Maurice Ravel en Montfort-l'Amaury en 1928
(Biblioteca nacional de Francia)
[Dominio público], via Wikimedia Commons
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Boléro
Compositor: Maurice Ravel
Estreno: Ópera
Garnier (París), 22 de noviembre de 1928
Archiconocida obra repetitiva y obsesiva.
Esta es, sin lugar a dudas, la música más popular de Ravel. Lo era ya antes
de que la utilizaran como música de polvete en una peli de finales de los setenta, y sigue
siéndolo ahora.
Fue un encargo de la bailarina Ida
Rubinstein, que le pidió a Ravel un «ballet de carácter español» que representaría
con su compañía, «Les Ballets Ida Rubinstein». Ravel, con madre vasca de origen
español, era muy dado a inspirarse en música de nuestro país. Al principio, pensó en un fandango, pero resultaba demasiado rápido, así que optó por
otro baile tradicional de origen andaluz, el bolero. Ojo, que no hay solo
bolero en España, también hay un bolero cubano y un bolero ranchero en México.
Se estrenó en el año 1928, con una coreografía de Bronislava Nijinska y con decorados de Alexandre Benois. Aunque la idea de Ravel era homenajear un poco la
ópera Carmen, ambientando el ballet en un exterior fabril,
lo cierto es que al final Benois la puso en un café de Barcelona, con una
bailarina de flamenco baila sensualmente sobre una mesa mientras los hombres, sentados
en mesas a su alrededor, juegan a las cartas.
La versión orquestal se estrenó en París, el 11 de enero de 1930,
Musicalmente es casi un estudio de las sonoridades de los instrumentos a
través de la repetición de un solo tema (que se puede dividir en dos partes, A
y B) de treinta y dos compases primero por un instrumento y luego por otro,
pero siempre con un ritmo de fondo, el constante redoble de la caja. Ravel lo
consideraba poco más que un ejercicio de orquestación, dice la Wikipedia, pero
para nosotros es evidente que significa mucho más.
Como suele ocurrir con estas piezas tan conocidas, hay versiones para dar y
tomar. Es más, el tempo de la obra es
interpretado a su manera por según qué director de orquesta. Es famoso que
Toscanini lo interpretaba muy rápido, lo que no gustó nada a Ravel. Así es
difícil dar con una que sea universalmente aceptada como la mejor rendición de
la partitura.
Una que es bastante segura es la de Pierre Monteux de 1964, con la orquesta
sinfónica de Londres. Es un disco para la Phillips que, además del Boléro,
tenía La valse y Ma mère l’oye.
Para saber más, la Wikipedia de donde he
sacado muchos de los datos de esta entrada. La vinculación de esta obra con
España hace que se hayan publicado interesantes artículos en los principales periódicos
españoles. El Mundo publicó en su revista “Maurice Ravel (o el bolero)”, el ABC “El cerebro enfermo detrás del Bolero de Ravel” y El País echa su
cuarto a espadas con “El ‘Bolero’ de Ravel ya no es de Ravel”.
En You Tube he
encontrado esta magnífica Guía de audición, que recomiendo totalmente para entender un poco mejor la obra y apreciar las sonoridades de los distintos instrumentos que van interpretando el tema sucesivamente. Dirige Gustavo Dudamel.
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