Inva Mula y Roberto
Alagna
(Fausto en los
Chorégies d'Orange, 2008)
Por jean-louis zimmermann [CC BY 2.0]
Via Wikimedia Commons |
Estreno: París, 19 de marzo de 1859
Compositor: Charles-François Gounod
Libreto en francés: Barbier y Carré,
basado en el Fausto de Goethe.
Tal
día como hoy se estrenó, en el Théatre Lyrique (Teatro Lírico) de París, esta
obra que es, después de Carmen, la más representada del repertorio
francés.
De acuerdo, todos
conocemos a la Castafiore, ¿verdad? ¿Y cómo anda todo el rato cantando aquello
de que se ríe de verse tan bella en el espejo…? Bueno, pues se supone que está
cantando el “Aria de las joyas”, justo de esta ópera, una de las más populares de la historia del teatro lírico. De hecho, hasta hicieron un álbum de Tintín, Las joyas de la Castafiore, que en cierto
sentido parodiaba todo este tema.
La historia de esta ópera
tiene una base seria, el Fausto de Goethe, obra con la que –dicho sea entre
nosotros-, llevo varios meses luchando. Esfuerzo titánico, no sé si me acabará
derrotando.
La cosa va del tópico del
sabio que vende su alma al diablo, pero contado más con el encanto francés y
menos la aridez metafísica de la obra literaria alemana. Se inclina más hacia
lo amoroso y romántico que a las profundidades filosóficas de la historia
original. El malote, Mefistófeles, a veces es un poco como de trapillo.
Como obra dramática, deja
mucho que desear. Ni el argumento tiene demasiada lógica tirándose a lo
sentimental, ni los personajes están particularmente bien descritos.
Se enmarca en el estilo
de la grand opéra francesa, lo que
implica cinco actos (unas tres horas y media), y meter un ballet con calzador.
Consagró a Gounod, compositor
que es de lo que se puede calificar como “de una sola obra” (esta) porque
realmente el resto de su música no es popular. Pero aquí atinó, y esta ópera es
de las que gusta, y mucho. Tanto que es la que escogieron para inaugurar el Metropolitan de Nueva York en 1883. Bueno, en Alemania no la tienen mucha
estima, porque hicieron un espectáculo sentimental y blandito de la monumental
obra de Goethe. Personalmente no sería la que aconsejaría ir a ver a alguien
que empezara en esto de la ópera. Lo que desde luego sí que diría es que la
escuchase, porque tiene momentos sublimes. Cuando Gounod acierta es más que
agradable, es precioso.
Aquí os dejo un simpático
video de la Castafiore y el aria de las joyas:
La grabación que
recomiendo de esta ópera es la dirigida en 1978 por Georges Prêtre para la EMI,
con la orquesta y coro del Teatro Nacional de la Ópera de París y el
incombustible Plácido Domingo como Fausto, Nicolai Ghiaurov de Mefistófeles y
Mirella Freni como Margarita. Otros cantantes: Thomas Allen y Jocelyne Taillon.
Para saber más,
la wikipedia. En Kareol
tenemos como de costumbre sinopsis, lista de grabaciones escogidas y el libreto
en francés y español. Es curioso ver
que en las tres grabaciones que recomiendan ahí hay presencia española: aparte
de esta con Plácido, en otra aparece Kraus y en la primera aparece Victoria de
los Ángeles como Margarita. El repertorio francés se les da bien a nuestros
divos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario