Restos de la mezquita, por Habib Kaki (2018) [CC 0], via Wikimedia Commons |
Tipo de construcción: ciudad
Época: siglo XI
Lugar: Maadid, Argelia
Solo queda un
minarete impresionante de lo que fue capital de un reino
Antes de adentrarme en el estilo
románico, quiero seguir hablando de algunas construcciones islámicas
llamativas.
En las montañas del Magreb central, con
una altitud media de mil metros sobre el nivel del mar, en zona pedregosa, se
alza, solitaria y aparentemente en mitad de la nada, una torre minarete. Luego te acercas y ves que hay más restos, cimientos de lo que fue una ciudad comercial norteafricana.
Es lo único que queda de la que fuera
capital de los emires hamádidas entre el año 1007 y 1152.
Traduzco de la Wikipedia en inglés: «La
fortaleza fue construida en 1007 por Hammad ibn Buluggin, el hijo de Buluggin
ibn Ziri, el fundador de Argel. La ciudad se convirtió en la capital de los
bereberes hamádidas, y soportó un asedio por los Zirid [otros bereberes] en 1017.
En 1090 fue abandonada bajo la amenaza de los Banu Hilal, y quedó en parte
destruida por los almohades en 1152».
Estos almohades, si utilizáramos
términos de hoy (que ya sé que nunca se debe hacer hablando de historia,
aplicar términos, conceptos e ideas modernos al pasado, así que solo entendedlo
como una forma muy informal de hablar) serían los típicos integristas
religiosos a los que no les gustaba la vida muelle de los otros musulmanes. En
su fervor, crearon un reino en el norte de África y en Al-Ándalus. Luego,
evidentemente, también ellos se acomodarían y fragmentarían en nuevas taifas.
Pero eso escapa de la historia de hoy. Es solo para explicar por qué solo
quedan ruinas y una torre en solitario.
La mezquita debió ser, en aquel momento,
de las más grandotas de la región, trece naves, nada menos. Seguía el mismo
modelo arquitectónico que la Gran Mezquita de Kairuán, de la que ya hablé aquí.
Queda solo en pie el minarete, una torre
maciza con aspecto muy defensivo. Tiene, a día de hoy, 24,70 metros, pero de
antes medía más, es solo que se le derrumbó la parte superior. Cada lado mide
seis metros y medio de ancho, y está decorada con calles verticales
algo que se ve aquí por vez primera y que se repetirá, por ejemplo, en la posterior Giralda de Sevilla.
En el del centro, un poco retranqueado,
hay puertas y ventanas, enmarcadas en arcos y pilares adosados. Las calles de
los lados tienen un vano y aperturas ciegas, con arcos de medio punto y
decoración de cerámica.
También hay restos de un palacio, de la
muralla que lo rodeaba y de otros elementos urbanos, pero realmente lo que
se ve en el lugar, lo más destacado, es el alminar o minarete.
La «Kalâa de los Béni-Hammad» está
incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1980, y en su página web lo describe de la siguiente
manera:
Situadas en un paisaje montañoso de sorprendente belleza, las ruinas de la primera capital de los emires hamadidas –fundada en 1007 y destruida en 1152– ofrecen una imagen fidedigna de una ciudad musulmana fortificada. El oratorio de su mezquita, que es una de las más imponentes de Argelia, tiene trece naves con ocho bovedillas.
Como siempre, para saber más, podéis
empezar por la Wikipedia, aunque reconozco que la Wikipedia en francés es mucho más completa.
Aquí, un vídeo que no llega a tres minutos,
del canal de la Unesco, hablando de este lugar (en inglés)
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