Recreación moderna del asentamiento Por Dylan Kereluk (2003) [CC BY-SA 2.0], vía Wikimedia Commons |
Tipo de construcción: yacimiento
arqueológico
Época: siglo XI
Lugar: Terranova, Canadá
Restos de un
asentamiento vikingo en América del Norte
En el año 800, a Carlomagno lo coronaron
emperador en Roma. Parecía que su intento de unificar Occidente, reviviendo las
glorias del imperio romano, podría ser duradero, pero el imperio carolingio
pronto perdió fuelle, amenazado por todos los lados.
Desde mediados del siglo IX y durante
todo el siglo X, varios fueron los pueblos que amenazaron la Europa Occidental cristiana:
húngaros por el este, sarracenos por el Mediterráneo y, en las costas atlánticas,
los hombres del norte.
Daneses y noruegos asaltaban las rutas
comerciales, aparecían de repente en monasterios, pueblos y ciudades,... asaltaban, robaban, se llevaban esclavos y botín, y
desaparecían después de causar estragos. Una primera fase era más de razias y
asaltos, posteriormente empezaron los asentamientos como en las islas Británicas
o en lo que hoy es Normandía. En el sur, un lugar donde había entidades
políticas más fuertes y sólidas, no pasaron realmente a esa fase de conquista o
instauración de nuevos estados o señoríos. (La invasión normanda de Sicilia es
algo un poco más tardío, y ya eran vikingos cristianizados).
Lo que sí hicieron, en toda esa parte
norte de Europa, fue revitalizar el comercio: los varegos por lo que hoy es
Rusia, por ejemplo.
Se han dado diversas explicaciones a
este surgir repentino de los hombres del Norte por las costas europeas, que si
cambios climáticos, o exceso de población, o llámalo X. Muy atractiva es la
hipótesis del historiador francés Lucien Musset, quien considera que «el deseo
de ascenso social y la búsqueda de hazañas guerreras y patrimonios familiares,
fueron los estímulos más poderosos» (Heers (1984): Historia de la Edad Media, pág. 61).
Cuento todo esto para entender un poco
mejor quiénes eran esos pueblos aventureros, saqueadores y bastante primitivos,
que con sus rápidos barcos consiguieron expandirse por otros lados y que
consiguieron atravesar el Atlántico hasta llegar a Terranova.
Este asentamiento canadiense de L’Anse
aux Meadows data de finales de esta época de expansión vikinga. No llegaron
directamente de Escandinavia, sino que son gentes que llegaron a Islandia, de
ahí a Groenlandia y después a Terranova en torno al año 1000. Estuvieron unos
pocos años, no más de tres o cuatro y después, no se sabe si por la hostilidad
de los indígenas americanos, o porque no se acababan de acomodar, se volvieron
por donde vinieron.
Esta brevísima ocupación explica que el yacimiento
arqueológico, en sí, no tenga gran cosa: restos de unos ocho edificios, que se
dedicaron a viviendas y almacenes, además de una forja y un aserradero.
Para que los visitantes se hagan a la
idea de cómo era aquello, han realizado una reconstrucción de cómo era un
poblado nórdico.
El «Sitio histórico nacional de L’Anse
aux Meadows» está incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
desde 1978, siendo uno de los primeros en inscribirse (n.º 4), y en su página web lo describe de la siguiente manera:
Situado en el extremo de la Gran Península del Norte de la isla de Terranova, este parque alberga los vestigios de un asentamiento vikingo del siglo XI, que prueban una primera presencia de los europeos en el continente americano desde esa época. Las excavaciones han puesto al descubierto vestigios de edificios construidos con terrones de turba y armazones de madera, análogos a los encontrados en Groenlandia e Islandia.
Como siempre, para saber más, podéis
empezar por la Wikipedia.
Puedes leer más en la página web Turismo y Viajes.
Aquí, un vídeo de casi diez minutos de
un par de turistas (está en inglés) en este sitio, donde se ve lo desolado del
paraje y el frío, la lluvia, en fin… Te haces una idea muy buena y sin moverte
de tu calentita casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario