sábado, 29 de junio de 2019

#3 Carro solar de Trundholm




Solvognen


Objeto: ¿exvoto?
Material: bronce y oro
Fecha: 1400-1300 a. C.
Lugar actual: Museo Nacional de Dinamarca (Copenhague)
Época: Edad de bronce


A veces por puro azar, en una turbera, vas y te encuentras esto que parece un juguetito

Muchos hallazgos arqueológicos se dan de manera aleatoria, por azar, porque alguien está arando, o construyendo una casa o una carretera, y de repente sale un objeto inesperado.

Es lo que ocurrió un día de septiembre del año 1902, en una turbera (o marisma, o pantano, que de las diferentes maneras lo he visto escrito) del noroeste de la isla de Selandia. Un paisano estaba arando; se ha guardado su nombre, Frederik Willumsen, Este señor encontró este objeto de medio metro, brillantito.

Estaba allí solito, sin más objetos. Muchos años después (en 1998) les dio por pasar por allí un detector de metales, y se encontraron en el mismo lugar otros fragmentos de las ruedas.

¿De cuándo es? Bueno, a la hora de datarlo el Museo Nacional lo pone como remotísimo, se tiran a lo más viejuno, 1400 a. C, aunque otros lo adelantan unos mil años (1300 a. C.). En cualquier caso, se enmarcaría en aquella época que se llamaba Edad de Bronce, la nórdica tardía. A muchos les suena raro porque algo así sería más bien posterior en el tiempo.

Por eso hay quien dice que recuerda que una cosa es encontrar el objeto en un sitio y otra distinta que se haya realizado allí. Esto pasa mucho, como los restos griegos que se encuentran en España. Y dicen, en esta hipótesis, que pudo tener procedencia danubiana.

Si se hubiera encontrado en una época con otro tipo de excavaciones más científicas, que tienen en cuenta en qué capa del suelo se encontró, se analiza la tierra, los restos, el polen, lo que permite ubicar algo mejor en el tiempo. Pero bueno, como no fue así, pues tendremos la duda hasta que haya alguna otra técnica que permita datarlo, o quizá que se encuentren otros objetos de estilo análogo que se puedan datar mejor por su contexto.

Como las fotos no siempre permiten que te hagas una idea de cómo son las cosas, os cuento que de un extremo a otro son unos 60 centímetros. Delante hay un caballito y detrás un disco cuyo diámetro es, aproximadamente, 25 centímetros.

Del caballito de delante hasta el disco hay una especie de vara y luego hay tres ejes, con una rueda en cada extremo: dos delante y uno detrás. Las ruedas tienen cuatro radios, aunque solo una de ellas se ha conservado completa.

Está hecho de bronce, con la técnica llamada de cera perdida. En realidad son dos discos de bronce unidos por un anillo exterior de bronce.

Una de las caras del disco, como se ve, tiene una fina lámina de oro, que ha sido labrado o repujado. Ahí se ven adornos muy elegantes de espirales, y círculos concéntricos, bandas en zigzag y bordes que son como rayos o flecos. La otra cara es oscura, no tiene oro, aunque sí que se pueden encontrar allí también espirales y círculos.

Vale, un caballo y un disco, pero esto, ¿qué es, qué representa? Pues se supone que es un caballo divino que tira del Sol, de una deidad solar. Así, el disco dorado sería Sól, una divinidad solar de la mitología nórdica, la diosa del Sol, hija de Mundilfari y Glaur, y esposa de Glenr. Cada día, esta diosa dirige su carroza a través de los cielos, tirada por dos corceles llamados Arvak y Alsvid.

Se supone que la cara brillante sería el día, del este a oeste, y la otra, la oscura, representaría la noche.

Esta figurilla, este objeto ¿con qué finalidad se hizo? Se ha considerado tradicionalmente que era una ofrenda votiva, como muchas otras figurillas que por toda la Edad de bronce se encuentran en tantos enterramientos por toda Europa.

Podría haberse usado en ceremonias religiosas, imitando con el movimiento del carro el rastro del Sol en el cielo. Últimamente hay una teoría que habla de que podría ser un calendario.

Ya sabéis, si queréis verlo, podéis ir marchando a Copenhague, en cuyo Museo Nacional se encuentra.

Como siempre, salvo otra indicación, las imágenes proceden de Wikimedia Commons.

No hay comentarios:

Publicar un comentario