Fotografiado por icelight from Boston (2007) [CC BY 2.0] vía Wikimedia Commons
Tipo de construcción: templo/palacio
Época: h. 1450
Lugar: provincia de Urabamba (Perú)
Una de las siete
maravillas del mundo
En el año 2007 se escogieron las nuevas
siete maravillas del mundo moderno, y Machu Picchu fue una de ellas. Por cierto
una votación con resultados, en mi opinión, bastante discutibles, aunque no por
este santuario inca que verdaderamente, sí que merece estar en esa lista.
Es un lugar patrimonio de la humanidad
de carácter mixto, es decir tanto cultural como natural. Esa es una de las
cosas que lo hacen tan especial.
Se encuentra en un lugar geológico muy
particular, en los Andes, dentro de lo que es la cuenca alta del Amazonas. Se
alza sobre un elemento geológico que se llama batolito, que yo me lo imagino como una peña granítica enorme.
Tiene dos picos muy distintivos, el
Machu Picchu y el Huayna Picchu. Picchu (al parecer, pronunciado pik-chu) quiere decir «montaña». Estos cerros están abrazados por las curvas del río Vilcanota-Urubamba describe una curva. Ha trazado un
cañón por la cordillera. Se encuentra a 2.430 metros sobre el nivel del mar y
el clima es tropical de montaña.
No es una fortaleza o castillo, sino más
bien un palacio, con extensas zonas de cultivo agrícola en la que trabajaban
como esclavos los derrotados por los incas (mitmas). Y también es un santuario, de veneración a los dioses de
aquella época.
La teoría más aceptada es que se
construyó como residencia para el emperador inca Pachacuti (1438-1472), en
torno al año 1450. Floreció en el siglo XV, pero tras la muerte de este emperador
cobraron más importancia otras zonas y residencias incaicas.
La arquitectura es propia del estilo
inca, con muros de piedra seca. Hay tantas construcciones, que no voy a entrar en detalle. Básicamente, se diferencia una zona agrícola y otra
urbana.
De todo lo construido, destacaría tres
estructuras principales:
La pirámide Intihuatana, fotografía de Alesegura [CC BY-SA 4.0]
El templo del Sol, fotografía de ogwen [CC BY-SA 3.0]
El templo de las Tres Ventanas [PA, CC BY-SA 4.0]
Aunque gran parte de lo que ven los
turistas es reconstrucción posterior, al parecer sí que da una idea bastante
clara de cómo debió ser en su momento álgido.
Como he comentado, que forma parte desde
el año 1989 de un lugar Patrimonio de la Humanidad, llamado «Santuario
histórico de Machu Picchu» y que, en su página web, la Unesco describe así:
Ubicado a 2.430 metros de altura
en un paraje de gran belleza, en medio de un bosque tropical de montaña, el
santuario de Machu Picchu fue probablemente la realización arquitectónica más
asombrosa del Imperio Inca en su apogeo. Sus murallas, terrazas y rampas
gigantescas dan la impresión de haber sido esculpidas en las escarpaduras de la
roca, como si formaran parte de ésta. El marco natural, situado en la vertiente
oriental de los Andes, forma parte de la cuenca superior del Amazonas, que
posee una flora y fauna muy variadas.
¿Iré algún día a este sitio? No estoy
segura. Nunca he viajado al continente americano, hay otras muchas cosas que tengo que ver antes, en Europa, sí, soy muy eurocéntrica en mis gustos. Pero esto tiene pinta de ser un sitio muy especial. Lo que me atrae es, sobre todo, que esté en un lugar remoto al que se pueda acceder
a través de caminos incaicos. Eso sí que me gustaría, una marcha de varias
horas en plena naturaleza para llegar a un lugar de valor cultural tan maravilloso
como este.
Este sitio tiene página en la Wikipedia, con alguna divergencia entre lo que se cuenta en la wiki en inglés y en la española, curioso.
Fotografía de Urek Meniashvili [CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons
Şirvanşahlar
sarayı
Tipo de construcción: fortaleza
Época: S. XV
Lugar: Bakú (Azerbaiyán)
Una de las perlas
de la arquitectura azerí
Azerbaiyán, diréis, ¿por dónde anda? El mar
Caspio, ya sabéis, ese mar interior en el corazón del continente euroasático.
En la costa suroeste, está Bakú, la capital. Conocida por el viento y los pozos
de petróleo.
Ahí se alza este palacio del siglo XV,
que forma parte desde el año 2000 de un lugar Patrimonio de la Humanidad,
llamado “Ciudad fortificada de Bakú con el Palacio de los Shirvanshah y la
Torre de la Doncella” y que, en su página web, la Unesco describe así:
Construida en un territorio
habitado desde el Paleolítico, la ciudad amurallada de Bakú muestra las huellas
de la presencia sucesiva de las culturas zoroástrica, sasánida, árabe, persa, shirvani, otomana y rusa. La parte
intramuros (Icheri Shesher) ha
conservado intacta una gran parte de sus murallas del siglo XII. La Torre de la
Doncella (Giz Galasy) se erigió en
ese mismo siglo sobre construcciones antiguas que datan de los siglos VII a VI
a.C. El Palacio de los sahs de Shirvan (siglo XV) está considerado como una de
las joyas de la arquitectura azerbaiyana.
Los sahs de Shirván (Shirvanshah, en
persa شروانشاه) eran una dinastía que dominaba una región de Azerbaiyán.
Tenían la capital en Shemaja, pero un terremoto la devastó y, en el siglo XV,
movieron la capital a Bakú.
Es ahí donde erigieron este conjunto de
construcciones, se cree que en torno a un lugar sagrado de peregrinación sufí.
La fecha de construcción se conoce por inscripciones que hay en el minarete y
el mausoleo: 1435/36 y 1441/42. Reinaba entonces Shirván Jalil I.
