Jardín seco de Ryoanji (Kioto, Japón)
Fotografiado
por Stephane D'Alu
[CC BY-SA 3.0],
via Wikimedia Commons
Tipo de construcción: templo
Época: 1488
Lugar: Kioto (Japon)
Una sencillez capaz de dejarnos pensativos
Si hay una ciudad que querría ver, sí o
sí, en caso de que alguna vez consiga viajar a Japón, es Kioto. El arte allí
es, simplemente, impresionante.
Los Monumentos históricos de la antigua
Kioto (ciudades de Kioto, Uji y Otsu) son un lugar Patrimonio de la Humanidad desde
el año 1994. En su página web, se describe así:
Construida el año 794 a imagen y semejanza de las capitales de la antigua China, Kioto fue la capital imperial del Japón desde su fundación hasta mediados del siglo XIX. Núcleo central de la cultura japonesa desde mil años atrás, Kioto es un vivo exponente del desarrollo de la arquitectura tradicional en madera –sobre todo la religiosa–, así como del arte paisajístico nipón que ha influido en el diseño de los jardines en el mundo entero.
Como es un sitio lleno de tanto arte,
con sus palacios, templos y jardines… No voy a describirlo entero. Solo me voy
a fijar en este jardín, uno de los más famosos del mundo, que está en uno de
sus templos.
El nombre del templo es Ryōan-ji (竜安寺), que significa «El templo del
dragón tranquilo y pacífico». Se encuentra en Ukyō-ku.
Este templo zen tiene un «jardín seco»,
que en japonés se llama karesansui.
Para nosotros es raro, porque jardines y
parques lo asociamos a profusión de plantas, árboles, organismos vivos, pero
ellos consideran jardín a estas construcciones que son más bien materia
inorgánica: arena, grava y rocas. Puede haber un poquito de musgo, alguna
hierbecita, pero no gran cosa.
No es para que pasees por él sino para
que lo completes, a ras, o desde lo alto. Que lo mires, que pierdas la mirada,
que desconectes,…
Pero si te fijas, aunque tú no lo
entiendas como jardín, no encaje con lo que nosotros consideramos así, lo
cierto es que te transmite sensación de paz, de serenidad, te ayuda a
concentrarte. Así que cuando leo que los monjes zen los usan para meditar, me
lo creo.
Suelen ser chiquitines, y los elementos
reflejar otra cosa: la arena rastrillada, por ejemplo, sería el mar, que se
ondula como el agua en torno a los afloramientos rocosos.
Este de Kioto es seguramente el más
famoso, o el más conocido del mundo.
La reconstrucción del templo en el año
1488, después de que uno precedente fuera destruido en la guerra, se debe a Hosokawa
Masamoto. El templo sirvió de mausoleo para varios emperadores, aunque el
aspecto actual de sus tumbas es del siglo XIX.
Es conocido sobre todo por este jardín,
sobre el cual existen dudas. No se sabe realmente ni quién lo construyó ni cuándo.
Se cree que es de la segunda mitad del siglo XV, en torno a ese año 1488.
Tampoco se sabe si lo erigieron
jardineros especialistas (kawaramono)
o monjes. En cualquier caso, se produjo una refacción del jardín a finales del
siglo XVIII, después de que un incendio destruyera edificios y arrojaran aquí
los escombros.
Mide 25 x 10 metros. Sobre un lecho de grava
blanca, quince rocas cuidadosamente colocadas. Se distinguen cinco grupos: uno
de cinco piedras, dos de tres y tres de dos. Alrededor de las rocas, su
poquillo de musgo sobre el que parecen crecer, como picos montañosos sobre los
prados de altitudes inferiores.
¿Cuál es el significado de estas
piedras? ¿Están colocadas ahí por algo?
Pues es la típica obra de arte a la que
encuentran distintos significados. Islas en la corriente, o tigres cruzando un
arroyo, montañas sobre (me imagino yo) un mar de nubes, o que lo importante es
la grava, que forma la imagen de un árbol, con sus ramas…
Igual no significa nada, no hay un
significado preciso y único, sino que puedes ver en sus armoniosas formas lo
que tu cabeza proyecte en ellas.
El templo tiene página en la Wikipedia,
por si queréis profundizar un poquito más.
Yo solo me pregunto si alguna vez tendré
la oportunidad de verlo en persona. Este jardín y todo el maravilloso
patrimonio de Kioto.
Os dejo con un clip, en inglés, de una
breve visita a este jardín.
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