Apocalypse
Now
Año:
1979
País:
Estados Unidos
Director:
Francis Ford Coppola
Música:
Carmine Coppola, Francis Ford Coppola
Viaje alucinante al horror de la guerra,… o de nosotros
mismos.
Apocalypse Now es una de esas pelis que aunque no te
apetezca verla, pillas una escena y no puedes dejar de verla. Es visualmente
fascinante. La caída en el infierno de la guerra del capitán Willard (personaje
interpretado por Martin Sheen), cómo
va remontando el río hacia Camboya en busca del coronel Kurtz, al que se le ha
ido la pinza (Brando haciendo de
Brando pero, ¡joder, qué magnífico era!).
Y
mientras, se le iba contagiando un poco toda la locura que había a su
alrededor. No sé si Vietnam fue o no así. En realidad, lo importante es más
bien descubrir cómo dentro de uno mismo las cosas no son como pensaba. Cuando
el personaje de Martin Sheen llega a enfrentarse con el de Brando, en realidad
lo entiende, puede identificarse con él. Pero eso no quita que haga lo que
tenga que hacer.
Se
basa en la novelita El corazón de las
tinieblas, de Joseph Conrad, y
aunque superficialmente las historias tienen ambientaciones distintas, en
realidad las dos parten de la misma peste imperialista y cómo los explotadores
acaban siendo también víctimas del sistema al que sirven.
Es
un poco la tesis de que son las circunstancias las que hacen que te portes de
una u otra manera. Un cierto determinismo pesimista en cuanto al comportamiento
humano. Al menos, en la guerra; en ese contexto, conservar algún rastro de
virtud resulta heroico y prácticamente imposible.
Aparte
de eso, me encanta descubrir a algunos actores por los que siento debilidad. Harrison Ford, por supuesto, en papel
chiquitito. Pero también Frederic Forrest, que siempre me
pareció atractivo y con un enorme talento, a su modo discreto. Y cómo no, Robert Duvall, con su wagneriana cabalgata
de las valquirias y su mítico “I love the
smell of napalm in the morning” (“Amo
el olor del napalm por la mañana”). La música de The Doors, y toda la mitología del propio rodaje en Filipinas, un auténtico infierno que a punto estuvo de acabar con el propio Martin Sheen.
Ganó
la Palma de Oro del Festival de Cannes, ex
aequo con "El tambor de hojalata", y en varios certámenes destacaron
la interpretación de Robert Duvall: le dieron el globo de oro al mejor
secundario y también el BAFTA. ¿En los Óscar? Mejor fotografía (el inmenso Vittorio Storaro) y menor sonido. Fue
el año de la perfectamente anodina Kramer
contra Kramer.
Para
saber más: consúltese la Wikipedia,
Film Affinity, Internet Movie Data Base
y Sensacine.
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