Lohengrin, Ópera de Oslo (2015) Por Christian Michelides [CC BY-SA 4.0], vía Wikimedia Commons |
Estreno:
Weimar, 28 de agosto de 1850
Compositor:
Richard Wagner
Libreto
en alemán: del propio compositor, basado en un poema épico medieval en lengua alemana
Género: ópera
romántica
Tal
día como hoy se estrenó, en el Gran Teatro Ducal de Weimar, esta ópera que supone la culminación de la primera época en la producción de Wagner
Las primeras óperas de Wagner suelen
tener protagonistas solitarios, en manos del Destino, de algo más poderoso que
ellos mismos que les zarandea y determina su futuro.
Aquí tenemos a Lohengrin, misterioso
caballero que aparece en Amberes, mediados del siglo X, para asumir la defensa,
en un juicio de Dios, de una damisela en apuros. Se trata de Elsa de Brabante,
a quien acusan de haber asesinado a su hermano. Como la histórica Teutberga, de
la que hablé al comentar el Cristal deLotario, estas cosas se sometían a ordalía
o juicio de Dios.
Este misterioso caballero que llega al
lugar arrastrado por un cisne, vencerá en nombre de Elsa, e incluso se casará
con ella. Aunque le advierte que no debe preguntar sobre su identidad. Los malos de
la película le comen la oreja a Elsa, quien acabará formulando la fatídica
pregunta.
Es Lohengrin, hijo de Parsifal, caballero
del Grial. Él se marchará, pero el cisne se queda, transformado en un
joven príncipe. Se trata del hermano de Elsa, que no estaba muerto sino solo hechizado.
Como se ve, Wagner sitúa la leyenda medieval del Caballero del Cisne, en la versión del poeta Wolfram von
Eschenbach (siglo XIII, que le metió en el ciclo arturiano) en la época del
reinado histórico de Enrique el Pajarero. Algo absurdo porque, de hecho, durante la época de Enrique la leyenda del Caballero del Cisne ya existía, pero no se relacionaba con el tema artúrico, que es más de la Baja Edad Media.
Wagner compuso esta ópera entre el año 1845
y 1848, pero no la pudo estrenar porque se metió en temas revolucionarios,
participando en el alzamiento de Mayo de 1849 en Dresde, y tuvo que exiliarse
en Suiza. Consiguió que lo estrenara su amigo Franz Liszt en Weimar en el año 1850,
escogiendo como día del estreno el del aniversario de Goethe, el más famoso de
los ciudadanos de Weimar.
Fue un éxito inmediato. Wagner no presenciaría una
representación entera de esta ópera hasta el año 1861, en Viena.
Esta obra, según José-María Martín Triana, «es al mismo
tiempo la despedida de Wagner del género operístico, y el amanecer del drama
musical».
Es una obra con muchos momentos inolvidables, pero los más conocidos son la obertura, que ya contiene varios de los temas (ya se sabe leitmotiv y todo eso) que luego van a estar
presentes en la ópera y, desde luego, la archiconocida «Marcha nupcial» como
preludio del Acto III, el coro «Treulich geführt».
Dentro de lo que son las primeras óperas
de Wagner, creo que es de las más asequibles y entretenidas para el público en
general. Es cierto que dura más de tres horas, pero el libreto estaba a mi
juicio bastante equilibrado entre los momentos en que avanza el argumento y los de
ensimismamiento de los personajes.
Como
grabación recomendada de esta ópera propongo la dirigida por Rudolf Kempe en 1962-63
para la EMI, con Jess Thomas (Lohengrin),
Elisabeth Grümmer (Elsa), Gottlob
Frick (rey Enrique), Christa Ludwig (Ortrud) y mi adorado Dietrich Fischer-Dieskau
como Friedrich von Telramund; el coro
es el de la Staatsoper (Ópera Estatal) de Viena y la orquesta, la Filarmónica
de la misma ciudad.
Para saber
más, la wikipedia. El libreto, en español y alemán, así como discografía
de referencia, en Kareol.
En You Tube
he encontrado esta grabación moderna en la Semperoper, con la Netrebko
debutando como Elsa. Creo que es del año 2016. Y tela, telita, lo estupendísima que es la diva rusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario