Estos
días estoy revisitando los cuartetos de cuerda de Schubert, seis discos del Cuarteto
Melos.
Más de seis horas de música maravillosa... y perfecta para trabajar.
These are a few of my favourite things. Son todos los que están, pero nunca pueden estar todos los que son.
Estos
días estoy revisitando los cuartetos de cuerda de Schubert, seis discos del Cuarteto
Melos.
Más de seis horas de música maravillosa... y perfecta para trabajar.
El templete, foto de JTSH26 (2017), vía Wikimedia Commons [CC BY-Sa 4.0] |
Ubicación:
Roma (Lacio, Italia)
Fecha:
1503
Estilo: Arte renacentista
Tipo de edificación: templo (edificio
religioso)
Un
pedacito de España en Roma, regalo de los Reyes Católicos
Cuenta Giorgio Vasari en el
capítulo dedicado a «Bramante da Urbino, arquitecto», de sus Vidas:
En el primer claustro de San Pietro in Montorio hizo un templo circular de travertino, con inimaginables proporción, orden y variedad, y con una gracia insuperable en elegancia y concepción. Y habría sido mucho más hermoso si toda la fábrica del claustro, que está inacabada, hubiera sido ejecutada según su diseño.
Estamos a principios del siglo XVI, época de la segunda campaña de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, en Italia, dándole las suyas y las del pulpo a los gabachos.
En Roma
gobernaba el papa Borgia, Alejandro VI, quien consagró esta iglesia de San
Pietro in Montorio en el año 1500, aunque murió el 18 de agosto de 1503, que no
queda claro si para entonces estaba ya terminado o no este templete.
Friso y balaustrada, foto de Peter1936F (2017)
Lo que resulta más moderno, o sea, nada de la Antigua Roma, es la parte superior: la balaustrada y la cúpula.
En el interior, vemos mosaicos
de colores con incrustaciones geométricas que recuerdan a los modelos romanos,
e incluso a las iglesias paleocristianas.
En uno de los vanos, se distingue el escudo de los comitentes, los Reyes Católicos, que os pongo a continuación, fotografiado por JTSH26, según cojo de Wikimedia Commons.
Para los que tengáis curiosidad por estas cosas, os explico: en los cuarteles 1.º y 4.º están las armas de Castilla y León, mientras que en el 2.º y el 3.º, Aragón y Sicilia. Hay que recordar que Sicilia era de la Corona de Aragón desde 1282. Y, además, en la campaña anterior del Gran Capitán, le conquistó Nápoles.
Como es posterior a 1492, aparece el entado de Granada.
Lleva el águila de San Juan Evangelista, que era divisa propia de la reina Isabel.
Para lo pequeña que es esta edificación, cobró gran fama e influencia, hasta el punto de considerarse un auténtico símbolo del estilo renacentista, de este ese retomar formas antiguas para finalidades cristianas.
El Renacimiento había comenzado en el siglo anterior, Quattrocento, en torno a Florencia de los Médicis y la Toscana. Pero a partir del año 1500, en el Cinquecento, el centro se desplaza a la Roma de magníficos papas renacentistas, auténticos príncipes muy terrenales que promovieron las artes, arquitectura, pintura y escultura, como veremos, si tengo tiempo, en este blog mío.
Donato Bramante (Fermignano, h. 1443/1444-Roma, 1514), procedía de Urbino, y se formó sobre todo en Lombardía, haciendo una arquitectura todavía muy cuatrocentista. Pero llegó a Roma, estudió y midió sus ruinas. Adoptó entonces un estilo más clásico, sobrio, con ornamentación justa. Este templete fue su primera gran obra. Bramante vino a ser el Brunelleschi del Cinquecento.
No se sabe exactamente las fechas de construcción. He visto fechas diferentes según el libro, 1502 o 1503 y hasta 1510 he visto en la Wikipedia en italiano. Pongo 1503 porque es la fecha que he visto en el libro de arte más reciente que tengo por casa.
Aquí hubo franciscanos españoles. En el año 1876 el convento fue cedido por el Estado italiano a España, a la que aún pertenece, y actualmente parte de los edificios que rodean el templete son sede de la Real Academia de España en Roma.
Estuve
viendo el funeral de uno de los pocos combatientes de la Segunda Guerra Mundial
que aún quedaban vivos.
Nadie como los ingleses para dotar estas cosas de solemnidad, y una música preciosa. Admirable contención, con elegancia castrense.
