domingo, 25 de agosto de 2024

#29 La vida de los otros

 

Tomado de Film Affinity




Das Leben der Anderen

Año: 2006

País: Alemania

Dirección: Florian Henckel von Donnersmarck

Música: Gabriel Yared, Stéphane Moucha

 


A ver si recupero esta buena costumbre de dedicar el domingo a hablar de cine 

Empiezo con una que refleja la vida cotidiana en un Estado totalitario

Imprescindible

 

 

Una película aparentemente fría, con interpretaciones contenidas, todo miradas. Un formato muy coherente con la historia que te cuentan, ambientada en la Alemania del Este, en el año 1984, cuando no podías decir lo que pensabas, ni confiar en nadie. Cualquiera era confidente de la Stasi, la policía secreta del régimen comunista que tenía expedientes prácticamente sobre todos los ciudadanos del país.

La Stasi decide investigar a Georg Dreyman, un escritor, y su pareja, Christa-Maria, una actriz de éxito. Ninguno de los dos se han significado políticamente, parecen adeptos al régimen. Pero el ministro se encapricha de la actriz y quiere que la Stasi encuentre algo del escritor. Ponen a ello a HGW, el capitán Gerd Wiesler, un tipo callado, muy bueno en lo suyo, investigar, interrogar.

Por un lado ves la vida cotidiana del escritor y la actriz y, por otro, la vigilancia de la Stasi. No voy a entrar en detalle, pero la impresión general es de ahogo, de asfixia, porque se controla todo, lo que haces y lo que piensas. No se puede hablar, casi no se puede ni pensar, en algo que no sea ortodoxo. Y el Estado comunista, como buen totalitario, tiene normas para todo. El que tiene el poder, el partido, puede obligarte a hacer lo que ellos quieren, o impedirte hacer lo que tú deseas.

La opresión es esto. El comunismo es esto, el socialismo es esto. Tienes que ser complaciente, en todos los sentidos, con los funcionarios del partido. Es muy fácil tener a la gente amedrentada y que no hable, que no se queje, porque en cualquier momento puedes perder el trabajo, tú o los tuyos, o tus hijos que los echen de la universidad, o te detienen… Muchas veces no hace falta ni siquiera usar la violencia. Las amenazas bastan, cuando todo el poder lo tiene el estado y tú solo eres un súbdito, nunca un ciudadano.

Parece contado con frialdad, con distanciamiento, pero desde luego eso no deja impávido al espectador. Al contrario, conmueve hasta el punto de que, si eres como yo, acabas mojando la pestaña, de forma inevitable. Porque la gente es, simplemente, humana, y hace falta mucho coraje para apartarse de lo que el estado te exige. Por eso valientes son pocos y la mayor parte se calla, acata, mira para otro lado. Y también no ser suicida, sino listo, saber ganar al sistema con sus propias normas.

Es cruel ver cómo en aquella sociedad en teoría igualitaria, no lo eran en absoluto. El poder lo solían detentar hombres. Y abusaban de él, en relación a las mujeres, como podéis imaginaros.

Es una de esas obras esenciales para comprender las cosas que han pasado en Europa, para que tengamos claro qué cosas no deberíamos repetir. Me paree atroz que, por algo que pienses o digas o escribas, puedas perder tu trabajo, o incluso te detengan. Por eso hay que mirar muy mucho cómo se regulan estas cosas en nuestras democracias. Si queremos seguir siendo una democracia liberal que cree en la libertad de pensamiento y de expresión, los delitos de opinión deberían, o no existir, o sancionarse sólo en casos extremos.

¡Qué película tan buena, tan conmovedora! Es de las que te impacta y recuerdas tiempo después de haberla visto. Y siempre te quedarás con la mirada fija, de Ulrich Mühe, que interpreta al capitán Gerd Wiesler, esos ojos difíciles de leer, esa expresión aparentemente neutra, para no traicionarse jamás.

Ganó unos cuantos premios, entre otros, el Óscar a la mejor película internacional, el BAFTA a la mejor película en habla no inglesa, el mejor film extranjero en los Premios César, mejor película extranjera en los Independent Spirit Awards, los premios del Círculo de Críticos de Nueva York y para la Asociación de Críticos de Los Ángeles. En los Premios del Cine Europeo fue considerada la mejor película, el mejor actor (Ulrich Mühe), mejor guion (Florian Henckel von Donnersmarck). Por supuesto, en los Premios del Cine Alemán del año 2006 ganó en unas cuantas categorías: película, director, actor (de nuevo, el fantástico Ulrich Mühe), actor secundario (Ulrich Tukur), guion, y diseño de producción (Silke Buhr).

Podéis leer más en la Wikipedia, Film Affinity, o la Internet Movie Data Base

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