sábado, 24 de julio de 2021

Día #192

 

Hoy se cumplen cien años del nacimiento de uno de los más célebres tenores del siglo XX, Giuseppe Di Stefano.

 


Este siciliano desarrolló su carrera entre los años cuarenta y los setenta del siglo pasado. Yo lo he escuchado, sobre todo, en grabaciones de la Callas de óperas italiana.


A la derecha, la Callas y Pippo fotografiados el 9 de diciembre de 1973. La acreditación, en wikicommons, viene así: Fotograaf Onbekend / Anefo, CC0.

 

La voz de tenor no es mi favorita en hombres, reconozco que me van más los barítonos. Pero la de Di Stefano es de esas que te hacen exclamar ¡pero qué bonita!

 

Hoy, en su honor, he escuchado un par de sus grabaciones, una de ópera y otra de canciones italianas de esas tan vigorosas y alegres que te ponen de buen humor simplemente con que las escuches cinco minutos.

 

Pippo fue víctima de un delito violento en 2004 y el pobrecico no llegó a recuperarse. Estuvo enfermo hasta que murió el 3 de marzo de 2008.

martes, 20 de julio de 2021

Día #188

 



 

Escuchando a Igor Levit, tres horas y media de piano. Me pasa algo curioso, empiezo con lo que más me gusta (el disco de Bach), luego lo que llevo bien (Beethoven) y acabo con Rzewski.

 

A este último ni lo conocía ni me ha entusiasmado mucho, si os he de ser sincera. Mirando en la wiki descubro que es un compositor estadounidense y virtuoso del piano que justo acaba de fallecer hace un mes. Qué coincidencia.

 

En este disco está justo su pieza más conocida, The People United Will Never Be Defeated! (1975).


Igor Levit es un pianista ruso nacionalizado alemán, nacido en 1987.

domingo, 18 de julio de 2021

Día #186

  

Hoy, 18 de julio de 2021, se cumplen doscientos años del nacimiento, en París, de Pauline Viardot.


 

Una mezzosoprano con una vida interesantísima, cantante y compositora.

 

Os resumo la entrada de la Wikipedia.

 

Fueron sus padres el tenor Manuel del Pópulo Vicente García, su primer maestro, y la soprano conocida en los escenarios como Joaquina Briones, cuyo nombre era al parecer María-Joaquina Sitches Irisarri. Sus hermanos también fueron famosos: la Malibrán y el barítono y compositor Manuel Patricio García, inventor del laringoscopio.

 

El apellido Viardot le viene de que se casó con un señor llamado Louis Viardot.

 

Aunque vivió en México y en Rusia, la mayor parte de su vida la pasó en Francia, donde tenía una tertulia de esas muy concurridas entre intelectuales y artistas. Fue muy amiga de George Sand, quien se inspiró en ella para la novela Consuelo. Tuvo un romance con Iván Turguénev.

 

Entre sus maestros de piano estuvo con Liszt. Se la recuerda porque, aparte de cantante, fue compositora y desarrolló un método de enseñanza.

 

Compuso sobre todo música vocal, óperas y canciones. He escuchado sobre todo sus canciones, que es lo que más me gusta, el disco Songs, con Ina Kancheva cantando y Ludmil Angelov al piano. En su mayoría, son canciones basadas en poemas de de autores rusos.




sábado, 17 de julio de 2021

#51 Sepulcro del Doncel

 

Foto de Borjaanimal (2018) CC BY-SA 4.0
Vía Wikimedia Commons


 

Ubicación: catedral de Sigüenza (Castilla-La Mancha, España)

Fecha: 1486-1504

Época: Arte gótico

Autor: Sebastián de Almonacid / Sebastián de Toledo

 

Aquí yace Martín Vázquez de Arce, caballero de la orden de Santiago, que mataron los moros, socorriendo al muy ilustre señor duque del lnfantado, su señor, a cierta gente de Jaén, a la Acequia Gorda, en la vega de Granada...

 

 

He visitado todas las comunidades autónomas de España, faltándome las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Y, dentro de ellas, he estado en prácticamente todas las provincias. Alguna, sin embargo me falta. Una de ellas es Guadalajara.

