Púlpito o ambón de la catedral de Pisa Miguel Hermoso Cuesta (2014) [CC BY-SA 4.0] Vía Wikimedia Commons |
Ubicación:
Catedral de Pisa (Toscana), Italia
Fecha:
1301-1310
Época: Arte gótico
Autor: Giovanni Pisano
Tú
lo desmontas y luego al montarlo, te faltan (o sobran) piezas
Púlpitos del gótico italiano hay unos
cuantos, y varios de los más destacados obedecen a los Pisano, padre (Nicola o Nicolás) e
hijo (Giovanni o Juan).
He escogido este de la catedral de Pisa
porque, francamente, me hizo gracia la historia de su montaje y desmontaje. Al
parecer, la catedral de Pisa sufrió un incendio a finales del siglo XVI y
salvaron esta joya gótica, solo que la desmontaron y guardaron las piezas en el
almacén.
Y allí se quedó hasta la época fascista,
en que recuperaron las piezas. Solo que no sabían cómo se montaba, porque no
tenían ningún rastro documental de cómo era en la Edad Media. Así que lo
montaron como Dios les dio a entender. Algunas piezas les «sobraron» y están en
el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Por si les faltaban columnas, pues el
Duce va y les regala cuatro, sencillitas, eso sí. Claro, las pusieron y tenían
que verse, para satisfacer al dictador. Así que colocaron el púlpito o ambón
con las columnas en la parte más visible. Y las demás, que eran unas preciosas
cariátides, pues va y las ponen hacia atrás.
Este tipo de púlpito o ambón, se usaba
para leer o cantar en las funciones litúrgicas. Se solían colocar a uno y otro
lado del altar mayor, o a veces a ambos lados del coro. Pero como se ve en la foto ahora la puedes ver a pie de iglesia.
A diferencia de púlpitos anteriores, que
tenían un plano poligonal, este es circular, con unos paneles curvados. Otra
diferencia es que no hay arcos sustentando la base del púlpito o entrepiso,
sino ménsulas con volutas.
En los relieves se ven escenas realistas
pero un poco más ligeras o armoniosas, frente a los paneles densamente poblados
de su padre. Se expresa mejor el movimiento y hasta llegamos a ver zonas hasta
con un poco de paisaje. En la obra de Giovanni se nota influencia del gótico
francés; al parecer pudo estar un período formándose en París. De hecho, en el
propio púlpito hay una inscripción que dice que «Giovanni ha rodeado con un
círculo todos los ríos y regiones del mundo, esforzándose en aprender mucho…».
Y es que Giovanni Pisano fusionó la influencia
más clásica que le venía de su padre, con la expresividad norteña, más propia
del gótico francés. A veces se dice que el padre (Nicola) era más renacentista
que el hijo (Giovanni). En la obra de este último se nota más el dramatismo y la
angustia típicamente góticas, frente a la serenidad del clasicismo.
Es una obra coetánea de la capilla de los Scrovegni que vimos el otro día. No es extraño, pues, que se recurra a los mismos temas iconográficos. Aquí hay también episodios de la Vida de Cristo y alegorías.
Así, una de las cariátides representaría
la Iglesia apoyada en las cuatro virtudes cardinales: Justicia, Fortaleza,
Templanza y Prudencia.
Llama la atención la forma de representarse la
Templanza, que es muy semejante a la Venus
púdica de la época clásica.
Al mismo tiempo, la forma de estar
representadas las virtudes puede simbolizar más cosas, como las cuatro partes
del mundo o las cuatro edades de la mujer. Este mundo lleno de símbolos, que
además pueden significar cosas diferentes, es algo que nos acerca ya mucho a la
época renacentista.
Base de la columna central por Sailko (2015) [CC BY-SA 3.0] |
En la base de la columna central están
representadas las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Caridad) y las artes del
trivio, quadrivio y la filosofía.
Como adelanté más arriba, hay otros
púlpitos estupendos de estos artistas, también en mármol.
Son los de la catedral de Siena (en el que
colaboraron padre e hijo, Nicola y Giovanni), la iglesia de Sant’Andrea
en Pistoya y el baptisterio de Pisa.
El antecedente inmediato de este
púlpito es el del baptisterio de Pisa (de Nicola). En todos ellos se nota una
cierta pervivencia de los modelos clásicos, sobre todo en el caso de Nicola,
junto con los elementos más propios del gótico. Y es que este taller pisano es
el más representativo de la escultura gótica italiana.
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