domingo, 29 de septiembre de 2019

#30 Olifante de Saint-Arnoul de Metz






Objeto: instrumento musical
Material: marfil de elefante
Fecha: segunda mitad del siglo XI
Lugar actual: Museo de Cluny, París, Francia
Época: Edad Media (arte bizantino)


«… Se le están rompiendo las sienes del cerebro…»


Roldán, con gran esfuerzo y con gran ansiedad,
Muy dolorosamente, el olifante suena:
Por medio de la boca le sale sangre clara
Y se le están rompiendo las sienes del cerebro.
De su olifante sale un sonido muy largo.


Eso es lo que le pasa al protagonista del Cantar de Roldán, poema épico medieval en lengua francesa, cuando –después de hacerse mucho de rogar–accede por fin a tocar su olifante para que Carlomagno acuda en su ayuda.

Hoy traigo un ejemplar de esos instrumentos de viento medievales. Se conservan varios. Este se encuentra en uno de los museos más recomendables de París, el de la Edad Media. El Museo adquirió este olifante en el año 1893.

Su origen es el sur de Italia, que recordemos que fue bizantino durante amplias épocas en la Edad Media. Denota influencias del arte islámico, y esa manía tan suya de cubrir toda la superficie del objeto de marfil, por el horror vacui.

Es un colmillo de elefante esculpido, con una altura de 64 cm y un diámetro de 12,2 cm.

El principal asunto que trata es el tema de la Ascensión, con presencia de los símbolos de los evangelistas. Parece ser que esto se añadió más tarde, que inicialmente solo tenía los motivos vegetales y animales. Este tipo de decoración recuerda inevitablemente a la eboraria islámica.

Procedía del tesoro de la iglesia de Saint-Arnoul de Metz (Lorena, Francia). Parece ser que estaba colgado como una especie de ex voto, y los locales decían que era el cuerno de caza de Carlomagno. Eso le daría una pátina adicional de antigüedad y prestigio. Sin duda pensaban en el pobre Roldán, a quien le estallaron las sienes tocando su olifante. Lo cierto es que eso no es posible, se trata de un olifante del siglo XI, o sea, cuatro siglos después del carolingio.

Los olifantes se empleaban principalmente como instrumentos musicales, aunque a algunos se les dio otros usos. Por ejemplo, eran cuernos para beber, y otros sirvieron para guardar reliquias. Esto explica que se conserven unos cuantos.

  
Como siempre, salvo otra indicación, las imágenes proceden de Wikimedia Commons.

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