The universe in your hand: a journey through space, time, and beyond
Título original: The universe in your hand: a journey through space, time, and beyond
Autor: Christophe Galfard
Año: 2015
Género: Ensayo
Tema: Ciencia / Astronomía
Asomarse al abismo infinito
En varias listas de libros de divulgación científica ví citado, una y otra vez, este libro. Así que este verano aproveché que estaba en digital en la biblioteca, y me puse a leerlo.
No me extraña que tenga tan buena prensa, porque resulta muy ameno, sin perder el rigor. Al menos, así parece para quienes, como es mi caso, somos de letras, y la afición a las ciencias me ha venido más tarde en la vida. Quiero recuperar el tiempo perdido pero, al faltarme el marco básico de un buen bachillerato de ciencias, tengo que conformarme con libros de divulgación. Los técnicos no podría comprenderlos.
Te enmarca la historia en un relato de cómo él, estando en una isla tropical, comienza a mirar el cielo estrellado. Se ensimisma y viaja a través del espacio y del tiempo, todo con el poder de la imaginación, y te lleva con él, para que veas cómo tú también puedes comprender de qué forma creemos que está hecho el mundo. De vez en cuando vuelve a la Tierra, para recordar a sus amigos, o a su tía la de los jarrones horrorosos.
Este vago hilo conductor le sirve para hablarnos de lo más grande y de lo más pequeño. Con el pensamiento, recorrer el universo visible y elucubra sobre lo que podría haber más allá del muro de Planck, esa parte, o ese momento, que escapa de nuestra facultad de captación y comprensión.esos momentos iniciales...
Porque lo primero que se asume, o se presume, es que realmente podemos comprender lo que hay ahí afuera, pese a nuestros cerebros de simios. Que, de verdad, el universo nos habla en un lenguaje que comprendemos.
... la primera suposición o «postulado» que haremos es esta: que de alguna manera somos capaces de comprender la naturaleza, más allá incluso de lo que nuestros sentidos son capaces de explicarnos. Para ello, de ahora en adelante asumiremos que, en condiciones similares,la naturaleza obedece las mismas leyes en cualquier putno del tiempo y el espacio, tanto si soos capaces de verlo como si no, tanto ahora como en el pasado y en el futuro, tanto si coocemos esas leyes como si no. A esto lo llamaremos nuestro primer principio cosmológico.
Cuando comprendes, sientes el vértigo de asomarte al abismo. Y de cómo, al fin y al cabo, cada uno de nosotros somos el centro del universo... visible.
Curiosamente, eso no significa que no estemos en el centro de nuestro universo visible. Sí que lo estamos. Pero también lo está en cualquier otro lugar. Todo lugar es el centro del universo que puede verse desde él.
Esta arraigada convicción llevó incluso a los científicos a plantear los siguientes principios cosmológicos adicionales: para imaginar lo que sucede en puntos muy, muy lejanos de nuestro planeta, los científicos asumen que no existe ninguna posición preferencial —ese es el segundo principio cosmológico— y que si un observador concreto se pusiese a viajar, todas las direcciones le parecerían siempre iguales, puesto que las galaxias distantes se alejarían de su posició, del mismo modo que lo hacen de nosotros en la Tierras: ese es el tercer principio cosmológico.
Como una esfera que nos rodeara en todas las direcciones. Una metáfora preciosa que utiliza es la de las islas y el mar. Si tú estás en una isla, rodeado por mar, ves a tu alrededor hasta cierto punto, tú eres el centro de todo lo que ves.
Si otra persona está en su isla, cerca de ti, lo que ve a su alrededor coincidirá, en parte, con lo que ves tú, y otra parte no.
Si esas dos islas están tan separadas en el mar que no se ven la una a la otra, cada una describirá un mar diferente. Pues eso es lo que ocurre con el universo, tú puedes descubrir hasta donde alcances a ver (o captar) desde la Tierra. Pero en otro planeta, a millones de años-luz, lo que percibirás será algo diferente.
De ahí que la hipótesis de los multiversos pueda ser factible porque al fin y al cabo, lo que nosotros captamos es el universo visible.
Luego, se adentra en lo más pequeño, de las partículas subatómicas que son perturbaciones en el campo cuántico, y cómo interactúan, y los misterios que ríete tú del gato de Schrödinger. Llega así a hipótesis como la teoría de cuerdas que es la parte final, más abstracta y, me temo, más ininteligible de todo el libro.
A mí me hizo comprender por vez primera cómo opera la gravedad en el continuo espacio-tiempo.
La gravedad era una curva en el tejido del universo provocada por los objetos que este contiene. Newton no había sido capaz de verlo. Nadie había sabido verlo hasta entonces y, aún hoy, seguimos intentando comprender las consecuencias de esa revelación.
¿Cuánto de todo esto puede comprender una persona normal, el público en general al que va dirigido? Pues la mayor parte, ya que nos ahorra cálculos, prometiendo (y cumpliendo) que sólo incluirá una, la equivalencia entre masa y energía, o sea, E =mc2, y con eso ya es capaz de explicar muchísimas cosas, recurriendo a la imaginación, a repetición de ideas, en su loable esfuerzo de no querer dejar a nadie atrás.
Personalmente, no creo haber entendido todo lo que cuenta, pero sí la mayor parte. No hay nada más apasionante que descubrir un mundo nuevo de conocimiento que te permanecía oculto y, al mismo tiempo, baja los humos a cualquiera, por el desafío que supone a nuestros cerebros.
Muchas veces, entiendes la comparación, símil o metáfora que hace para intentar hacer comprender, pero cuando eso lo trasladas a la realidad, se cierra la mente y no alcanzas a comprender. Como si te estuvieran recitando una poesía en polaco, será preciosa pero no entiendes ni papa
Hay quien critica la obra diciendo que el lenguaje es muy de andar por casa, poco técnico.
Los electrones detestan que su ondeante personalidad se vea solapada. Es un mundo cruel.
Esta regla de no cohabitación tiene un nombre. Se denomina principio de exclusión de Pauli...
Puede ser, pero creo que no está dirigido a quien ya sabe de esas cosas, sino, al contrario, al ciudadano normal que quiere adquirir unas nociones básicas de estos temas. También pienso que es más fácil llegar a este libro si antes has leído otros, de manera que tienes unas nociones básicas de lo que es, por ejemplo, un agujero negro.
El autor, Christophe Galfard (nacido en París en 1976), es un físico francés que estudió en Cambridge, con Stephen Hawking. Lo escribió originalmente en inglés, en 2015. El mismo año salió la versión francesa. Al año siguiente, 2016, la traducción al español. Ha sido traducido a unos cuantos idiomas (incluido el polaco, el griego o el alemán), al ser uno de los mejores libros de divulgación científica de los últimos años.
Fue considerado el
mejor libro científico del año 2015 por la revista Lire. Así que, a poco que quieras desafiar a tu cerebro con cosas nuevas, este libro es totalmente recomendable.
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