lunes, 13 de abril de 2020

#50 Crac de los Caballeros

Crac de los Caballeros
Obra derivada de Nev1 CC BY-2.0 (2011)




Para la edificación n.º 50 del resto del mundo quería algo especial, y aquí os lo traigo.
¡Es la primera lista de la que tengo hecha la mitad! Cuatro años después de empezar este blog.


Tipo de construcción: castillo
Época: 1142-1271
Lugar: distrito de Talkalaj (Siria)


Ahí estaba otra vez.
Baibars, el sultán de Egipto.

Hacía dos años que había venido y dejó pastar a sus animales por el campo. Entonces tuvo que volverse a Egipto por el desembarco de la Novena Cruzada, la de San Luis, que acabó como acabó.

Pero ahora, Baibars había vuelto.

El caballero hospitalario vio cómo una torre caía, víctima de una mina. Así se superaba el recinto exterior, esa línea de murallas y torres que había sido construida en ese mismo siglo, para duplicar la línea defensiva.

Se había convertido así en un castillo concéntrico. La fortificación se alzaba desafiante; la circundaba una doble línea de murallas, la interior y la exterior, con sus torres y sus estrechas aspilleras. Todo ello, en lo alto de un espolón montañoso en el desierto sirio.


Cuando los caballeros hospitalarios recibieron aquella fortificación corría el año 1142. Fue Raimundo II de Trípoli quien les entregó aquel bastión kurdo: de ahí le venía el nombre, «El fuerte de los kurdos». La Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, dedicada al cuidado de los peregrinos, la transformó en un castillo medieval impresionante, de gruesos muros, literalmente inexpugnable.

Una fortificación europea, con sus arcos apuntados y sus bóvedas de crucería, en pleno Oriente Próximo, en las últimas estribaciones de lo que entonces se conocía como Yabal Bahra.
Sala de los caballeros, con arcos apuntados góticos
CC BY 3.0, vía Wikimedia Commons





Una y otra vez fue asaltada, sin éxito. Hasta Saladino, el victorioso, el misericordioso, el unificador del Islam, pasó de largo. Se dio cuenta de que no merecía la pena desgastarse intentando conquistarlo.

Poco a poco fueron cayendo en manos musulmanas los reinos cristianos de Levante, sin que las sucesivas cruzadas pudieran revivirlos. Solo quedaban ellos, los caballeros del Crac. Y San Juan de Acre. Este sultán, Baibars, acababa ahora de rebasar la línea de defensa exterior y se enfrentaba a la interior, aún más impresionante.

Esta construcción de piedra caliza queda en lo que actualmente es el sur de Siria, muy cerca de la frontera con el Líbano. Aprovecha un emplazamiento ideal para cualquier edificación defensiva: lo alto de una colina, en el extremo de una crestería.

Dominaba el camino entre Trípoli (que fue cristiana) y Homs (la antigua Emesa de los romanos, cuna del desquiciado Heliogábalo, que siempre permaneció musulmana). Tenía un fértil campo a su alrededor, del que los caballeros hospitalarios obtenían tributos.

La construcción que se conserva es un cumplido modelo de castillo medieval, con su doble recinto amurallado, gruesas paredes y diversos recursos para hacer muy fácil su defensa con un puñado de personas. Además de aprovechar las pendientes del terreno, por uno de los lados tiene un glacis, elemento de la arquitectura militar que consiste, según el DRAE, en un «declive desde el camino cubierto hacia el campo».
Vista del glacis. Las torres redondeadas son del siglo XIII
Berbard Gagnon [CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons



Matacanes, aspilleras, camino de ronda, incluso unos agujeros que les llaman asesinos, por los que un hombre podía tirar montones de proyectiles sobre un ejército que pasara por debajo.

¿Todos esos elementos típicos que te imaginas en un castillo europeo medieval...? ¡Ahí los tienes!

