jueves, 7 de marzo de 2019

#1 Yo, Claudio



Autor: Robert Graves
Título original: I, Claudius
Fecha de publicación: 1934
Parte de una serie: Claudio #1

Acabo de releer con gran placer Yo, Claudio, de Robert Graves. Una obra que con toda seguridad aparecería en cualquier lista de novelas del género de la ficción histórica.
De manera que se me ocurrió proporcionar aquí otra lista más, una con novelas históricas que me gustan. Así, porque me aburro, y como si no tuviera suficientes platillos chinos que mantener en el aire...😏
Obviamente, los curtidos lectores de histórica las conocen de sobra y hay infinidad de blogs y páginas que las analizan y dan listas, con mucha más solvencia que yo. Más bien me dirijo al que quiera dedicar algo de su tiempo a este género y no sepa muy bien cuáles son las más estimadas.
Cuenta, como si fueran unas memorias, la vida de Claudio, desde su nacimiento hasta que es elevado a la condición de emperador. Transcurre la historia, sobre todo, durante los principados de Augusto y el de Tiberio; la última parte se centra en el de Calígula, notablemente más breve.
El desfile de personajes que puebla sus páginas es inmenso, y me parece prodigioso lo bien que perfila a cada uno de ellos. Con sus claroscuros, básicamente unos son tirando a virtuosos y otros, tremendamente perversos, dominados en su mayor parte por el ansia de poder o de dinero. El libro acaba siendo una desoladora sucesión de muertes, una tras otra, hasta que al final Claudio queda solo, quizá por parecer el más inútil y prescindible de todos.
Creo que esta es la tercera vez que he leído el libro. Me ha encantado, otra vez, por la forma tan amena de narrar, fácil de llevar aunque te estén contando historia pura y dura, tomada directamente de Tácito y Suetonio. Al parecer, Robert Graves usó las fuentes clásicas, prescindiendo en general de la historiografía moderna.
Tengo la impresión de que marcó el modelo para mucha novela histórica posterior. Proliferan en el género las falsas autobiografías, unas más logradas que otras. Desde luego, está entre la ficción histórica más vendida del siglo XX.


Leo en la Wikipedia en inglés que, en 1998, la Modern Library la puso la 14.ª en su lista de las 100 mejores novelas en inglés del siglo XX. En 2005, fue elegida por la revista Time como una de las cien mejores novelas escritas en inglés desde el año 1923 hasta ese momento.
Desde la perspectiva actual, algunas opciones lingüísticas que asumió Graves nos suenan raras. Usa nombres modernos de lugares (España, Francia o Alemania) cuando hoy en día cualquier novelista histórico actual recurre a los topónimos originales (Hispania, Galia, Nórica, etc); extiende la rareza a quienes habitaban esos lugares y, así, habla de franceses, en vez de galos. 
Lo más desconcertante es, a mi juicio, el que adopte denominaciones modernas para el ejército, hablando de regimientos, por ejemplo, en vez de legiones. El famoso «Varo, devuélveme mis legiones» de Augusto, se transforma aquí en «Varo, devuélveme mis regimientos». 👎
Actualmente, en cambio, te puedes hacer un experto en el ejército romano solo con leer a Scarrow.😉
La impresión con la que me he quedado esta vez es más de tristeza, resignación ante la crueldad y la insensatez. Ya no me sobrecogen los tremendos asesinatos, lo más gore, porque ya lo sabía y esperaba. Me conmovió más, quizá por los años que tengo, la soledad en la que se queda quien tiene poca gente que lo aprecie y esos pocos, a los que ama profundamente, van desapareciendo uno tras otro.
La figura de Póstumo, por ejemplo, que en otras lecturas me pasó desapercibido, hoy me parece insufriblemente trágica.
Lo peor es, claro, la suerte de su hermano Germánico. La persona que, página tras página, el lector ve como la esperanza de regeneración, un hombre noble, buen soldado, valiente, amante esposo y padre —aunque sus hijos acabaron siendo horrendos—, despiadado cuando las circunstancias se lo aconsejan, con sus hombres o los germanos, pero nunca injusto. Aquel ser humano al que Claudio más amaba en el mundo desapareció y te dice que todo el mundo quedó destrozado por la pérdida.
Oí a un hombre decir en la calle que era como si el sol se hubiera puesto y como si jamás fuera a salir otra vez.
Pero el propio Claudio, de su dolor, que tú como lector sabes que es inmenso, como si le estuvieran arrancando la piel a tiras, se limita a decir:
Sobre mi propia pena es mejor no escribir.
Me parece muy elegante que no se regodee en su sufrimiento. De una manera muy romana, nos lo hurta, como cuando Julio César se cubrió la cabeza con la toga.
O luego, cuando su madre Antonia la Menor, la hija de Marco Antonio y Octavia, matrona romana de los pies a la cabeza, harta de tiranías y crueldades, resuelve suicidarse, fríamente da instrucciones a su hijo. 
Él le pregunta si, después de tantos años, no tiene ni una sola palabra de bondad hacia él, que ha sido un hijo leal, que jamás le faltó al respeto, nunca la hirió ni desobedeció intencionadamente…
Pues no, no la tiene. Ni un gesto ni una palabra de cariño, como si no le oyera, ella a lo suyo. Perfectamente coherente con la forma en que el personaje se ha comportado hasta ese momento.
Genio y figura, que se dice.
Este retrato de Antonia me lleva a pensar lo bien que lo hace con todos sus personajes, tanto masculinos como femeninos. No diferencia entre sexos, a cada cual lo presenta usando sus armas y con sus propias y personales motivaciones. No es habitual dar tanto campo a la acción de las mujeres, tiempo en escena, reconocerles muchas veces cualidades como la inteligencia más profunda que los personajes masculinos.
Pretendía hacer solo una breve ficha, porque en realidad lo que yo piense del libro importa poco, y encontraréis cientos, y miles de críticas más atinadas que la mía. Pero bueno, las cosas salen así, y cuando algo me gusta mucho me embalo sin demasiado concierto.
Yo, Claudio fue seguido por la segunda parte, Claudio el Dios y su esposa Mesalina (1935), sobre el reinado del propio Claudio. A mí me aburrió bastante, no me parecía que tuviera el mismo nervio narrativo que esta otra. La leí solo una vez, y lo que recuerdo es como que salía mucho Herodes Agripa y temas de Judea en la época, cosas que me interesan menos que cero. No creo que hable de ella en el futuro
Graves parecía un poco a disgusto con el éxito de esta obra que para él, según dice, fue meramente alimenticia, necesitaba dinero y la escribió con esa finalidad. 
Como este libro es un clásico, tiene página en la Wikipedia. 
Hay varias ediciones en España. La mía, como veis, es la de Círculo de Lectores del año 1992. Las más recientes son las de Alianza Editorial. Creo que la última es una en rústica de 2014. En formato digital no me suena que exista.

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