Como todo edificio tan antiguo, es un
complejo con un montón de edificaciones acumuladas: el palacio, una cripta con
enterramientos, así como una mezquita con su minarete...
Estas edificaciones en piedra formaban
la parte más protegida en el corazón de la fortaleza de Bakú. Aunque se alzaron en distintos momentos, hay una unidad de estilo que nos recuerda a otros monumentos islámicos del centro de Asia: los edificios cúbicos, las cúpulas...
Fotografiado por Francisco Anzola [CC BY-SA 2.0], vía Wikimedia Commons
قلعة بهلاء
Qal'at Bahla'
Tipo de construcción: fortaleza
Época: Ss. XIII-XV
Lugar: Bahla (Omán)
Una fortaleza
medieval en una ruta del incienso
Omán, dices tú, ¿y eso por dónde anda?
En la península arábiga, esa extensión
de tierra de forma más o menos rectangular entre el grueso de Asia y África. ´
Entonces, ¿está en el golfo Pérsico?
No, salvo un exclave que no viene a cuento. Dentro de la península arábiga, Omán es el
país que queda abajo a la derecha, o por decirlo en términos geográficos, en el
sudeste, con la costa a lo que se llama mar arábigo, un pedacito del océano
Índico.
Este territorio formó parte del imperio
selyúcida hasta que en el año 1154 los expulsó la dinastía nebaníes (nabhanitas o nebhanitas, como lo he visto escrito). Estos
reyes eligieron Bahla. Estaban en una ruta secundaria del comercio del
incienso, la que iba por el interior hacia Baréin, Bagdad y, en último término,
llegaba a Damasco. Los nebaníes gobernaron
hasta el siglo XV, y durante su dominio, se construyó esta fortaleza.
El fuerte de Bahla es un lugar Patrimonio
de la Humanidad desde el año 1987; estuvo en peligro entre 1988 y 2004, pero
pasó por una restauración y actualmente se considera a salvo. En su página web,
la Unesco describe así este lugar:
El oasis de Bahla
debió su prosperidad a la tribu de los Banu Nebhan, que impuso su dominación
sobre el conjunto de los clanes de la región desde el siglo XII hasta finales
del siglo XV. Son testigos de su poderío los vestigios del inmenso fuerte de
murallas y torres de ladrillo crudo con cimientos de piedra que erigieron. Esta
fortificación constituye un ejemplo notable de las edificaciones de este tipo.
Se erigió en un lugar estratégico: un
oasis a los pies de las tierras altas de Yébel Ajdar, paso de las caravanas que
llevaban incienso.
Sobre cimientos de piedra, se alzó esta
construcción en ladrillo, adobe más bien, hecho con lodo y paja. Es
precisamente la pobreza de estos materiales la que determinó que quedara dañada
la estructura y por eso fuese tan necesaria la rehabilitación que se hizo a
principios del siglo XXI.
La parte más antigua es la alcazaba (Al-Qasabah). Luego hay otras dos partes,
ya de la Edad Moderna (ss. XVII-XVIII): Bait
al-Hadith y Bait Al-Jabal.
Este sitio tiene página en la Wikipedia, pero muy poquita cosa, me he basado más en la wiki en inglés.
Dada mi edad, y considerando por dónde anda este país, creo poco probable que llegue a visitarlo.
Pero puedo disfrutarlo en la distancia, con vídeos como este:
No sabéis cuánto agradezco a toda la gente que va por el mundo grabando estas cosas y compartiéndolo por internet.
Foto de Turol Jones (2009) CC BY-SA 2.0 Vía Wikimedia Commons
Ubicación:
cartuja de Miraflores (Burgos)
Fecha:
1496-99
Época: Arte gótico
Autor: Gil de Siloé
Gil de Siloé, el más espléndido escultor isabelino
Mientras en Italia se desarrollaba la
escultura renacentista, en España se seguía con modelos góticos, que desplegaron
gran esplendor y riqueza en época de los Reyes Católicos.
Estamos ya a finales del siglo XV, época
isabelina, pues reinaba ya Isabel la Católica. De hecho, fue ella la que
encargó al escultor Gil de Siloé, que tenía un espléndido taller en la rica
ciudad de Burgos, la construcción de un sepulcro para sus padres, Juan II e
Isabel de Portugal, así como para su hermano, el infante Don Alfonso. Esto fue
allá por los años 80 del siglo XV.
Pero hoy voy a hablar de algo que queda
detrás de este sepulcro real, el retablo tallado en madera, policromado y
dorado, en el altar mayor de la cartuja. Un retablo es lo que veis, una talla en madera enorme dividida en campos y calles, con profusión de figuras y escenas, todo pintado y dorado.
Esto de los retablos es como una cosa
muy española, y a finales del siglo XV hicieron un montón de ellos, cada vez
más grandes, para dar esa imagen omnipresente para el parroquiano. Impresiona, marea un poco, pero distrae la
mirada, escudriñando cada rincón y viendo cositas diversas.
Quien compuso el retablo, o sea, tuvo la
idea general y lo talló, con ayuda de su taller, fue Gil de Siloé, y el policromado y el dorado corrió a cargo de Diego de la Cruz. Como ya estamos en la
última década del siglo y, por lo tanto, ya estaba descubierta América, se dice
que el oro de este retablo procedía de los primeros envíos del continente
americano. A saber.
He leído que la técnica empleada por Diego
de la Cruz para la policromía era bastante sofisticada, se llamaba brocado aplicado y que consiste, al
parecer, y según la Wikipedia, en añadir
una filigrana que se ha labrado por separado a los ropajes y las hornacinas.
