The mission
Año: 1986
País:
Reino Unido
Dirección:
Roland Joffé
Música:
Ennio Morricone
Domingo, toca ir al cine. Hago mi homenaje
particular a Morricone.
A poco cinéfilo que seas, sabrás que
hace una semana, el 6 de julio, falleció Ennio Morricone.
Esto me hizo recordar que aún no había
hablado aquí de esta película, la que muchos consideran su mejor banda sonora.
Con motivo de su 90 cumpleaños, Sinfonía de la mañana le dedicó un programa en el
que los oyentes votaban por la que les parecía la mejor banda sonora de Morricone, y acabaron escogiendo
esta. Oye, merece la pena que se escuche todo el programa, que
comienza con una historia muy cinematográfica (y bastante divertida) sobre su primera colaboración con
Sergio Leone.
La misión es una película histórica que
recrea un episodio poco conocido del siglo XVIII: las consecuencias de un
trazado de la línea fronteriza separando el territorio de la corona española de
la portuguesa, y cómo eso iba a afectar a las misiones jesuitas que estaban en territorio que acabaría cedido a Portugal. Si queréis más, podéis buscar el tratado de Madrid (1750) o la Colonia de Sacramento.
La compañía de Jesús, dependiente del
papado, siempre fue una institución incómoda para las monarquías. Con el tiempo
acabaría prohibida en distintos lugares, incluida España.
Ese es el marco en el que debe
entenderse esta historia, las misiones jesuíticas.
El argumento en sí básicamente se
refiere a la redención de un español, interpretado por Robert de Niro. Capturaba
indios para venderlos como esclavos; hay que recordar que en España no podían
ser esclavizados por ser súbditos de la corona, pero en Portugal sí. El poder miraba para otro lado si un
español cogía a indios a este o a aquel lado de la frontera siempre que los
vendiese en otro sitio. La cosa es que este personaje acabará en una de esas misiones, intentando redimirse.
Reconozco que si no estás un poco puesto
en historia te puede resultar confuso. Pero a mí me encantó desde que la vi por
primera vez. Recuerdo que fue la primera película que fui a ver sola al cine, sin amigas, ni novios ni nada, yo solita, porque esta peli es de las que tocaba muchos palos de los que a mi me gustaban. No es de extrañar que me dejara totalmente impresionada, porque unía mi gusto por la historia, las pelis
y los maromos de buen ver, de los cuales hay un puñadito en esta historia:
Robert de Niro, Jeremy Irons, Liam Neeson y (un poquito de) Aidan Quinn.
Lo que todo el mundo recuerda de esta
película es su banda sonora. Para mí es la mejor de Morricone. Que no le dieran el Óscar es el mayor robo de la historia de esos
premios, y creo que esto no es victimismo, sino una opinión generalizada entre los cinéfilos. La música de Morricone lleva décadas
interpretándose por orquestas sinfónicas, y seguirá, porque es simplemente
maravillosa. Según comentaba Martín Llade en el programa de radio antes
mencionado, al parecer la recaudación del disco fue mayor que la película que,
simplemente, cubrió gastos.
Ganó el óscar a la mejor fotografía. En
los Globos de Oro premiaron el guion y la banda sonora. En el Festival de
Cannes tuvo la Palma de Oro a la mejor película, aparte de obtener el Premio
Técnico. En los británicos BAFTA obtuvo tres: mejor actor secundario
(McAnally), montaje y banda sonora.
Si tienes la oportunidad de ver esta
película, no te la pierdas, porque es realmente una de esas con enjundia, que disfrutas
y te remueve un poco el corazón y la conciencia; te emocionará, seguro.
Y es que aunque lo mejor es la música,
no podemos olvidar que las interpretaciones son fantásticas, así como la
realización y la fotografía… Admito que si la historia no te llama, es posible
que el argumento en sí te puede dejar frío. Pero si te metes un poco en lo que
te están contando, puedes encontrar lecciones para cualquier contexto de la
vida: de si merece o no luchar por lo que uno cree, arriesgarte a desafiar el poder cuando, luches como luches, hagas lo que hagas,
quizá te acaben aplastando.
Yo soy de esas idiotas épicas que cree que solo te derrotan si no luchas, que haya batallas que tienes que pelear de todas formas, por mucho que las probabilidades de victoria sean mínimas... Aunque siempre manteniendo la idea romana de sobrevivir para luchar un día más.
Morricone es uno de mis
compositores favoritos de cine, junto a Doyle, Preisner, Bregovic, Zimmer y Williams, por
mencionar unos pocos. Aunque reconozco que su producción, como la de todos estos autores, acaba siendo irregular porque no siempre se alcanza la maestría en un tipo de composición tan utilitaria. La música para el cine está sobre todo al servicio de la
historia y por eso resulta desigual. Pero las mejores composiciones acaban siendo
tan buenas como la mejor música clásica. De hecho, siempre he creído
que Wagner, de haber vivido ahora, se dedicaría al cine.
Morricone tenía una sólida formación
clásica, y eso se nota. Cuando alguien ha nacido en Roma, no tiene nada que
demostrar absolutamente a nadie, ni que nadie se lo reconozca, porque es grande
ya de nacimiento. Ahora bien, siempre me dolerá que no le premiaran el
fantástico trabajo que hizo en esta peli.
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