Capitel de Jesucristo y la mujer adúltera (¿?) Por Francis Raher [CC BY 2.0] vía Wikimedia Commons |
Ubicación:
Real monasterio de San Juan de la Peña (Aragón, España)
Fecha:
último tercio del siglo XII
Época: Arte románico
Autor: Maestro de Agüero o
Maestro de San Juan de la Peña
«Una
cueva de los agrestes y bellos Pirineos centrales, al resguardo de un potente
alero de piedra, como un nido de golondrinas» Eslava Galán
Una
de las mejores guías turísticas de España es, a mi juicio, los 1000 sitios que ver en España, de Juan Eslava
Galán, de donde cojo la frase anterior. A mí, al menos, que soy muy de turismo
nacional, me ha resultado muy útil, por eso lo cito de nuevo al hilo de esta obra de escultura románica.
En mi repaso del arte de la época no puedo olvidar los
maravillosos capiteles del claustro del monasterio de San Juan de la Peña.
El capitel que pongo como ejemplo tiene diversos títulos, porque no se sabe exactamente a qué episodio evangélico se refiere. En mi libro de Historia del Arte aparece como Jesús perdonando a la mujer adúltera, en otros como Marta suplicando a Cristo o, incluso, La curación de la hemorroisa. Los temas que se van desarrollando en todos los capiteles son, precisamente, los evangelios con escenas de la vida de Cristo.
En
cualquier caso, es evidente que la figura que hay a la derecha es la de
Jesucristo y, frente a él, una mujer. Como es propio del arte, representan los
episodios evangélicos con figuras vestidas y aparejadas como los contemporáneos al autor. Así se ve por ejemplo, que las mujeres medievales de la época aparece con la cabeza tocada. Eso de la verosimilitud histórica es algo totalmente ajeno al arte de la época. La composición, por lo demás, se adaptaba al espacio concreto en el que se iba a representar la escena.
Esta
obra se debe al Maestro de Agüero o Maestro de San Juan de la Peña, quien realizó gran parte del claustro en la segunda mitad del siglo XII. Este
artista anónimo se caracteriza por lo expresivo de los personajes, sobre todo
esos ojos abultados o saltones, exagerados en una palabra. Los pliegues de las
ropas están trazados simplemente con unas líneas.
Este
expresionismo es muy típico del románico español, y ya empieza a anunciar algo
del futuro dramatismo gótico, por lo que hay quien sitúa a este maestro entre
los de transición.
Aquí, vista general del claustro bajo la peña, obra de JI FilpoC [CC BY-SA 4.0] vía Wikimedia Commons |
La
época en que se construyó este claustro es ya avanzado el siglo XII, en concreto del último tercio, cuando
resulta que ya en otros lugares se estaba en el protogótico, como hemos visto
por ejemplo en el Pórtico de la Gloria o
el Real de Chartres.
Hay
que tener en cuenta, de nuevo, y no me cansaré de decirlo, la enorme importancia
del camino de Santiago, como vía a través de la cual fluyeron los estilos, los
ensayos y las creaciones, de acá para allá. A la influencia francesa hay que
sumar algo autóctono, no sé si de procedencia mozárabe o islámica, como la intensidad
expresiva, el dramatismo, de las figuras. Precisamente por unir la tradición
local con lo foráneo, en el siglo XII, se considera que en el siglo XII
predominaron las escuelas regionales.
Este
monasterio sería un ejemplo de la escuela aragonesa. Una característica típica
de esta escuela son los ojos abultados, como se ve también en la Adoración de
los Reyes en Santiago de Agüero.
El
estilo del maestro de San Juan de la Peña influyó en otras obras, como por
ejemplo la portada de Sangüesa, en la vecina Navarra.
Si
vais a San Juan de la Peña, cosa que recomiendo, porque en general Jaca y su
entorno bien merecen una visita, os daréis cuenta de que hay dos monasterios.
Uno, el antiguo, está en la montaña, remetido debajo de una enorme peña. Otro,
más moderna, queda en lo alto.
El
monasterio antiguo, sin perjuicio de que antes hubiera un cenobio, obedece a la
revitalización de la primera parte del siglo XI, reinando Sancho el Mayor de
Navarra. En 1071 Sancho Ramírez amplió el monasterio e hizo algo muy
trascendente para la historia eclesiástica, que fue introducir en la península
el rito romano, cuando hasta la fecha lo que se llevaba era el hispano-visigodo.
A quien interesen estos temas litúrgicos, puede ilustrarse en el artículo de la
Wikipedia dedicado a la Liturgia hispánica.
Fue
un lugar importantísimo en aquel siglo y el siguiente. Tenía tanta importancia
que incluso fue panteón real de la monarquía aragonesa. Hoy se puede visitar,
empezando por la iglesia, se sube a la pasando por el panteón, incluido el Panteón
de Nobles, y luego a través de la iglesia superior– se pasa al claustro bajo la
peña.
Como
ya he adelantado, este monasterio forma parte del sitio Patrimonio de la
Humanidad denominado «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y
Caminos del Norte de España». Se trata de una ampliación del lugar original,
que se hizo en el año 2015, y en la página web de la Unesco lo describen así:
Se trata de una extensión del bien cultural en serie denominado “Camino de Santiago de Compostela”, que se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993. Esta extensión comprende una red de cuatro itinerarios de peregrinación cristiana –el Camino costero, el Camino interior del País Vasco y La Rioja, el Camino de Liébana y el Camino primitivo– que suman unos 1.500 kilómetros y atraviesan el norte de la Península Ibérica. El bien cultural ampliado posee un rico patrimonio arquitectónico de gran importancia histórica, compuesto por edificios destinados a satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los peregrinos: puentes, albergues, hospitales, iglesias y catedrales. También cuenta con algunas de las rutas primigenias de peregrinación a Santiago de Compostela, creadas después de que en el siglo IX se descubriera en el territorio de esta localidad un sepulcro que, según se cree, encierra los restos mortales del apóstol Santiago el Mayor.
Para
saber más, aquí está el enlace a la página dedicada al Real Monasterio de San Juan de la Peña, bastante completo.
En
You Tube hay unos cuantos clips sobre este lugar, porque es muy visitado. Por
coger uno, he optado por el de Olivier Rodríguez, que le dedica unos minutos al
que considera «El monasterio más impresionante de España».
Y nada, lo ya dicho, si tenéis unos días tontos y no sabéis dónde ir, daos una vuelta por Jaca. Además de esa ciudad y su catedral, podéis visitar el castillo de Loarre y este monasterio de San Juan de la Peña, y otras cosas de interés.
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