domingo, 5 de septiembre de 2021

#84 En busca del arca perdida

 

Póster en FilmAffinity


 



Indiana Jones: Raiders of the lost ark

Año: 1981

País: Estados Unidos

Dirección: Steven Spielberg

Música: John Williams

 

Una de aventuras al estilo antiguo

 

Otra de esas películas que he visto tantas veces que he perdido la cuenta. Porque, bueno, Harry, you know.

La última vez, este mismo verano de 2021, en el avión. Mis nativos digitales me enseñaron que podía ponerme Prime en el móvil y así ver películas o documentales durante el viaje. Me amenizó el viaje hasta Canarias.

De nuevo, me quedé enganchada de esta historia sobre el arqueólogo sexi de los años treinta que intenta localizar el arca de la alianza antes de que la encuentren los nazis. Por el camino, retomará la relación con Marion, una antigua novia con la que rompió de mala manera.

La historia nos llevará de Estados Unidos al Himalaya y luego a Egipto, para rematar la faena en una isla del Mediterráneo, con una escena horrible cuando se desata la furia divina contra los que se han atrevido a abrir el arca.

Si no has visto la película, encontrarás puro entretenimiento, con todos los tópicos del mundo. El héroe valiente, la damisela en peligro, el sidekick nativo, el malote del parche en el ojo, los nazis remalos… Todo muy cliché, pero funciona a la perfección.

Lo importante es que te dejes llevar y no andes buscándole vueltas a lo fantasioso de la historia o al orientalismo de papel maché.

Siempre hay algo nuevo cada vez que veo la película. Esta vez me fijaba más en cómo trata el tópico de la second chance in love, lo poco científico que es Indiana (el antiarqueólogo), y en si tiene o no razón Amy (Big Bang Theory), cuando dice que la presencia de Indiana Jones es innecesaria para el desarrollo de los acontecimientos. Su teoría asegura que el mayor plot-hole del guión es muy obvio: de no existir el héroe los nazis habrían descubierto el Arca igualmente, se habrían fundido al abrirlo y el resultado final sería el mismo, convirtiendo la figura protagonista en prescindible.

Sobre objeciones a esta teoría de Amy y otras cosas ilógicas de Indiana Jones, podéis leer el resto del artículo en Jotdown. Te echas unas risas.

La cosa es que a mí me encanta. Indy es necesario porque, bueno, por Harrison Ford, ¿qué queréis que os diga? Ahora las cosas son de otra manera, vale, pero la escena entre Indy y Marion en el barco mercante fue, para mi yo de doce años, lo más sexi del mundo.

Obtuvo cinco premios Óscar (de los técnicos, montaje, dirección artística, esas cosas), el premio BAFTA al diseño de producción, y Spielberg fue elegido el mejor director por la Asociación de Críticos de Boston. Por lo visto, en 2008 la revista Empire la puso la segunda en su ránking de su lista de las «500 mejores películas de todos los tiempos».

Es uno de esos clásicos con muchas anécdotas e historias detrás de su creación. Cómo George Lucas ideó el personaje, y acabó decidiendo hacer esta película mientras hablaba con Spielberg en la playa; cómo Lucas rechazaba a Harrison Ford para protagonizarlo, y al final lo aceptó, a petición de Spielberg; o la curiosidad de que el U-Boot que aparece se lo alquilaron al equipo de producción de Das Boot (1981), una peli que a día de hoy no sé si meteré o no en mi lista de cien.

Si queréis saber estas y otras chuminadas, ya sabéis, para eso están la Wikipedia, Film Affinity, o la Internet Movie Data Base.

Os dejo aquí el tráiler en castellano, para echarle una ojeada a Indy.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario