Catedral, fotografiada por Thomas Wolf (2008) [CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons |
Ubicación:
Colonia (Renania del Norte-Westfalia, Alemania)
Fecha:
1248-1880
Estilo: Arte gótico
Tipo de edificación: iglesia
La
atracción turística más visitada de Alemania
El emperador Federico
Barbarroja (1122-1190) tuvo sus más y sus menos con las ciudades lombardas. Cuando
conquistó Milán, entró en la basílica de Sant’Eustorgio, y cogió unas reliquias,
by the face, unos huesos que le
dijeron que eran de los magos que, según la leyenda cristiana, visitaron a
Jesús de Nazaret cuando nació.
Si me habéis leído un poco, ya sabéis
como va esto de las reliquias de los santos, que en torno a ellas se montaba un
negocio bien rentable por lo que no es de extrañar que se llegara al robo, como
conté al hablar de Santa Fe de Conques.
Las reliquias significaban visitas de
peregrinación al templo y esto, riquezas. El Camino de Santiago es un ejemplo
de ello. Así que Federico el Emperador sabía lo que hacía cuando regaló estos
huesos, en 1164, al arzobispo Rainald de Dassel. Su sucesor, el arzobispo Felipe de Heinsberg, las guardó en un espectacular
relicario que se terminó en 1225. Como podéis comprender, ríos de peregrinos (y
sus dineros) afluyeron hacia la capital renana.
La iglesia anterior se les quemó el 30
de abril de 1248. No me queda claro si aprovecharon para edificar una nueva, o
bien el incendio se produjo mientras se preparaban a realizar unas obras que ya
habían decidido. Ya he dicho cien veces que las catedrales se quemaban con
frecuencia. La cosa es que el arzobispo Conrado de Hichstade decidió levantar
una en condiciones, donde hay poderío, que se vea, o sea, nada de románico
viejuno, sino a la última moda. Y esa no era otra que el flamante gótico nacido
en la Isla de Francia. Como ocurrió con León o Burgos, que ya he mencionado
aquí, o con Reims.
Cuando Conrado colocó la primera piedra,
el 15 de agosto de 1248, es evidente que tenía ya una cosa moderna en mente. Parece que la catedral de Colonia tuvo como modelo la de Amiens.
Se pusieron a la obra, haciéndose las
capillas, y el deambulatorio del coro,.. el coro mayor… Consagraron la catedral
el año 1322. Y siguió la construcción… La cabecera corresponde al primer cuarto del siglo XIV.
Luego se hicieron los remolones, hasta
llegar a 1560, que la cosa se paró; no había dinero y, además, tampoco les iba
la vida en ello, en plena época de la Reforma, vaya usted a saber cómo iba a
caer la cosa. Y pasaron los siglos.
Llega el siglo XIX, con ese amor romántico hacia la época medieval, y el
nacionalismo que encontraba en el gótico cierta esencia patria. Hay que recordar que consideraban que el gótico tenía su origen en la cultura alemana, a pesar de que históricamente no fue así. Así que se
renovó el entusiasmo y volvieron a la obra en 1842, acabando las torres e inaugurándose el 15 de
octubre de 1880. Ahí tenéis: 632 años para acabar la obra. Para que luego nos quejemos
de los gremios que vienen y luego no los ves en meses.
Es una catedral descomunal, enorme, con
esa tendencia del gótico cada vez más alto, más espiritualmente elevado al
cielo. Comparemos dimensiones, a ver quién tiene la catedral más grande, y
ganan los teutones. Si os acordáis, Reims tenía 138 m de largo, Chartres 130 y
León 90; pues bien, Colonia tiene en su interior 144 metros de longitud. En
cuanto a la altura de la nave central, Reims llega a 38 m, Chartres a 37 y León
se queda en 30; pues bien, Colonia se alza hasta los 45 metros.
Las torres de la parte delantera las
acabaron en el siglo XIX. Y en aquel momento, pasando de 157 metros, convirtieron
a esta obra en el edificio más alto del mundo. No es que les durara mucho el
récord: en 1884 se lo arrebató el monumento a Washington. Eso sí, sigue siendo
el edificio gótico más alto del mundo y también es la iglesia con dos torres
gemelas más altas del mundo.
Es todo un símbolo, y por ello sufrió hasta
catorce bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Los aliados destruyeron
las bóvedas de la nave central y del crucero norte, así como la base de la
torre izquierda. Pero la estructura se mantuvo, y consiguieron reconstruirla en
poco más de una década.
Es, como ya he dicho, la atracción
turística number one de Alemania. He
leído que la entrada es gratis, salvo si quieres subir a la torre, que ahí sí
que es pay per view. Claro que merece
la pena eso, precisamente, la view.
En 1996, la «Catedral de Colonia» fue
considerada un sitio Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que en su página web la describe así:
Iniciada en 1248, la construcción de esta obra de arte gótico fue realizada por etapas y culminó en 1880. A lo largo de esos siete siglos, sus sucesivos constructores fueron animados por una misma fe y un espíritu de total fidelidad a los planos arquitectónicos primigenios. Además del excepcional valor de su arquitectura y de las obras de arte que contiene, esta catedral constituye un testimonio de la gran fuerza y la perdurabilidad de la fe cristiana en Europa.
Si quieres saber algo más sobre esta
torre, puedes ver el artículo dedicado a esta edificación en Wikipedia.
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