Teatro de la Maestranza de Sevilla (1997)
Werner Herzog.
Por Ealmagro [GFDL o CC BY-SA 4.0-3.0-2.5-2.0-1.0]
Via Wikimedia Commons
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Tannhäuser und
der Sängerkrieg auf Wartburg
Estreno:
Dresde, 19 de octubre de 1845
Compositor:
Richard Wagner
Libreto
en alemán: el compositor, basándose en dos leyendas alemanas sobre el caballero
Heinrich Tannhäuser.
Tal
día como hoy se estrenó, en el Hoftheater de Dresde (Sajonia), esta ópera mezcla
de mitología, cristianismo y redención.
Esta es una de esas óperas que a mí me
parecen de transición en el repertorio de Wagner. Aún conserva los números
cerrados (un aria, un coro, etc.) pero empieza a haber leit-motive que, sin dominar toda la música, siguen existiendo
momentos de narración continua a través de la música, como el preludio del Acto
III.
En torno a la figura del trovador
Tannhäuser aparecen el amor divino y el amor humano o el sagrado y el profano. Lo que ocurre es que esos términos son equívocos, porque aquí la diosa Venus simboliza el amor sensual, carnal, mientras que la humana Elisabeth es la que simboliza lo casto.
Comenzamos con Tannhäuser en el Venusberg, en los brazos de Venus. Pero luego acude a un
concurso de trovadores y allí encontramos a Elisabeth, su casta enamorada.
El título original de esta “gran ópera
romántica” es Tannhäuser y el torneo de
trovadores del castillo de Wartburg. Y es que en el acto II se celebra
precisamente una competición entre cantantes. Mientras el barítono Wolfram
canta a la castidad, Tannhäuser contesta ensalzando el deseo sensual.
Eso a la parroquia no le gusta nada, y
tiene que salvarlo Elisabeth, a cambio de que él se comprometa a ir de peregrinación
a Roma, y acaba muriendo. Antes, por supuesto, también ha muerto Elisabeth. Se
ve que el ideal femenino en la ópera del XIX era acabar muertecita. Desde que
Rossini se jubiló no creo que ni una sola tuviera un final feliz. Y encima por
culpa del héroe, o del amor, y no por ellas mismas.
Al final aunque Tannhäuser desesperado
clama a Venus, Wolfram le recuerda a su novia virtuosa, que seguro que reza por
él desde el cielo y bla bla bla, acaba redimido (y esto lo sabes porque su
báculo, mágicamente, florece) pero muerto. De nuevo, la mujer como intercesora
para que el canalla se redima, o la redención
a través del amor que curiosamente significa más bien el sacrificio de la
mujer por amor a un hombre.
Es una de esas óperas que, casi como
todo Wagner, puede ser un auténtico espectáculo teatral si la ves sobre un
escenario, aunque hay que reconocer que ese dilema entre lo sensual y lo
religiosamente correcto igual está un poco pasado para los espectadores
actuales. Es, de todas formas, bien agradable escucharla, simplemente,
imaginándote en tu cabeza el refugio de Venus, el Wartburg, los peregrinos de
Roma y demás.
De esta ópera hay dos versiones, la de
Dresde 1845 y la llamada “de París” por haberse estrenado en el Teatro Imperial
de la Ópera de esa ciudad el 13 de marzo de 1861.
Si no eres aficionado a la ópera, igual
esta no es de las mejores para empezar. Tampoco es que sea de las
mejores-mejores de Wagner. Como suele ocurrir con Wagner, sí que podrás
disfrutar de una selección de extractos orquestales que serían aquí la Obertura
que presenta los dos temas el motivo religioso y el voluptuoso, la Música del
Venusberg y la Gran Marcha.
¿Números a destacar? Sobre todo, dos, la
bienvenida de Elisabeth a Tannhäuser al principio del acto II Dich, teure Halle, y el relato de los
viajes de Tannhäuser, Hör an Wolfram, hör
an!
Siento debilidad por el personaje de
Wolfram, barítono, y por lo tanto otro momento que me encanta es O du mein holder Abendstern, la "canción de la estrella". Es uno de los papeles que mejor le iban a mi ídolo, Dietrich Fischer-Dieskau.
Lo escogió para su debut en Bayreuth en 1954. Aquí un enalce a una representación de Tannhäuser del año 1978.
Como
grabación, recomiendo una de las clásicas, la que a principios de los años 1970
dirigió Sir Georg Solti para la Decca, con René Kollo, Helga Dernesch,Christa
Ludwig, Victor Braun y Hans Sotin, con la Orquesta Filarmónica de Viena, el
coro de la Ópera Estatal de Viena y los Niños Cantores. Es la versión de París,
completa.
Para saber
más, la wikipedia. El libreto, en español y alemán, así
como discografía de referencia, en Kareol.
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