martes, 16 de julio de 2019

#25 El rapto en el serrallo


Die Entführung aus dem Serail
K. 384

 
Cartel del estreno, encargo de José II
Estreno: Viena, 16 de julio de 1782

Compositor: Wolfgang Amadeus Mozart

Libreto en alemán: Gottlieb Stephanie, basado en una obra de Christoph Dietrich Bretzner de 1781

Género: Singspiel


Tal día como hoy se estrenó, en el Hofburgtheater de Viena, el que es considerado el primer singspiel

Un singspiel es una ópera con partes habladas (en alemán) y otras cantadas. No es que lo inventara Mozart, pero sí que este es el primer ejemplo acabado del género. Buscaba una forma de ópera en alemán que pudiera competir o rivalizar con la ópera por excelencia que dominaba todos los escenarios de Europa: la italiana.

Entre dos horas y media o tres horas te puede llegar a durar esta ópera que, vamos a decirlo ya, como entretenimiento dramático no va muy lejos. Cuando la escuchas, a veces puedes compartir la impresión del emperador José II: «demasiado refinada para nuestros oídos y demasiadas notas, mi querido Mozart».

A mí no me sobran las notas, la verdad, la música es maravillosa, con piezas de antología, que podría estar escuchando una y otra vez, en bucle inacabable. Lo que se me hace cuesta arriba es lo tonto de la trama.

(Por cierto, que Mozart le contestó, «Sólo las precisas, majestad». ¡Ah, qué tiempos aquellos es los que los gobernantes pretendían al menos ser ilustrados).

La trama. Vamos a ello. La dama española Constanza, su criada inglesa Blonde y otro criado, Pedrillo, han sido capturados por un bajel turco y ahora viven como esclavos en el palacete del Pachá Selim. Este la quiere, pero no va a rebajarse a violarla (a pesar de que una y otra vez le recuerda que puede hacerlo y ella hasta le agradece su buen corazón, ¡puaj!): desea que ella le entregue su corazón voluntariamente. Cosa que Constanza no puede porque ya se lo dio a otro, Belmonte. Blonde ha sido regalada como esclava al visir Osmín y Pedrillo pulula por palacio haciendo trastadas mientras esperan la llegada del enamorado Belmonte para rescatarlos.

Así lo hace, y se supone que a media noche se escaparán todos, pero se ven sorprendidos y al final será la bondad de Selim quien los libere, de gratis, para que estas dos parejas de enamorados puedan vivir la vida.

Creo que cualquier argumento, por tonto o trillado que sea, puede remontar si lo cuentas con gracia. Pero no es el caso. Se supone que hay escenas divertidas entre, por ejemplo, Pedrillo y Osmín, a las que no veo la menor chispa. Y Constanza y Belmonte son los amantes más sosos de la historia. En un eventual podio de parejas con nula química, allá andarán repartiéndose los puestos, con Padme-Anakin y Claudio-Hero. Se admiten otros candidatos.

También puede ser que las representaciones que yo he visto sean poco inspiradas, con gélidas puestas en escena que te congelan el sentido del humor.

Entre eso y el tono turco de cartón-piedra casi que mejor pasar de las representaciones teatrales, por mucho que sea una de las óperas «grandes» de Mozart. Con escucharla basta y sobra porque la música es, simplemente impresionante… Y, además, en disco no llega a las dos horas, mientras que si es una representación teatral tirando a parsimoniosa, te puedes tirar hasta tres horas.

Otros méritos: aparte de ser el primer ejemplo acabado de un género, el singspiel, retrata agudamente a los personajes solo por la forma en que cantan. Enamorado Belmonte, heroica Constanza, chisgarabís Pedrillo, ingeniosa Blonde…

Los momentos maravillosos son demasiados para destacar uno solo.  Por citar alguno, destacaría dos arias, la de bajo «O wie will ich triumphieren» (Osmín), o –en el acto II– la heroica de Constanza «Martern aller Arten», auténtico tour de force para cualquier soprano de coloratura, que tiene que ser ágil en las notas superiores y tremendamente sólida en los graves, algo agotador y prácticamente imposible, a mi modo de ver. Es su forma de demostrar que está dispuesta a soportar cualquier tortura por amor a su Belmonte.

Como grabación recomendada de esta ópera propongo la dirigida por Josef Krips en 1966 para la EMI, con Anneliese Rothenberger (Konstanze), Lucia Popp (Blonde), Nicolai Gedda (Belmonte), Gerhard Unger (Pedrillo), Gottlob Frick (Osmin) y Leopold Rudolf en el papel hablado de Bassa Selim; el coro es el de la Staatoper de Viena y la orquesta, la Filarmónica de Viena.

Para saber más, la wikipedia. El libreto, en español y alemán, así como discografía de referencia, en Kareol

En You Tube he encontrado esta grabación moderna hecha en el Liceu de Barcelona, con subtítulos en catalán (y por tanto, fáciles de seguir). Pero es una muestra de lo que yo llamo puestas en escena gélidas con la gracia de un chiste de cuñáos.



No descarto que sea cosa mía y, simplemente, lo del humor austriaco no lo pillo. 

