Inscripción
de Behistún datada h. 520 a. C. en Persia.
Foto de Hamidreza
Sorouri (2015) / Persian Dutch Network
[CC
BY-SA 4.0]
Via
Wikimedia Commons
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Tipo de construcción: bajorrelieve
en roca
Época: 521 a. C.
Lugar: provincia de Kermanshah, Irán
La piedra Rosetta de
Oriente Medio
Ya comenté que iba a hacer varios artículos sobre el Irán
preislámico. Hoy toca hablar de la inscripción de Behistún, que está en el
oeste del país.
De nuevo, tenemos la pared de un acantilado y, en ella,
se pusieron a tallar una inscripción y un bajorrelieve. La inscripción es un
mismo texto en tres idiomas: persa antiguo, elamita y babilonio. Así, si sabes
uno de ellos, puedes descifrar los otros dos.
A la inscripción le acompaña un bajorrelieve
protagonizado por el rey Darío I, acompañado de dos sirvientes y diez figuras que
representan los pueblos conquistados. El dios Ahura Mazda bendice al rey, flotando
por encima.
Dos curiosidades, una infrecuente y la otra indignante. La primera, que la barba de Darío se la
añadieron después, mediante un bloque de piedra que unieron con pernos de
hierro y plomo. La otra, que los soldados ingleses usaron esta inscripción para
prácticas de tiro durante la Segunda Guerra Mundial. Durante dos mil quinientos
años fue respetado por todos los pueblos que pasaron por allí y tuvieron que
venir esos bárbaros a destrozarle la cara a Ahura Mazda.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en
el año 2006. En la página web de la Unesco
lo describen así:
El sitio de Behistún está situado al borde una antigua ruta comercial que unía el altiplano iraní con Mesopotamia y conserva vestigios arqueológicos que van desde los tiempos prehistóricos hasta la época de los iljánidas, pasando por los periodos de dominación de medos, aqueménidas y sasánidas. El monumento principal de este sitio arqueológico es el bajorrelieve con inscripciones cuneiformes que ordenó ejecutar Darío I el Grande, cuando accedió al trono del Imperio Persa el año 521 a.C. En el bajorrelieve se presenta a Darío con un arco, símbolo de la soberanía, hollando el pecho de un personaje que yace de espaldas delante de él. Según la leyenda, el personaje es Gaumata, el mago medo pretendiente al trono persa que Darío asesinó, abriéndose así paso hacia el poder. Debajo del bajorrelieve, y a su alrededor, hay una inscripción de unas 1.200 líneas que relata la historia de las batallas libradas por Darío en los años 521 y 520 a.C. contra los sátrapas que intentaron desmembrar el imperio fundado por Ciro el Grande. La inscripción está redactada en tres lenguas: elamita, babilonio y persa antiguo. El texto más antiguo es el elamita, que refiere una serie de leyendas sobre el rey y las rebeliones que aplastó. El texto en babilonio narra leyendas análogas. La última parte de la inscripción, redactada en persa antiguo, es especialmente importante, porque es la primera vez que se hace mención a la gesta de Darío en esta lengua. Es la única inscripción monumental aqueménida conocida sobre la restauración del Imperio Persa por este monarca. Este monumento atestigua los intercambios recíprocos entre las culturas que influyeron en el desarrollo del arte monumental y la escritura en el territorio del Imperio Persa. En Behistún se conservan también vestigios del periodo medo (siglos VIII a VII a.C.), del aqueménida (siglos VI a IV a.C.) y de épocas posteriores.
Como siempre, para saber más, podéis empezar por la wikipedia,
con el artículo dedicado a este lugar.
En la revista digital La Crisis de la Historia
encontramos un artículo dedicado a “La inscripción de Behistún”,
muy completito, porque nos habla del imperio aqueménida y Darío I.
Como curiosidad, hay un blog dedicado al imperio persa aqueménida y también habla de esta inscripción.