jueves, 30 de marzo de 2017

#15 Venus de Milo



Por pictures Jettcom (2013)
[CC BY 3.0],
via Wikimedia Commons



Αφροδίτη της Μήλου

Ubicación: Museo del Louvre
Fecha: h. 130-100 a. C.
Época: Antigüedad




Seguimos con la escultura griega de la época helenística, la tercera etapa del arte griego. Aun en esta época en que el arte se hizo exagerado, cuerpos retorcidos con expresiones exaltadas, hubo restos del clasicismo sereno de otras épocas.

Ya vimos que algo de ello se conservaba en la Niké o Victoria de Samotracia, pero también en esta Venus de Milo. Conserva del clasicismo la serenidad y la armonía de las proporciones. Combina el arte de maestros del pasado como Fidias y Praxíteles. Y, sin embargo, algo del movimiento en el espacio, de ese giro de la figura, nos recuerda que esto ya no es puramente clásico sino helenístico. Sí, el cuerpo se gira en una línea serpentina, la llamada curva praxiteliana, pero el movimiento en general está un poco exagerado, es demasiado marcado, lo que incluye el drapeado. Ahí se ve que esto no viene de la Atenas del siglo V a. C.

Es de tamaño mayor del natural, poco más de dos metros, y está realizada en varios bloques de mármol blanco. Representa a la diosa griega Afrodita, aunque se la conoce más por el nombre en latín, Venus.

Estamos ante una de esas obras de arte que tienen detrás cierta historia de no se sabe si saqueo imperialista o adquisición legal. Turquía la ha reclamado, ya que ejercía su dominio la actual isla griega de Milo o Melos al tiempo del descubrimiento, y al parecer hubo una doble venta. Pero vamos, que en esto el Louvre y Francia serán como el Museo Británico y la Gran Bretaña. Ya pueden los turcos esperar sentados, como los griegos. 

Para saber más, tenemos el artículo de la wikipedia dedicado a la Venus de Milo. Tiene artículo en Arte Historia, y encontramos un análisis de la obra, en Aula de Historia.

martes, 28 de marzo de 2017

#54 Andrea Chénier

Umberto Giordano (1896)
Por Gaetano Esposito






Andrea Chénier

Estreno: Milán, 28 de marzo de 1896

Compositor: Umberto Giordano

Libreto en italiano: Luigi Illica.


Tal día como hoy se estrenó, en el Teatro de La Scala de Milán, la única ópera por la que se recuerda a este compositor, un dramón ambientado en la época de la Revolución francesa.

El cine, en concreto la película Philadelphia contribuyó a popularizar “La mamma morta”, un aria para soprano de esta ópera. Un improbable Tom Hanks le describe a un escéptico Denzel Washington el argumento y el sentido de la canción dentro de él: Maddalena cuenta como su madre murió en la Revolución.

No es una ópera muy larga, unas dos horas y quince minutos de amores contrariados para que un poeta y una aristócrata acaben yendo a la guillotina cogiditos de la mano. Así que se puede ver con facilidad, aunque, la verdad, esto de los amores trágicos sin final feliz no son lo mío. Giordano es un poco folletinesco, y aquí todo va rápido, con sorpresas y giros de la trama. “Efectista” es una palabra que se oye mucho cuando hablan de este compositor. No es que haga melodías inolvidables, pero con la ayuda de un buen libreto, y lo bien que sabe componer para la orquesta, acaba haciendo una ópera muy entretenida.

El argumento se inspira en un idealista poeta que existió de verdad, André Chénier, aunque no hay noticias de que una aristócrata se inmolara con gusto a su lado. Pertenece al género del verismo.

Aparte de “La mamma morta”, tenemos el dúo final cuando Maddalena decide ir a la guillotina con su enamorado poeta Andrea, y los dos le cantan a la muerte. Luego destacan las dos arias del tenor “Un dì all’azzurro spazio” y “Un bel dì di maggio”, y la del barítono, “Nemico della patria”.