Guadalajara está ahí, a un lado, es un poco como Soria o Cuenca o Huelva, que tienes que ir allí expresamente, no es algo que visites de paso hacia otro sitio.

Uno de los atractivos turísticos de esa provincia es Sigüenza, en particular su catedral, bien de interés cultural. Allí destaca la Capilla del Doncel, donde se puede ver este sepulcro gótico español.

Se trata de un sepulcro bajo arcosolio. Se ve el sarcófago en la parte inferior, con la escultura encima. En la pared del fondo, una inscripción. Por encima y a los lados, pinturas.

Aquí os pongo una imagen general, hecha por Servandogotor en 2015:


Me voy a centrar en lo que es la figura del doncel, aunque haya otras cosas de interés en este sepulcro.

Está confeccionado en alabastro, y policromado, como se ve en esa cruz de Santiago que lleva en el pecho.

Lo primero que llama la atención es la postura. Lo habitual en las esculturas funerarias era estar tumbado, como dormido. Aquí el protagonista está recostado, apoyando el codo en un haz de heno, mientras lee un libro.

Refleja el ideal del caballero de aquella época, que maneja la espada y la pluma. Viste armadura, cota de mallas, cubre la cabeza con un capacete , luce puñal y espada… pero a lo que se dedica allí, en su sepulcro, de cara a la eternidad, es a leer.



A la derecha, fotografía de Servandogotor (2015), CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons, en la que se ve el paje que el doncel tiene a sus pies.

El gesto de la criatura es tristón, entre pensativo y pesaroso. Es indudable que la muerte de este joven le causa tristeza. También, como es habitual, un perrillo símbolo de fidelidad.



El doncel, fotografiado por Manuel Parada López de Corselas.

 

Os preguntaréis quien era este muchacho. Aunque lo llaman doncel no era tan joven. Es Martín Vázquez de Arce, un retoño de buena familia, que servía, a su vez, a los Mendoza. Por cierto que del palacio del duque del Infantado en Guadalajara ya hablé aquí, en el mes de diciembre pasado.

La decisión de construir aquel palacio la tomó, hacia 1480, don Íñigo López de Mendoza, segundo duque del Infantado y tercer marqués de Santillana (entre otros títulos). Era nieto del primer marqués de Santillana, el escritor. La cosa es que este Íñigo López de Mendoza participó en la guerra de Granada, especialmente en la campaña de 1486.

Esa guerra de Granada duró diez años, y culminó en 1492 con la toma de la capital nazarí. Fue dura, campaña tras campaña se iban tomando las ciudades, casi una a una, poco a poco. Metiéndose como cuña entre las banderías que dividía a los nazaríes, con asedios implacables a plazas fuertes que parecían inexpugnables...

Martín formaba parte del ejército del duque del Infantado. En una escaramuza tonta en la vega, cerca de la Acequia Gorda, falleció, en esa campaña de 1486. Tenía 25 años de edad. Ahora nos parece joven, en aquella época era todo un hombre.

Su padre recogió el cadáver y con los años lo llevó a las tierras de la familia en Sigüenza. Fue su hermano, obispo de Canarias, el que al parecer encargó este sepulcro.

Esta escultura es ejemplo del estilo gótico español, de la época final. El gótico hispano tiene cuatro fases. Esta se situaría en la última, cuando las influencias flamencas y germánicas sustituyen, en Castilla, a las borgoñonas.

Esto se explica por el intenso tráfico comercial entre Castilla y Flandes en aquella época. De la misma manera que antes se recibieron esas influencias de Borgoña también más en la Corona de Castilla que en la Corona de Aragón.

Al gótico de esta época se le llama estilo hispano-flamenco. Es una de las épocas más ricas de la escultura española. Se nota que era un reino pujante y rico. Lo he dicho muchas veces: donde hay pasta, hay arte. Y el comercio siempre crea riqueza.

Aquí se ven rasgos muy propios del estilo: el realismo (algo muy burgués) más que el naturalismo precedente; es una escultura funeraria (género que predomina en la época) y, finalmente, desprende un cierto aire de melancolía.