La impresión general es muy abigarrada,
que todo está lleno, y nos puede parece confuso. Lo cierto es que tiene su orden,
es una composición bastante pensada que hay que ir descubriendo por partes. Por
cierto que se considera inspirado por los modelos alemanes.
En el centro hay un círculo grande, con
Jesucristo crucificado. A un lado la Virgen y al otro San Juan.
En torno suyo, cuatro círculos más
pequeños con escenas de la Pasión.
La última cena
El prendimiento
El descendimiento de la cruz
Arriba hay un pelícano, símbolo del
sacrificio eucarístico, pues se creía que el pelícano alimentaba a su
descendencia con su propia sangre.
Fuera de la rueda, se ve a Dios Padre a
la izquierda y al Espíritu Santo, a la derecha, aguantando el travesaño de la
cruz.
En otros círculos que quedan fuera se
distingue a los Evangelistas.
En la parte inferior se representa la
Anunciación y el Nacimiento.
En los lados, las estatuas orantes y los
escudos de armas de los reyes enterrados en la capilla, Juan II e Isabel de
Portugal. Leones rampantes sostienen el escudo de castilla, y dos ángeles el de
Portugal.
En el rectángulo inferior se ven figuras
de gran tamaño que representan a diversos santos, como Catalina de Alejandría o
Santiago el Mayor.
Hay un curioso mecanismo rotatorio en la
parte que queda encima del tabernáculo. Según el momento del año, presenta una escena diferente. En total, son seis.
El estilo
es de gran originalidad. La talla es excelente, no en vano una de las cosas
que más se dicen de Gil de Siloé es que tenía una gran maestría técnica. También era virtuoso en el labrar piedra y alabastro,
como demuestran los espléndidos sepulcros de los reyes en la Cartuja.
Unía una gran fantasía al realismo en la
representación de las figuras.
Hay que enmarcar esta obra dentro de ese
estilo gótico isabelino tan peculiar
de España que mezclaba las formas góticas con influencias mudéjares y flamencas.
Os preguntaréis quién era este Gil de Siloé. Y mucha otra gente, también le gustaría saberlo. Desde luego, es una de
las máximas figuras de la escultura hispánica, y por lo tanto, de toda Europa,
en este momento histórico. Ahora, no se sabe de dónde venía, parece que
tiene un origen nórdico, pero no se aclaran si vino de Amberes, o de Orleans, si
era alemán de Núremberg o qué.
Nació en torno a 1440-50, tenía un gran
taller en Burgos, donde trabaja entre 1483 y 1500 y debió morir más o menos en
el cambio de siglo. Tuvo una vida más bien acomodado porque era el escultor del
momento. Sus obras más importantes son estas de la Cartuja de Miraflores, no
solo el retablo, sino también los sepulcros reales.
Sepulcro de Alfonso de Castilla (1492). este era hermano de Isabel la Católica, y si no hubiera muerto a los 14 años, pues el rey habría sido él y la historia de España habría sido posiblemente distinta.
Sepulcro de don Juan II y doña Isabel de Portugal (1493). Estos que veis aquí, en su original sepulcro en forma de estrella, son los papás de Isabel la Católica. El alabastro parece labrado como si fuera cera.
Burgos es una de esas ciudades de la
España interior que siempre merece una visita de fin de semana. Pero no os
quedéis solo en la catedral gótica o el Museo de la Evolución Humana. No seáis vagos y cruzad el río Arlanzón y acercaos hasta la Cartuja
de Miraflores. Es Bien de Interés Cultural desde 1923 y forma parte del Patrimonio
de la Humanidad, como extensión de «Caminos de Santiago de Compostela: Camino
Francés y Caminos del Norte de España».
Puede que aún tardemos un poco en salir al extranjero, pero cuando podamos salir entre provincias o comunidades,
podemos gozar del turismo interior descubriendo estas joyitas patrias.
Si hay una ciudad que querría ver, sí o
sí, en caso de que alguna vez consiga viajar a Japón, es Kioto. El arte allí
es, simplemente, impresionante.
Los Monumentos históricos de la antigua
Kioto (ciudades de Kioto, Uji y Otsu) son un lugar Patrimonio de la Humanidad desde
el año 1994. En su página web, se describe así:
Construida el año
794 a imagen y semejanza de las capitales de la antigua China, Kioto fue la
capital imperial del Japón desde su fundación hasta mediados del siglo XIX.
Núcleo central de la cultura japonesa desde mil años atrás, Kioto es un vivo
exponente del desarrollo de la arquitectura tradicional en madera –sobre todo
la religiosa–, así como del arte paisajístico nipón que ha influido en el
diseño de los jardines en el mundo entero.
Como es un sitio lleno de tanto arte,
con sus palacios, templos y jardines… No voy a describirlo entero. Solo me voy
a fijar en este jardín, uno de los más famosos del mundo, que está en uno de
sus templos.
El nombre del templo es Ryōan-ji (竜安寺), que significa «El templo del
dragón tranquilo y pacífico». Se encuentra en Ukyō-ku.
Este templo zen tiene un «jardín seco»,
que en japonés se llama karesansui.
Para nosotros es raro, porque jardines y
parques lo asociamos a profusión de plantas, árboles, organismos vivos, pero
ellos consideran jardín a estas construcciones que son más bien materia
inorgánica: arena, grava y rocas. Puede haber un poquito de musgo, alguna
hierbecita, pero no gran cosa.
No es para que pasees por él sino para
que lo completes, a ras, o desde lo alto. Que lo mires, que pierdas la mirada,
que desconectes,…
Pero si te fijas, aunque tú no lo
entiendas como jardín, no encaje con lo que nosotros consideramos así, lo
cierto es que te transmite sensación de paz, de serenidad, te ayuda a
concentrarte. Así que cuando leo que los monjes zen los usan para meditar, me
lo creo.
