¿En qué capítulo de la historia del arte enmarcamos la Alhambra? En la segunda etapa del arte islámico medieval, que iría desde finales del siglo XI hasta el siglo XVI. En esos siglos, en el Mediterráneo occidental, se sucedieron los estilos, según quien estuviera en el poder. De ellos he hablado aquí, tanto del arte almorávide (mezquita Kutubía de Marrakech) como del posterior arte almohade (la Giralda de Sevilla). 

 Ante todo, ha de decirse que la Alhambra no es una sola construcción, sino que hablamos de edificios y jardines, canalizaciones y defensas, en las alturas de la ciudad. No siguió ningún plan preconcebido, sino que el que llegaba al poder, iba construyendo, sin más… ¡Hasta un pegote renacentista, el Palacio de Carlos V! De esta obra de Machuca espero poder hablar otro día. Ahora me voy a centrar en la Alhambra y el Generalife dentro del arte islámico.

 


Vista de la Alhambra desde el mirador de San Nicolás
Por Zackds (2007), CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons

Para que esto no se convierta en monótona descripción de cada dependencia, he preferido hacer un pequeño recorrido virtual por ciertos puntos que me parecen los más relevantes.

 La primera impresión que tienes de la Alhambra es que está arriba, en lo alto. Se le llama así, Alhambra, «la roja» (al-Qalat al-Hamrá significa «el castillo rojo») por el color del ladrillo que se usó para construirla.

 Con lo que ya descubrimos una de las características del arte nazarí: construcción con materiales más bien pobres, como el ladrillo; la arcilla como materia prima, en lugar de la más perdurable piedra. Es habitual la mampostería y el tapial. Los edificios nazaríes no son nada llamativos por el exterior, lo que compensan con un interior muy (pero que muy) ornamentado.

 Las diferentes edificaciones de la Alhambra se despliegan en una especie de cresta que yo tiendo a leer de oeste a este, o sea de izquierda a derecha, pero que en muchos mapas que encontraréis por ahí estará al revés, con el sur en la parte superior y el norte en la inferior. 

Lo primero que se percibe son las torres y las murallas. Y es que la Alhambra es un palacio-fortaleza, es decir, no solo residencia del poder sino también defensa militar del mismo.

 


Torre de la Vela, fotografiada por Sharon Mollerus en 2011 (CC BY 2.0)

En el extremo o punta occidental estaría la Torre de la Vela, desde la cual puedes ver toda Granada.

 Inmediatamente detrás queda la Alcazaba, donde residía la guarnición que protegía a los reyes nazaríes. La Alcazaba, las torres y las murallas serían las edificaciones de función defensiva que tiene la Alhambra.

 Pasada la Alcazaba se alzan, a la derecha, el palacio de Carlos V, del que ya digo que hablaré en otra ocasión, si puedo. A la izquierda, o sea la parte norte, quedaría lo más representativo del conjunto, dos palacios nazaríes del siglo XIV.

 Quizá sea, además, lo que más conocemos todos, las imágenes más prototípicas. Es importante tener presente que los palacios musulmanes tenían tres zonas: el mexuar (que es la parte pública), el diwan (la oficial) y, finalmente, el harén (la privada). Y es importante porque aquí sí que podemos verlo.

 Empecemos con la parte pública. El mexuar es la zona administrativa, y se transformó bastante después de la conquista cristiana a finales del siglo XV.

 Seguimos con la oficial o diwan que sería el palacio llamado Cuarto de Comares. Se corresponde con el reinado de Yusuf I (1333-1354). Comares viene de qamariyya, que es como se llamaba a los vidrios de colores de las ventanas. Aquí tenemos, sobre las escarpaduras septentrionales, la Torre de Comares, en cuyo interior destaca el salón del Trono. En el centro del palacio está el patio de los Arrayanes, el más grande de toda la Alhambra.

