martes, 13 de noviembre de 2018

#23 San Martín de Frómista

Cabecera de la iglesia de San Martín
PMR Maeyaert (2009)
[CC BY-SA 3.0], vía Wikimedia Commons




                       
Ubicación: provincia de Palencia
Fecha: 1066
Estilo: Arte románico
Tipo de edificación: templo





En la inhóspita meseta del Duero, barrida por los vientos, heladora en invierno y ardiente en verano, un camino se abrió paso…

Lo del turismo en la Edad Media era algo peligroso y a menos que fueras a salvar el alma, mejor quedarse en casa, porque los caminos eran inseguros. Así que hacían, sobre todo, peregrinaciones. Uno podía ir a Roma, o a Jerusalén, pero claro, eso estaba lejos si vivías en el Occidente europeo. España, que siempre ha tenido ojo para atraer a extranjeros, abrió un nuevo camino de peregrinación, el Camino de Santiago, que llegaba hasta el extremo occidente, finis terrae, el final de la tierra, más allá del cual solo estaba esa mar océano que imaginaban llena de monstruos.

Y por ese camino llegaban extranjeros y sus influencias, unos de paso, otros para trabajar, pero también se dispersaban ideas y modelos estéticos, y así florecieron monasterios primero y ciudades después. Y ojo, que también elementos de la arquitectura prerrománica, mozárabe, hispana, se difundió hacia Europa.

Esta iglesia de San Martín de Frómista es un modelo perfecto del estilo románico del camino de Santiago, en pleno siglo XI. Construida en piedra de sillería, perfectamente cortada. Ojo, fue restaurada en el cambio de siglo (XIX-XX) con lo que quedó como ideal representación del estilo.

Su planta es el modelo de iglesia de peregrinación: tres naves, más ancha la central que las laterales. Las naves se separan por pilares cruciformes, con medias columnas adosadas.

Lo característico del románico es el arco de medio punto, elemento heredado de los romanos. Si tú coges un arco de medio punto y pones otro igual detrás y otro y otro, ahí tienes tu bóveda de cañón también típica del románico que puedes encontrar aquí en cada una de las naves.

Sin tener un crucero marcado, en el transepto o el lugar donde se cruzan los dos brazos de la cruz latina, se alza un cimborrio octogonal apoyado en trompas y cubierto por una cúpula.

En la fachada de entrada, tiene dos torrecillas redondas que no son usuales en el románico mediterráneo, pero sí que lo ves en otros ejemplos del románico norteño, sin ir más lejos, hay una torrecilla redondita parecida en la colegiata románica de San Martín de Elines, en el sur de Cantabria, del siglo XII. Dicen que podría ser influencia del románico alemán.

Es notoria la cabecera de esta iglesia, la parte de atrás, con tres ábsides semicirculares, uno más grande rematando la nave central y otros más pequeños y bajos a los lados. Aquí encontramos molduras con el llamado taqueado jaqués, motivo decorativo que, procedente del Pirineo aragonés, vas viendo en las iglesias del Camino. Es un motivo decorativo ajedrezado

También encontramos este ajedrezado bajo la cornisa, junto con canecillos, representaciones escultóricas con motivos vegetales, animales o personas. Servían para ilustrar la doctrina cristiana, pues la escultura románica servía precisamente como elemento didáctico, ya que la población era analfabeta, y la forma de transmitirles el mensaje cristiano eran estas imágenes. Otro elemento que mezcla decoración y enseñanza son los capiteles de las columnas.

¿Cómo llegó el románico a la península ibérica? Principalmente, a través de este Camino de Santiago. También hay influencias llegadas de Italia y el sur de Francia en la zona catalana, donde los elementos decorativos son otros, más las bandas lombardas, por ejemplo, menos taqueado jaqués.

Lógicamente, para poder invertir recursos en hacer construcciones semejantes hace falta, primero, tenerlos, y luego, que merezca la pena gastarlos. En esta época, los ingresos de la iglesia aumentaron a través del diezmo y también donaciones de reyes y nobles, y no hay que olvidar los impuestos (las parias) que los reyes cobraban a los reinos de taifas. Porque sí, en esta época el Califato ya se había disgregado en reinos chiquitines que mantenían a raya a los reinos cristianos del norte pagándoles una cantidad de dinero anual.

Para lo segundo, o sea, para que la inversión no caiga en saco roto, es esencial que sea una zona tranquila, ya pacificada, a la que ya no lleguen las razias de los musulmanes, y así se pueda desarrollar el comercio, los movimientos de personas y de dineros, con cierto grado de libertad, que es el origen de toda riqueza. Así ocurrió durante los grandes imperios de la antigüedad, el persa o el romano, en la Edad Media con la extensa civilización musulmana y también en la zona cristiana. Es un principio económico que se dio ya antes del capitalismo, antes de la Reforma y de las ideas liberales.

Para lograr una zona estable y pacífica, fueron definitivas las conquistas de Toledo (1085) y Zaragoza (1118), pues así la frontera con Al-Ándalus había bajado hasta el Tajo.

Esta iglesia formaba parte de un monasterio, fundado en 1066 por doña Mayor o Muniadona, dama noble castellana que murió ese año, viuda del gran rey medieval Sancho III de Navarra. La construcción es tan coherente, tan perfecta en su estilo, que se calcula que se levantó en relativamente poco tiempo, entre 15 y 20 años como mucho.

Está dedicada a San Martín de Tours, un santo francés que se supone que vivió a finales del siglo IV, militar romano que repartió su ropa a los pobres y dejó la milicia para dedicarse a la oración. Patrono de los soldados, de Francia y de Hungría, son frecuentísimas las advocaciones a este santo por Francia y el norte de España. Así se explica mejor que, cuando Juan de Garay –militar y nacido precisamente en el norte de España– fundó Buenos Aires, le diera a este santo como patrón.

La iglesia de San Martín de Tours en la localidad de Frómista, provincia de Palencia, es monumento histórico-artístico español desde 1894. Es uno de los elementos que se añadió en 2015 al lugar Patrimonio de la Humanidad denominado «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España»; el Camino de Santiago fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, y en su página web, la unesco describe la extensión de la siguiente manera:

Se trata de una extensión del bien cultural en serie denominado “Camino de Santiago de Compostela”, que se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993. Esta extensión comprende una red de cuatro itinerarios de peregrinación cristiana –el Camino costero, el Camino interior del País Vasco y La Rioja, el Camino de Liébana y el Camino primitivo– que suman unos 1.500 kilómetros y atraviesan el norte de la Península Ibérica. El bien cultural ampliado posee un rico patrimonio arquitectónico de gran importancia histórica, compuesto por edificios destinados a satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los peregrinos: puentes, albergues, hospitales, iglesias y catedrales. También cuenta con algunas de las rutas primigenias de peregrinación a Santiago de Compostela, creadas después de que en el siglo IX se descubriera en el territorio de esta localidad un sepulcro que, según se cree, encierra los restos mortales del apóstol Santiago el Mayor.

La Wikipedia dedica una página a esta iglesia.

Una ilustración de esta iglesia está en este breve clip, que no llega a tres minutos, donde se puede ir viendo cada detalle constructivo que he mencionado:



 Por si se te queda en poco y quieres una visión más larga (unos diez minutos) que te transmita lo que puedes sentir si la visitas, tenemos vídeo del Auriga del Arte, documento gráfico de su visita:



Pues eso, que si te vienes por el norte de España, dedícale un ratuco al arte románico. 

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