3 comentarios:

  1. Hola, gracias por tu post.

    He tenido el placer de descubrir a fondo este singspiel recientemente, y debo decir que estoy de acuerdo contigo en que la música ES MARAVILLOSA, excelente, fascinante. Para mí, músico desde los siete años, al menos, lo es. Pero por suerte o por desgracia, según como se mire, estas preciosas melodías van ligadas a unos textos que cuentan una historia que, de acuerdo, puede que sea simple, poco realista e incluso infantil. Pero a fin de cuentas, lo simple no tiene por qué ser peor. Lo más positivo que le encuentro a esta ópera es, precisamente, esa falta de complejidad en la trama, además de tener melodías que enganchan, que se meten en tu cabeza y que además, ¡¡tú mismo/a puedes cantar!! No como, por ejemplo, las laaaaargas
    e interminables frases en Tristán e Isolda, de Wagner. Complejidad inmensa en música e historia, pero no me sorprendería que alguien se haya dormido viendo esas cuatro horas de ópera. Aquí al menos hay humor, por infantil que sea.

    ¿Por qué digo todo esto? Bueno, pues porque esta obra en cuestión vendría como anillo al dedo en proyectos destinados a acercar la ópera a los jóvenes de hoy en día. Dado que dispone de diálogos, en una supuesta futura nueva puesta en escena se podría cambiar y ampliar la historia, y en especial, poner sobre la mesa temas de actualidad, que vienen incluídos en esta historia si nos fijamos un poco. Efectivamente, como bien dices, el bajá amenaza con violar a Constanza. ¿No se podría aprovechar eso para hablar del abuso de poder? ¿No se podría contar la historia de una Constanza que lucha por sobrevivir y hacerse respetar? ¿O la de un bajá que aunque en un principio estuviera cegado por el cinismo, llegase a la conclusión de que es mejor dejar a Belmonte y Constanza con vida, no de un momento a otro, sino después de ofrecerle al público una reflexión profunda? No sé si me explico. Creo que se puede sacar mucho de una trama que aparentemente pueda resultarte poca cosa. Todo es cuestión de imaginación, porque desde luego, y en esto espero que estemos de acuerdo, a esa música tan asombrante hay que hacerle justicia con una historia potente, que tenga algo que decir, que tenga algo que enseñar, ya sea a niños como a mayores, y eso solo está en manos de futuros directores artísticos que quieran sacarle partido (no como hizo Bieto, que por favor, qué vergüenza).

    Por otro lado, creo que para una mayor difusión y apreciación de esta obra ES NECESARIO QUE SE TRADUZCA para ser cantada en otros idiomas! Puede que haya detractores respecto a esto, pero un buen traductor con conocimientos de música podría realizar un bellísimo trabajo. Quizás haya una versión traducida a nuestro idioma y no me he enterado. ¡Si es el caso, por favor, házmelo saber!

    Por último quería comentar, con respecto a lo dicho sobre el tono turco de cartón piedra, que parece que te refieras a la propia obra, como si querer ambientar la ópera en Turquía de una manera "tan poco seria" fuese algo que está de más (o eso he entendido yo, puedo haber entendido mal). Yo es que creo que todo hay que entenderlo en su contexto. Dices que has leído Wikipedia, así que sabrás que en aquella época, por el temor a la invasión por parte de aquella gente se tendió a considerar todo lo turco con algo exótico. De nuevo, traigamos ese mismo temor a la actualidad, ¿se te ocurre un paralelismo con la época en la que vivimos? Se me ocurren varios.

    En fin, el resumen de todo este comentario es que esta obra tiene mucho que ofrecer, a nivel musical es más que obvio que sí, pero también a nivel narrativo, en sus representaciones teatrales en vivo. Recomiendo también que veas o escuches versiones dirigidas por Zubin Mehta. Personalmente, me gusta mucho el énfasis musical que consigue darle a los cambios de humor que sufren los personajes.

    ¡Un saludo!

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Tus reflexiones enriquecen mi blog. No, no sé de ninguna versión de la ópera en español. A mí con las óperas me pasa como con el cine, prefiero siempre la V. O.
      Tal como yo lo veo, la ópera es un género teatral, por lo que está bien si además de la música maravillosa, la historia entretiene y gusta. Por eso diferencio entre óperas que está bien ver representadas de aquellas otras que mejor te limitas a escuchar el disco.
      Esta no es de las que yo pondría a nadie para hacerle aficionado. Yo he tenido más éxito acercando la ópera a los chiquillos con óperas como La flauta mágica.

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  2. ¡De nada! A ti por responder. Efectivamente, ya se ha demostrado que hay óperas y en general obras que funcionan con los niños, supongo que el ejemplo más claro es "Pedro y el lobo". Pero al final, lo que parece que estemos haciendo es centrarnos siempre en las mismas obras. "La flauta mágica" por supuesto que es otra maravilla, pero... ¿no está ya muy explotada? Por eso mi propuesta sería pulir esta historia, darle matices actuales. Quizá sea una ilusa, pero el resultado podría ser muy bueno, si se hace bien, como todo.

    Y claro, no voy a discutir que las versiones originales nos conectan más con la intencionalidad inicial del creador, en efecto. Pero si se trata de dar a conocer la obra y hacer que llegue a más gente... el alemán no es como el inglés, que (casi) todo el mundo lo habla, y en el caso de los pequeños, menos. Creo que no sería tan descabellado, pero de momento yo personalmente no tengo ninguna de posibilidad de hacer esto que comento realidad y poder demostrarlo, jajaja. Pero siempre está bien darle más de una vuelta a las cosas, porque de todo se puede sacar algo, aunque en un primer momento parezca que no tiene nada que ofrecer. Espero haberte podido transmitir este mensaje/actitud a través de mis comentarios (perdón, me enrollo mucho).

    Un abrazo, seguiré leyendo posts tuyos, me resultan muy interesantes y se nota que les dedicas mucho tiempo. ¡Vaya trabajazo!

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