Como es domingo, nos vamos al
cine a ver… cosas que vosotros no creeríais
En cierta ocasión, hace unos cuantos años,
calculé qué película era la que había visto más veces en mi vida. Creo que fue
esta; ahora tengo mis dudas de si fue está o La guerra de las galaxias, pero una de esas dos seguro.
Tienen en común que ambas son de ciencia ficción
y el protagonista es Harrison Ford. Una la vi en mi infancia y otra en mi
adolescencia. Tengo la impresión de que nuestros gustos se suelen
conformar en esa época de la vida en que todo es nuevo, al menosen lo que se refiere al arte, a la música, al cine, la
literatura… y la mía quedó formada de esa manera.
Como la vi en el momento de su estreno, aún
puedo recordar que no fue recibida con especial entusiasmo. Las críticas
hablaban un poco con ese tonillo de superioridad, un poco como si cada uno
fuera un Truffaut, cuando en realidad, verlo probablemente el director francés
fuera más tolerante que la mayor parte de los letraheridos. Ahora que lo
pienso, cuando hablamos de cine, letraheridos igual no es un término adecuado;
tengo que buscar algo otro.
Esta película es de ciencia ficción pero no es
una space opera como era La guerra de las galaxias. Ésta es
ciencia ficción futurista bueno lo era entonces se supone ambientada en
noviembre de 2019 y fijaros eso ya pasó. Es un mundo en el que gracias a
la ingeniería genética se ha conseguido hacer unos robots prácticamente iguales
a los humanos pero mejorados en algunas de sus capacidades. Son los replicantes,
y el modelo más avanzado, el Nexus 6, usados para colonizar el espacio
exterior, y como representan un peligro para la especie humana tienen un límite
no pueden vivir más de cuatro años.
Tienen prohibido entrar en el planeta Tierra. En
caso de que lo hagan, un grupo policial llamado blade runners los “retiran”, o sea, matan a estas máquinas
biológicas. Cuando un grupo de cuatro infringen la prohibición, será tarea de
Dekker (Harrison Ford) el retirarlos.
Es un tipo desencantado, que al principio de la
película dice que está retirado de estas cosas. Pero es consciente de que
estos robots en un peligro. Y entonces se pone a ello, a averiguar dónde pueden
estar estos robots.
En mitad de su misión se le suma otro Nexus 6 al
que retirar: Rachel, una replicante que, al principio, ni siquiera sabe que lo
es. Su relación con Dekker es la parte “romántica” (de consentimiento dudoso en
algún caso, ya sabéis, estamos en los ochenta) de la historia.
¿Por qué me gustó en su momento? La vi y se convirtió
en mi película favorita automáticamente, a diferencia de lo que decían
los críticos. A ver, yo leo las críticas porque suelen escribirlas personas que
saben mucho del cine (mucho más que yo) y analizan las cosas de forma brillante. Sin embargo, yo los
veo más como a los economistas o los historiadores: lo suyo es analizar lo ya
ocurrido, no predecir el futuro. En ese mismo sentido, creo que los críticos de
arte son arqueólogos. No veo que tengo una especial lucidez a la hora de
señalar que qué películas van a sobrevivir a su temporada en taquilla.
A mí, adolescente criada a los pechos de Lucas, Spielberg…
e Ingmar Bergman, esta película me fascinó. Aquella muchacha que yo era buscaba
la aventura y la trascendencia, el romance y las reflexiones filosóficas,
el desencanto y la belleza… Esta película tiene un poco de todo eso.
La he
vuelto a ver por enésima vez y me ha seguido encantando. Una mirada de Harrison
Ford o Rutger Hauer merece la pena.
La dirección artística es fabulosa a la hora de
recrear un mundo futurista en tono sombrío, o sea, una distopía. Vale, sí, bueno,
como todos, fueron incapaces de predecir algo como el iPhone, de acuerdo, eso
fue una genialidad de Apple por mucho que el mindundi de Errejón crea lo
contrario.
A esa puesta en escena excepcionalmente evocadora, hay que incluir
un guion que no da un momento de respiro, no sobra una escena.
Las
interpretaciones son muy correctas, nada exageradas, de actores profesionales que buscan más la naturalidad, de los que a mí me gustan, y palabras... las justas.
Me doy cuenta de que la ciencia
ficción me gusta, pero no la dura, sino cuando se mezcla con otro género, como
el romántico o, en este caso, el suspense policial, de ahí que se la califique
también como neo-noir. Aquí hay una
parte de investigación puramente policíal, con Dekker siguiendo una serie de
pistas.
De esta película hay varias versiones, y a mí me
da un poco lo mismo una que otra. La que más veces he visto creo que fue la primera,
con voz en off. Luego Ridley Scott hizo un director’s cut, le quitó esa voz en off, metió por ahí una escena
de un unicornio y quitó el final en el que se ve a los protagonistas fuera de
Los Ángeles.
Ahora que la he visto, me he fijado más en los
personajes femeninos. Las replicantes están sexualizadas al estilo de los
ochenta, más que los hombres. Pero, al mismo tiempo, son luchadoras y peleonas.