Una
vida privilegiada, sí, pero teniendo que cumplir con su deber. Un compromiso
honorable con una institución más perdurable que uno mismo. Algo que no es fácil y es obvio que no sirve
cualquiera; de hecho, son muy pocos los que saben estar a la altura de las exigencias del cargo.
Para
los que no sepan el sentido del blasón, explico los cuarteles: Dinamarca,
Grecia, Battenberg (traducido al inglés como Mountbatten) y castillo de Edimburgo.
STTL, HRH
Objeto:
tapiz
Material:
lana y seda
Fecha:
h. 1500
Lugar
actual: Museo Nacional de la Edad Media (M.º de Cluny), París (Francia)
Época:
gótica
Abrigado y hermoso
Los tapices son un tipo de objetos que tuvieron su momento
álgido en la Baja Edad Media. Servían no solo para decorar las habitaciones,
sino que también daban calorcito. Incluso, a veces, se colgaban de las iglesias
o en otros lugares públicos, en determinadas conmemoraciones.
El centro de la tapicería europea estuvo primero en París,
desplazándose después a territorios borgoñones, en los Países Bajos
meridionales, en una zona que actualmente está dividida entre Francia (por
ejemplo Arrás) y Bélgica (Tournai, sin ir más lejos).
A finales del siglo XV se hicieron series de tapices en
torno a la criatura mítica que era el unicornio. Un conjunto famoso, hoy en The
Cloisters de Nueva York, es el dedicado a la Caza del Unicornio.
Pero yo he preferido centrarme en uno grupo también muy conocido: La dama y el unicornio,
que podemos ver en el museo de Cluny de París. Ya he dicho en otra ocasión que
es uno de mis favoritos de la capital francesa, uno de esos museos con encanto
que puedes visitar con relativa comodidad, lejos de ese parque temático en que
se ha convertido el Louvre.
Naranjos tras el unicornio |
Es uno de los ejemplos más famosos de un estilo de tapiz
que se llamaba millefluer, o
milflores. Este nombre procede de todas esas plantitas y flores diminutas que
cubren el fondo, como si estuvieras viéndolas brotar entre la hierba. Recuerda
mucho al primor del estilo gótico internacional de pintura, que tiene escenas
muy parecidas, sobre todo de la Virgen en huertos cerrados, usando la alegoría
de la Virgen como hortus conclusus.
El estilo milflores se usó a lo largo del siglo XV y
llegó hasta mediados del XVI. Pero, sobre todo, abundó en el período entre 1480
y 1520, período en que se confeccionaron estos tapices de La dama y el unicornio (en gabacho, La Dame à la licorne).
Son seis tapices que se cree fabricados en Flandes, probablemente
entre 1484 y 1538. Para hacer un tapiz previamente tenía que haber un dibujo,
al que se llama cartón. Pues bien, los cartones de estos se cree que proceden
de París. De los seis, cinco se cree que representan a los cinco sentidos, y
este es el sexto, con las palabras «À mon seul désir».
Deseo |
Las dimensiones de los tapices oscilan: entre 311 y 377 cm de alto y de 290 a 473 cm de ancho.
El que yo he escogido, À mon seul désir, es un poco más ancho que los otros.
El centro está ocupado por una dama en frente de una tienda. Las palabras que le dan el título están por encima. Cerca tiene una criada que abre un joyero. La dama está guardando un collar, o quizá lo esté cogiendo, no se sabe.
Al otro lado, un perrito sobre un banco. A un lado, el unicornio y, al otro, un león.
Este trío de
dama-unicornio-león se repite en los cinco tapices.
El lema que aparece À
mon seul désir, puede significar varias cosas, a mi deseo solo, o solo según
mi deseo, o solo porque yo lo deseo…
Como todo en aquella época, era un arte refinado, cortés, solo asequible a los
más pudientes, y todo tenía un significado oculto. Así, al unicornio se le daba
un significado cristológico.
Esta escena en particular, dentro del conjunto, ha tenido
diferentes interpretaciones. Podría significar el amor, o la virginidad, o la
renuncia a las cosas mundanas (de ahí que guarde el collar) o incluso un sexto
sentido, que sería el entendimiento o la sensatez.
No se sabe quién los encargó. Por el blasón que aparece en ellos, se ha relacionado con la familia Le Viste, de Lyon, pero vaya usted a saber. De ahí, un salto hasta el siglo XIX, cuando Próspero Mérimée los descubrió en 1841 en el castillo de Boussac.
