Póster en Film Affinity |
Capitaine Conan
Año: 1996
País:
Francia
Dirección:
Bertrand Tavernier
Música:
Oswald D'Andrea
Como es domingo, nos vamos al cine a
ver… otra de mis pelis favoritas
Vi esta película cuando se estrenó, a
mediados de los noventa. Me dejó impresionada y la recordaba como una de las
mejores películas bélicas que había visto. Pero no había tenido la oportunidad
de volver a verla hasta hace poco.
La historia que te cuenta se desarrolla
en el frente oriental de la Primera Guerra Mundial. Allí están los franceses,
peleando, entre búlgaros y rumanos, de una manera tan confusa que salvo que te
guste mucho la historia de la PGM, no tienes claro por qué están allí ni con
quien combaten.
Me parece todo un acierto, porque te muestra
aún más el escaso sentido que tienen, pasados los años, algunas luchas. Qué más
da quien es amigo o enemigo. Lo que ves es a un auténtico guerrero, el Conan
del título, un oficial que por el uniforme tengo la impresión que debía ser de
un regimiento de cazadores.
A lo largo de la película, se revela como un
tipo muy competente en esto de la guerra. Sabe luchar a corta distancia,
tomando nidos de ametralladoras cuchillo en mano. No obstante, también hace
buen uso de otras armas, y comprende el terreno y la disposición de las tropas.
Cuenta con la lealtad de sus hombres, a los que sabe dirigir en batalla con brillantez… y por los que da la cara cuando es preciso. Es un auténtico líder, mientras que otros oficiales son meros jefes.
Conan es de los que piensan que muchos lucharon en la Gran Guerra, pero que solo unos tres mil, él entre
ellos, la ganaron.
Cuando llega el
armisticio, este ejército oriental no es desmovilizado. Sigue por
los Balcanes, lo acantonan en esta o aquella capital y acabará combatiendo en otras
batallitas.
A Capitán Conan se le pone la etiqueta de antibelicista,
como a toda película que te muestra lo absurdo y brutal de la guerra. Lo que
ocurre es que la guerra, siendo como es lo peor del mundo, también sabe sacar
lo mejor de muchas personas, momentos de heroísmo y de sacrificio personal que
no pueden dejar de mostrar.
Esta película es demasiado amplia como
para quedarse solo en eso. Te lleva a diversos escenarios y subtramas. Tienes
tu dosis justa de batallas, realistas, confusas, con gente gritando de acá para
allá montaña arriba… también un retrato del ejército, las diversas clases sociales, cómo son los oficiales y la carne de cañón… contamos con el elemento judicial de
consejos de guerra por diversas infracciones, que no se niegan, solo que es
difícil ser un soldado eficaz y luego convertirse en un maripuri cuando estás
acuartelado… hasta una investigación policial sobre un delito.
Es una película impresionante. Para mí,
una de las mejores películas bélicas de la historia.
En un marco épico consigue ser, sin
embargo, más bien lírica, emocional, de distancias cortas. Ayuda por supuesto
una dirección magistral de un Tavernier en estado de gracia.
Tavernier no es un Spielberg que haga de
la guerra un espectáculo, sino un director que habla de personas. Este es otro
tipo de película diferente a Salvar al soldado Ryan, y más cercana, en algún momento, a Senderos de gloria de Kubrick, dos películas que también me han
gustado y que he comentado aquí.
Sobre todo, destacaría a sus actores.
Inmensos. Por supuesto, a Philippe Torreton en su interpretación del rol
titular. Te acongoja, de verdad. Este actor de teatro clásico formaba parte
de la Comédie-Française cuando se prestó a interpretar a Conan; consiguió de
esta manera ser el primer actor de este teatro que ganó el cinematográfico
premio César, precisamente por esta película.
Torreton no funcionaría si no
tuviera su contraparte en el sobrio Samuel Le Bihan, que interpreta a otro
oficial, Norbert. Más amable, con mejor educación, piensa más las cosas y, por así decirlo, ve más lejos que Conan. Acabas entendiendo que su competencia es de otro tipo, igualmente útil y
práctica.
Entre estas dos personas tan diferentes,
un guerrero despiadado y un intelectual más comedido, nace una amistad que
pasará sus buenos y sus malos momentos. Por si no lo has visto, no te voy a
contar cómo acaba la cosa, aunque debo decir que, de toda la película, de lo
que más me acordaba, quince años después, era de la escena final entre estos
dos.
