Panorámica de la Alhambra, por Jebulon (2012), vía Wikimedia Commons
Ubicación:
Granada (Andalucía, España)
Fecha:
siglo XIV (palacios nazaríes)
Estilo: Arte islámico
Tipo de edificación: Palacio
fortaleza
Joya, joyita, joya, si no la conoces aún, ¿a qué esperas?
Hoy voy a hablar de una de las joyas de la arquitectura española, sobre el que se ha escrito tanto, que no sabía por dónde hincarle el diente.
Ha sido de siempre el monumento más
visitado de España. Al parecer, hace un par de años la superó la Sagrada Familia de Barcelona en visitantes pero, francamente (en mi humilde opinión), no hay
color.
Para que esto no se convierta en monótona descripción de cada dependencia, he preferido hacer un pequeño recorrido virtual por ciertos puntos que me parecen los más relevantes.
Lo primero que se percibe son las torres y las murallas. Y es que la Alhambra es un palacio-fortaleza, es decir, no solo residencia del poder sino también defensa militar del mismo.
Torre de la Vela, fotografiada por Sharon Mollerus en 2011 (CC BY 2.0)
En el extremo o punta occidental estaría la Torre de la Vela, desde la cual puedes ver toda Granada.
Patio de los Arrayanes, por Tuxyso (2014) vía Wikimedia Commons
Y pasamos entonces al harén o residencia privada, que sería lo siguiente que encontraríamos, yendo hacia el este. Es el Cuarto de los Leones, palacio que servía como residencia de invierno del soberano y toda su familia. Este edificio se lo debemos al hijo de Yusuf I, Mohamed (o Muhammed) V (1354-1391).
Pero sobretodo dejemos vagar la mirada por todo el entorno de este patio. Simplemente, espléndido.
Todo alrededor vemos la típica columna nazarita. En el fuste, delgadito y cilíndrico, hay anillos; en lugar de ponerle un capitel corintio, ya demasiado visto, recurren a uno algo más creativo y novedoso: el capitel de dos cuerpos. El inferior está decorado con una cinta, y el superior, cúbico, suele tener atauriques. Las columnas sostienen los arcos con yeserías.
A este patio de los Leones se abren dos salas impresionantes: la de los Abencerrajes y la de las Dos Hermanas. Ambas cuentan con una bóveda de mocárabes, que son de lo más hermoso del arte islámico, produciendo un efecto tan intenso que yo hasta lo consideraría abrumador.
Bóveda de mocárabes en la Sala de las Dos Hermanas, por Jebulon (2012)
[CC
0] vía Wikimedia Commons
La Sala de los Abencerrajes tiene una impresionante bóveda de mocárabes. Ya he mencionado que los nazaríes ocultaban la humildad de los materiales de construcción con la abundancia de decoración. Y uno de los recursos son estos mocárabes o prismas colgantes. Estas cúpulas de mocábares se supone que simbolizan el cosmos, con la luz divina reflejada y ampliada en cada uno de sus prismas. La diferencia entre los mocárabes occidentales y las muqarnas del arte islámico la mencioné de pasada al comentar la Gran mezquita de Ispahán, del siglo XI, así que tampoco me voy a repetir.
El detalle técnico de cómo se formaban estas decoraciones en yeso, aparentemente desorganizadas pero que en realidad tenían mucho cálculo detrás es bastante impresionante. Si queréis profundizar en el tema, aquí un análisis de un fragmento de una bóveda de mocárabes, en la página del patronato de la Alhambra.
Enfrente a la Sala de los Abencerrajes está la Sala de las Dos Hermanas. Era una sala más de la residencia privada de los reyes nazaríes y todo un ejemplo de los diversos recursos decorativos, algunos que procedían ya de otras épocas, como la sebka (red de rombos, procedente de los almohades), o la lacería (rosas geométricas que se entrelazan y se forman círculos, triángulos, etc. repitiendose indefinidamente).
Destacaría el uso decorativo del azulejo. Fijáos en esos zócalos que cubren la parte inferior del muro. De esta técnica decorativa hablé en la entrada «Alicatado de la Alhambra».
Y claro, no puede faltar la típica decoración con escritura cúfica. Al parecer, el poema escrito en las paredes de la Sala de las Dos Hermanas empieza Jardín yo soy que la belleza adorna…
Mirador de Lindaraja, por Leronich (2009)
Al fondo de la Sala de las Dos
Hermanas encontramos el Mirador de
Lindaraja o Daraxa, con un bello ventanal geminado que se abre a otro patio
interior, más pequeño, llamado Patio de
Lindaraja. Este jardín tan recoleto demuestra lo bien que supieron
aprovechar los desniveles de esta colina.
Aquí hay unos jardines pegaditos a un palacio en ruinas, el Partal. Pero los más llamativos son los que quedan al otro lado del cerro del Sol, en una colina vecina a la Alhambra: el palacio de verano de los reyes nazaríes que es el Generalife. Huertos, estanques, jardines… espléndidos y evocadores, con sus rumores, su frescos, sus olores…
Ya he explicado el contexto artístico de este conjunto, pero me quedaría hacer una breve referencia al contexto histórico, quiénes son estos nazaríes de los que estoy hablando todo el rato, que vivieron el último esplendor del arte hispanomusulman.
Seré breve. Tras la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212), se disolvió el imperio almohade. El territorio musulmán en la península se
dividió en pequeños reinos, llamados taifas. La taifa de Granada fue conquistada
en 1238 por los Banu Nasr y cayó en manos cristianas a principios de 1492.
Situados en dos colinas adyacentes, el Albaicín y la Alhambra forman el núcleo medieval de Granada que domina la ciudad moderna. En la parte este de la fortaleza y residencia real de la Alhambra se hallan los maravillosos jardines del Generalife, casa de campo de los emires que dominaron esta parte de España en los siglos XIII y XV. El barrio del Albaicín conserva un rico conjunto de construcciones hispanomusulmanas armoniosamente fusionadas con la arquitectura tradicional andaluza.
El conjunto tiene un artículo bastante amplio en la Wikipedia; y además muchos de los elementos que lo componen tiene artículo propio, como se puede ver en la Categoría: Alhambra: Generalife, Palacios nazaríes, Patio de los Arrayanes, Patio de los Leones, Sala de los Reyes (Alhambra), Torres Bermejas… y así hasta 54 artículos relacionados.
Pero vamos, que en You Tube puedes encontrar vídeos sobre la Alhambra hasta hartarte. Uno de los más recientes es el de un yutubero al que sigo, El auriga del Arte, de este mismo verano de 2020, que hizo con motivo de la reapertura de estas instalaciones. Es bastante breve, un cuartito de hora.
Y por si quieres visitarlo, este es el enlace a la página web de la Alhambra y el Generalife.
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