Fue más tarde cuando, por 25.000 francos de oro, el municipio de Boussac se los vendió a Edmond du
Sommerard, como curador del Museo de Cluny en París.
Si quieres saber más, hay un artículo dedicado a ellos en la Wikipedia.
Los
tapices, en la página web oficial del Musée de Cluny.
Como siempre, salvo otra indicación, las imágenes proceden de Wikimedia Commons.
Hoy,
jueves 8 de abril de 2021, se cumplen cien años del nacimiento, en Ancona, del «príncipe de
los tenores», Franco Corelli.
Un
tenor de esos muy viriles, casi baritenor, más épico que lírico, a mi modo de ver. Muy
italiano guapetón, si entendéis lo que quiero decir.
Sobresalió
en determinados papeles verdianos, como el Manrico de Il trovatore, o de Puccini, fue un sensual Mario Cavaradossi (Tosca) y un potente Calaf (Turandot).
Lo
he recordado escuchando unos cuantos discos recopilatorios, uno de las voces del
siglo y luego los tres cedés de The
complete Cetra recordings, el tercero con
números de Carmen cantados en
italiano.
Era
otra época. Hace años escuché por ejemplo, unas Bodas de Fígaro cantadas en alemán, con DFD.
Mozart,
Serenata n.º 6 (Serenata nocturna) para dos pequeñas orquestas, K. 239 (1776).
Trabajaba
de Konzertmeister en Salzburgo, componiendo música galante,
de la que esta es un buen ejemplo. Uno de sus trabajos más encantadores, según
Einstein.
Al
parecer, la compuso para Antonia Maria Lodron (1738-1780), condesa procedente
de Trento. Mozart dio clases de pianoforte a las hijas de la condesa.
Con
esta serenata galante dieron la bienvenida al año nuevo en 1776.
Póster en FilmAffinity |
Full
metal jacket
Año: 1987
País: Reino Unido
Dirección: Stanley Kubrick
Música: Vivian Kubrick
Una de guerra de Kubrick
Leo en la Wikipedia en inglés que Kubrick quería
hacer una película bélica, pero que tardó en encontrar una historia que
adaptar, y la halló en la novela de Gustav Hasford The Short-Timers (1979).
No sé, a mí la impresión es que los directores estadounidenses
tienen que hacer su «peli vietnamita», y esta es la de Kubrick. Por ejemplo, Cimino
filmó El cazador (1978), Coppola hizo
Apocalypse now (1979), Oliver Stone, Platoon (1986) y De Palma, Corazones de hierro (1989). Quizá
Spielberg es la excepción a la regla, quizá porque es un director maniqueo, poco
dado a las ambigüedades, francamente incómodo en las zonas grises.
Pero vamos, que directa o indirectamente la
guerra de Vietnam había salido en muchísimas películas, Los visitantes (1972) de Elia Kazan, El regreso (1978), Acorralado
(Rambo, 1982), Desechos (1983) o Birdy (1984). Y, del mismo 1987, Good Morning, Vietnam y La colina de la hamburguesa.
Esto me hace preguntarme, ¿qué aportó Kubrick que no había en otras películas de Vietnam?
Empezaré diciendo que esta película tiene dos partes bien
diferenciadas. La primera, el campamento en el que los reclutas son humillados,
insultados, forzados hasta el límite para convertirlos en soldados anónimos que
sirvan solo para matar. Esa es la parte más lograda y que en otras películas sobre Vietnam no se había visto, o no de esa manera tan despiadada.
La segunda, menos original, pone a algunos de esos soldados en Vietnam. Les pillará la ofensiva del Tet (1968) desastrosa
en lo militar para Vietnam del Norte pero en lo político, todo un shock
para EE. UU., por las muchas pérdidas, y porque les pilló un poco en bragas. No creían que los comunistas tuvieran capacidad para planear y ejecutar semejante pifostio.
Ya digo que, a mi juicio, lo mejor de esta película es la primera parte, ese proceso
de embrutecimiento de los reclutas, constantemente violentados por los gritos
del sargento Hartman. No sé si a día de hoy, superaría la criba de lo
políticamente correcto. Si hay una definición de masculinidad tóxica, con
tacos y grosero hasta decir basta, es ese personaje del sargento, interpretado por
un actor que había sido militar, R. Lee Ermey (acreditado Lee Ermey).
