Historia de Josué, panel de la Puerta del Paraíso, 1425-1452
I, Sailko / CC BY-SA 3.0, vía Wikimedia Commons
Ubicación:
Baptisterio de Florencia (Toscana) Italia
Fecha:
1402-1424/1425-1452
Época: Arte renacentista
Una
Operación Triunfo renacentista
Vamos a ponernos en la República de
Florencia, año 1401. Un mundo mercantil sin reyes, donde mandaban los banqueros
y los comerciantes de la lana. Estaba en su mejor momento.
El siglo anterior había sido el de Siena, y Roma estaba de capa caída, sin el papa, todavía residente en Aviñón. Es por ello que el primer Renacimiento surgió allí, en la Toscana, y no por ejemplo en Roma.
Y cuando hay dinero, como suelo decir, hay arte. Los distintos gremios rivalizaban entre sí para ver quien conseguía la obra más excelsa. Cuestión de prestigio.
El Renacimiento, donde primero apareció, a lo que se ve, fue en escultura, y no en arquitectura ni pintura.
Y el primer gran escultor renacentista fue Lorenzo Ghiberti, quien, a sus 21 años de edad, se presentó, sin la menor vergüenza torera, al concurso convocado por Arte di Calimala, gremio de comerciantes textiles.
Se trataba de esculpir unas puertas de bronce, material noble y clásico donde los haya, para el baptisterio de la catedral de la ciudad.
Y, ¿cómo lo hicieron? Pues montaron un
concurso, ya digo, una Operación Triunfo del siglo XV.
Que distintos escultores elaboraran el
mismo tema, el sacrificio de Isaac, y ya juzgarían cuando era mejor.
Ganó este jovencito hijo
de un orfebre. Es verdad que empatado con
Brunelleschi, de manera que les dijeron que trabajaran juntos. Brunelleschi se
debió mosquear un poco, porque tiró la toalla y se largó a Roma.
Loseta con El sacrificio de Isaac para el concurso de las puertas del baptisterio (1401).
El sacrificio medía 45,7 x 40,6 cm y se guarda
actualmente en el Museo Nacional de Florencia.
Lo que es totalmente moderno es que
aparece un desnudo: el torno de Isaac, como si fuera un joven Apolo perfecto.
Es una imagen totalmente clásica y ajena a la mentalidad medieval.
Logra sensación de profundidad con ese ángel en escorzo, y la representación del paisaje.
Como la obra era de gran envergadura,
Ghiberti, ayudado por su padre el orfebre, organizó un taller que se convirtió
en el más potente de Florencia. Por allí pasaron, en las décadas siguientes,
grandes artistas que ya irán apareciendo por aquí, como Donatello o Uccello.
Puertas del norte (primeras puertas). 28 paneles.
Hacer esta puerta les llevó 21 años. Cuando se instaló, finalmente, el 19 de abril de 1424, deslumbró.
Curiosamente, al final no se representaron episodios del Antiguo testamento, sino escenas evangélicas, 28 paneles sobre la vida de Cristo.
Estaban enmarcados en una forma muy
medieval, en cuatrifolios. Tampoco voy a detallar cada uno de ellos.
Baste decir que los cuadros superiores se dedican a episodios de la Vida de Cristo. Los inferiores, a los evangelistas y a los padres de la iglesia.
La obra, aunque sigue un esquema general unitario, como se ejecutó a lo largo de dos décadas, acaba teniendo variaciones estilísticas que se pueden apreciar.
Así, la Natividad (h. 1404-1407) es muy parecida al modelo del Sacrificio de Isaac, con un esquema compositivo en diagonal. Hacia el año 1415, Ghiberti acogió nuevas ideas renacentistas, colocando las figuras en contextos espaciales creíbles, como en La flagelación de Cristo, en la que el artista excluye el drama, la tensión expresionista.
La puerta del Paraíso, Sailko (2015) / CC BY-SA 3.0
A la gente le gustó tanto esta obra que le encargaron otra pareja de puertas. A estas segundas puertas Miguel Ángel las llamó Puertas del Paraíso, o Puerta de la Gloria.
Aquí los paneles ya no tenían la forma de cuatro hojas. Aquí el número de escenas era menor, diez. El tema seguía siendo religioso, pero despliega todas las características del renacimiento, pues se ve que Ghiberti trabaja cada placa como si fuera una pintura, logrando dar sensación de volumen y de profundidad.
Esta obra maestra se enmarca en la
escultura del Quattrocento. El Renacimiento en Italia tiene dos momentos, el
Quattrocento (siglo XV) y el Cinquecento (siglo XIV).
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