Vista del claustro Por Fjdrevorio [CC BY-SA 3.0] Vía Wikimedia Commons |
Ubicación:
Santillana del Mar (Cantabria)
Fecha:
siglo XII
Época: Arte románico
Una de esas joyitas que tengo al lado de casa
Aquí
voy a presumir un poco. A unos quince kilómetros de casa tengo esta preciosidad
románica, una de las grandes joyas arquitectónicas de Cantabria. Por si quieres
visitarlo, aquí hay una sugerencia de Arte Guías: «Ruta de dos días completos "Colegiatas Románicas de Cantabria" (2ª edición)».
Santillana
del Mar es una de las atracciones turísticas de Cantabria, de manera que
siempre que vas, hay gente, aunque hay momentos más apacibles y otros en los
que aquello parece una romería.
A
mí, que me lo puedo permitir, cuando más me gusta es en una tarde fría de
invierno, cuando las calles están desiertas, con los faroles iluminando
tenuemente los rincones de estas piedras medievales, y ya si de algún sitio te
llega el aroma a madera quemada, porque alguien cocine en horno de leña, o hayan
encendido una chimenea, entonces puedes abstraerte totalmente y figurarte que
vives en otra época.
…
Y necesitas entrar en alguna cafetería para entrar en calor con un rico chocolate
con picatostes.
De
la colegiata, voy a hablar del claustro, centrándome en sus capiteles, ejemplo
de escultura románica en España. Para enmarcarlo cronológicamente, estaríamos
dentro de las escuelas regionales del siglo XII.
La escultura románica española
se divide en tres fases: al siglo XI pertenecen cosas como el crucifijo de don Fernando y doña Sancha, el
claustro bajo de Silos o
la Puerta de las Platerías;
de las escuelas regionales del siglo XII puedo citar los capiteles de San Juan de la Peña o
este claustro, y finalmente en el último tercio del siglo XII, obras ya de
transición al gótico.
Entras
en el claustro. Tiene cuatro lados. En seguida te das cuenta de que no son del
mismo estilo todos los capiteles. Románicos serían los del norte, el sur y el
oeste. Los que aparecen al este ya son más bien góticos.
En
el lado norte vemos más bien capiteles con temas vegetales estilizados, como
hojas o palmeras.
Si
seguimos por el lado occidental, encontramos con temas vegetales, y lacerías, las
cuales son obvia influencia silense (o sea, de Santo Domingo de Silos).
En
la parte sur encontramos capiteles historiados, más complicados, ya con escenas muy
icónicas.
Aquí tenemos una foto de Zarateman. En su lucha contra un dragón, a un caballero le echan una mano los ángeles. Sería una metáfora de la Fe, avasallada por el Mal, o tentada por el pecado, pero vencerá con la ayuda angélica, o sea la Divinidad.
O este otro, en que un caballero atraviesa con su espada a un animal al que he visto identificado como un felino, incluso en particular un león. En cambio, David Gómez Fontanills, que hizo la foto que sale en Wikimedia Commons, dice que es un oso. Como lo veáis. Detrás se ve a un ángel también a modo de apoyo.
A mí me llama particularmente
la atención este capitel del lado Oeste, que reproduzco en la foto de Zarateman
para WikiCommons:
¿Por qué?
Pues porque es un centauro, con gorro frigio, atacando a un monstruo en forma de serpiente. Exacto, un tema clásico, grecorromano, que aparece en un rinconcito de la Europa meridional en plena Edad Media.
¿Quién talló estas piedras en
la costa cantábrica? Se considera que el estilo de los talleres palentinos influye
en el románico cántabro. Los ejemplos más destacados serían los capiteles y
canecillos no sólo de Santillana, sino también los de Cervatos o Castañeda. Los
de Santillana influirían luego en toda la costa cántabra.
Para ver en más detalle cada uno de los
capiteles y su iconografía, esta página dedicada a los claustros es muy ilustrativa, y me ha ayudado mucho a identificar los ejemplos que aquí os he puesto.
Y con esto termino esta
entrada, ya sabéis, como siempre hago sugerencia para viajecitos en puentes o
fines de semana. Cantabria queda bien merece la pena, y dentro de ella,
Santillana es una de sus joyas.
Juan Eslava Galán incluye Santillana del Mar entre los 1000 sitios que ver en España, recuerda que en el siglo XIII se designó capital de la merindad de las Asturias de Santillana, y sigue:
Prácticamente eran tres calles que formaban una y griega, lo mismo que hoy, aunque los edificios que vamos a ver abarcan desde el siglo XII al XVII, todos profusos en escudos nobiliarios. Hubo un tiempo, cuando los Austrias, en que todos los habitantes de la corte se buscaban ancestros en la Montaña santanderina porque se suponía que siendo así eras hijodalgo, o sea, noble, y entonces estabas exento de pagar impuestos.
Puedes ver en la villa muchas casas señoriales, con sus frondosos escudos. Os voy a poner solo un ejemplo, el escudo de los Quevedo, sí, esta casa perteneció a un pariente del poeta, que ostentaba su mismo apellido y descendía de su misma rama, según leo en la pág. 24 de Santillana, vía sentimental, de José Martínez Juliá:
Si te fijas bien, puedes ver lo que describe Martínez Juliá:
Junto a esta casa [se refiere a la de los Cossío, que sería la pared de la izquierda de esta imagen], se halla la de Quevedo, con el blasón de sus dos leones, el brazo con el pendón y el caldero, no distinguiéndose bien las tres lises, que con las restantes figuras formaban el escudo del ilustre poeta don Francisco de Quevedo y Villegas...
Os dejo, por último, una foto de la colegiata, declarada Monumento Nacional en 1889:
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