La capilla, con bóveda de cañón
Bgag [CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons


La entrada principal, que estaba en uno de los puntos más vulnerables de la construcción, se hizo en forma de zigzag, un recurso procedente de las construcciones bizantinas, que al obligar al enemigo a moverse de esa manera, dificultaba un ataque frontal.

Las torres más antiguas son cuadradas, pero las del recinto exterior, el del siglo XIII, son redondas, un diseño que supone una mayor dificultad a los atacantes.

El «Crac de los Caballeros y Qal’at Salah Al Din» [la Fortaleza de Saladino] son Patrimonio de la Humanidad desde el año 2006, y en su página web, la Unesco lo describe así:

Estas dos fortalezas son ejemplos sumamente significativos del intercambio de influencias culturales y de la evolución de la arquitectura militar en el Cercano Oriente en tiempos de las Cruzadas (siglos XI al XIII). El Crac de los Caballeros fue construido por la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén entre 1142 y 1271. A finales del siglo XIII los mamelucos hicieron más obras en esta fortaleza, que es uno de los castillos de la época de las Cruzadas en mejor estado de conservación. Por su parte, el Castillo de Saladino (Qal’at Salah Al Din), aunque está parcialmente en ruinas, es otro ejemplo excepcional de este tipo de edificaciones militares, tanto en lo que se refiere a la calidad de su construcción como a la estratigrafía histórica subsistente. Esta última muestra los elementos bizantinos primigenios del siglo X, las transformaciones efectuadas por los francos a finales del siglo XII y las fortificaciones añadidas por la dinastía de los ayubidas (finales del siglo XII a mediados del XIII).

Actualmente se considera patrimonio de la humanidad en peligro. Durante la guerra civil siria, que empezó en 2011, la tomaron los rebeldes al gobierno, y este la recuperó. Homs ha sido uno de los centros de más encarnizada oposición al gobierno de Assad.

Lo peor de la guerra es, por supuesto, la tremenda pérdida de vidas humanas, casi un millón de muertos o mutilados y más de cuatro millones de desplazados…

Pero también se pierden o dañan las cosas que son patrimonio de todos, como este lugar. La guerra es el negocio más caro y destructivo. Se sigue evaluando su estado, lo que les ha servido para descubrir, por ejemplo, una cámara secreta el año pasado. Tienen que recuperarlo cuanto antes, pues el turismo atraído por este impresionante castillo medieval en pleno desierto es la principal riqueza de la zona… Cuando se recupere el turismo, y los viajes internacionales… si es que lo volvemos a ver alguna vez. Siria es un país lleno de historia y arqueología magnífica de todas las épocas de la historia.

Y, ¿consiguió al final el sultán mameluco Baibars tomar este lugar?

Nunca, nadie, jamás, lo tomó en batalla.
Es el castillo perfecto.
Cuenta la leyenda que, viéndose ante esas impresionantes murallas, paredes, torres, con unos defensores decididos a todo, Baibars recurrió al ingenio.
Hizo llegar a los sitiados una carta del maestre de su orden, que les ordenaba dejar en Crac e irse con él a San Juan de Acre. Ante una orden directa de su superior, los caballeros rindieron la plaza a Baibars quien, con honores, les entregó un salvoconducto para que pudieran llegar, sanos y salvos, a San Juan de Acre.
La carta era una falsificación.
Y Acre cayó veinte años después, en 1291.
La Orden del Hospital se instaló en Chipre y, luego, en Rodas.
Pero esa es ya otra historia.
Para saber más, como siempre, está el artículo en la Wikipedia, bastante completo

En You Tube tenemos este clip ruso, que nos trae Viajes Inusuales. Son imágenes tomadas por reporteros rusos a vista de dron, mostrando cómo quedó la ciudad y la fortaleza después de los combates. Así es como queda tu ciudad cuando la guerra le pasa por encima.

Más didáctico, el vídeo de Mundoescuela, que te cuenta en español la historia y las características de este castillo.

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