Suelen ser chiquitines, y los elementos
reflejar otra cosa: la arena rastrillada, por ejemplo, sería el mar, que se
ondula como el agua en torno a los afloramientos rocosos.
Este de Kioto es seguramente el más
famoso, o el más conocido del mundo.
La reconstrucción del templo en el año
1488, después de que uno precedente fuera destruido en la guerra, se debe a Hosokawa
Masamoto. El templo sirvió de mausoleo para varios emperadores, aunque el
aspecto actual de sus tumbas es del siglo XIX.
Es conocido sobre todo por este jardín,
sobre el cual existen dudas. No se sabe realmente ni quién lo construyó ni cuándo.
Se cree que es de la segunda mitad del siglo XV, en torno a ese año 1488.
Tampoco se sabe si lo erigieron
jardineros especialistas (kawaramono)
o monjes. En cualquier caso, se produjo una refacción del jardín a finales del
siglo XVIII, después de que un incendio destruyera edificios y arrojaran aquí
los escombros.
Mide 25 x 10 metros. Sobre un lecho de grava
blanca, quince rocas cuidadosamente colocadas. Se distinguen cinco grupos: uno
de cinco piedras, dos de tres y tres de dos. Alrededor de las rocas, su
poquillo de musgo sobre el que parecen crecer, como picos montañosos sobre los
prados de altitudes inferiores.
¿Cuál es el significado de estas
piedras? ¿Están colocadas ahí por algo?
Pues es la típica obra de arte a la que
encuentran distintos significados. Islas en la corriente, o tigres cruzando un
arroyo, montañas sobre (me imagino yo) un mar de nubes, o que lo importante es
la grava, que forma la imagen de un árbol, con sus ramas…
Igual no significa nada, no hay un
significado preciso y único, sino que puedes ver en sus armoniosas formas lo
que tu cabeza proyecte en ellas.
La cúpula, vista desde el campanario Onanymous (2007) [CC BY 3.0], vía Wikimedia Commons
Ubicación:
Florencia (Toscana, Italia)
Fecha:
1420-1436
Estilo: Arte renacentista
Tipo de edificación: Iglesia
Tú
tira pa’lante, que ya rematará otro dentro de cien años
Esta cúpula es considerada el
punto de arranque de la arquitectura renacentista italiana, aunque conserva unos
cuantos caracteres góticos. No deja de ser un añadido cuatrocentista sobre un edificio del gótico tardío.
Su historia me deja un poco
perpleja. Los florentinos empezaron a construir su catedral a finales del siglo XIII, con un
proyecto de Arnoldo di Cambio (1340-1410) para ser la iglesia más grande del mundo. Eso
implicaba una cúpula en el crucero de un tamaño insólito, y lo tenían que ver desde el principio, ¿no?
Así que fueron construyendo a
lo largo de más de cien años y les
quedaba por resolver la cubierta en el crucero. Les imagino a todos mirando
preocupados aquel gran agujero. Tan enorme que no se les ocurría cómo podría cubrirse
con las técnicas tradicionales. Haciendo cálculos de la cantidad de árboles necesarios para las cimbras, el coste de tantísima madera, y moviendo la cabeza, dubitativos...
Que fuera una cúpula era algo
pensado desde el principio, ya que era la manera de resolver la cubierta del
crucero durante la Edad Media, sobre todo en el románico; en el gótico tiraban
más de agujas. El modelo que tenían
siempre en mente era la grandiosa Santa Sofía.
Cualquiera diría «hijos, estas
cosas hay que tenerlas pensadas». Montarte toda la obra,
trabajar durante más de un siglo, meter un montón de dinero, y no saber cómo lo
vas a acabar,... bueno, no parece muy sensato.
Y menos cuando desde el principio se sabía –insisto– que tendrían que construir la cúpula
de mayor diámetro del mundo.
Pero los florentinos eran así,
unos echados para adelante. Una república rica, gracias a la industria textil,
el comercio y la banca. La élite se podía permitir eso de gastar los cuartos en
el arte.
El honor de rematar la catedral de
Florencio debía otorgarse a quien realmente lo mereciera, así que montaron un concurso, como pasó con las puertas del baptisterio.
Sólo que esta vez no ganó
Ghiberti, sino Brunelleschi quien, después de lo de las puertas, se largó a Roma a desfogar un poco la
mala leche. Allí vio modelos de la Antigüedad. Estudió la cúpula del Panteón, que
era diferente de las medievales: enorme, aligerada con casetones y un óculo abierto
en lo alto.
Baptisterio románico Sailko (2006) [CC BY-SA 3.0]
Aquello que vio en Roma debió inspirar a Brunelleschi, aunque hay que dejar bien claro que no lo copió.
Siguió el modelo
medieval. Ya tenía a mano una cubierta de un edificio de planta octogonal, el
propio baptisterio de Florencia, de estilo románico. Ya digo que en la Edad
Media, sobre todo en el románico, se construyeron unas cuantas cúpulas.
Solo que esta debía tener un tamaño descomunal. La de Santa Sofía tenía
31,7 metros de diámetro y la de San Pedro, posterior, que tanto impresiona,
será más alta que esta, pero no más ancha.
Su diámetro interior es de 41,47
metros, mientras que en esta cúpula florentina el diámetro máximo del casquete
interior es de 45,5 metros; el del exterior llega hasta los 54,8 metros.
Y sí, hablo de interior y
exterior porque tiene dos casquetes,
uno interior y otro exterior. Luego lo detallo más. +
O sea que, aunque hubiera otras cúpulas en la
Europa medieval, esta es la que se convirtió en «la gran cúpula de Europa
Occidental» que sirvió de modelo para el futuro.
Aquí os pongo un dibujo que hizo Lodovico Cardi, también conocido como Cigoli (1613) [dominio público], para más o menos hacernos una idea de la estructura.