Había tres centros artísticos de este estilo hispano-flamenco: Sevilla, Toledo y Burgos. Pues bien, esta escultura se enmarcaría en torno al centro toledano. De la escuela toledana sobresale Egas Cueman, a quien se achaca haber introducido allí las formas flamencas. Se le considera maestro del autor de esta escultura: Sebastián de Almonacid o Sebastián de Toledo. Bueno, de quien se supone que es el autor, que esto no es seguro. De hecho, ni siquiera se sabe si son el mismo artista, o son dos diferentes.

Tampoco se sabe la fecha exacta en la que se terminó este sepulcro. Leo en la Wikipedia que tiene que estar entre 1486, que es cuando murió Martín Vázquez de Arce, y 1504, pues se cita como acabada en el testamento de su padre. Azcárate Ristori lo fija en 1490-1491, o, como mucho 1495.​

Una de las razones por las que he escogido esta pieza en mi lista de cien esculturas es porque el Doncel de Sigüenza es un icono de la época. Refleja bien esa España de la segunda mitad del siglo XV. 

Una España en lucha, la guerra civil primero, la conquista de Granada después. Pero también en la que florecieron autores como Jorge Manrique (otro caballero noble caído en la guerra, en su caso en la civil de Castilla). El otoño de la Edad Media en la península. Una nación pujante, rica, que comerciaba con el norte de Europa, cuyos caballeros aspiraban a luchar con habilidad, que ambicionaban nuevos horizontes y cuyo ideal era la espada y la pluma.

 



viernes, 16 de julio de 2021

Día #184

 


 

Domenico Scarlatti: Sonatas Vol. 1, con Federico Colli al piano.

 



Lanzado el 4 de mayo de 2018.

 

Un fondo musical estupendo para unos días de muchísimo trabajo. Giuseppe Domenico Scarlatti (1685, Nápoles–1757, Madrid), fue un compositor italiano. Aunque se le considera sobre todo como un compositor barroco, por la época que vivió, su música fue decisiva para el desarrollo del clasicismo. Pasó gran parte de su vida al servicio de la familia real española. Había sido maestro de la princesa Bárbara de Braganza, y a través de ella llegó a España.

 

Federico Colli (n. en Brescia en 1988) ganó el primer premio en la competición Mozart de Salzburgo en 2011, así como la medalla de oro en la competición internacional de piano de Leeds en 2012.


Venga, un poquito más, un esfuerzo final antes de las vacaciones… Cabalgando la quinta ola, con mascarilla de quita y pon.

martes, 6 de julio de 2021

#50 Miguel Ángel: David

 

Foto de Jörg Bittner Unna (2016)
CC BY-SA 3.0
Via Wikimedia Commons


 

Ubicación: Galería de la Academia (Florencia) Toscana, Italia

Fecha: 1501-1504

Época: Arte renacentista

Autor: Miguel Ángel

 



 

El más grande, como la Jurado

 

He reflexionado mucho sobre Miguel Ángel, cómo hablar de él aquí. 

Está considerado el artista más completo de la historia. Arquitecto, pintor, escultor, poeta, urbanista. Todo lo hizo, y todo bien, a lo largo de las décadas. Nació en 1475 y murió en 1564. O sea, empezó trabajando en la Florencia de los Médici, y acabó ya en tiempos manieristas de la Contrarreforma.

El más grande, aunque admito que a mí me deja un poco fría. No me emociona, pero sí me impresiona lo que no está escrito. Leo en Miguel Ángel: una vida épica, de Martin Gayford:

…de acuerdo con muchos parámetros, el más famoso de todos los tiempos. Pocos otros seres humanos, a excepción de los fundadores de religiones, han sido objeto de estudios y debates tan meticulosos. La vida, la obra y la fama de Miguel Ángel transformaron para siempre nuestra noción de lo que podía ser un artista.

 

¿Qué puedo añadir yo?

Al final, he decidido comentarlo como si hablara con alguien de otro planeta que jamás haya oído hablar de Miguel Ángel y su terribilitá. Explicar algunas de sus obras y, si acaso, hacer al final una serie de artículos como los que escribí respecto a Alberto Durero.

Hoy os traigo esta escultura que se alzaba en la plaza de la señoría de Florencia y ahora la puedes ver en la Galería de la Academia.

Mide más de cinco metros de altura. Yo la he visto in situ y sí, impresiona. 

