Esferas de piedra (Finca 6)
Por Axxis10 (2012)
[CC BY-SA 3.0], Via Wikimedia Commons
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Tipo de construcción: petrosfera
religiosa
Época: ¿500-1500?
Lugar: cantón de Osa, Costa Rica
Enormes bolas venidas
de la noche de los tiempos que sirven para algo más que una peli de Indiana
Jones.
Sigo en el continente americano en busca
de construcciones destacadas de la época precolombina. Volvemos a
Centroamérica.
Para los europeos que no sepáis muy bien
por dónde anda Costa Rica, os explico lo mismo que cuando hablé de la Joya deCerén (que me perdonen los americanos, que seguro que lo saben de sobra). Costa
Rica es uno de esos países que tienen costa tanto al mar Caribe como al océano
Pacífico. Tira al sur, entre Panamá y Nicaragua.
Estas esferas de piedra (petrosferas) son unas trescientas, a
orillas del río Diquís y en la Isla del Caño. Se atribuyen a la antigua cultura
Diquís.
Están realizadas en piedras duras (granodiorita,
gabros y caliza). Las hay pequeñitas, de 10 centímetros de diámetro, y algunas
hasta 2,57 metros. ¿Y cuánto pesan? Algunas llegan (según la Wikipedia) a las
16 toneladas.
No se han datado de forma científica,
por lo que no se sabe exactamente de qué época son. Se han datado más en
relación a los artefactos arqueológicos encontrados en su entorno. El sitio
arqueológico conocido como “Finca 6” se remonta al período de Aguas Buenas (300–800)
y el período Chiriquí (800–1550). Pero a veces hablan de yacimientos que se sitúan
entre el 300 a. C. hasta el 300 d. C.
Mucha gente asocia Costa Rica a la empresa
estadounidense United Fruit Company. Pues mira, justo aquí fue una acción de
esta la que determinó su descubrimiento. Deforestaron el territorio para
cultivar banano y se encontraron con estas esferas allá por 1939.
Su significado exacto se desconoce.
Podían ser marcadores de límites del poder de cada jefe, símbolos de rango o calendarios
astronómicos. La hipótesis más reciente –apunta la wiki- es que tiene un
sentido religioso. Pero en un periódico de este mismo año dicen que
desvelaron su sentido y es que se trataba de un signo de jerarquía en la etnia buruca.
Como es habitual respecto a hallazgos
arqueológicos de culturas que no han dejado testimonio escrito, abundan las
tonterías esotéricas. Pero lo importante es dejarse de chorradas y admirar, e
intentar imaginar, con las herramientas a su alcance, cómo podían construir,
pulir para darle forma y trasladar estas magníficas esferas. Eso sí que tiene
importancia, y no el darle a la fantasía.
Los «Asentamientos cacicales
precolombinos con esferas de piedra de Diquís» fueron declarados patrimonio de
la humanidad por la UNESCO en el año 2014, y en su página web lo describen así
(la traducción del inglés es mía):
El sitio incluye cuatro yacimientos arqueológicos en el delta del Diquís Delta en el sur de Costa Rica, que son considerados ejemplos únicos de los complejos sistemas políticos, económicos y sociales del período entre 500 y 1500. Contiene montículos artificiales, áreas pavimentadas, lugares de enterramiento y, lo más significativo, una colección de esferas de piedra, entre 0,7 m y 2,57 m de diámetro, cuyo significado, uso y producción siguen siendo en gran medida un misterio. Las esferas se distinguen por su perfección, número, tamaño y densidad, y la ubicación en lugares originales. Su conservación del saqueo que afectó a la gran mayoría de los lugares arqueológicos en Costa Rica ha sido atribuida a las espesas capas de sedimento que las mantuvieron enterradas durante siglos.
Como siempre, para saber más, podéis empezar por la wikipedia.
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