miércoles, 12 de febrero de 2020

#34 Sinagoga de Santa María la Blanca

Interior de la sinagoga
Por Luis-Daniel Carbia Cabeza (2019)
[CC BY-SA 2.0], vía Wikimedia Commons




                       
Ubicación: Toledo (Castilla-La Mancha, España)
Fecha: siglo XIII
Estilo: Arte gótico-mudéjar
Tipo de edificación: religioso




Ejemplo del Toledo de las tres culturas


En la península ibérica medieval convivieron tres religiones: la cristiana, la islámica y la judía. Tanto en Al-Ándalus como en los reinos cristianos, había grupos de las tres comunidades. Contra lo que creen algunos buenistas, esto no significa que se reconocieran en términos de igualdad o que hubiera matrimonios mixtos. Normalmente, el que manda, manda, y las minorías, como los cristianos en Al-Ándalus o los judíos en los reinos cristianos, no tenían los mismos derechos que los que tenían la religión de la élite. 

Se los toleraba, o sea, se los aguantaba. A cristianos y judíos se les soportaba en Al-Ándalus, de la misma manera que a los mudéjares y a los judíos en reinos cristianos. Por eso eran vulnerables a persecuciones cuando hubiera algún revés o plaga.

Las minorías siempre son chivos expiatorios ideales de cualquier contratiempo político, económico, climático,… del tipo de que sea. Es así hoy en día, ¿cómo no va a ser cierto en épocas aún más supersticiosas como la Edad Media?

Cuando Toledo fue reconquistada en 1085, se mantuvieron estas otras comunidades, bajo el dominio cristiano. Así se explica el nacimiento de un estilo arquitectónico mixto, fusión de elementos cristianos e islámicos: mudéjar. Por eso se surgen con normalidad iglesias con materiales, técnicas y elementos ornamentales andalusíes, elaborados con mano de obra islámica. Es un estilo muy propio de la España medieval. Hay dos fases de arquitectura mudéjar, en paralelo con los estilos cristianos: el románico-mudéjar y el gótico-mudéjar.

También la comunidad judía, al construir sus sinagogas, recurrió a alarifes y canteros musulmanes. En Toledo hubo una numerosa comunidad judía. Se dedicaba, sobre todo, al campo, a la agricultura. Llegó a haber hasta una decena de sinagogas. A nuestros días han llegado dos, esta de Santa María la Blanca y la del Tránsito. Ambas pertenecen a la época del gótico-mudéjar.

Hay una inscripción que dice que esta sinagoga se construyó en el año 1180. Lo que ocurre es que, al parecer, sufrió un incendio a mediados del siglo XIII y es entonces cuando se reconstruyó con el esquema más o menos actual.

Se trata de una sinagoga de planta basilical, dividida en cinco naves, reproduciendo el mismo esquema de naves paralelas propio de las mezquitas. Si tú ves esa foto y no te dicen que es una sinagoga, lo primero que piensas, es que estás ante una mezquita. La nave central era más alta, y las laterales, progresivamente más bajas.

Las naves se separan entre sí como arcos de herradura semicircular apoyadas en pilares ochavados.

Hay treinta y dos capiteles, de inspiración cisterciense, se han tallado a trépano, y como principales temas presentan tallos, piñas y volutas. Lo mismo los podrían encontrar en iglesias o en mezquitas.

Propio del estilo mudéjar es el uso del ladrillo para alzar los muros. Aquí se encalan de blanco, sobrio y luminoso.

La madera se usaba en la arquitectura mudéjar para crear esas espléndidas techumbres de forma de artesa que por eso se llaman artesonados; aquí se ve en la cubierta de las naves.

El yeso se reserva para los adornos, de tipo geométrico o vegetal, en las arquerías de la parte alta. Aquí es donde se nota una clara influencia del arte islámico almohade. Se distinguen por ejemplo rombos entrelazados tipo sebka. También hay tallos entrelazados, medallones o palmetas.

Como se ve, la comunidad judía estaba bien viva un siglo después de la reconquista cristiana,… incluso dos siglos después… Esta sinagoga se convirtió en iglesia cristiana a finales del siglo XIV, bajo la advocación de la Virgen Blanca. Luego fue abandonada y –a lo largo de los siglos– pasó por otras funciones, como cuartel de infantería o almacén…

La declararon monumento nacional en el año 1930. El franquismo se la devolvió a la iglesia. Pero lo cierto es que no se celebran allí actos de culto. Más bien es un monumento que se visita, y a veces se celebran exposiciones o recitales.

Para saber más de esta edificación, como siempre, tenemos la WikipediaTambién en Arte Guías describen esta sinagoga con más detalle que el que yo doy aquí. 

 Como suelo decir, para pasar un fin de semana haciendo turismo, Toledo es perfecta. Ya sé que está muy retrepada en una curva del Tajo y has de caminar arriba abajo, igual no demasiado cómodo, pero desde luego merece la pena por todas las increíbles joyas que hay allí, más allá de la catedral o El entierro del conde de Orgaz en Santo Tomé.

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