Por Nacho Cobos (2014)
[CC BY-SA 4.0]
via Wikimedia Commons
|
Ubicación: Quintanilla de
las Viñas (provincia de Burgos), España
Fecha: Finales s.
VII-principios s. VIII
Estilo: Arte visigodo
Tipo de edificación: iglesia
Una
de las obras más representativas de la arquitectura visigoda.
La última vez que en este blog visité una edificación europea fue la iglesia de San Vital de Rávena, bizantina,
de mediados del siglo VI. Ahora damos un salto de siglo y medio para plantarnos
en la península Ibérica, donde los visigodos reinaban desde hacía más de cien
años.
Contrasta mucho la
grandeza de la arquitectura romana con lo que vino después. Aunque a su modo,
los pueblos germánicos se pretendían continuadores del poder imperial, sus edificaciones
eran poco vistosas.
De los visigodos quedan, principalmente, iglesias por la zona de la Meseta Norte, como San Juan de Baños en Palencia,
San Pedro de la Nave en Zamora, o esta de Quintanilla de las Viñas. He escogido esta porque la he visitado en persona un par de veces. Pero hay que tener un poco de ojo, porque no está en el pueblo mismo, sino en las afueras, y si te despistas, puedes pasarla de largo.
Es un buen complemento a un recorrido por la zona, visitando Santo Domingo de Silos o Covarrubias.
A diferencia de la época
romana, o la posterior musulmana, la visigoda era una sociedad más rural, más
del campo, así que los edificios que de ellos quedan suelen estar por
despoblados. Dan la impresión de surgir ahí, en mitad de la nada, en un sitio
que a ti no te llama la atención. Estar allí solo, en un descampado solitario, en un día de invierno, sintiendo el frío, con el viento helándote las orejillas,... sí, te transporta bastante bien a la Edad Media.
Se sigue el mismo modelo
ya visto en la época del arte paleocristiano: planta basilical. Cuando
posteriormente llegó el dominio musulmán, y se fue reconquistando hacia el sur,
los repobladores cristianos construyeron edificios en
los nuevos territorios siguiendo este modelo «estilo de
repoblación».
Lo que queda en
Quintanilla es sólo una pequeña parte del templo primitivo, la capilla mayor y
el transepto; faltarían entonces las naves, la central y las laterales. Por
eso da una impresión de edificio chiquito, para pocas personas, que no se
ajusta del todo a la realidad.
La construían con grandes
sillares. Entre la capilla y el crucero hay un arco toral, muy típico de los visigodos, que a un lado es de
herradura y al otro de medio punto peraltado.
Lo más significativo son,
para mí, los detalles ornamentales, el que se vean tallados temas vegetales
como zarcillos o alegorías del sol y la luna, o, en el exterior, una faja
horizontal que lo recorre con temas geométricos, vegetales y animales, a veces
encerrados en círculos. Como dicen en la Wikipedia, este tipo de decoración es muy extraña y apenas existen ejemplos
similares en templos cristianos.
La verdad es que si comparas con el arte grecorromano o bizantino de los siglos anteriores, es todo mucho más básico, más sencillo, más primitivo. Un paso atrás.
Aunque no es un artículo
muy detallado, si quieres saber algo más de este monumento, puedes leer el artículo en la Wikipedia.
En YouTube, aquí tenéis
cinco minutos de imágenes recreándose en el monumento
No hay comentarios:
Publicar un comentario