Grand Opera de Florida (2015) |
Il barbiere di
Siviglia
Estreno:
Roma, 20 de febrero de 1816
Compositor: Gioacchino Rossini
Libretista: C. Sterbini, basado en la obra teatral de Beaumarchais
Género: ópera bufa
Tal día como hoy, del año 1816, el año sin verano, se estrenó en el Teatro di Torre Argentina de Roma, esta ópera bufa que es una de las cumbres del género
Aunque no seas aficionado a la ópera, seguro que muchas piezas de esta obra te suenan, como la obertura o el «Largo al factótum».
Rossini fue un tipo genial, agradable, simpático y con talento de sobra, que supo hacerse rico con la ópera y llegó un momento en que se dedicó a vivir la vida.
Sus dos obras cumbres en el género de la ópera bufa fueron La cenicienta (La cenerentola, 1817), de la que ya he hablado aquí, y este Barbero de Sevilla.
Por si alguien no sabe de qué va, le resumo la comedia. El conde de Almaviva está enamorado de Rosina, y ella de él, aunque no sabe que es aristócrata, sino que lo conoce con el nombre de Lindoro. Bartolo, guardián de Rosina, quiere casarse con ella por la dote y la tiene encerrada en casa con mil cerrojos.
Pero no hay ingenio como el de los enamorados (de ahí el primer título con el que se conoció la obra, Almaviva, ossia l’inutile precauzione). Consigue superar los obstáculos con engaños diversos, ingeniados por Fígaro, el antiguo criado del conde de Almaviva.
Es de esas óperas que merece la pena ver representada. Como Las bodas de Fígaro de Mozart, se basa en una obra teatral preexistente, de Beaumarchais. Por cierto que es uno de esos casos en los que el remake o «cover» es más representado que el original.
El tener una base teatral permite un ritmo y un sentido dramático que no siempre se logra en la ópera, un libreto de calidad. Así, disfrutas de la comedia de enredo casi tanto como de la música.
Claro, esto exige unos cantantes que no solo sepan cantar, y cantar bien en estilo belcantista, sino también que tengan vis cómica, algo que no está al alcance de todos.
Lo del «estilo belcantista» tiene su aquel. No sirven aquí los alardes de bravura en plan «mira qué vozarrón tengo». No, esto se interpreta más bien con agilidades vocales, a veces parecen como pajaritos, puntuando mucho los sonidos, con un fraseo ligero y ágil, rapidez, gracia y encanto. No todos lo tienen.
Suele decirse que Rossini es el eslabón entre el siglo XVIII y el XIX. La influencia de Mozart y Haydn (a Rossini le llegaron a apodar il tedeschino, el «alemanito») se nota sobre todo en la altura que alcanza en la parte orquestal, muy superior a la de los otros compositores italianos del XIX.
El barbero … no desmerece junto a Las bodas… de Mozart. Lo que más noto yo es el cambio de los personajes. Fígaro puede ser más o menos el mismo tipo ingenioso, aquí al servicio del Conde, en la obra de Mozart luchando contra él a ver si consigue su final feliz. Resulta más difícil asumir el deterioro de la pareja Almaviva-Rosina por el paso del tiempo. Que estos enamorados acaben compartiendo un matrimonio infeliz en el que se ponen los cuernos.
Esta ópera, como muchas otras, las compuso Rossini rapidito, reutilizando cosas de otras obras suyas. Parece mentira, pero la primera representación fue un fracaso, pero ya la segunda, un éxito. Fue de las primeras en representarse en los EE. UU., por ejemplo, tan pronto como en el año 1825.
¿Qué números destacan? La obertura, desde luego; la cavatina «Largo al factótum» que canta Fígaro prácticamente al principio; la cavatina «Una voce poco fa» con la cabaletta «Io sono docile» que sirve de presentación a Rosina, diciendo algo parecido a aquello de cuando soy buena, soy muy buena, pero si me buscas las cosquillas, me encuentras; y también «La calunnia è un venticello» que canta Basilio, el maestro de música.
Una obra tan famosa tiene infinidad de grabaciones. Depende un poco de qué tipo de Rosina o de Fígaro quiera uno, porque aquí evidentemente la parte del león se la llevan la mezzo y el barítono. Si tuviera que elegir una de las mejores, sería la de Alceo Galliera de 1957, con el coro y la orquesta Philharmonia, para la EMI. Eran sus intérpretes Tito Gobbi (Fígaro), Luigi Alva (Il Conte Almaviva), Maria Callas (Rosina), Fritz Ollendorf (Dr. Bartolo), Nicola Zaccaria (Don Basilio), Gabriella Carturan (Berta) y Mario Carlin (Fiorello).
Para saber más, la Wikipedia. El libreto, en español e italiano, así como discografía de referencia, en Kareol.
Aquí tenéis una representación con subtítulos en español del canal del INBAL mejicano, con la orquesta y el coro del Teatro de Bellas Artes. ¡Gracias por compartir!
¡Ah, sí, bueno, una cosa…! Mira, como Las bodas de Fígaro, se supone que se desarrolla en Sevilla. Obvio, de ahí el título. Pero vamos, podéis olvidar cualquier toque local, en la música.
Claro, Ramón Gener le dedicó uno de los episodios de This is Opera! El os puede explicar mucho mejor que yo las cosas fabulosas de esta ópera. La recomienda con frases así...
Para todos los que os gusta vivir, y vivir bien, reír y hacer reír,... que en esta vida lo más importante es el sentido del humor, esta es vuestra ópera... La ópera más alegre y divertida, es una mezcla entre vodevil y comedia musical... es una de las óperas más representadas en el mundo entero,... Rossini puso en todas sus óperas cómicas su espíritu jovial, alegre y divertido pero sus óperas fueron un éxito no por ese espíritu sino sobre todo por su música.
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