La cúpula se eleva sobre un tambor, como
ocurría con los cimborios góticos. ¿El problema de la madera para las cimbras? Bueno, no se usaron, igual es que no había árboles suficientes para tanta madera como se iba a necesitar,
dadas las dimensiones del proyecto. O que les iba a salir carísimo.
La solución era construir una estructura autoportante, es decir, que se soportara a sí misma al mismo tiempo que se está construyendo.
A la izquierda, un detalle de del interior de la
cúpula, fotografiado por Maksim Sokolov [CC BY-SA 4.0]
La cúpula interior es
semiesférica, con veinticuatro nervios. Para construirla, recurre a una técnica
romana, que es la de espiga de pez,
colocando los ladrillos de tal manera que el aspecto externo es como las
tablillas de un parqué.
Más que arquitectura, esto es albañilería pura y dura.
Por eso se dice que es la obra de albañilería más grande del mundo. Más de
cuatro millones de ladrillos.
La cúpula exterior es apuntada, haciendo uso del típico arco gótico, el ojival; de hecho, es como dos bóvedas de crucería cortándose. Se cubre con teja de barro cuyo color rojo contrasta con
el blanco de la piedra de los nervios.
¿Qué consigue con ello, con este tema de dos cúpulas, o una cúpula con dos casquetes? Pues
simplemente que se contrarresten los empujes de una y otra. Brunelleschi recurrió
a zunchos horizontales de piedra y
anillos de hierro; con ello absorbe el empuje de la estructura de nervios de
ladrillo.
Técnicamente, se habla aquí de
cúpula hemiesférica, que explican
con todo detalle en el artículo de la Wikipedia. También analizan las distintas
teorías sobre cómo pudo construirse esto. Como es un artículo bastante amplio, de nuevo a
él me remito.
El espacio entre los dos
casquetes de la cúpula permite subir hasta la linterna.
La decoración exterior cuenta
con una galería de arcos de medio punto y entablamento clásico. El aspecto
actual de la cúpula deriva también de obras posteriores, así la linterna que
remata se elaboró entre 1446 y 1461, el revestimiento exterior del tambor es de
1512-15 y las pinturas que adornan el interior, es ya de 1572 en adelante.
Filippo Brunelleschi (1377-1446)
está considerado como el primer gran arquitecto del «Quattrocento» italiano. En
otras obras suyas se ve más claro que en la cúpula ese deseo de recuperar los
modelos de la Antigüedad. Aquí dejo imágenes de las más destacadas, todas ellas en Florencia y cuya fuente es Wikimedia Commons:
Pórtico abierto del Hospital
de los Inocentes (Spedale degli Innocenti, 1417-36), fotografiada por Sailko en 2013 [CC BY-SA 3.0]
Interior de la basílica de San Lorenzo (Basilica di San Lorenzo, 1424-46), fotografiada por Stefan Bauer [CC BY-SA 2.5] en 2004
Vista interior de la cúpula de
la Capilla Pazzi (Cappella Pazzi, 1441-78) del convento de Santa Croce (1430), fotografía de Miguel
Hermoso Cuesta en 2015 [CC BY-SA 4.0]
Esta catedral forma parte del lugar Patrimonio de la
Humanidad «Centro histórico de Florencia»; la UNESCO la inscribió en esa lista en
el año 1982, y en su página web lo describede la siguiente manera:
Construida en el sitio de
un asentamiento etrusco, Florencia, la ciudad símbolo del Renacimiento,
desempeñó un papel económico y cultural preponderante en los siglos XV y XVI
bajo el gobierno de los Médicis. Seiscientos años de creatividad de genios del
arte como Giotto, Brunelleschi, Botticelli y Miguel Ángel han dejado su
impronta en la catedral del siglo XIII, las iglesias de Santa Maria del Fiore y
la Santa Croce, el Palacio de los Oficios y el palacio Pitti, entre otros monumentos.
Del artículo específico en la Wikipedia ya he dejado enlaces más arriba. Por si queréis charle una ojeada un
poco más en profundidad, aquí os dejo un documental titulado «Los secretos del
Duomo», donde elucubran a ver cómo es posible que se construyera la cúpula.
Os dejo enlace también a un podcast
reciente de Fernando Díaz Villanueva, titulado «Los orígenes del Renacimiento»,
muy sorprendente si tienes la idea tradicional del Renacimiento, la que los meros aficionados tenemos de cuando estudiamos en COU. De entrada, deja claro que el estilo
renacentista tiene un origen específicamente florentino.
La ideología subyacente es política: una
élite que quería distinguirse de los bárbaros góticos del norte. Y para ello
recurrieron a lo que era más propio de su civilización, que era el modelo antiguo,
el arte romano.
También me llama la atención esa
llamada a que nos fijemos en la realidad de las cosas, y no tanto en las elucubraciones
de un Burckhardt, que veía las cosas conforme a su (algo deformado) prisma al norte de los Alpes. Por ejemplo, que los temas mitológicos que se asocia tanto al Renacimiento en realidad fueron más frecuentes
en el Barroco. Es más el prejuicio lo que te hace ver el Barroco como un arte más religioso que el Renacimiento, como instrumento de la Contrarreforma católica, cuando en realidad todo el arte, desde el XV hasta el XVII, era predominantemente religioso y puede verse más secular en el Barroco que en el Quattrocento o el Cinquecento.
Son algunas de las ideas que puedes encontrar en ese podcast, da gusto que haya podcast de este tipo, que difundan conocimiento y opiniones sobre historia, y arte, de una forma tan amena.
