Detalle de Uta, por Matthias Rutkiwski (2009) [CC BY-SA 4.0] Vía Wikimedia Commons |
Ubicación:
Naumburgo (Sajonia–Anhalt), Alemania
Fecha:
1243-1249
Época: Arte gótico
Autor: Maestro de Naumburgo
Una
de las esculturas más fascinantes de la historia
Hay
algo en esta escultura conocida como Uta de Naumburgo que atrae, que te llama,
y no estoy segura de qué es. Pasa un poco como con el busto de Nefertiti, que
te quedas colgada de su belleza, su armonía, y estarías viéndolo todo el rato.
A
veces ocurre así, que a través de los siglos que nos separan, das con un libro,
o una imagen, o una idea que te llama a ti, hastiado habitante del siglo XXI, y
esta escultura es una de esas obras.
La
mujer representada es Uta de Ballenstedt, que se casó con Ecardo II de Misnia,
convirtiéndose así en margravina. Margrave es el título alemán equivalente a
marqués, el noble que en principio se encargaba de una zona fronteriza.
Ella
vivió al principio del siglo XI, pero esta escultura es de doscientos años más
tarde. Es un ejemplo de escultura gótica, que en la Alemania del siglo XIII dio lugar a dos escuelas principales, la de Bamberg y la de Naumburgo. Se caracterizan por el realismo, representando en este siglo XIII una belleza serena, solemne. Más tarde, en el siglo XIV, ya se pondrán más expresionistas.
La
catedral de Naumburgo es un lugar patrimonio de la Humanidad. La
hicieron, gótica, sobre el lugar donde estaba la románica del siglo XI, de manera que ejemplifica perfectamente la transición del románico tardío sajón al gótico primitivo. Fue construida en su mayor parte en la primera mitad del siglo XIII. Decoraron el coro occidental
con doce estatuas. Solo que no eran de vírgenes y santos o figuras bíblicas,
que era lo habitual.
Lo
que hicieron fue representar a personas reales, históricas, los donantes que financiaron
a la iglesia en aquella zona remota y fronteriza de la cristiandad. Por eso
aparece Uta junto con su esposo Ecardo. Es de agradecer además que no aparecen
solos los caballeros, sino acompañados por sus esposas, en situación de
igualdad.
Destaca
el realismo de esta imagen. Es que la ves. El gesto es muy natural,
aguantándose el manto con la mano izquierda enjoyada, mientras que la derecha
está por dentro y se arrebuja.
Por
debajo lleva una sobreveste. Y se distingue un broche. Enmarca el rostro con una de esas tiras de lino
que llevaban las mujeres casadas. Y luce una corona, con flores de lis, perlas y joyas.
Uta y Ecardo, fotografiados por Alexander Hoernigk (2012)
Licencia CC-BY 3.0, vía Wikimedia Commons
Las
esculturas están hechas en piedra y se pintaron con colores. Queda buena parte de esa policromía medieval.
No
conocemos el nombre del autor, así que se le llama, sin más, Maestro de
Naumburgo. Se reconocen como obras suyas no solo estas esculturas del coro,
sino otras más, pero estas de Naumburgo son las más destacadas. Posiblemente
procediera del norte de Francia.
Cuando
los nazis buscaron su ideal de mujer alemana, lo encontraron en esta escultura
medieval. De la misma época es el Caballero, que se supone que representa a
Conrado II y que está en Bamberg. Lo que hicieron fue promocionar a Uta de
Naumburgo como ideal femenino, de la misma manera que el Jinete de Bamberg era
el masculino. Por eso, al parecer, tenían en las casas reproducciones de estas
estatuas.
También
dicen que Uta inspiró a Walt Disney para crear a la madrastra de Blancanieves y los siete enanitos.
Os dejo enlace al artículo de
la Wikipedia que habla de esta escultura y al que nos cuenta la vida de esta
Uta de Ballenstedt.
Y he encontrado la noticia en
Euronews cuando declararon a la catedral de Naumburgo Patrimonio de la
Humanidad en el año 2018.
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