The prisoner of Zenda
Autor: Anthony Hope
Año: 1894
Género: Novela
Edad: juvenil
La novela de capa y espada por antonomasia
Una de mis novelas favoritas de cuando yo era jovencita. En su momento tuve una versión de los años cuarenta-cincuenta que perteneció a mi padre. Qué pena que todos aquellos libros les perdí la pista, porque ahora me gustaría tenerlos.
Como no lo tengo, pues he leído esta una de las últimas versiones, la editorial que entiendo que fue promovida por Pérez-Reverte, zenda aventuras. Mi ejemplar es una segunda edición, de este mismo 2022.
Yo la recordaba más larga, y me la he leído en un par de días. Es una novela de aventuras de las de toda la vida, que no tiene una escena que sobre ni falte. Contado en primera persona por Rudolf Rassendyll, caballero inglés, te lleva rápidamente de Inglaterra a ese país imaginario de Centroeuropa, Ruritania, y allí se precipitan los acontecimientos: conoce al rey, descubre que son prácticamente idénticos, se hace pasar por el rey, se enamora, espadachines, rescates, heridas... Y cuando te quieres dar cuenta, se terminó el asunto.
Te quedas también con los secundarios, sobre todo el descarado canalla Rupert de Henzau. Tuvo su propio libro, que lleva su nombre.
El prisionero de Zenda fue un éxito desde el principio. Generaciones de jóvenes se han deleitado con sus páginas. Hasta dio lugar a un tipo de novela muy específico, el «romance ruritano», aventuras de capa y espada ambientadas en ficticios países de Centro Europa. Hasta en la novela romántica hay cosas de estas, incluso en contemporánea.
Me ha gustado reencontrarme con este clásico juvenil. Es verdad que ahora lo miro con otros ojos. Me maravilla el estilazo: esa economía de medios, la rapidez con la que se pasa de una cosa a otra, lo conciso de los diálogos y las descripciones, frases cortas... Para que entendáis lo que quiero decir, os pongo un párrafo así, abriendo al azar:
Por fin divisamos el pabellón. Espoleamos a los caballos en un último galope y llegamos a la puerta. Todo estaba tranquilo y en silencio. Nadie salió a recibirnos. Desmontamos a toda prisa. De pronto Sapt me agarró del brazo.
Me fijo también en las historias románticas y cómo tratan a la mujer. El enamoramiento Rudolf-Flavia es totalmente instalove. Obviamente, no supera el test de Bechdel ni por el forro, aunque en una de aventuras publicada en la época victoriana tiene su lógica. Por esas cosas ya no me mosqueo. Me llaman la atención, pero tampoco hago sangre. Prefiero disfrutar de lo que sí me gusta.
Esta edición tiene un prólogo de Pérez-Reverte, muy interesante. Menciona adaptaciones y derivados, centrándose sobre todo en las cinematográficas. A ver si un día de estos veo alguna de esas película, me apetece.
Me pregunto si Pérez-Reverte sabe que existe un male / male romance inspirado en la novela, The henchmen of Zenda, que publicó KJ Charles en 2018, protagonizado por Jasper Detchard como oficial británico caído en desgracia y Rupert de Hentzau. Lo que no sé es cómo puede montar un final feliz, ya que en el libro de Anthony Hope Detchard muere. Me imagino que Pérez-Reverte no lo sepa, y me pregunto cual sería su reaccionar al saber que existe algo así, si le dejaría perplejo o le divertiría, si aborrecería la idea o si le entraría la curiosidad y la leería algo.
Actualmente se considera un libro juvenil, y sí, yo creo que lo puede disfrutar cualquier adolescente entre 12 y 15 años, más o menos. Pero nos lo pasamos pipa, también, los aventureros de corazón, sea cual sea su edad. Yo me incluyo entre ellos, modestamente.
Tengo que mirar a ver qué otros libros de aventuras han publicado en Zenda Aventuras o Edhasa-Zenda, ya que es un género que me gusta mucho.