Detalle de la tumba y mezquita de Tamerlán Adam Jones from Kelowna, BC, Canadá
(2012) / CC BY-SA 2.0
Tipo de construcción: tumba
Época: 1403-1404
Lugar: Samarcanda (Uzbekistán)
Nombres de leyenda
La verdad es que hay palabras que por sí solas evocan algo especial que
no sabes muy bien qué es. Samarcanda, desde luego, es una de ellas. Suena
exótico, rico, cosmopolita, cruce culturas en la ruta de la seda… Cosas
brillantes, aunque no sepas nombrar ni uno solo de sus monumentos…
Ni en qué
exrepública soviética se encuentra. Y si ya nos vamos a la tumba de
Tamerlán también te trae a la memoria un gran guerrero,… aunque, de
nuevo, no sepas muy bien ni cuándo vivió ni qué conquistó.
Pues hoy vamos a
descubrir al menos uno de los monumentos de esa ciudad que evoca las maravillas
de Oriente. El otro día hablé de La Alhambra,
monumento de la segunda etapa del arte islámico medieval. La joya
granadina está en el Mediterráneo occidental. Pues bien, la tumba de Tamerlán
encaja en la otra parte del mundo islámico, entre las escuelas orientales.
De
esa misma época y zona, ya habíamos visto la Gran mezquita de Ispahán, correspondiente al siglo XI. Es un ejemplo de la
arquitectura funeraria. El cuerpo de la construcción es un cuadrado bastante sencillo. Pero
encima ponían unas cúpulas impresionantes. Y es que una de las características
del arte islámico bajo las dinastías turcas es precisamente que proliferan las
cúpulas.
La parte externa de la cúpula, esa superficie curva, se llama
tradós (y, a veces, extradós) y tiene forma bulbosa. Se apoyan
sobre lo que se denomina tambor, que enlaza la
cúpula con el cuerpo de la construcción. Ambas partes se aprovechaban para
adornos, generalmente de cerámica esmaltada o vidriada.
Esto se ve muy claramente en este monumento. El tambor es cilíndrico, y
se aprecia en él decoración cúfica, es decir, con letras. La ornamentación de la
cúpula hace un dibujo como estrías, combinando el verde y el azul. He puesto una foto de este detalle, porque es realmente precioso.
Esta
edificación tuvo una gran influencia, porque se tomó como modelo para
tumbas de los emperadores mogoles de la India. Pensad por ejemplo en el famosísimo Taj Mahal.
Por cierto, que en mapas, artículos, etc., muchas veces no
lo verás denominado así, tumba de Tamerlán, sino Gur-e Amir, que en persa
quiere decir La tumba del rey. Que no solo Tamerlán está ahí, sino
también hijos suyos, de manera que se considera como la cripta de la dinastía
timúrida.
Para quienes les suene el nombre de Tamerlán, pero no acaben de
situarle, pues a continuación unas breves notas. Vivió entre 1336 y 1405. Es uno
de esos guerreros que surgieron de las enormes estepas en el corazón del
continente euroasiático, de hecho, el último gran conquistador de ese origen. Y
antes de que nadie me le llame árabe, deciros que no, que es turco, o sea, otra
lengua y otra etnia, que no todos los musulmanes tienen la misma cultura.
Como
dicen en la Wikipedia, en poco más de dos décadas, conquistó ocho millones de
kilómetros cuadrados de Eurasia, cruzando desde Delhi hasta Moscú, desde la
cordillera Tian Shan del Asia Central hasta los montes Tauro de Anatolia,
conquistando y reconquistando, arrasando algunas ciudades y perdonando a otras.
En el año 1370, Tamerlán convirtió Samarcanda en su capital. Era una
ciudad que ya tenía siglos de antigüedad, y que formaba parte de la Ruta de la
Seda. En los siguientes años, hasta su muerte, fue construyendo una nueva
ciudad, a la que llevó artesanos de todo su inmenso imperio. «Samarcanda –
Encrucijada de culturas» está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad
por la UNESCO desde 2001, y en su página web lo describe de la siguiente manera:
La ciudad histórica de Samarcanda fue una encrucijada y un crisol de culturas
del mundo entero. Fundada en el siglo VII a.C. con el nombre de Afrasyab,
alcanzó su apogeo en los siglos XIV y XV bajo los timúridas. Entre sus
principales monumentos destacan la mezquita y las madrazas del Registán, la
mezquita Bibi-Khanum, los conjuntos arquitectónicos de Shah i-Zinda y Gur
i-Emir, y el observatorio de Ulugh-Beg.
Tiene página en la Wikipedia tanto Samarcanda como en concreto el mausoleo Gur-e Amir, por si queréis profundizar algo más. Por echarle una
ojeada de mano de uno de tantos viajeros que recorren el mundo y nos lo cuentan,
os pongo aquí el vídeo de J. Agustín Núñez Guarde en YouTube:
Panorámica de la Alhambra, por Jebulon (2012), vía Wikimedia Commons
Ubicación:
Granada (Andalucía, España)
Fecha:
siglo XIV (palacios nazaríes)
Estilo: Arte islámico
Tipo de edificación: Palacio
fortaleza
Joya, joyita, joya, si no la conoces aún, ¿a qué esperas?
Hoy voy a hablar de una de las
joyas de la arquitectura española, sobre el que se ha escrito tanto, que no
sabía por dónde hincarle el diente.
Ha sido de siempre el monumento más
visitado de España. Al parecer, hace un par de años la superó la Sagrada Familia de Barcelona en visitantes pero, francamente (en mi humilde opinión), no hay
color.
¿En qué capítulo de la
historia del arte enmarcamos la Alhambra? En la segunda etapa del arte islámico
medieval, que iría desde finales del siglo XI hasta el siglo XVI. En esos
siglos, en el Mediterráneo occidental, se sucedieron los estilos, según quien
estuviera en el poder. De ellos he hablado aquí, tanto del arte almorávide (mezquita Kutubía de Marrakech)
como del posterior
arte almohade (la Giralda de Sevilla).
