Por Sansa55 (2012)
[CC BY-SA 3.0]
via Wikimedia Commons
|
Ubicación: Rávena, Italia
Fecha: 520
Estilo: Arte prerrománico
Tipo de edificación: sepulcro
Posiblemente,
el edificio más destacado en el período de las invasiones germánicas.
Tradicionalmente se
habla, después de 476, de la Alta Edad Media. Aunque teniendo en cuenta que lo
de las invasiones germánicas presenta ciertas continuidades con el mundo
clásico, podríamos seguir pensando que estamos en la Antigüedad tardía y que el
verdadero corte se produjo más bien en el siglo VIII con los musulmanes. Ahí sí
que dejó el Mediterráneo de ser un Mare
Nostrum que unió y pasó a ser uno que separaba culturas antagónicas.
Dentro de la arquitectura
de esta época germánica, en Italia, tienen particular importancia las
construcciones ostrogodas de Rávena,
la que fuera última capital del Imperio romano de Occidente.
Destaca sobre todo este magnífico
mausoleo, que sigue el modelo de los sepulcros del Bajo Imperio, en un ejemplo
más de la continuidad que supusieron los pueblos germánicos en algunos aspectos.
Tiene planta circular. Se alza en dos pisos, en el inferior se ven una serie de
arcos de medio punto, con dovelas de las que se llaman “engatilladas”. El piso superior es la parte que desarrolla
funciones de cripta. Lo cubre una pieza monolítica, labrada como bóveda. O sea,
no es una bóveda de verdad, sino que está tallado en mármol de una sola pieza.
¿Y quién era este Teodorico que se hizo una tumba tan
vistosa? Teodorico, apodado “el Grande”
era un godo, en concreto ostrogodo, que de niño fue educado en la corte
bizantina. Luego volvió con los suyos y pasó al Imperio con todo su pueblo en
busca de tierras. Eso sí que eran migraciones, decenas de miles de hombres, mujeres
y niños buscándose la vida. Ni el emperador podía echarlos, ni los ostrogodos superar
las impresionantes murallas de Constantinopla, así que optaron por un acuerdo
en beneficio de los dos.
El emperador lo mandó a
Italia, a ver qué parte de Occidente podía reconquistar para el Imperio. Allá
que se marcharon los ostrogodos. Teodorico mató por su propia mano a Odoacro, el rey de los hérulos que
había depuesto a Rómulo Augústulo, el último emperador de Occidente. Se asentó
en Rávena, y desde allí gobernó la península itálica, si bien formalmente lo
hacía en nombre del emperador. Con el tiempo, acabó también administrando la
península ibérica en nombre de su nieto, el visigodo Amalarico.
En su momento de máximo
esplendor, también rigió la Galia mediterránea y las provincias del Danubio.
Como dice la Wikipedia, llegó a ser considerado “heredero de los emperadores
romanos, si bien él mismo nunca adoptó dicho título”.
El Mausoleo de Teodorico
es uno de los elementos del sitio patrimonio de la Humanidad “Monumentos paleocristianos
de Rávena”, declarado así por la Unesco en el año 1996 y que en su página web describe así:
Capital del imperio romano en el siglo V y de la Italia bizantina entre los siglos VI y VIII, Rávena posee una excepcional colección de mosaicos y un conjunto de ocho monumentos paleocristianos de los siglos V y VI sin parangón en el mundo. Estos monumentos –mausoleo de Gala Placidia, baptisterio neoniano, basílica de San Apolinar Nuovo, baptisterio arriano, capilla arzobispal, mausoleo de Teodorico, iglesia de San Vital y basílica de San Apolinar in Classe– muestran la gran maestría artística de sus creadores, que supieron fusionar maravillosamente la tradición arquitectónica grecorromana, la iconografía cristiana y diferentes estilos orientales y occidentales.
Si quieres saber algo más
de este monumento, siempre puedes empezar por la Wikipedia.
Y en YouTube, un
brevísimo documental, de menos de un minuto, para verlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario