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Samson et Dalila
Estreno: Weimar, 2 de diciembre de 1877 (en alemán)
Ruan, 3 de marzo de 1890 (en francés)
Compositor: Camille Saint-Saëns
Libretista: Ferdinand Lemaire, basándose en el Libro de los jueces (la Biblia)
Tal día como hoy, del año 1877, se estrenó en la Grossherzogliches Theater (Teatro del Gran Duque), actual StaatskaeplleWeimar, esta ópera que es la más representada de Saint-Saëns
Saint-Saëns es un
compositor francés de la segunda mitad del siglo XIX, conocido sobre todo por
su música orquestal. No obstante, también compuso óperas, de mucho éxito por
toda Europa por aquel entonces. Contrasta que hoy en día apenas se representa una, esta Sansón
y Dalila. Y para de contar.
Se estrenó en
Weimar, es decir, en lo que hoy es Alemania, por impulso de Franz Liszt, que
aunque ya no era el director musical, tenía influencia. Y se hizo pues como se
hacían las cosas en aquella época, en alemán. Pasó más de una década antes de
que se representara en francés, en Ruan. La cosa del tema bíblico parece que no
les llamaba mucho. O quizá tenían reparos, no fuera a ser que los curas lo miraran mal, vaya usted a saber.
Lleva número de opus 47. Es una grand opéra, género típicamente francés del siglo XIX, con cuatro o cinco actos, y todo a gran escala, ande o no ande, caballo grande: la orquesta y el elenco. Se pretendía que fuera espectacular. De ahí que cogieran también «grandes historias» del pasado.
Saint-Saëns
pensaba, en principio, componer un oratorio. Y algo de ello se nota sobre todo
en el primer acto. A mí me resulta algo chocante escuchar a los hebreos como si
fueran monjes benedictinos, hay un cierto choque entre la forma que adopta esa música, tan
católica y medieval, y lo que se supone que representa, que es algo hebreo de
la Antigüedad.
Porque sí, se basa en una historia bíblica, que es la de Sansón y Dalila. Por si alguno no lo sabe, os lo cuento. Sansón es el liberador de los hebreos frente a los idólatras filisteos. Pero es seducido por una mujer filistea, la suma sacerdotisa Dalila, que lo odia. Consigue ella averiguar que el secreto de la fuerza de Sansón está en sus cabellos. Y se los corta, lo que permite a los filisteos cegarlo. Parece que han triunfado los malos de la historia, Sansón acude, ciego y débil, guiado por un niño al templo de Dagón, donde se celebra una bacanal. Allí pide a Yavé que le dé fuerza una vez más y al niño, que lo guíe hasta las columnas del templo. Les da un buen meneo y consigue que el templo se derrumbe, matando a todos, incluido él y la pérfida Dalila.
Saint-Saëns es un compositor elegante, y la música se oye fácil. Pero hay algo que no acaba de cuajar en esta ópera. Es de las que te deja fría. Acaba siendo un poco demasiado peplum, y no funciona ni como historia teatral ni tampoco oyéndola solo, en música.
Lo bueno es que tampoco se te hace pesado. Son unas dos horas (no llega) de ópera. Y, desde luego, sí que tiene un par de momentos estupendos que muchas veces se interpretan por separado de la ópera.
Por un lado, el aria de Dalila «Mon cœur s'ouvre à ta voix», preciosa dentro del repertorio de mezzosoprano y la Bacanal orquestal, en el templo de Dagón, para que se vea lo malvados que son esos paganos. Seguro que si lo escuchas, te sonará, porque tiene ese aire orientalizante muy exótico de trapillo.
¿Qué grabación recomendar? Pues la de Deutsche Grammophon, con Daniel Barenboim dirigiendo a Plácido Domingo (Sansón) y Elena Obraztsova (Dalila). El coro y la orquesta son los de París.
Para saber más, la Wikipedia. El libreto, en español y francés, así como discografía de referencia, en Kareol.
Os dejo enlace a una representación que he encontrado en Sander, con Domingo y Borodina.
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