Eso sí, las combatientes se mueren y la que tiene un rol más femenino es la que
sobrevive. Usar el cuerpo como objeto tiene sentido para que veas la
humanidad de los robots. En ese sentido también hay un uso del físico
impresionante de Rutger Hauer, a ver según los parámetros que a mí me gustan, tipo
armario empotrado, no es un lánguido flacucho ni hipermusculado, no, lo que
tiene es un físico varonil, de hombre maduro.
El paso de los años ha determinado no que el
cuerpo de las mujeres deja de estar sexualizado, sino que se sexualice el
cuerpo de los hombres. Claro, pensando en la última de Tarantino y el momento
en el que Brad Pitt se quitó la camiseta,… yo sería muy hipócrita si me quejara
de esto.
Ya sabéis como soy, no tengo remedio.
Ridley Scott es uno de los directores que suele
acertar con el tipo de actor y el tipo de historia que a mí me gusta que me
cuenten y eso a pesar de que hace películas muy diferentes aparentemente o que
pertenecen a géneros diversos. Va desde Los
duelistas (1977) con Harvey Keitel al Gladiator
(2000) protagonizado por Russell Crowe o American
Gangster (2007), con Russell y ohmygod Denzel Washington.
Espero a poner hablar de alguna de estas
películas aquí en otra ocasión. Tienen un formato perfecto, actorazos como
protagonistas y un ritmo fabuloso a la hora de contar la historia.
Y cómo no recordar las frases finales de Rutger Hauer, el monólogo de las lágrimas en la lluvia, que hasta tiene entrada propia en la Wikipedia.
I’ve seen things you people wouldn’t believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched C-beams glitter in the dark near the Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain. Time to die.
Por cierto que la versión final fue una mejora de Rutger Hauer, que le dio una intensidad dramática, quitando cosas y añadiéndole lo de que se perderá en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Hay que quitarse el sombrero ante este actorazo que, lamentablemente, nos dejó en julio de 2019.
Sobre este monólogo, y el diálogo previo con Dekker, y lo ocurrido en toda esta escena, ha sido analizada hasta la saciedad, y si quieres, puedes encontrar muchísimas reflexiones en internet y en libros. Impresiona por sus palabras y el contexto, la humanidad que transmite, la emoción de querer seguir viviendo, un día más, análogo al aria "E lucevan le stelle" de Cavaradossi en Tosca.
Yo, ¿qué queréis que os diga? Es una de esas escenas intensas que forman parte de la Historia del Cine, y que me conozco de memoria... en inglés.
Acabo con una referencia al doblaje. Me conocéis, yo veo las cosas VO hasta en idiomas que desconozco, sea iraní, japonés o francés. Esta película no es una excepción, también la prefiero en original.
Sin embargo, debo romper una lanza por los excepcionales actores de doblaje españoles. En particular por aquella maravilla que era Constantino Romero, que aquí sinceramente mejora el personaje de Rutger Hauer con su magnífica voz. Y eso que a la de Hauer no le puedes poner ningún pero. Es una de esas cosas en las que estoy más con Fernando Díaz Villanueva que con Mauricio Schwartz.
Romero nunca será lo suficientemente llorado. Era uno de los pocos actores que a veces mejoraba la interpretación original; desde luego, era así con Clint Eastwood, pues al personaje de Harry el Sucio le va mejor el vozarrón de Romero que la vocecilla de Eastwood. Y como no recordar el miedo que metía como Darth Vader, no desmerecía al original de James Earl Jones.
No conozco a nadie quien no le guste Blade Runner, salvo aquellos críticos de
los años 80 que me parecen un poco cegatos. Si te gusta el suspense, o las
distopías, las facturas sombrías pero bellas, y la música de Vangelis, sí, esta
es tu peli.
Tuvo varias nominaciones a
distintos premios, pero ganar, solo ganó tres BAFTA (fotografía, vestuario y
diseño de producción) y un premio de la Asociación de Críticos de Los Ángeles
(mejor fotografía).
Esta es otra de esas películas
que no sé en cuántas listas de cien mejores películas aparecerá. Tenía que
aparecer en la mía, por ser una de mis favoritas.
La vi en el cine cuando la estrenaron, y ya en aquel momento me pareció una película destinada a ser de culto, a pesar de las críticas negativas que escuché y leí. La he vuelto a ver varias veces, y me reafirmo en mi opinión inicial. La escena de la "muerte" de Rutger Hauer es poesía: la frase, la paloma, la belleza estética de la escena ( y del actor)...uff inolvidable.
La vi en el cine cuando la estrenaron, y ya en aquel momento me pareció una película destinada a ser de culto, a pesar de las críticas negativas que escuché y leí. La he vuelto a ver varias veces, y me reafirmo en mi opinión inicial. La escena de la "muerte" de Rutger Hauer es poesía: la frase, la paloma, la belleza estética de la escena ( y del actor)...uff inolvidable.
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