Por M.
Peinado, de Alcalá de Henares (2008)
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BY 2.0]
via
Wikimedia Commons
|
Ubicación:
El Tiemblo (Ávila)
Fecha:
Ss. II-I a. C.
Época: Antigüedad
Dejo
atrás la escultura griega, aunque habría alguna pieza todavía sobresaliente. Ya
sé, no he puesto escultura de la época arcaica y, en la helenística, sólo ejemplos tirando a lo clásico. No he hablado de otros más arrebatados y representativos de la época,
como el grupo del Laocoonte y sus hijos
que me impresionó bastante cuando fui a Roma el año pasado. Pero es que no
puedo ponerlo todo…
Antes
de pasar a la escultura romana, me vengo a la patria, al arte hispánico
del primer milenario antes de Cristo con esta escultura “celta”,
los Toros de Guisando.
Estamos en la península Ibérica antes de los romanos. A los pueblos que había aquí los historiadores, con gran originalidad, los han llamado “prerromanos”.
Estamos en la Prehistoria (los pueblos que vivían aquí no
dejaron testimonio escrito) en la fase protohistórica
(sí que hablaban de ellos los civilizados grecolatinos).
En
el norte, el oeste y la meseta Central de la península vivieron pueblos con una
cultura del hierro centroeuropea. Esta presencia celta se fundirá con
formas mediterráneas para crear el arte celtibérico. El punto final a esta
cultura lo podemos situar, simbólicamente, en la toma de Numancia por los
romanos en el año 133 a. C.
Los
toros de Guisando son los más famosos y representativos de un tipo de escultura
que se realizaba en la meseta Central. Los pueblos que habitaban esta zona en
la Edad del Hierro eran muy diversos, tanto culturalmente como desde el punto
de vista étnico. De ellos, son los vetones, pueblo
ganadero, los que se asocian a esta
“cultura de los verracos” que se
corresponde, arqueológicamente, con el horizonte Cogotas II.
Los
verracos de piedra,
realizados en la berroqueña piedra granítica del centro peninsular, representan
cuadrúpedos que son como toros estilizados, aunque no se descarta que puedan
ser cerdos. En el caso de los toros de Guisando parece claro que son vacunos porque tienen unos agujeros a ambos lados de la cabeza en los que se supone que se insertarían cuernos. Se cree que desempeñaban una función protectora del ganado.
En
donde están estos verracos se firmó, en el siglo XV, un tratado famoso
entre el rey Enrique IV de Castilla y su hermana Isabel, en el que aquél
reconocía a ésta como Princesa de Asturias, o sea, heredera al trono. Pero eso es, ya, otra historia.
Para
saber más, tenemos el artículo de la wikipedia dedicado a los Toros de Guisando, así como el de ArteHistoria, con video incluido, que estas cosas las
entiendes mejor si las ves, no sólo si te lo cuentan. Por eso añado un vídeo cortito que colgaron en You Tube los de Homeschooling:
Por si te dejas caer por la zona, que es muy agradable para una escapada de fin de semana, aquí os dejo el enlace a sitios interesantes de la zona, según la página web del propio Ayuntamiento de El Tiemblo (Ávila).
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