sábado, 7 de octubre de 2017

#25 Teotihuacán

Pirámide de la Luna
Por Deror_avi (2015)
[CC BY-SA 4.0]
Via Wikimedia Commons

Tipo de construcción: capital de un estado (hoy yacimiento)
Época: precolombina (siglos I-VII)
Lugar: Estado de México (México)


La “ciudad de los dioses”, una de las más impresionantes de la América precolombina… Y lo suficientemente grande como para que las riadas de turistas se dispersen y no te agobien demasiado.

Pues allá sigo virtualmente, por las Américas, mirando qué monumentos impresionantes dejaron sus habitantes.

Como conozco menos la historia de Mesoamérica que la de Eurasia, me tengo que fiar aquí de las cronologías establecidos por otros. Al estar haberse desarrollado en la Prehistoria, esto es, literalmente, sin relato escrito cognoscible para nosotros, estamos hablando generalmente de pura Arqueología. No por el grado de civilización que se alcanzó en la zona, del que son prueba maravillosa las pirámides de este yacimiento.

Recomiendo en este sentido el artículo de la wiki sobre la Cronología de Mesoamérica que diferencia cinco períodos: Paleo-Indio / Arcaico / Preclásico / Clásico y Posclásico. Teotihuacán encajaría, en su mayor parte, en el horizonte cultural clásico.

Advertencia para los europeos: Esto no es azteca, ¿vale? Ni lo destruyeron los españoles. Lo digo porque muchas veces en Europa la gente cree que la América precolombina estuvo formada por mayas y aztecas en México, incas en el Perú y ya está. Pues no, igual que aquí hubo persas o babilonios o romanos, civilizaciones que luego se extinguieron, o transformaron en otras entidades, lo mismo ocurrió en Mesoamérica, que tiene un rico pasado aún por desvelar por completo.

Os cuento qué es eso de Mesoamérica. Es una región cultural que se extendió por gran parte de Centroamérica y la mitad sur de México. De nuevo se puede profundizar en la wiki pero para que nos entendamos hay elementos claves que la diferenciaban de sus vecinos del norte y del sur, simplificando mucho-mucho: el cultivo del maíz, las herramientas de piedra y los sacrificios humanos.    

A lo que vamos. Teotihuacán. No sabemos qué nombre se daban a sí mismos quienes vivieron aquí, ni parece que terminara por un conflicto externo, sino más bien por un colapso interno, pero saberse no se sabe. Cuando una civilización posterior, los mexicas, llegaron a la zona, ya estaba en ruinas, y son ellos quienes llamaron a este sitio Teotihuacán, palabra de origen náhuatl.

Era una auténtica ciudad-estado, ordenada por cuadrículas, más extensa que la Roma Imperial (aunque obviamente vivieron muchas menos personas, unas cien mil, cuando en Roma se alcanzó el millón y medio en torno al año 150). Como no se sabe gran cosa de sus habitantes, es terreno abonado a las especulaciones ridículas de los magufos. Donde hay historia escrita, como por ejemplo el Imperio Romano, se atreven poco a decir tonterías. Así que, por favor, no hagan caso de magias, misterios y aliens, lo mejor es admirarse de lo que van revelando los arqueólogos, que suele ser más admirable que las fantasías. Uno puede elucubrar qué significaba esto o aquello, pero no entregarse a delirios de misterios-misteriosos.

La «Ciudad prehispánica de Teotihuacán» fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987, y en su página web la describen así

Situada a unos 50 km de México, la ciudad sagrada de Teotihuacán –“lugar donde fueron creados los dioses”– fue edificada entre los siglos I y VII. Se singulariza por sus monumentos de vastas dimensiones, en particular las pirámides del Sol y la Luna y el templo de Quetzalcoatl, que están dispuestos con arreglo a un trazado geométrico y simbólico a la vez. Esta ciudad fue uno de los focos culturales y artísticos más importantes de Mesoamérica y su influencia sobrepasó ampliamente los confines de la región circundante.

Aprovecho este artículo para advertir contra quienes, viendo pirámides por todo el planeta, de China a América (donde está una de las más grandes, la de Cholula), pasando por Egipto, se inventan teorías esotéricas sobre el poder de las mismas, llegando a decir chorradas de extraterrestres, o que la presencia de pirámides mejora el sistema inmunológico, disminuye el riesgo sísmico y hasta aumenta la producción de petróleo (la idiotez humana nunca deja de sorprenderme).

Como es habitual, la respuesta sencilla es la más probable (la navaja de Ockham y tal): se trata de la forma mejor de construir sin argamasa, ya que el peso de cada hilada de piedras descansa directamente sobre la anterior.

Como cada hilada es más pequeña que la que tiene debajo, “se evitan los momentos de fuerza propios de construcciones basadas en prismas de base cuadrada o similares” ("Pirámides por todas partes"). 

Diseñar una pirámide es por lo tanto mucho más sencillo, no necesita cálculos complejos. Por todo ello las puede construir casi cualquiera, son pesadotas pero prácticamente eternas. 

Al ser casi imposible que se derrumben, nos han llegado pirámides desde tiempos muy antiguos. O sea, que tiene su lógica que las construcciones humanas más remotas adopten precisamente esta forma geométrica.

Como siempre, para saber más, podéis empezar por la wikipedia

Sitio dedicado a Teotihuacán en el Instituto Nacional de Arqueología e Historia

Artículo en El País de este mismo año sobre el hallazgo de un nuevo túnel en el yacimiento y lo que esto significa: “Teotihuacán, enamorada del inframundo”.

En YouTube, documental sobre este sitio arqueológico (resulta difícil encontrar uno que no tenga elementos fantasiosos)


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