Música:
Lied «Gretchen am Spinnrade» (Margarita en la rueca) D 118, de Franz Schubert. En
octubre de 1814 empezó el congreso de Viena para arreglar la política europea
al gusto de los vencedores de las guerras napoleónicas. Pero ocurrió algo aún
mejor, el día 19 vio la luz esta obra, primera gran realización de Schubert en
el campo liederístico.
Sobre
un poema de Goethe, Margarita, la de Fausto, está exaltada como adolescente con
su primer amor, el mundo para ella no tiene sentido sin él. Mientras el piano va reproduciendo la rueca que gira, ella
recuerda sus palabras seductoras, sus manos, ¡sus besos! (momento en el cual el
piano para, abrupto). Ay, qué calentón le dio a la pobre muchacha. Luego ya
vuelve en sí y repite aquello de que perdió el sosiego y tal.
«Obra
decisiva en el campo del lied… una obra maestra de síntesis tan innovadora e
intensa de la sustancia lírico–musical, de disposición tan firme de la
archipersonal forma del lied del maestro que desde este momento se puede hablar
con todo derecho de un nuevo período esencial en la historia de la evolución de
este género, dice Paumgartner».
Y
mi apreciadísimo Dietrich la considera su primera obra maestra y dice que «Algo
semejante no se había dado aún nunca en la música».
Diecisiete años tenía el muchacho, y estaba enamoradísimo de su Therese, soprano que acaba
de estrenar la Misa n.º 1 en septiembre. También él estaba viviendo su primera
gran amor.
(¿Se
nota que, con Mozart y Bach, Schubert es uno de mis compositores favoritos?)
Lectura
del día: «Burn for me», de Ilona Andrews. Una de las que me quedan del Top 100
AAR 2018. ¿Romance? paranormal.
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