 


Patio de los Arrayanes, por Tuxyso (2014) vía Wikimedia Commons

Y pasamos entonces al harén o residencia privada, que sería lo siguiente que encontraríamos, yendo hacia el este. Es el Cuarto de los Leones, palacio que servía como residencia de invierno del soberano y toda su familia. Este edificio se lo debemos al hijo de Yusuf I, Mohamed (o Muhammed) V (1354-1391).

 Lo mismo que el de Comares, se organiza en torno a un patio, en este caso el archiconocido Patio de los Leones, con una fuente en medio, Más que en los torpes leones (la escultura animal no era algo en lo que destacaran precisamente) fijémonos en su simbolismo. Son doce leones, uno por cada signo del Zodiaco. Y con la fuente conectan cuatro canales, representando cada uno los cuatro ríos del paraíso coránico. Sería entonces una representación del Paraíso.

Patio de los Leones, por Oscarmu90 (2014), vía Wikicommons.

Pero sobretodo dejemos vagar la mirada por todo el entorno de este patio. Simplemente, espléndido.

Todo alrededor vemos la típica columna nazarita. En el fuste, delgadito y cilíndrico, hay anillos; en lugar de ponerle un capitel corintio, ya demasiado visto, recurren a uno algo más creativo y novedoso: el capitel de dos cuerpos. El inferior está decorado con una cinta, y el superior, cúbico, suele tener atauriques. Las columnas sostienen los arcos con yeserías.

 


Columnas del patio de los Leones, con sus fustes con anillos y sus capiteles con dos cuerpos. 


Techo de la Sala de los Abencerrajes, por jvwpc (2004)

A este patio de los Leones se abren dos salas impresionantes: la de los Abencerrajes y la de las Dos Hermanas. Ambas cuentan con una bóveda de mocárabes, que son de lo más hermoso del arte islámico, produciendo un efecto tan intenso que yo hasta lo consideraría abrumador. 

Bóveda de mocárabes en la Sala de las Dos Hermanas, por Jebulon (2012)

[CC 0] vía Wikimedia Commons

 La Sala de los Abencerrajes tiene una impresionante bóveda de mocárabes. Ya he mencionado que los nazaríes ocultaban la humildad de los materiales de construcción con la abundancia de decoración. Y uno de los recursos son estos mocárabes o prismas colgantes. Estas cúpulas de mocábares se supone que simbolizan el cosmos, con la luz divina reflejada y ampliada en cada uno de sus prismas. La diferencia entre los mocárabes occidentales y las muqarnas del arte islámico la mencioné de pasada al comentar la Gran mezquita de Ispahán, del siglo XI, así que tampoco me voy a repetir.

El detalle técnico de cómo se formaban estas decoraciones en yeso, aparentemente desorganizadas pero que en realidad tenían mucho cálculo detrás es bastante impresionante. Si queréis profundizar en el tema, aquí un análisis de un fragmento de una bóveda de mocárabes, en la página del patronato de la Alhambra.

 

Sala de las Dos Hermanas, por Javi Guerra Hernando (2009)

Enfrente a la Sala de los Abencerrajes está la Sala de las Dos Hermanas. Era una sala más de la residencia privada de los reyes nazaríes y todo un ejemplo de los diversos recursos decorativos, algunos que procedían ya de otras épocas, como la sebka (red de rombos, procedente de los almohades), o la lacería (rosas geométricas que se entrelazan y se forman círculos, triángulos, etc. repitiendose indefinidamente). 

Destacaría el uso decorativo del azulejo. Fijáos en esos zócalos que cubren la parte inferior del muro. De esta técnica decorativa hablé en la entrada «Alicatado de la Alhambra»

Y claro, no puede faltar la típica decoración con escritura cúfica. Al parecer, el poema escrito en las paredes de la Sala de las Dos Hermanas empieza Jardín yo soy que la belleza adorna…

 


Mirador de Lindaraja, por Leronich (2009)  

Al fondo de la Sala de las Dos Hermanas encontramos el Mirador de Lindaraja o Daraxa, con un bello ventanal geminado que se abre a otro patio interior, más pequeño, llamado Patio de Lindaraja. Este jardín tan recoleto demuestra lo bien que supieron aprovechar los desniveles de esta colina.

