jueves, 17 de agosto de 2017

#14 Mausoleo de Teodorico

Por Sansa55 (2012)
[CC BY-SA 3.0]
via Wikimedia Commons

Ubicación: Rávena, Italia
Fecha: 520
Estilo: Arte prerrománico
Tipo de edificación: sepulcro


                       
Posiblemente, el edificio más destacado en el período de las invasiones germánicas.

Tradicionalmente se habla, después de 476, de la Alta Edad Media. Aunque teniendo en cuenta que lo de las invasiones germánicas presenta ciertas continuidades con el mundo clásico, podríamos seguir pensando que estamos en la Antigüedad tardía y que el verdadero corte se produjo más bien en el siglo VIII con los musulmanes. Ahí sí que dejó el Mediterráneo de ser un Mare Nostrum que unió y pasó a ser uno que separaba culturas antagónicas.

Dentro de la arquitectura de esta época germánica, en Italia, tienen particular importancia las construcciones ostrogodas de Rávena, la que fuera última capital del Imperio romano de Occidente.

Destaca sobre todo este magnífico mausoleo, que sigue el modelo de los sepulcros del Bajo Imperio, en un ejemplo más de la continuidad que supusieron los pueblos germánicos en algunos aspectos. Tiene planta circular. Se alza en dos pisos, en el inferior se ven una serie de arcos de medio punto, con dovelas de las que se llaman “engatilladas”. El piso superior es la parte que desarrolla funciones de cripta. Lo cubre una pieza monolítica, labrada como bóveda. O sea, no es una bóveda de verdad, sino que está tallado en mármol de una sola pieza.

¿Y quién era este Teodorico que se hizo una tumba tan vistosa? Teodorico, apodado “el Grande” era un godo, en concreto ostrogodo, que de niño fue educado en la corte bizantina. Luego volvió con los suyos y pasó al Imperio con todo su pueblo en busca de tierras. Eso sí que eran migraciones, decenas de miles de hombres, mujeres y niños buscándose la vida. Ni el emperador podía echarlos, ni los ostrogodos superar las impresionantes murallas de Constantinopla, así que optaron por un acuerdo en beneficio de los dos.

El emperador lo mandó a Italia, a ver qué parte de Occidente podía reconquistar para el Imperio. Allá que se marcharon los ostrogodos. Teodorico mató por su propia mano a Odoacro, el rey de los hérulos que había depuesto a Rómulo Augústulo, el último emperador de Occidente. Se asentó en Rávena, y desde allí gobernó la península itálica, si bien formalmente lo hacía en nombre del emperador. Con el tiempo, acabó también administrando la península ibérica en nombre de su nieto, el visigodo Amalarico.

En su momento de máximo esplendor, también rigió la Galia mediterránea y las provincias del Danubio. Como dice la Wikipedia, llegó a ser considerado “heredero de los emperadores romanos, si bien él mismo nunca adoptó dicho título”.

El Mausoleo de Teodorico es uno de los elementos del sitio patrimonio de la Humanidad “Monumentos paleocristianos de Rávena”, declarado así por la Unesco en el año 1996 y que en su página web describe así

Capital del imperio romano en el siglo V y de la Italia bizantina entre los siglos VI y VIII, Rávena posee una excepcional colección de mosaicos y un conjunto de ocho monumentos paleocristianos de los siglos V y VI sin parangón en el mundo. Estos monumentos –mausoleo de Gala Placidia, baptisterio neoniano, basílica de San Apolinar Nuovo, baptisterio arriano, capilla arzobispal, mausoleo de Teodorico, iglesia de San Vital y basílica de San Apolinar in Classe– muestran la gran maestría artística de sus creadores, que supieron fusionar maravillosamente la tradición arquitectónica grecorromana, la iconografía cristiana y diferentes estilos orientales y occidentales.

Si quieres saber algo más de este monumento, siempre puedes empezar por la Wikipedia.

 Y en YouTube, un brevísimo documental, de menos de un minuto, para verlo. 



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