Los secundarios son de esos que,
apareciendo en unas pocas escenas, retratan perfectamente qué tipo de persona
son: el general indiferente a la vida de los soldados, el soldado brutal y
limitado, el refinado aristócrata para el que su honor familiar lo es todo, la
madre atribulada que incordia a todos… Comprendes quién es cada uno y por qué
es como es.
Solo la conjunción de un dirección
genial, una medida puesta en escena y sabias interpretaciones de actores
requetebuenos se consigue eso, convertir el cliché en arquetipo con solo dos
pinceladas.
Es una de esas películas que para mí lo
tiene prácticamente todo. Es una película bélica, género que suele gustarme. Sus interpretaciones intensas son de esas contenidas que tanto me gustan, sin lo
que yo llamo «histerismos de método». Habla de historia europea, lo cual siempre
provoca el pensamiento, la reflexión, de manera que días (en este caso, años)
después de verla, sigues dándole vueltas a lo que has visto.
Únele una forma de narrar sin prisa pero
sin pausa, para que te entretenga mientras al mismo tiempo eres consciente de que te estás metiendo en algo muy serio.
Es una de esas películas que he visto
V.O., para mí no hay color. Sé que hay gente que rechaza las películas en
versión original. No voy al cine a leer, dicen, y los actores de doblaje españoles son excelentes. No lo niego, pero mi
experiencia es otra.
Una película en original es diferente
que doblada. Hay cinematografías como la japonesa y la francesa, que me parece
absolutamente necesario ver en original. Yo creo que es por los silencios, hay
algo en la forma que tienen de rodar o de relacionarse en esas cinematografías
o en esos países. No lo sé.
Cuando veo una película francesa doblada
lo que me parece es que a veces falta algo, hay un vacío cuando nadie habla; en
cambio, cuando está en original, lo que noto en esa misma escena es el
silencio, que no es lo mismo que el vacío.
Tengo debilidad por el cine francés. Es
verdad que la mayor parte de las películas que he visto en mi vida son
estadounidenses. Al fin y al cabo, son la gran fábrica de cine en Occidente. Sé
que en la India producen mayor cantidad, si no hablo de ellas es porque he
visto pocas y no me han llegado al corazón. Cuando una película me gusta de
verdad, me llega, suele ser europea. Y dentro de las diferentes
cinematografías, la francesa por ejemplo me gusta más que la española; son
películas y tipos de interpretación que me van más.
Me queda hablar de la mujer en esta
película. Como es lógico, en un entorno tan masculino, las figuras femeninas
son escasas y siempre en un rol clásico de amante o de madre; incluso cuando
ves a alguna enfermera, acabará abrazada o besándose con alguien. Me fijo en
ello, sin que me moleste porque, al fin y al cabo, el entorno militar era (y
sigue siendo en gran medida) así, masculino. Otra cosa sería absurdo y anti-histórico.
Si quieres una película entretenida, con
unas interpretaciones excepcionales en un marco poco visitado, puedes darle una
oportunidad. También si te interesa la Primera Guerra Mundial. He comprobado
que, cuando a Pérez-Reverte le preguntaron en Twitter por una película sobre la
Gran Guerra, recomendó esta. No me extraña, debió pasarle como a mí.
Cuando Garci tenía aquel estupendo programa de televisión que se llamaba Qué grande es el cine, pusieron esta película hace cosa de once años. En You Tube podéis ver clips con la presentación y el debate posterior (poned solo Qué grande es el cine y Capitán Conan).
(Ay, cuánto echo en falta programas semejantes en esta patética televisión pública española. La de películas de calidad que vi durante años y... No me voy a meter en política, no. Lo dejo ahí.)
Esta película obtuvo dos premios César
(el premio cinematográfico francés), en las categorías de mejor director y actor
(Philippe Torreton, of course) y una
mención especial en el Festival de San Sebastián.
En los premios del Cine Europeo fue
nominada a mejor película y actor (de nuevo, Torreton). No ganó en ninguna de
ellas.
No sé en cuántas listas de cien mejores
películas aparecerá. Es la típica película europea de calidad que costó más de
lo que recaudó. Para mí, simplemente, resulta imprescindible y tenía que
aparecer en la mía.
Para saber más: consúltese la Wikipedia (ojo: te destripan todo el argumento), Film Affinity o la Internet Movie Data Base.
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