Está ejecutada en mármol blanco. El mármol blanco de Carrara representaba mejor que ningún otro material el ideal neoplatónico de Belleza que dominaba filosóficamente la Florencia de la juventud de Miguel Ángel. 

La pieza concreta con la que se confeccionó tiene su historia. Luego la cuento.

El tema es religioso. Viene del Antiguo Testamento. David, el joven héroe judío que venció al gigante filisteo Goliat. Aquí está con su honda al hombro y una piedra en la mano, preparado para ejecutar el lanzamiento que cambiará la historia de su pueblo.

En otras representaciones, David era más suave, juvenil y podríamos decir que hasta afeminado. Supongo que para contrastar mejor con un Goliat maduro y viril. Tenemos como ejemplo el David de Donatello



Este David de Miguel Ángel, en cambio, aunque joven, resulta muy varonil. Fuerte, de poderosa musculatura. Un tipo decidido. Con él, tonterías las justas.

Tiene el vello corporal, las manos y la poderosa musculatura de un hombre adulto. La cabeza, en cambio, es más bien grandota como la de los bebés o los adolescentes aún no desarrollados del todo.

La postura general se da un aire helénico, como la estatuaria de la Antigüedad. 

Pero si te fijas en las manos tensas, apretadas, hay una energía, un poder apenas reprimido muy alejado del clasicismo. Este David es sereno solo en apariencia.



En los detalles ves un cuidadoso estudio del cuerpo humano: las venas por encima de la tensión de músculos y huesos. 

Miguel Ángel había practicado disecciones de cadáveres. Esto de cortar el cuerpo humano a ver qué hay estuvo prohibido durante siglos. En esto, como en tantas otras cosas, Italia fue pionera. Está documentado que en la facultad de Medicina de Bolonia se practicaban ya en el siglo XIV.

Se recomendaba a los artistas, sobre todo escultores, que acudieran a ver cómo era el cuerpo humano bajo la piel: los huesos, los músculos y tendones y cómo se conectaban y movían. Así sus esculturas serían más reales.

Si te fijas en la cabeza, además del ceño fruncido, verás los ojos redondos, de mirada fija, y los rizos del cabello tallados como el trépano de las esculturas de la Antigüedad. Esas esculturas, durante siglos se conocieron solo por las referencias literarias de un Plinio el Viejo.


Pero en la Roma del siglo XV se empezaron a desenterrar unas cuantas piezas romanas. A finales del siglo XV, bajo el reinado de Inocencio VIII, se hallaron en la basílica de Majencio restos de una estatua colosal de Constantino. Hoy lo puedes ver en el patio del Palazzo dei Conservatori (Museos Capitolinos) uno de los más aconsejables de Roma, no tan saturado de turistas como los Museos Vaticanos o el Coliseo.

Aquí os pongo, a la derecha, la cabeza del Coloso de Constantino, del siglo IV, para que comparéis.

Ahora vamos con el salseo histórico. 


En la primavera de 1501, un Miguel Ángel de veintiséis años estaba en Roma. Unos amigos florentinos le avisaron de que esa pieza de mármol a la que deseaba echar mano desde hace años, por fin iba a ser adjudicada. Que volviera rapidito.

En la catedral de Florencia llevaban más de un siglo trabajando. Tenían la idea, ya desde hace años, de poner una serie de esculturas en los baluartes de la catedral. Así, grandotes, que se vieran desde lejos, profetas y demás.

Hacía unos cuarenta años que un escultor se había pasado por Carrara a coger una pieza de mármol con la que hacer un David. Para aligerar el peso, le quitó algo de material, dándole un poco de forma. Llevaron este bloque hasta el taller de las obras de la catedral (Opera del Duomo) y allí se quedó, esperando a un titán que se atreviera a darle forma. Se consideraba que estaba «mal abocetado», y verdaderamente difícil de hacer algo bueno con ella.

Había varios candidatos al premio de torear este morlaco. Al parecer una de las cosas que decidió a los operai a dársela a Miguel Ángel fue que él decía que era capaz de tallar un David con lo que había, sin necesidad de añadirle piezas de mármol. O sea, hacerlo de una sola pieza, ex uno lapide, que es lo que se consideraba fetén desde la Antigüedad.

