Lamentación sobre Cristo muerto
(Cristo morto nel sepolcro e tre dolenti)
Fecha: h. 1483
Estilo: Arte renacentista
Autor: Andrea Mantegna
Técnica: temple sobre lienzo
Ubicación: Pinacoteca de Brera (Milán, Italia)
El
escorzo por excelencia de la historia del arte
Sí,
porque lo de este hombre es básicamente un alarde, demostrando el poderío del pintor
a la hora de representar figuras monumentales.
En
el Renacimiento italiano se distinguen dos períodos, el Quattrocento (siglo XV) y el Cinquecento
(siglo XV). El centro del primero fue Florencia y, del segundo, Roma.
Pero
hubo otros centros interesantes en el norte, Padua, Ferrara y, sobre todo,
Venecia. Esta última destacó por su cromatismo, más que su dibujo, y la
excelencia de sus retratos.
En
Padua trabajaron Donatello, Ucello y Piero de la Francesca, y de ahí la
influencia florentina, de la línea y el dibujo, en la obra de los pintores de esa localidad.
Entre
los paduanos, el más original, de quien se ha dicho hasta que es
revolucionario, es Andrea Mantegna. Anticipa algunos elementos que se verán
después desarrollados en el Alto Renacimiento.
Esta es su obra más conocida, fundamental en la historia del arte occidental. Mide 68 x 81 centímetros. Está elaborada en temple sobre lienzo.
En cuanto a la datación, he visto diferentes fechas, desde 1490 hasta 1505. Me he quedado con 1483, más antigua, que es la que ponen en la página web de la Pinacoteca de Brera. Hay quien la sitúa en la época en que trabajaba para los Gonzaga en Mantua. Por entonces pintó otras escenas así de patéticas.
La
iconografía es inusual. El cadáver de Cristo yace sobre la lápida. A un lado,
las santas mujeres lloran, con gran dramatismo. Se ven las perforaciones de
Cristo en pies y manos. Nunca se había representado este momento evangélico
así, de esta manera, con Cristo enfocado desde sus pies, pintados de un tamaño
mucho mayor que la cabeza, de manera que transmita la idea de que está más
cerca del espectador.
Se
trata de una representación grandiosa, escultórica, Cristo parece como una
estatua de la antigüedad. Parece como labrada en piedra, monumental al estilo de Masaccio.
A
ello ayuda la perspectiva que ha adoptado. Por un lado, adopta un punto de vista más
bien bajo, con lo que logra dotar a la figura de monumentalidad. Por otro, recurre a la técnica del escorzo, que representa la anatomía tumbada o en
desequilibrio. Esto de las perspectivas forzadas ya lo vimos en Uccello. Con ello incrementaba el dramatismo de la escena.
Refuerza la impresión de escultura la limitada paleta de colores. Para diferenciarse de los
pintores medievales, los italianos del XV optaron por no usar colores vivos,
sino apagados, grises, neutros. Ese monocromatismo ayudaba a crear la ficción
de escultura antigua. Imitaba así el efecto camafeo.
Historia
del cuadro
Se
cree que Andrea Mantegna pintó este lienzo para su propia devoción privada;
ello explicaría que no siguiera ningún modelo previo. Se cree que estaba en el
taller de Mantegna cuando murió y su hijo Ludovico se lo vendió al cardenal
Sigismondo Gonzaga. En Mantua estuvo desde entonces, inventariado en 1627. No
se sabe seguro, pero parece que al año siguiente lo adquirió el rey inglés
Carlos I el de tan triste final. No se sabe muy bien qué pasó después con él.
Se cree que pudo formar parte de la colección del cardenal Mazarino. A la
pinacoteca de Brera llegó, por compra, en 1824.
El
autor: Andrea Mantegna
Nació en Isola di Cartura en 1430 o 1431, procedente de una familia pobre, que lo puso a aprender con el pintor Francesco Squarcione
(m. 1474).
Mantegna estudió la arquitectura clásica, algo que le sirvió para los elaborados fondos arquitectónicos de sus cuadros.
También
eso le permitió crear trampantojos, arquitecturas fingidas como las de la
Bóveda de la Cámara de los esposos, en Mantua. Explotó el escorzo por ejemplo desde abajo hacia arriba, lo que se llama di sotto in sù. Más tarde, este tipo de perspectivas se usarían mucho en la época barroca.
Anticipó
las figuras monumentales, escultóricas, que podemos ver en un Miguel Ángel. Más
que pintadas, parecen labradas en piedra.
Tuvo tal éxito que Lodovico Gonzaga le contrató para que fuese a Mantua, con un salario anual. Decoró varios de sus edificios, destacando sobre todo la capilla y la famosa Camera Picta (1465-1474) del castillo. Allí vivió ya el resto de su vida, acumulando fama y propiedades hasta que murió, en Mantua, en el año 1506
Otras obras
Os
pongo, a continuación, otras obras destacadas de este autor. Las fechas son
aproximadas.
«San
Sebastián» (h. 1456-1459), temple sobre tabla, 68 cm × 30 cm, Kunsthistorisches,
Viena.
«La
Crucifixión» panel central del retablo de San Zenón (1457-1460), temple y óleo
sobre tabla, 76 cm × 96 cm, Basílica de San Zenón, Verona.
«San
Jorge» (h. 1460), temple sobre tabla, 66 cm × 32 cm, Galería de la Academia, Venecia.
«El
tránsito de la Virgen» (h. 1462), técnica mixta sobre tabla, 54,5 cm × 42 cm, Museo
del Prado, Madrid.
«Ludovico
II Gonzaga y su corte» fresco en la Cámara
de los esposos (entre 1465 y 1474), Palacio Ducal, Mantua.
«Minerva expulsando a los vicios del Jardín de las Virtudes» (1499), temple y óleo sobre tabla, 160 cm × 192 cm, Museo del Louvre, París.
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