 Junto a este patio se encuentran unos baños que algunos consideran como de los mejores del arte islámico.

Si la arquitectura no te dice nada (aunque me parece difícil), siempre tienes algo que recuerda todo el que ha visitado la Alhambra: sus jardines. No me voy a meter en el amor de la civilización islámica por el agua y los jardines, o su relevante papel a la hora de traer y llevar especies de un lado a otro. Gracias a los árabes llegaron a lo que hoy es España desde los cítricos y el arroz hasta la caña de azúcar o las berenjenas.

 



Patio de la Alberca, en el Generalife, por Juandev (2008)

Aquí hay unos jardines pegaditos a un palacio en ruinas, el Partal. Pero los más llamativos son los que quedan al otro lado del cerro del Sol, en una colina vecina a la Alhambra: el palacio de verano de los reyes nazaríes que es el Generalife. Huertos, estanques, jardines… espléndidos y evocadores, con sus rumores, su frescos, sus olores…

 No me extraña que la Alhambra haya inspirado a tantos artistas. Es lugar común mencionar al estadounidense Washington Irving y sus (bastante románticos) Cuentos de la Alhambra (1832). Personalmente, prefiero una evocación musical, los Recuerdos de la Alhambra del maestro Tárrega, pieza destacada del repertorio para guitarra clásica. Aquí, en You Tube, una interpretación de Narciso Yepes en el Palau de la música de Barcelona.


Ya he explicado el contexto artístico de este conjunto, pero me quedaría hacer una breve referencia al contexto histórico, quiénes son estos nazaríes de los que estoy hablando todo el rato, que vivieron el último esplendor del arte hispanomusulman.

Seré breve. Tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), se disolvió el imperio almohade. El territorio musulmán en la península se dividió en pequeños reinos, llamados taifas. La taifa de Granada fue conquistada en 1238 por los Banu Nasr y cayó en manos cristianas a principios de 1492.

 Personalmente, considero que la Alhambra es un monumento imprescindible si quieres conocer el arte islámico. Este lo encuentras en Europa, África y Asia, en multitud de países, no siempre acogedores para la turista mujer. Habrá muchos lugares y ocasiones en los que no te sientas cómoda. Por eso, ver arte islámico auténtico en España es una apuesta bastante segura.

 La «Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada» es un lugar inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984, y en su página web lo describe de la siguiente manera:

Situados en dos colinas adyacentes, el Albaicín y la Alhambra forman el núcleo medieval de Granada que domina la ciudad moderna. En la parte este de la fortaleza y residencia real de la Alhambra se hallan los maravillosos jardines del Generalife, casa de campo de los emires que dominaron esta parte de España en los siglos XIII y XV. El barrio del Albaicín conserva un rico conjunto de construcciones hispanomusulmanas armoniosamente fusionadas con la arquitectura tradicional andaluza.

El conjunto tiene un artículo bastante amplio en la Wikipedia; y además muchos de los elementos que lo componen tiene artículo propio, como se puede ver en la Categoría: AlhambraGeneralife, Palacios nazaríes, Patio de los Arrayanes, Patio de los Leones, Sala de los Reyes (Alhambra), Torres Bermejas… y así hasta 54 artículos relacionados.

 Por si queréis echarle una ojeada un poco más en profundidad, aquí os dejo un documental de casi una hora sobre la Alhambra. 


Pero vamos, que en You Tube puedes encontrar vídeos sobre la Alhambra hasta hartarte. Uno de los más recientes es el de un yutubero al que sigo, El auriga del Arte, de este mismo verano de 2020, que hizo con motivo de la reapertura de estas instalaciones. Es bastante breve, un cuartito de hora.



 

Y por si quieres visitarlo, este es el enlace a la página web de la Alhambra y el Generalife.