La cosa es que Miguel Ángel consiguió ganar ese concursillo. Se puso manos a la obra. Una de las primeras cosas que hizo fue ordenar que construyeran un muro en torno a la estatua. Y luego la techó. Allí estuvo trabajando, lejos de los ojos del público, durante dos años en lo que los florentinos apodaron Il Gigante.

En principio, un David estaría vestido, que era lo habitual. Pero no había allí mármol suficiente, y Miguel Ángel hizo de la necesidad virtud: lo desnudó. Y también porque seguía así los modelos clásicos.

El 23 de junio de 1503, víspera de San Juan, la escultura estaba prácticamente terminada y se quitó el muro que rodeaba al David. Podían verlo, entonces, a lo largo de todo el día.

Vino entonces el debate. ¿Dónde ponerla? Estaba claro que no sería en lo alto de la catedral. Meses más tarde, ya en enero de 1504, se formó un comité de expertos entre los que estaban Botticelli y Leonardo, este último porque había tenido que salir por piernas de Milán poco antes. Al parecer, al cantamañanas de Leonardo esta obra le parecía interesante, pero mal proporcionada, prepotente y, sobre todo, indecorosa. ¿Qué es eso de andar por ahí con sus partes al aire?

La cosa es que estos expertos no llegaron a ninguna conclusión clara. Había que tener en cuenta muchas cosas, desde las implicaciones políticas hasta la propia protección de la estatua.

Al final, se optó por el lugar que al parecer era el querido por Miguel Ángel: la plaza de la Señoría.

Problema, llevar hasta allá este mazacote de más de cinco metros de alto y cinco toneladas y media de peso, sin que se les rompiera nada. Es más, ni siquiera pasaba por la puerta para salir.

Solución: rompieron parte del muro para que pasara la estatua y el artilugio en la que la habían montado. Porque sí, la envolvieron bien y la suspendieron de una plataforma de madera, atada de cuerdas, con cierta holgura para que pudiera bambolearse y no dañarse. Más de cuarenta hombres tiraron de los cabestrantes.

Son solo unos cientos de metros. Pero tardaron cosa de cuatro días en llevarla hasta allí; del 14 de mayo a las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana del día 18.

Y allí se quedó, el 18 de mayo de 1504. Aún tapada, mientras pensaban un poco más… A la gente le gustó, aunque como siempre hubo alguna opinión discrepante. A Leonardo le hicieron caso en solo una cosa: la desnudez en un sitio público. Así que le pusieron como taparrabos una guirnalda de hojas doradas, y allí estuvo durante siglos.

Ahora, la puedes ver en la Galería de la Academia en todo su esplendor au naturel.

 



El David representa de manera estupenda la escultura del segundo Renacimiento, el Cinquecento. De gran tamaño, esforzándose en detalles anatómicos realistas. Tiende a lo grandioso, más que a lo sereno y encantador. Predominó en este momento la escultura de bulto redondo, desapareciendo casi los relieves.

Aunque ya dije más arriba que Miguel Ángel cultivó varias artes, y todas de manera sobresaliente, es recordado es, sobre todo, como escultor. Él mismo se consideraba escultor ante todo

Alcanzó la excelencia con obras como este David. No sólo domina la técnica sino que, además, aquí, sí, es capaz de conmover, de expresar sentimientos y pensamientos con el mármol.

Vasari, que es el fan number one de Miguel Ángel, dejó escrito: 

Y realmente quien ve esta escultura no debe ya preocuparse por ver ninguna otra escultura de cualquier otro artista, ya sea de nuestra época o de cualquier otra.

Pues eso.

Como curiosidad, mientras estaba escribiendo esta entrada, con ayuda de diversos libros de arte, sobre todo la biografía que mencioné más arriba, la de Gayford, estuve escuchando a Dietrich Fischer-Dieskau interpretando poemas de Miguel Ángel: Drei lieder nach Michelangelo Buonarroti de Hugo Wolf (1860-1903) y Suite sobre poemas de Miguel Ángel Buonarroti, Op. 145 de Shostakóvich (1906-1975). Poniéndome muy eurocéntrica, para mí esto es lo mejor que se puede ofrecer: unos poemas renacentistas en italiano, puestos en música por un ruso del siglo XX e interpretado por un señor alemán.