Ya digo que es la ópera por la que más se recuerda a Giordano, aunque últimamente también se repone alguna vez Fedora (1898).

Aquí os dejo “La mamma morta” cantada por la Callas of course.



La grabación que recomiendo de esta ópera es la que dirigió G. Patané en el año 1986 para la CBS, con José Carreras en el rol titular, Eva Marton como Maddalena, Giorgio Zancanaro, K. Takács, E. Farkas y F. Federici. El coro era el de la Radiotelevisión Húngara, y la Orquesta, la del Estado Húngaro.

Para saber más, la wikipedia. En Kareol tenemos como de costumbre sinopsis, lista de grabaciones escogidas y el libreto en italiano  y español.

domingo, 26 de marzo de 2017

#24 El silencio de los corderos




The Silence of the Lambs
Año: 1991
País: Estados Unidos
Director: Jonathan Demme
Música: Howard Shore

Porque a veces en el género, todo encaja y te producen una obra maestra perturbadora, y cuyo final feliz es de lo más inquietante.

Esta película la vi cuando se estrenó y para mi fue un mazazo, porque nunca había visto una de suspense igual. Ahora ya todo el mundo,… pero entonces, no.
Es una película de género de suspense, thriller, horror, lo tiene todo. Y sigue las pautas del género, ¡en tantos sentidos…! Una investigación para averiguar quién es el malo. Una agente del FBI bastante novata, a la que lanzan a las garras de un psicópata para que le extraiga secretos útiles a la investigación…
Ya he dicho aquí, o igual en mi otro blog, que una de misterio funciona lo que funcione el villano. La regla es “cuanto peor, mejor”. Aquí se cumple a rajatabla esa regla. Con Hannibal Lecter tenemos uno de esos personajes cinematográficos inolvidables, por su crueldad, su brutalidad mezclada con sofisticación, consigue que sea a un tiempo temible y atractivo, no hay que gritar, no hay que dejarse llevar por la ira, una tranquila maldad es infinitamente más inquietante. Creo que no podría ser además tan profundo o tan intenso si lo interpretase otro actor. Anthony Hopkins lo borda.
Pero claro, no le puedes poner enfrente a ninguna mema. No, tiene que ser una mujer fuerte, inteligente, que sepa estar a la altura. Jodie Foster está perfecta en el papel. ¡Podrían haber metido tanto la pata con este personaje…! Y no lo han hecho. Al contrario, es uno de esos personajes femeninos que recuerdas de por vida. Un modelo, alguien tenaz, estudioso, valiente y tan lista que hasta conoce sus propias limitaciones. Jodie, we love you.
Sin olvidar a los secundarios, claro, esos que se creen más listos que nadie, que creen que podrán manipular a Hannibal y sacar partido de Clarice y luego son estos dos quienes les dan sopas con honda. Me chirrían los dientes. El psiquiatra de la cárcel, el doctor Chilton, es casi una caricatura y se le ve venir. Pero el jefe de Clarice, Crawford, en plan mucho más sutil, la manipula; la da la oportunidad, sí, pero también la aparta cuando él cree que conviene, y juega con que es joven y mujer en un entorno que muchas veces la va a infravalorar o rechazar.
El guión funciona como un reloj adaptando una novela más bien mediocre (creedme, la leí en su día). La luz, la fotografía, es desasosegante, gris, fría, como le va a la historia. La música es de las que no se entromete, sino que acompaña con naturalidad las escenas. En fin, que esto es Hollywood en su mejor versión, la que sabe profundizar y sacar petróleo de lo que –aparentemente- es sólo un producto industrial.
No me extraña que sea de esas pocas películas que ganaron los cinco premios principales de la Academia: Película, director, actores y guión adaptado. Es una película redonda. La vi hace poco por la tele otra vez y me sigue pareciendo magnífica.
En fin, que por mucho que los letraheridos y los cinéfilos me fusilen al amanecer, debo decirlo: a veces el cine (o los libros) de género, van más allá de lo comercial y, sin perder el gancho popular, trascienden y son capaces de hacerte pensar en el sentido de las cosas, de la existencia humana, de lo que las personas nos hacemos unas a otras y de las mil maneras que tenemos de jodernos la vida.
Leo en la wikipedia que The Silence of the Lambs es considerada un logro «cultural, histórico y estético» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y la cinta original fue preservada por este ente gubernamental en 2011.
Así que si tienes la oportunidad y quieres pasar un mal/buen rato con una película que aún mantiene toda su capacidad de perversa fascinación, dale una oportunidad.
Para saber más: consúltese la Wikipedia, Film Affinity o la Internet Movie Data Base.