Ante todo, ha de decirse que la
Alhambra no es una sola construcción, sino que hablamos de edificios y
jardines, canalizaciones y defensas, en las alturas de la ciudad. No siguió
ningún plan preconcebido, sino que el que llegaba al poder, iba construyendo,
sin más… ¡Hasta un pegote renacentista, el Palacio de Carlos V! De esta obra de
Machuca espero poder hablar otro día. Ahora me voy a centrar en la Alhambra y
el Generalife dentro del arte islámico.
Vista de la Alhambra desde el
mirador de San Nicolás
Por Zackds (2007), CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons
Para que esto no se convierta
en monótona descripción de cada dependencia, he preferido hacer un pequeño
recorrido virtual por ciertos puntos que me parecen los más relevantes.
La primera impresión que
tienes de la Alhambra es que está arriba, en lo alto. Se le llama así, Alhambra,
«la roja» (al-Qalat al-Hamrá
significa «el castillo rojo») por el color del ladrillo que se usó para construirla.
Con lo que ya descubrimos una de las características del arte nazarí: construcción con materiales más bien pobres, como el ladrillo; la arcilla como
materia prima, en lugar de la más perdurable piedra. Es habitual la mampostería y el tapial. Los edificios nazaríes no son nada llamativos
por el exterior, lo que compensan con un interior muy (pero que muy)
ornamentado.
Las diferentes edificaciones de
la Alhambra se despliegan en una especie de cresta que yo tiendo a leer de oeste a este, o sea de izquierda a derecha, pero que en muchos mapas que encontraréis por ahí estará al revés, con el sur en la parte superior y el
norte en la inferior.
Lo primero que se percibe son
las torres y las murallas. Y es que la Alhambra es un palacio-fortaleza, es
decir, no solo residencia del poder sino también defensa militar del mismo.
Torre de la Vela, fotografiada por Sharon Mollerus en 2011 (CC BY 2.0)
En el extremo o punta occidental
estaría la Torre de la Vela, desde
la cual puedes ver toda Granada.
Inmediatamente detrás queda la
Alcazaba, donde residía la
guarnición que protegía a los reyes nazaríes. La Alcazaba, las torres y las
murallas serían las edificaciones de función defensiva que tiene la Alhambra.
Pasada la Alcazaba se alzan, a
la derecha, el palacio de Carlos V, del que ya digo que hablaré en otra
ocasión, si puedo. A la izquierda, o sea la parte norte, quedaría lo más representativo del conjunto,
dos palacios nazaríes del siglo XIV.
Quizá sea, además, lo que más
conocemos todos, las imágenes más prototípicas. Es importante tener presente que los palacios musulmanes tenían tres zonas: el mexuar (que es la parte
pública), el diwan (la oficial) y, finalmente, el harén (la privada). Y es
importante porque aquí sí que podemos verlo.
Empecemos con la parte pública.
El mexuar
es la zona administrativa, y se transformó bastante después de la conquista
cristiana a finales del siglo XV.
Seguimos con la oficial o diwan
que sería el palacio llamado Cuarto de Comares. Se corresponde con el reinado de
Yusuf I (1333-1354). Comares viene de qamariyya, que es como se llamaba a los vidrios de colores de las ventanas. Aquí tenemos, sobre las escarpaduras septentrionales, la Torre de Comares, en cuyo interior
destaca el salón del Trono. En el centro del palacio está el patio
de los Arrayanes, el más grande de toda la Alhambra.
Patio de los Arrayanes, por Tuxyso (2014) vía Wikimedia Commons
Y pasamos entonces al harén o residencia
privada, que sería lo siguiente que encontraríamos, yendo hacia el este. Es el Cuarto de los Leones, palacio que servía como residencia de invierno del soberano y toda su familia. Este
edificio se lo debemos al hijo de Yusuf I, Mohamed (o Muhammed) V (1354-1391).
Lo mismo que el de Comares, se
organiza en torno a un patio, en este caso el archiconocido Patio de los Leones, con una fuente en
medio, Más que en los torpes leones (la escultura animal no era algo en lo que destacaran precisamente) fijémonos en su simbolismo. Son doce leones, uno por cada signo
del Zodiaco. Y con la fuente conectan cuatro canales, representando cada uno
los cuatro ríos del paraíso coránico. Sería entonces una representación del Paraíso.
Patio de los Leones, por Oscarmu90 (2014), vía Wikicommons.
Pero sobretodo dejemos vagar la mirada por todo el entorno de este patio. Simplemente, espléndido.
Todo alrededor vemos la típica
columna nazarita. En el fuste,
delgadito y cilíndrico, hay anillos; en lugar de ponerle un capitel corintio,
ya demasiado visto, recurren a uno algo más creativo y novedoso: el capitel de dos cuerpos. El inferior
está decorado con una cinta, y el superior, cúbico, suele tener atauriques. Las columnas sostienen los arcos con yeserías.
Columnas del patio de los Leones, con sus fustes con anillos y sus capiteles con dos cuerpos.
Techo de la Sala de los Abencerrajes, por jvwpc (2004)
A este patio de los Leones se abren dos salas
impresionantes: la de los Abencerrajes y la de las Dos Hermanas. Ambas cuentan
con una bóveda de mocárabes, que son
de lo más hermoso del arte islámico, produciendo un efecto tan intenso que yo hasta
lo consideraría abrumador.
Bóveda de mocárabes en la Sala de las Dos Hermanas, por Jebulon (2012)
[CC
0] vía Wikimedia Commons
La Sala de los Abencerrajes tiene una impresionante bóveda de mocárabes. Ya he mencionado que los nazaríes ocultaban la humildad de los materiales de construcción con la abundancia de decoración.