La segunda parte, en Vietnam, no tiene -en principio- nada que no hayas
visto antes o después. Que era una guerra de lo más cochina, sin buenos ni
malos porque ambas partes hacían cosas tremendas, mucha sangre, movimientos o
batallas absurdos, soldados colocados, mujeres prostituidas, si alguno se creía
que iba allí a ayudar a alguien, se encontraba pronto que los «amarillos» no les
tenían ninguna simpatía.
Algo distinto es el personaje de Matthew Modine, el soldado de reemplazo, luego sargento,
James T. «Bufón» Davis. Más que protagonista diría que es el hilo conductor de
los diferentes episodios. Trabaja como periodista militar para Barras y estrellas, periódico editado
por el departamento de Defensa. No nos engañemos, no profundiza demasiado en el
papel de los medios, ya que no es periodista independiente. Solo en una escena se
habla sobre la política editorial de esa publicación: qué había que publicar y
con qué perspectiva.
Lo peor, obviamente, es el trato a la mujer. Casi cada
palabra que sale por la boca del sargento es ofensivo para las mujeres. Lo que
dicen los soldados en referencia a las mujeres es obviamente sexual, siempre. Y
lo mismo respecto a las pocas mujeres que aparecen con línea de guion: están prostituidas.
Lo más «normal», una luchadora comunista, por supuesto sin palabras relevantes. Es un
mundo sin mujeres soldados, ni siquiera en cuerpos sanitarios, sin novias,
mujeres ni madres. La imagen es terriblemente pobre.
La impresión que te deja esta película es desoladora, en general. Está muy bien hecha, no ofrece escenas sobre la grandeza del mal ni la belleza de lo perverso, como por ejemplo Apocalyse now o Platoon o El cazador.
En esas películas hay escenas memorables, que conjugan imagen y música, con interpretaciones shakesperianas, de actores inmensos.
Aquí no es así. Al contrario, todo resulta vulgar: los
personajes, las acciones bélicas, hasta la música ratonera con que la ilustra, muy de la época.
Así que yo diría que lo que aporta Kubrick a la guerra de Vietnam en el cine es precisamente su vulgarización. Todo es de medio pelo.
No encontrarás aquí como personajes trascendentes como los que interpretaron, en otras pelis de Nam, Robert de Niro, Christopher Walken o John Savage, Marlon Brando o Martin Sheen, Tom Berenger o Willem Dafoe, Gary Sinise o Tom Hanks...
No, aquí son tipos ordinarios, hasta chabacanos, con sus bajezas y limitaciones. El personaje de Modine, por ejemplo, que parece el más sensato, recurre a la prostitución, golpea al débil, hasta es inconsistente, lleva una chapa con el símbolo de la paz más por postureo que otra cosa.
Eso es lo que aporta Kubrick, la cutrez de todo lo referente a esta guerra, la ausencia de cualquier gloria.
Ya sabéis que el cine bélico es uno de mis favoritos, por
eso creo yo que hay tantas de ese género en esta lista mía de las 100 mejores. Esta
no es de mis favoritas. No me entusiasma y, sin embargo, creo que la he visto
ya tres o cuatro veces.
En cuanto a los premios, sobre todo fue nominado el actor
secundario R. Lee Ermey, pero ganar creo que solo ganó la de la Sociedad de Críticos
de Boston.
Para saber más: consúltese la Wikipedia, Film Affinity o la Internet Movie Data Base.
Playa de La Salvé, Laredo Foto de Dani (2004) |
La mascarilla en la playa es una gilipollez. Al menos en Cantabria, donde la persona más cercana la tienes a dos metros mínimo.
Ya, de tener que llevarla cuando
estás solo por el monte, ni hablamos.
Después de más de 100.000 muertos, aún hacen estas tonterías. En un año pasamos de "la mascarilla no sirve para nada" a obligar a llevarla hasta cuando estás a kilómetros de la población más cercana.
Siguen sin enterarse de qué va esto.
Yo no sé si son tontos o se lo hacen.
Cantata
Herz und Mund und Tat und
Leben, (Corazón y boca, y las obras y la
vida), BWV 147.
La
compuso en 1723 durante su primer año como cantor en la iglesia de Santo Tomás
de Leipzig
Lo
especial de esta cantata es su décimo movimiento, el coral «Jesus bleibet meine
Freude» (Jesús, alegría de los hombres o Jesús sigue siendo mi alegría).
Se
conoce por una transcripción hecha al piano, pero el coral está escrito para
coro de cuatro voces (tenor, soprano, contralto y bajo) y orquesta, que
interpreta la melodía principal.