domingo, 19 de marzo de 2017

#26 Fausto (ópera)


Inva Mula y Roberto Alagna
(Fausto en los Chorégies d'Orange, 2008)
Por jean-louis zimmermann [CC BY 2.0]
Via Wikimedia Commons


 Faust

Estreno: París, 19 de marzo de 1859

Compositor: Charles-François Gounod

Libreto en francés: Barbier y Carré, basado en el Fausto de Goethe.


Tal día como hoy se estrenó, en el Théatre Lyrique (Teatro Lírico) de París, esta obra que es, después de Carmen, la más representada del repertorio francés.

De acuerdo, todos conocemos a la Castafiore, ¿verdad? ¿Y cómo anda todo el rato cantando aquello de que se ríe de verse tan bella en el espejo…? Bueno, pues se supone que está cantando el “Aria de las joyas”, justo de esta ópera, una de las más populares de la historia del teatro lírico. De hecho, hasta hicieron un álbum de Tintín, Las joyas de la Castafiore, que en cierto sentido parodiaba todo este tema.

La historia de esta ópera tiene una base seria, el Fausto de Goethe, obra con la que –dicho sea entre nosotros-, llevo varios meses luchando. Esfuerzo titánico, no sé si me acabará derrotando.

La cosa va del tópico del sabio que vende su alma al diablo, pero contado más con el encanto francés y menos la aridez metafísica de la obra literaria alemana. Se inclina más hacia lo amoroso y romántico que a las profundidades filosóficas de la historia original. El malote, Mefistófeles, a veces es un poco como de trapillo.

Como obra dramática, deja mucho que desear. Ni el argumento tiene demasiada lógica tirándose a lo sentimental, ni los personajes están particularmente bien descritos.

Se enmarca en el estilo de la grand opéra francesa, lo que implica cinco actos (unas tres horas y media), y meter un ballet con calzador.

Consagró a Gounod, compositor que es de lo que se puede calificar como “de una sola obra” (esta) porque realmente el resto de su música no es popular. Pero aquí atinó, y esta ópera es de las que gusta, y mucho. Tanto que es la que escogieron para inaugurar el Metropolitan de Nueva York en 1883. Bueno, en Alemania no la tienen mucha estima, porque hicieron un espectáculo sentimental y blandito de la monumental obra de Goethe. Personalmente no sería la que aconsejaría ir a ver a alguien que empezara en esto de la ópera. Lo que desde luego sí que diría es que la escuchase, porque tiene momentos sublimes. Cuando Gounod acierta es más que agradable, es precioso.

Aquí os dejo un simpático video de la Castafiore y el aria de las joyas:



La grabación que recomiendo de esta ópera es la dirigida en 1978 por Georges Prêtre para la EMI, con la orquesta y coro del Teatro Nacional de la Ópera de París y el incombustible Plácido Domingo como Fausto, Nicolai Ghiaurov de Mefistófeles y Mirella Freni como Margarita. Otros cantantes: Thomas Allen y Jocelyne Taillon.

Para saber más, la wikipedia. En Kareol tenemos como de costumbre sinopsis, lista de grabaciones escogidas y el libreto en francés  y español. Es curioso ver que en las tres grabaciones que recomiendan ahí hay presencia española: aparte de esta con Plácido, en otra aparece Kraus y en la primera aparece Victoria de los Ángeles como Margarita. El repertorio francés se les da bien a nuestros divos.