Y uno de los recursos son estos mocárabes o prismas colgantes. Estas cúpulas de
mocábares se supone que simbolizan el cosmos, con la luz divina reflejada y ampliada
en cada uno de sus prismas. La diferencia entre los mocárabes occidentales y las muqarnas
del arte islámico la mencioné de pasada al comentar la Gran mezquita de Ispahán,del siglo XI, así que
tampoco me voy a repetir.
El detalle técnico de cómo se formaban estas decoraciones en yeso, aparentemente desorganizadas pero que en realidad tenían mucho cálculo detrás es bastante impresionante. Si queréis profundizar en el tema, aquí un análisis de un fragmento de una bóveda de mocárabes, en la página del patronato de la Alhambra.
Sala de las Dos Hermanas, por Javi Guerra Hernando (2009)
Enfrente a la Sala de los
Abencerrajes está la Sala de las Dos
Hermanas. Era una sala más de la residencia privada de los reyes nazaríes y
todo un ejemplo de los diversos recursos decorativos, algunos que procedían ya de otras épocas, como la sebka (red de rombos, procedente de los almohades), o la lacería (rosas geométricas que se entrelazan y se forman círculos, triángulos, etc. repitiendose indefinidamente).
Destacaría el uso decorativo del azulejo. Fijáos en esos zócalos que cubren la parte inferior del muro. De
esta técnica decorativa hablé en la entrada «Alicatado de la Alhambra».
Y claro, no puede faltar la típica decoración con escritura cúfica. Al parecer, el poema escrito en las paredes de la Sala de las Dos Hermanas empieza Jardín yo soy que la belleza adorna…
Mirador
de Lindaraja, por Leronich (2009)
Al fondo de la Sala de las Dos
Hermanas encontramos el Mirador de
Lindaraja o Daraxa, con un bello ventanal geminado que se abre a otro patio
interior, más pequeño, llamado Patio de
Lindaraja. Este jardín tan recoleto demuestra lo bien que supieron
aprovechar los desniveles de esta colina.
Junto a este patio se
encuentran unos baños que algunos consideran como de los mejores
del arte islámico.
Si la arquitectura no te dice nada (aunque me parece difícil), siempre tienes algo que recuerda todo
el que ha visitado la Alhambra: sus jardines.
No me voy a meter en el amor de la civilización islámica por el agua y los
jardines, o su relevante papel a la hora de traer y llevar
especies de un lado a otro. Gracias a los árabes llegaron a lo que hoy es España desde los cítricos y el arroz hasta la caña de azúcar
o las berenjenas.
Patio de la Alberca, en el Generalife, por Juandev (2008)
Aquí hay unos jardines
pegaditos a un palacio en ruinas, el Partal. Pero los más llamativos son los
que quedan al otro lado del cerro del Sol, en una colina vecina a la Alhambra: el palacio de verano de los
reyes nazaríes que es el Generalife.
Huertos, estanques, jardines… espléndidos y evocadores, con sus rumores, su
frescos, sus olores…
No me extraña que la Alhambra haya inspirado a tantos artistas. Es lugar común mencionar al estadounidense
Washington Irving y sus (bastante románticos) Cuentos de la
Alhambra (1832). Personalmente, prefiero una evocación musical, los Recuerdos de la Alhambra del maestro
Tárrega, pieza destacada del repertorio para guitarra clásica. Aquí, en You
Tube, una interpretación de Narciso Yepes en el Palau de la música de Barcelona.
Ya he explicado el contexto artístico de
este conjunto, pero me quedaría hacer una breve referencia al contexto
histórico, quiénes son estos nazaríes de los que estoy hablando todo el rato, que
vivieron el último esplendor del arte hispanomusulman.
Seré breve. Tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), se disolvió el imperio almohade. El territorio musulmán en la península se
dividió en pequeños reinos, llamados taifas. La taifa de Granada fue conquistada
en 1238 por los Banu Nasr y cayó en manos cristianas a principios de 1492.
Personalmente, considero que la Alhambra es un
monumento imprescindible si quieres conocer el arte islámico. Este lo encuentras en Europa, África y Asia, en multitud de países, no siempre acogedores para la turista mujer. Habrá muchos
lugares y ocasiones en los que no te sientas cómoda. Por eso, ver arte islámico
auténtico en España es una apuesta bastante segura.
La «Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada» es un
lugar inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde
1984, y en su página web lo describede la siguiente manera:
Situados en dos colinas
adyacentes, el Albaicín y la Alhambra forman el núcleo medieval de Granada que
domina la ciudad moderna. En la parte este de la fortaleza y residencia real de
la Alhambra se hallan los maravillosos jardines del Generalife, casa de campo
de los emires que dominaron esta parte de España en los siglos XIII y XV. El
barrio del Albaicín conserva un rico conjunto de construcciones
hispanomusulmanas armoniosamente fusionadas con la arquitectura tradicional
andaluza.
El conjunto tiene un artículo bastante amplio en la Wikipedia; y además muchos de los elementos que lo componen tiene artículo propio, como se puede ver en la
Categoría: Alhambra: Generalife, Palacios nazaríes, Patio de
los Arrayanes, Patio de los Leones, Sala de los Reyes (Alhambra), Torres
Bermejas… y así hasta 54 artículos relacionados.
Por si queréis echarle una ojeada un
poco más en profundidad, aquí os dejo un documental de casi una hora sobre la
Alhambra.
Pero vamos, que en You Tube puedes
encontrar vídeos sobre la Alhambra hasta hartarte. Uno de los más recientes es
el de un yutubero al que sigo, El auriga del Arte, de este mismo verano de 2020, que hizo con motivo de la reapertura de estas instalaciones. Es bastante breve, un cuartito de hora.
Y por si quieres visitarlo,
este es el enlace a la página web de la Alhambra y el Generalife.